La costumbre más común (fuera de Israel) es encender la menorá en una ventana. En la época de la Mishná, sin embargo, la menorá se colocaba afuera, del lado izquierdo de la puerta entrando desde la calle.
Esto trajo consigo una ley muy particular. Si una persona colocaba una vela en la calle y luego un burro que cargaba paja pasaba demasiado cerca, el dueño de la vela sería responsable del incendio resultante. En Janucá, sin embargo, estaría exento por estar cumpliendo una mitzvá.
¿Por qué se colocaba la menorá del lado izquierdo de la puerta? Porque la mezuzá está del lado derecho. Con la mezuzá de un lado y la menorá del otro, uno está literalmente rodeado de santidad.
La dura realidad de la diáspora, tanto por el aspecto sociopolítico como por lo meteorológico, forzó a encender la menorá en el interior y, algunas comunidades, tomaron la costumbre de ponerla en el borde de la ventana. Incluso hoy en día, muchas personas (incluidas las de Jabad) preferimos encender en la entrada y rodearnos de las mitzvot de la mezuzá y la menorá, tal como se hacía en el pasado.