Sucot y su significado

«El día quince del mes séptimo será festividad de las cabañas para el Eterno, que durará siete días (Levítico 23:34), y así: «Viviréis en cabañas esos siete días. Cada nativo de Israel habitará en cabañas, para que vuestras generaciones sepan que hice habitar a los hijos de Israel en tiendas cuando los liberé de la tierra de Egipto» (Levítico 23:42-43). 

Esta festividad le recuerda al pueblo el vagabundeo por el desierto en el camino de la esclavitud a la liberación nacional y espiritual. En el desierto se creó la imagen espiritual del pueblo y allí recibió la Torá. Aún cuando llega ese pueblo a su descanso en su tierra, la tierra de Israel, recordará la adversidad del desierto y la benevolencia del Santo Bendito Sea «Y te condujo por el desierto grande y terrible plagado de víboras ardientes y escorpiones, un erial carente de agua de donde, empero, Él extrajo para ti agua de la roca dura. Y te dio también maná para comer en el desierto, cosa que no conocieron tus padres» (Deuteronomio 8:15-16). La fiesta es también llamada la fiesta de la cosecha: «Y celebrarás la festividad de las cabañas durante siete días, una vez recogido el producto de tu era y de tu lagar». 

¿Cuáles son los significados de la fiesta de Sucot? 

1) La base nacional – la unión del pueblo: la fiesta de Sucot, como el resto de las festividades de peregrinación, tienen una base nacional. El precepto de la sucá nos viene a recordar un pasado en común, cuando el pueblo de Israel estaba en el desierto camino a Eretz Israel. En la fiesta de Sucot el pueblo de Israel subía a Jerusalem, lugar céntrico espiritualmente y de superior importancia, para festejar la fiesta en ese lugar. 

Según nuestros sabios las cuatro especies representan los cuatro tipos de clases que existen en el pueblo de Israel. 

Etrog – posee sabor y fragancia, representa a los estudiosos de la Torá y los que practican buenas acciones. 

Lulav – ramo de palma – tal como su fruto, tiene buen sabor pero carece de aroma, así también existen los hombres que han estudiado pero no practican lo aprendido con perfección. 

Hadas – mirto – posee aroma muy agradable pero es insulso, así existen los que poseen perfectas acciones sin que sean muy estudiosos. 

Aravá – sauce – es insulso y carece al mismo tiempo de aroma, existen algunos israelitas que no son estudiosos ni tampoco realizan buenas acciones. 

Estas cuatro especies se toman juntas para bendecir, tres de ellas se atan – lulav, hadas y aravá – para simbolizar que el pueblo de Israel solo está completo si todas sus fuerzas se juntan. 

2) La alegría: La festividad es llamada por nuestros sabios «época de alegría» (de la misma manera que la festividad de Pesaj es llamada «época de liberación», y Shavuot – «época del recibimiento de la Torá»). Tres veces somos obligados en la Torá a alegrarnos en la fiesta de Sucot «Y te alegrarás en la festividad», «Y estarás alegre», «Y se alegrarán ante vuestro D’s durante siete días». Existen varias razones para esta alegría: la alegría de la cosecha, y aquella que viene luego del esfuerzo espiritual realizado durante los «días de arrepentimiento». En este momento estamos seguros que ha sido bueno nuestro veredicto, y es por eso que estamos alegres. También está la alegría de la peregrinación, la unión y la concentración de todo el pueblo en Jerusalem – «una ciudad que hace a todo el pueblo de Israel amigos». Esta alegría tenía su punto culmine en Simjat Bet Hashoeva en la época que existía el Templo. 

3) La preocupación por los pobres y necesitados: En la festividad de Sucot se enfatiza la idea de igualdad social y cooperación de los diferentes niveles sociales. «Te regocijarás en la celebración tú con tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, el levita, el forastero, el huérfano y la viuda que morare contigo. (Deuteronomio 16:14). A estas tres personas que poseen riquezas se le agregan otros seis que no poseen. De aquí la costumbre de aumentar la caridad en vísperas de Sucot, e invitar personas para compartir la festividad. 

4) Paz: la festividad de Sucot es época de alegría, pero es también el día de la sentencia. En Sucot son sentenciadas todas las criaturas del mundo sobre el agua (se fija la cantidad de lluvias que caerán ese año). En Sucot se sacrifican setenta toros, uno por cada nación del mundo y estos eran sacrificios para el bienestar y tranquilidad de todos los pueblos de la tierra. En la fiesta de Sucot comenzamos una nueva etapa en la relación con las otras naciones, y la sucá es llamada «la sucá de la paz»: «y extiende sobre nosotros la sucá de la paz».

¿Por qué pasarse el día de Iom Kipur enfocándonos en nuestras imperfecciones?

PREGUNTA: ¿POR QUÉ PASARSE EL DÍA DE IOM KIPUR ENFOCANDO NUESTROS PECADOS, FRACASOS E IMPERFECCIONES? ¿NO ES DEPRESIVO?

RESPUESTA:

Iom Kipur es la celebración de ser humanos. Y ser humano significa ser imperfecto. El fracaso humano es tan predecible, que Di-s ha puesto en el calendario un día anual de perdón. No es sólo una fiesta optativa para aquéllos que hayan pecado. Iom Kipur viene cada año para cada persona.

Es como si Hashem supiera que tropezamos. Que siempre existirán líos que tendremos que reparar. Di-s no se sorprende por nuestros fracasos y Él nos otorga un día de limpieza todos los años. Nunca se esperó de nosotros que seamos perfectos. Cada Iom Kipur recibimos una nota de Di-s que dice algo así:

“Yo sé que eres humano. Los humanos no son perfectos. Yo los hice de esa manera. Y sin embargo, los amo. De hecho, eso es por qué Yo los amo – porque ustedes no son perfectos. Yo ya tenía perfección antes de crearlos. Lo que Yo quiero de la creación es un mundo imperfecto que se esfuerza por mejorar, lleno de seres humanos que fallan, se levantan y salen adelante.

Siendo imperfectos pero, no obstante, perseverantes, ustedes han cumplido el propósito de su creación. Han logrado la única cosa que Yo no puedo hacer sin ustedes – traer al Di-s perfecto dentro de un mundo imperfecto. Gracias. Con Amor, Di-s”

Para todos nosotros, que no somos perfectos, Iom Kipur es nuestro día. En lugar de estar deprimidos por los fracasos, los celebramos.

Cada resbalón, cada esfuerzo fallido a mantener nuestra vocación, es otra oportunidad para crecer y mejorar.

Fallar en nuestra misión es parte de la misión. Iom Kipur es el día en que Di-s nos agradece que seamos humanos, y nosotros agradecemos a Di-s que no somos perfectos. Si lo fuéramos, no tendríamos nada que hacer.

Cinco plegarias

Iom Kipur es el único día del año en el cual pronunciamos cinco plegarias, a diferencia de los días de semana en que tenemos tres (Shajarit, Minjá, Arvit) y los días sábado y días festivos en los cuales tenemos una adicional (Musaf).

Según las enseñanzas jasídicas, todos los días del año damos expresión y conectamos a los tres niveles conscientes del alma, Néfesh (carácter), Rúaj (emociones) y Neshamá (intelecto). Los días sábado y días festivos nos conectamos y damos expresión también al cuarto nivel, Jaiá, la dimensión subconsciente del alma. En Iom Kipur nos conectamos con y damos expresión al quinto nivel del alma, la esencia misma, denominada Iejidá.

La quinta plegaria de Iom Kipur, que se dice al bajar el sol, se llama Neilá. Neilá quiere decir «cerrar». Implica que el día – y sus oportunidades – están cerrando. La perspectiva jasídica al respecto es que es el momento más elevado del día, el momento de encierre «entre el alma y D-os” en el cual se expresa su vínculo quinta-esencial. Al final de la Neilá se hace sonar un sonido largo y simple del Shofar, expresando el llanto simple y puro del alma que busca reunirse con su fuente Divina.

1.Jaiá se refiere a la Vital del alma. Puede manifestarse en el cuerpo siempre y cuando el cuerpo es alimentado. Al privarse de alimentación, la manifestación de fuerza vital del alma se disminuye.

2.Iejidá se refiere a la condición de unicidad y la tarea de unión y unificación que el alma ejerce. El cuerpo,. a su vez, logra su completitud por medio de las relaciones íntimas que lo une con su cónyuge y los transforman en «una sola carne». Al privarse de esto, ese aspecto unificador del alma no encuentra su expresión en el cuerpo y se desprende.

3.Neshamá se refiere a la tarea iluminadora del alma. Al bañarse, el cuerpo brilla y se transforma en un continente apto para dicha función del alma. Al abstenerse de bañarse, el aspecto iluminador del alma no encuentra su contrapartida corporal y se aleja del cuerpo.

4.Néfesh se refiere al alma en sí, en su estado más puro y esencial. El objetivo de ungir es limpiar al cuerpo de toda clase de contaminación foránea adherida a él. Al abstenerse de ello, la condición «esencial» del alma no encuentra su contrapartida en el cuerpo y busca liberarse de él.

5.Rúaj quiere decir aire o espíritu y se refiere al aspecto espiritual del alma que lo aleja de lo material. Los zapatos cumplen la función de separar entre el pie y la tierra. Mientras uno calza zapatos de cuero, y está por ello separado de la tierra, está en condiciones de y dar expresión a la faceta «espiritual» del alma. Al removerse esa separación, y afianzar la conexión entre el cuerpo y la tierra, el alma se siente «incómodo” y se desprende.

Es por medio de trascender la realidad cotidiana que logramos posicionarnos en un nivel espiritual desde el cual todo pecado cometido pierde sentido y podemos pedir y obtener perdón por los pecados cometidos mientras estábamos en realidad’ .

Pedir perdón al prójimo

Se acostumbra, en víspera de Iom Kipur, pedir perdón a cualquier persona que pudimos haber ofendido o agredido en el transcurso del año, ya que Iom Kipur nos perdona únicamente por las transgresiones cometidas para con Di-s. Di-s no nos perdona por lo que hemos pecado contra el prójimo hasta que no le pidamos perdón y nos perdone.

iGuemar Jatimá Tová! (Que sea inscripto para bien!)Extraído del libro “Ser Judio hoy” adquirirlo en www.libreriajudaica.com

El borracho de Iom Kipur

Según como lo contó Yanki Tauber

Aquellos que llegaron temprano a la sinagoga de la aldea en la noche de Iom Kipur, pudieron notar a aquel hombre durmiendo en la punta de la sinagoga. Sus sucias vestimentas y el fuerte olor a alcohol, determinaban la causa de su sueño a esa hora. ¿Un Judío borracho en la noche del Día Sagrado? Varios de la sinagoga incluso sugirieron que lo echaran de allí.

Muy pronto, el lugar se empezó a llenar, y el borracho dormido casi ni se veía dentro de la multitud. Mientras el sol desaparecía por debajo del horizonte, la multitud quedó en silencio. El Rebe entró, y fue a su lugar en la pared que daba al este. Con una señal del Rebe, el Arca fue abierta, y el Gabai comenzó a sacar los rollos de Torá en preparación al servicio de Kol Nidrei.

Ese fue el momento que el borracho eligió para levantarse, subir las escaleras que dirigían a la plataforma en el centro de la habitación donde se leía la Torá, y anunció: «Neum ata horaita». Aparentemente, el lugar lleno de gente, los rollos de Torá siendo llevados desde el Arca abierta, visto a través de la borrachera, le pareció que era el comienzo de las hakafot de Simjat Torá. El borracho estaba confundiendo el momento más solemne del año con la ocasión mas alegre.

La multitud escandalizada estaba a punto de sacar al hombre de la habitación, cuando el Rebe se dio vuelta y dijo: «Déjenlo. Para el ya es el momento de las hakafot. El ya está ahí».

La noche siguiente, cuando el Rebe estaba sentado con sus jasidim en la comida festiva luego del ayuno, les contó la historia de Reb Shmuel, el borracho de Kol Nidrei.

En la mañana de la noche del Día Sagrado, Reb Shmuel había escuchado de un judío, que, junto con su esposa y seis hijos, habían sido encarcelados por no pagar el alquiler del establecimiento. Reb Shmuel fue al noble para pedir por su liberación, pero el noble se mantuvo firme en su negativa. «Hasta que no vea cada centavo que se me debe», juró: «que el Judío y su familia se queden donde están. Ahora sal de aquí antes de suelte a mis perros».

«No puedo permitir que una familia judía esté en un calabozo en Iom Kipur», dijo Reb Shmuel, y se dispuso a reunir la suma requerida, determinado en lograr su puesta en libertad antes del atardecer.

Durante todo el día fue de puerta en puerta. La gente dio generosamente para un judío en necesidad, pero por la tarde, a Reb Shmuel todavía le faltaban 300 rublos para llegar a la suma requerida. ¿Dónde iba a encontrar una gran suma de dinero a esas horas?. Pasó por una taberna y vio un grupo de jóvenes bien vestidos sentados y bebiendo. Estaban jugando a las cartas, y una pila considerable de billetes, monedas de oro y plata se habían acumulado sobre la mesa.

Al principio dudó en acercarse: ¿Qué puede uno esperar de judíos que pasan la víspera del Día Sagrado bebiendo y jugando en una taberna? Pero al darse cuenta de que eran su única esperanza, se acercó a su mesa y les habló de la difícil situación de la familia en prisión.

Estaban a punto de mandarlo con las manos vacías, cuando a uno de ellos se le ocurrió una alegre idea: ¿no sería divertido conseguir un Judío piadoso borracho en Iom Kipur?. Llamó a un camarero, y le pidió un vaso de vodka. «Beba esto de un trago», le dijo a Reb Shmuel, «y te daré 100 rublos».

Reb Shmuel miró a través del vaso que le había puesto delante de él al fajo de billetes que el hombre sostenía bajo su nariz. Aparte de un sorbo de lejaim en Shabat y en casamientos, Reb Shmuel bebía sólo dos veces al año, en Purim y Simjat Torá, con el fin de que el cuerpo se alegre junto con el alma. Y la cantidad de vodka en el vaso, era más de lo que consumía en ambas ocasiones combinadas. Reb Shmuel levantó el vaso y bebió su contenido.

«¡Bravo!», gritó el hombre, y le entregó los 100 rublos. «Pero esto no es suficiente», dijo Reb Shmuel, con su cabeza empezando a sufrir las consecuencias de la bebida. «Necesito otros 200 rublos para que la familia pobre salga de la cárcel!»

«Un trato es un trato!», gritaron. «Cien rublos por vaso!. ¡Camarero! Por favor, rellene este vaso para nuestro compañero!»

Luego de dos litros y 300 rublos, Reb Shmuel salió tambaleándose de la taberna. El alcohol es su cabeza era ajeno a todo, a las miradas de sus paisanos corriendo en sus últimos preparativos para el Día Sagrado, al ladrido de los perros feroces del noble, a las lágrimas de alegría y gratitud de la familia redimida, excepto a la tarea de entregar el dinero al noble y encontrar su camino a la sinagoga. Porque sabía que si primero iba a su casa para comer algo antes del ayuno, no lograría llegar a la sinagoga para Kol Nidrei.

«En Rosh Hashaná», el Rebe concluyó su historia, «nos presentamos a la Soberanía de los cielos y proclamamos a Di-s Rey del universo. Hoy hemos ayunado, orado y arrepentido, trabajando en traducir nuestro compromiso con Di-s a un pasado refinado y un mejorado futuro. Ahora nos acercamos a Sucot, en que nos alegramos por los logros de los «días de Temor» a través de las mitzvot especiales de la festividad, una alegría que llega a su clímax en la hakafot de Simjat Torá. Pero Reb Shmuel ya está ahí. Cuando anunció el inicio de las hakafot en Kol Nidrei, la noche anterior, no se trataba de un «error». Para nosotros, Iom Kipur estaba empezando, para él, ya era Simjat Torá…. «

¿En que idioma debemos rezar?

Se acercan las Altas Festividades y muchas personas preguntan: Puedo leer del Majzor (Libro de Rezos de Rosh HaShaná y Iom Kipur) en hebreo, pero no comprendo lo que digo. ¿No es mejor que rece en español?

Al ser que nos encontramos frente al Todopoderoso en el momento en que rezamos, se entiende que es sumamente importante que comprendamos el idioma en el que  rezamos.

Existen determinadas situaciones aisladas en las que sólo sirve expresarlas en hebreo. Por el otro lado existen aquellas en las que deben ser dichas en el idioma en el que la persona entiende; por ejemplo: la anulación del Jametz en la víspera de Pesaj o la anulación de las promesas antes de Rosh Hashaná, ya que al tratarse de declaraciones en las que cedo mis derechos sobre el Jametz o me arrepiento y pido la absolución de las promesas por mí efectuadas, es menester entender.

En el caso de la Tefilá (rezo), si no entendemos el Shemá Israel y la primera bendición de la Amidá, no cumplimos con este mandamiento. Para poder cumplir, entonces, debemos recitarlos en el idioma que comprendemos o en el hebreo tal como está escrito en el Sidur (libro de oraciones) pero sabiendo la traducción de estas frases. Con respecto al rezo en general es mejor conducirnos de una de las dos maneras mencionadas.

Existe una ventaja muy importante en rezar en hebreo, ya que no existe ningún idioma que lo pueda traducir correctamente ya que el idioma hebreo puede albergar en una sola palabra múltiples conceptos.

Tomemos a modo de ejemplo la palabra Ejad (con la que finaliza el Shemá Israel); Ejad consiste de tres letras Alef (*1) – Jet (*8) – Dalet (*4), a su vez la Alef (1) representa a Di-s que es uno, la Jet (8) representa los siete sielos y la tierra y la Dalet (4) los cuatro puntos cardinales, significando con esto que Di-s es uno, que hace existir y se encuentra tanto en los cielos como en la tierra, y en sus cuatro puntos cardinales. El valor numérico total de la palabra es trece y representa los trece atributos de misericordia de Di-s. No existe ningún idioma que nos permita traducir en una palabra todos estos contenidos y de este modo es con cada palabra del rezo.

* Valor numérico de esta letra.

¿Puedo creer en el poder de la Tefilá cuando, en mi experiencia, no ha funcionado?

Pregunta:

Llego a un momento excelso de Iom Kipur. Estoy conmovido por las plegarias y los cantos. Pero el pequeño escéptico dentro de mí tiene una pregunta persistente. Hay algo muy importante por lo que he estado orando durante muchos años, y todavía no se ha materializado. ¿Mis lágrimas se pierden? ¿Puedo creer en el poder de la Tefilá cuando, en mi experiencia, no ha funcionado?

Respuesta:

Ninguna plegaria es ignorada y ningún corazón desgarrado pasa desapercibido. Pero la respuesta no siempre está en la forma que esperamos que sea.

En el punto más alto de Iom Kipur, hacia el final del día, en la Tefilá de Neilá, nos dirigimos a Di-s con la siguiente declaración: “Tú que oyes el sonido del llanto, almacena nuestras lágrimas en Tu frasco, y líbranos de todo decreto cruel”.

Esta parece ser una extraña expresión. ¿Por qué Di-s almacena nuestras lágrimas? No parece de ninguna utilidad mantener nuestras lágrimas en un frasco.

El significado de esto es profundo. No siempre nuestras plegarias son contestadas en la forma que queremos que lo sean. A veces, en Su infinita sabiduría, Di-s no nos concede nuestros deseos en el momento que los demandamos. En cambio, almacena nuestras lágrimas y las archiva junto a nuestras oraciones, que serán sacadas y respondidas en otro momento.

No estamos al tanto del calendario de Di-s, y no comprendemos su sistema. Sin embargo, cada palabra y cada lágrima se contabilizan, y hacen un impacto. ¿Cuándo y cómo ese impacto es percibido por nosotros, depende de Di-s. Una Tefilá dicha hoy por la salud de una persona puede tener efecto sólo muchos años después. Estamos depositando nuestra solicitud, pero no sabemos cuándo va a ser respondida.

En física, la ley de conservación de la energía establece que la energía no puede ser destruida, sólo cambia de una forma a otra. Hay una ley similar en la metafísica. Ninguna plegaria se pierde; ninguna lágrima se desperdicia. Se acepta su solicitud; que sólo puede ser respondida en forma inesperada. Así que siga rezando, porque cada palabra se almacena a distancia. Repercutirá nuevamente hacia usted cuando más lo necesite.

Por Aron Moss

Iom Kipur: ¿Que,como y cuando?

Kaparot – En víspera de Iom Kipur , temprano por la mañana, se lleva a cabo el ritual de “Kaparot” para quitar la posibilidad de un mal decreto Divino. Se utiliza un gallo para los hombres y una gallina para las mujeres. Mirá las posibilidades de cumpli con esta tradición en www.kaparotargentina.com

Comida para dos días – En la víspera de Iom Kipur se come y se bebe en abundancia para poder ayunar en Iom Kipur.

Perdón – Nos reconciliamos unos con otros y fomentamos el compañerismo y el amor al prójimo para que no queden pecados y rencillas entre nosotros los cuales no son redimidos en Iom Kipur.

Enendido de Velas:

Baruj Ata Ad-on-ai, E-lo-heinu Melej Haolam, Asher Kideshanu Bemitsvotav, Vetsivanu Lehadlik shel Iom Hakipurim

Bendito eres Tú,Señor, nuestros Di-s nuestro, que nos has santifico con Sus preceptos y nos  ordenó encender la vela de Iom haKipurim.

Baruj Ata  Ado-nai Eloheinu Melej Haolam Shehejeyanu Vekiyimanu Vehigianu Lizman Hazeh.

Bendito seas, Señor nuestro D-os, Rey del universo, que nos has dado vida, nos has sostenido y nos has permitido llegar a esta ocasión.

Ayuno – El precepto mas importante del día es el ayuno. Además de la prohibición de comer y beber, también se prohibe en este día bañarse, usar calzado de cuero, las relaciones conyugales y el uso de cosméticos.

Plegarias – En Iom Kipur recitamos 5 plegarias: La nocturna, que comienza con el Kol Nidrei; Shajarit y Musaf durante la mañana; Minjá y Neilá antes del anochecer. Se acostumbra a recitar el “Vidui” (Confesión) en cada plegaria.

Todos sentimos la importancia que envuelve al sagrado día de Iom Kipur, por ello acudimos al Templo a rezar, ayunamos y cuidamos la santidad del día (no trabajamos etc.). El motivo, es porque en este día se define nuestro futuro para el año entrante, y en este momento Hashem sella para nosotros un año bueno para salud y bienestar.

No obstante debemos saber que Hashem nos observa no solamente en Iom Kipur, sino por supuesto durante todo el año. Entonces, así como nos acercamos al Templo y pedimos a Hashem perdón por nuestros errores y le suplicamos nos beneficie con un dictamen favorable, sería una buena decisión vincularnos con Él todos los días. Y que la primera cosa que hagamos de aquí en más, sea rezar y pedirle a Él por un día exitoso. Y si es un día de semana, colocar los Tefilín y dar una moneda a quien la solicita sin juzgar ni investigar si la persona realmente lo necesita.

Debemos saber que de la misma forma que actuamos para con nuestro prójimo, Hashem se comporta para con nosotros, vale decir que también nos da sin investigar si lo merecemos y Hashem nos da un día de salud y éxito en nuestra actividad.

La revelación

Una vez tuve una revelación Divina.

Estaba en el día sagrado de Rosh Hashaná, pero no estaba en el shul (Sinagoga). Estaba en un hospital- en una mañana muy húmeda- en un estéril y deprimente departamento de rehabilitación de geriatría, dónde unas bobes (abuelas) viejitas se habían reunido para oír el sonido del Shofar.

Todos los años hago esto- hago sonar el Shofar en los hospitales. Todos los años por lo menos una persona llora.

Este año había una bobe que no parecía tan anciana. El sólo hecho de ver un Shofar la llenó de excitación. Ella vertió en mí los recuerdos de su niñez. Parecía que el pasado se había despertado en ella. Había crecido rodeada del calor y el espíritu del Jasidut, e incluso aquí en Vancouver éste nunca la había dejado.

Ella recitó la bendición y yo empecé a soplar el Shofar, suave pero claramente. Las lágrimas empezaron a salir. Estoy acostumbrado a ello. Pero cuando terminé, era obvio que Di-s estaba allí en el cuarto. Porque ella estaba hablando con él.

«¡Oy, ziser G-t! ¡Taire, ziser G-t! ¡ Main zizer G-t!» 

Estaba llorando y estaba sosteniendo a Di-s en sus manos. Las manos de una bobe anciana que sostiene a un infinito y eterno Di-s.

Ella lo llamó «zis». Yo nunca había oído algo semejante. Había oído «Zis» aplicado a los postres y a los nietos. Los Salmos de Rey David y el Cantar de los Cantares hablaban sobre el Omnipotente de esa manera. Pero ésta era una anciana bobe. Su voz tenía ese tono de amor y compasión, y sin embargo estaba llena con temor. Ella lloraba con aflicción, con alegría, con dolor, con anhelo y sus palabras eran dulcemente exultantes.

No puedo traducir las palabras que dijo. No funciona en español: «Mi estimado dulce Di-s». No sucede nada.

Porque en español usted no habla con Di-s de la manera que una esposa habla con su amado esposo, un marido que se marchó en un largo viaje y que nunca supo si volvería, y usted ahora está de repente en sus brazos. Como una madre habla con sus pequeños y dulces hijos. Como la charla de una hija con su padre, que sabe que nunca la abandonará. Todos en uno.

En español no hay tal cosa. Pero en el idish de su niñez, ella podía decirlo.

Para mí, sus lamentos quebraron las más profundas exploraciones de los filósofos, haciéndolos estallar como un niño hace estallar las burbujas en el aire, como las sombras desaparecen en la solana. No tenían ningún significado aquí. Son sólo ideas. Éste es Di-s. La cosa real. Ésta fue la revelación. Algo que las ancianas bobes recuperaban. Algo que habíamos perdido. Casi.

Tenía que irme al shul. Ella todavía estaba empapada en lágrimas. Descubrí que yo estaba sonriendo. Usted pensará que soy insensible, pero estaba indefenso ante esta pro

funda y estimulante alegría que brotaba desde adentro.

Ella lloraba. Yo estaba lleno de alegría. ¿Por qué no? Yo había visto a Di-s cara a cara.

Al Unzer 

zisser G-t.

De Tzví Freeman

¿No es ingenuo creer que podemos tirar nuestros pecados al agua?

La tradicional ceremonia de Tashlij, en donde nos acercamos al agua y le rogamos a Di-s que nos perdone nuestras transgresiones, está basado en un versículo de Profetas: «Él volverá a tener misericordia de nosotros; Él suprimirá nuestras iniquidades. Y echará todos sus pecados en las profundidades del mar «(Mijá 7:19). El concepto de pecado se manifiesta en la realidad espiritual, y el «mar» mencionado en el versículo anterior se refiere a las aguas del mundo físico.

¿Cómo podemos, literalmente, echar una cualidad espiritual en una entidad material?

Cuando «el mar», o cualquier agua, se considera metafóricamente para personificar el poder de anular más allá de la recuperación, así como purificar, podemos entender la ceremonia de Tashlij que es una especie de ayuda de meditación en nuestro proceso de arrepentimiento genuino. Queremos dejar realmente detrás todas nuestras transgresiones pasadas y faltas personales, saliendo limpios en un estado de renovación, y Tashlij es una manera dramática de enfatizar esas aspiraciones.

Además, cada acción que realizamos en este mundo físico, tiene una contraparte espiritual en los mundos más elevados. Haciendo determinadas acciones con la debida concentración, afectamos a la realidad espiritual, esta es una de las razones de las tradiciones místicas judías de realizar todas las Mitzvot. Que este Rosh Hashaná podamos ser meritorios de acercarnos a la fuente vivificante de toda benevolencia Divina, nuestras espirituales «manchas» lavadas.