El animal que hay dentro de nosotros

Nuestros Sabios dicen que hay que comenzar a estudiar con los niños pequeños el Libro de Vaikrá, que trata acerca de las leyes relacionadas con los sacrificios. Del mismo modo, al iniciarse en el estudio del jasidut, se acostumbra a comenzar con el discurso jasídico  “La persona que va a ofrendar” (Likutei Tora, Rabi Shniur Zalman de Liadi)

Con este discurso se abre frente a nosotros, una luz hacia el mundo interior del servicio a    Di-s. aprendemos que las ofrendas, son un servicio espiritual diario, en el que se debe ofrendar el  “animal” que hay en su corazón, el alma animal.

Rabi   Shneur   Zalman   de Liadi, se detiene en el versículo “La   persona   que   va   a ofrendar de ustedes un sacrificio a Di-s… de los animales, etc”.

Y pregunta ¿por qué en el versículo está escrito cuando la persona que va a ofrendar de ustedes  “y no” la persona de ustedes que va a ofrendar? La explicación es: que el sacrificio es de “ustedes”, tenemos que ofrendar nuestra alma a Di-s y esto se refiere al alma animal que tiene cada individuo. a esta alma, hay que  “quemarla” con el fuego del amor a Di-s, hasta tal punto que ella misma llegue a amar a Di-s.

Convertirlo en bueno Jasidut habla muy poco acerca del instinto del mal cuando se refiere a la lucha interior que se libra en el corazón de la persona, pero si, de la necesidad de doblegar al alma animal.

El alma animal representa los deseos del propio ego, la inclinación y la voluntad de traducir todo hacia una satisfacción y provecho personal. Por aquí pasa el verdadero trabajo del judío.

en uno de los discursos jasídicos, encontramos que: “el nombre del alma animal alude al mismo, que todo su interés es correr detrás del materialismo, como un animal cuyo único interés es comer, dormir y todos los demás asuntos físicos y materiales. el verdadero trabajo es transformar el alma animal y hacerle reconocer que lo verdaderamente bueno es Di-s, Su torá y Sus preceptos. esta es la explicación de nuestros Sabios para el versículo “y amarás a Di-s con todo tu corazón”, (que en hebreo figura la palabra corazón con dos letras  “bet–lebabeja” que podría traducirse como  “tus corazones”), con tus dos instintos.

El camino para lograrlo es por medio de reflexionar en la grandeza de Di-s y Su supervisión   sobre   todas   sus creaciones, y así el alma animal   comienza   a   sentir   que sólo por medio de apegarse a Di-s y a Su torá, alcanzará la plenitud de su deseo, su satisfacción  “personal”  – en toda su magnificencia. 

Domesticando al animal Para que esto suceda, hay que realizar un cambio sustancial en el alma animal. en su situación original, no tiene ninguna noción de los aspectos espirituales.

Comprende y siente perfectamente los deseos mundanos y se siente atraída por ellos, por ello es llamada  “alma animal”, pues en todo lo relacionado con la existencia Divina, es como un animal. Para que ella   también   comience   a   sentir   el   buen gusto de los aspectos de la Divinidad, la persona tiene que cambiar su esencia.

Para   ello,   debemos   hablar   en   su idioma, como cuando queremos domesticar a un animal, debemos ”hablarle” en su idioma y provocar deseos de ejecutar lo que le ordenamos.

Así la persona tiene que explicarle los aspectos espirituales a su alma animal. Por eso debe estudiar y comprender la grandeza de Di-s con su intelecto, profundizar en las cosas una y otra vez hasta que sean comprendidas, por su intelecto físico y material. así le podrá explicar, que le es conveniente amar a Di-s y cumplir con su voluntad.

.

Entradas recomendadas