Cheesecake de chocolate

¿Te gusta el Chocolate tanto como a nosotros? ¡Entonces tenés que probar nuestra receta! Es super fácil y los niños la van a amar. 

¿Intentamos hacerla?

Base:

2 tazas de vainillas trituradas

¼ de taza de manteca derretida

Relleno:

3 huevos

1 taza de azúcar

750gr de queso crema

2 tazas de  chocolate semidulce

¾ de taza (1-1/2 barra) de manteca

1 taza de crema agria

1 cucharadita de vainilla

Instrucciones

Precalentar el horno a 325 grados.
Cubrir el fondo y los lados de 10 pulgadas molde redondo con papel de aluminio de alta resistencia.

Mezclar las vainillas y la manteca derretida y rellenar el fondo del molde preparado.

Batir los huevos con el azúcar. Batir el queso crema hasta que quede esponjoso.

Derretir el chocolate y la manteca a fuego lento y revuelva hasta que esté suave.
Dejar enfriar un poco y añadir a la mezcla de queso crema y ponerlo en el molde. Batir la crema agria y la vainilla y verter en la parte superior de la torta.
Colocar el molde a baño maría.

Hornear durante 2 horas.
Retirar y enfriar.

¡Contanos qué repercusiones tuvo!



¿Existe una cura para los celos?

Pregunta:

Tengo que lidiar con los celos en muchos ámbitos de mi vida, y en mis relaciones. ¿Tiene algún consejo para mí?

Respuesta:

Analicemos tus celos por un momento. Sentís celos por el auto de tu amiga. ¿Por qué? El suyo es más lindo que el que tenés. Sentís celos por la inteligencia de tu compañero. ¿Por qué? Porque él es más inteligente que vos. Sentíss celos por el talento artístico de tu hermana. ¿Por qué? Porque vos no lo tenés.

Todos los celos surgen del mismo factor. El otro tiene algo que vos no posees, y es algo que quieres.

Nuestros Sabios tienen un dicho famoso. “¿Quién es sabio? Aquél que está contento con lo que tiene”. Uno que está satisfecho con lo que tiene, no precisa luchar con los celos, porque no desea más que lo que ya tiene. Tu amigo tiene un auto más lindo que el tuyo. Pero vos estás feliz con el que tenéss. El Sr. Fulano es más listo en el trabajo que vos. Sin embargo,estás feliz con la inteligencia que Di-s te ha otorgado. No tienes talento artístico. Pero sí posees tus propios talentos.

Así que, vamos a re enfocar la situación. En vez de preguntarnos “¿Cómo puedo parar de estar celoso?”, la verdadera pregunta es, “¿Cómo puedo estar feliz con lo que tengo?”

Esta pregunta es fundamental. Creemos que Di-s lo sabe todo y es bueno. Al decir “que lo sabe todo”, nos referimos a que Él sabe perfectamente qué es lo mejor para ti en la vida; y “bueno” significa que Él te otorgará todo lo que precises. Si Di-s no ve apropiado darte tal auto o tal casa, significa que tener dicho auto o casa en este momento de tu vida, no te favorece. Así que ¿De qué estar celoso?

Obviamente, requiere cierto esfuerzo pensar así de forma natural. No hay un cambio mental automático. Pero vale la pena esforzarse para obtener dicho resultado.

Por Malki Janowski



Adictos a la fama

Observemos minuciosamente qué historia la Biblia eligió contarnos luego del diluvio devastador, el desastre natural más grande de toda la historia, que destruyó a casi toda la humanidad. Es la ambigua historia de la Torre de Babel. Y dice así:

«Toda la tierra era un idioma y un propósito en común…Y se dijeron unos a los otros: «…Construyamos para nosotros una ciudad y una torre que llegue hasta los cielos, y hagamos un nombre para nosotros, no sea que nos dispersen de la faz de la tierra» » Y Di-s descendió a mirar la ciudad y la torre que los hijos del hombre construyeron, y dijo Di-s, …»»… ¿Será que no se debe retenerlos con lo que se proponen hacer? Di-s los esparció sobre la faz de la tierra y dejaron de edificar la ciudad»

¿Es la construcción cruel?

Esta es una historia extraña. ¿Por qué Di-s interrumpió su proyecto? ¿Cuál era su pecado? Sus motivos de querer construir una ciudad con una torre «que llegara hasta los cielos» era bastante entendible, incluso noble. La humanidad se estaba reconstruyendo luego del Diluvio, que devastó a toda la raza humana, excluyendo a Noaj y a su familia. Noaj y sus hijos estaban, de acuerdo a la tradición, todavía vivos, dándoles información del diluvio de primera mano. Si la humanidad tendría que sobrevivir, deberían construir una ciudad y una torre que pudiera prevenir algún próximo desastre.

¿Qué era lo que estaba mal en su plan? ¿Acaso no dice explícitamente en la Biblia «Sean fructíferos y multiplíquense, llenen la tierra y conquístenla?»

Someter al mundo nunca significó borrar la naturaleza, o despojarla del medio ambiente. Sino, significa una administración responsable y hacer que seamos menos vulnerables a la naturaleza a través de cualquier forma natural. ¿Por qué Di-s desaprobó entonces, este emprendimiento aparentemente maravilloso?

Una de las posibles respuestas es: al establecer su objetivo de crear una torre que alcanzara los cielos, la gente declaró: «Construyamos para nosotros una ciudad y una torre que llegue hasta los cielos, y hagámonos para nosotros un nombre». Su motivo detrás del dramático plan de construcción era inmortalizar su legado en una estructura concreta; la vitalidad de sus nombres en los anales de la historia.

¿Pero qué hay de malo en ello? ¿Quién de nosotros no desea ser recordado? ¿Quién no ansía ver su nombre en los diarios o en los sitios web? ¿A quién no le gustaría ver su nombre inscripto con honores en paredes, o impreso en las páginas de los libros de historia? ¿Le importa tanto a Di-s si hay gente así, que quiere hacerse un nombre para ellos mismos?

¿Podrías olvidar?

La respuesta es simple. Cuando ves un diluvio en el que toda la raza humana desapareció, piensas en algo más que en asegurarte un nombre y un legado.

Imagina a alguien que ve cómo su casa es consumida por un diluvio. En vez de ir y rescatar a la gente que está adentro, esta persona se para y reflexiona cómo asegurarse un nombre dentro del proceso. Sería grotesco. ¿No puedes olvidarte de tu ego? ¿No hay un momento en el cual eres capaz de decir. «¡Olvida mi legado! ¡Vidas humanas deben ser salvadas!»

Hay gente así. Son adictos a la fama. Ocurre una tragedia, y en lo único que se preocupan es: ¿Cómo puedo ser famoso? Esta gente generalmente precisa ayuda. A la larga, van a dañarse a sí mismos, siendo que no tienen nada verdadero «adentro» para dar y mostrar al mundo.

Cuando una generación entera observó las consecuencias de un diluvio que destruyó a toda la humanidad y se centra en cómo preservar su nombre en vez de ocuparse en reconstruir la civilización y recrear un mundo fundado con bondad, algo tiene que estar muy equivocado. Corrupción, manipulación, descaro y abuso de poder son probablemente las bases del crecimiento de esta nueva ciudad y su torre.

Esto es cierto también en cualquier gran campaña y proyecto que emprende la humanidad. Si el objetivo es agrandarse y no servir a Di-s, el núcleo mismo falla.

Y las consecuencias de esto, se verán manifestadas en el futuro.

Tocar un corazón

Hace más de seis décadas nuestro pueblo experimentó el mayor «diluvio» de nuestra larga y sangrienta historia, con el asesinato de un tercio del pueblo Judío, incluyendo a un millón y medio de niños. Cientos de comunidades fueron sistemáticamente eliminadas y nadie dijo nada.

En las secuelas de esta imponente destrucción, hubo algunos que sucumbieron a la naturaleza básica del hombre, y formularon una pregunta: ¿Cómo puedo hacerme un nombre a mí mismo como gran líder, activista o visionario? Pero hubo otros que tenían otra pregunta en sus mentes: ¿Qué puedo hacer para reconstruir a un pueblo destrozado?

En nuestras vidas solemos ver gente cuyas vidas son destruidas por un «diluvio» de una forma u otra. Nuestra pregunta debe ser siempre: ¿Cómo puedo lidiar con un corazón partido? ¿Cómo puedo ayudar a un sobreviviente? ¿Cómo puedo traer más luz al mundo? ¿Cómo puedo extender mi mano para ayudar a otra persona? ¿Qué otra mitzvá puedo hacer para curar al mundo? ¿Qué puedo hacer para cambiar mi rincón del mundo y hacerlo un lugar más moral y sagrado?

¿Qué voy a hacer hoy y mañana para mover nuestro planeta dolorido un paso más cerca de la redención?

(Este artículo está basado en una directiva dada por el Rebe de Lubavitch en noviembre de 1959 a un grupo de líderes ricos judíos en cómo deben responder al «diluvio» del Holocausto que exterminó  a un tercio de la población judía)

Por Yosef Y. Jacobson



La era del arco iris

Y Di-s le habló a Noaj y a sus hijos con él, diciendo: «…Este será el símbolo del pacto que estoy haciendo entre Yo y ustedes y con cada criatura viviente que está con ustedes, para todas las generaciones. Mi arco iris que He puesto en la nube…Cuando el arco iris se vea en la nube, Recordaré Mi pacto…Nunca más las aguas se convertirán en un diluvio que destruya a toda carne» Génesis 9:8-15

 

El arco iris, por supuesto, es un fenómeno natural. Rayos de sol que pasan por las gotas de agua suspendidas en la atmósfera; aquellas gotas cristalinas y claras refractan la luz, descubriendo el espectro de colores que contiene la luz y mostrándolos en forma de arco alrededor del cielo.

Pero, antes del Diluvio, esta ocurrencia natural no sucedía. Había algo sobre la interacción entre la humedad en la atmósfera de la tierra y la luz que sale del sol que fallaba en producir un arco iris. Fue sólo después del Diluvio que la dinámica que crea un arco iris fue puesta en su lugar por el Creador como símbolo de su nuevo pacto formado con Su creación.

Lo espiritual y lo físico son dos caras de la misma realidad. Este cambio en la naturaleza física de la interacción entre el agua y la luz refleja una diferencia espiritual más profunda entre los mundos pre diluvio y post diluvio, y la diferencia resultante en la manera que Di-s se relaciona con un mundo corrupto.

 

Diferencias Contrarias

Si examinamos el reporte de la Torá sobre las primeras veinte generaciones de la historia, podemos ver algunas diferencias primordiales entre el mundo pre diluvio y la era post diluvio.

Las generaciones de antes del diluvio vivían largos años; encontramos gente que llegaba a su 8vo, 9no o 10mo Siglo (El abuelo de Noaj, Matusalém, vivió 969 años; su padre Lemej 777 años, Noaj mismo, 950 años). El Zohar explica que esta era una era de benevolencia Divina, en la que la vida, salud y prosperidad crecían libremente e indiscriminadamente de Arriba.

Después del Diluvio, vemos una declinación en la duración de vida. Diez generaciones más adelante, Abraham es considerado «mayor» a la edad de 100.

La segunda diferencia es una que parece superior, o incluso contradictoria a la primera:

Luego del diluvio, el mundo ganó estabilidad y una permanencia que no tenía en la era pre Diluvio. Antes del Diluvio, la misma existencia del mundo dependía de su estado moral. Cuando la humanidad se desintegró en corrupción y violencia, Di-s le dijo a Noaj:

El fin de cada criatura está frente a Mí, ya que la tierra está llena de violencia entre ellos; he aquí, que los voy a destruir y a toda la tierra.

 

Luego del Diluvio, Di-s prometió:

Nunca más voy a maldecir a la tierra por causa del hombre…ni voy a castigar a cada ser viviente, como he hecho. Durante todos los días de la tierra, (las estaciones para cosechar y cultivar), frío y calor, invierno y verano, día y noche, no cesarán.

Nunca más los ciclos de la vida y de la naturaleza se tambalearán en el borde de la extinción cada vez que el hombre se aleje de Di-s. El mundo post Diluvio es un mundo cuya existencia está asegurada, un mundo que es deseado por su Creador sin importar su estado presente de conformidad a Su deseo.

Y el garante de dicha seguridad, el símbolo de esta nueva estabilidad, es el arco iris.

 

Un Mundo opaco

Antes del Diluvio, el rol del hombre en la creación tenía que ver primordialmente con reaccionar frente a la involucramiento de Di-s en este mundo. El flujo de vitalidad Divina en el mundo era completo y sin inhibiciones, permitiendo que el hombre alcanzara grandes alturas espirituales y materiales; pero estos logros eran conseguidos cuando el hombre aceptaba que lo que se otorgaba venía de Arriba, más que creer que eran frutos de su propia iniciativa.

 

Después del Diluvio, Di-s imbuyó al mundo con un nuevo potencial; el potencial de crear. Él le otorgó la habilidad de tomar lo que recibe de Arriba y de desarrollarlo, extenderlo, y expandirlo. El mundo era ahora como un discípulo que había sido entrenado por su dueño para pensar por sí mismo, para tomar ideas que había aprendido y aplicarlas en nuevas áreas. El hombre ahora podía no solo absorber la entrada Divina en su vida sino que también podía dar rienda suelta a su potencial de maneras nuevas e impredecibles.

Dicho mundo, es en cierta manera un mundo más «débil» que el que está sostenido por la gracia Divina. Es más independiente, y por ello, más sujeto a limitaciones y a la mortalidad del estado humano. Por esto es que se acortó la esperanza de vida de las generaciones post Diluvio. Pero en el análisis final, dicho mundo es más duradero: incluso cuando pierde de vista su origen y propósito, gana la habilidad de rehabilitarse y de restaurar la relación con su Creador. Ya que posee el potencial de independencia para su auto renovación, entonces puede siempre despertar este potencial, incluso después que ha permanecido dormido durante generaciones.

 

El aumento de la Niebla

El arco iris es el evento natural que ejemplifica el nuevo orden post Diluvio. La humedad se eleva desde la tierra para formar nubes y gotas de lluvia, que atrapan la luz del Sol. Una sustancia menos refinada apenas absorbería la luz; pero la pureza y la translucidez de estas gotas les permite enfocar y canalizar los rayos que capturan de tal manera, que revelan todos los colores implícitos dentro de cada haz de luz.

El mundo pre Diluvio carecía de arco iris. No había nada que pudiera elevarse desde abajo para interactuar con algo y para desarrollar lo que recibía desde Arriba. Así era la naturaleza espiritual; y como resultado, las condiciones que se requieren para formar un arco iris físico no existían, la humedad que se elevaba desde la tierra, podía solo absorberse, pero no refractar la luz del sol.

Siendo que faltaba dicho potencial, el mundo pre Diluvio no tenía razón ni derecho de existir en el momento en el que la Divina emanación de Arriba cesara. Luego, vino el Diluvio. La lluvia que destruyó el mundo corrupto también lo limpió y lo purificó, dejando a un nuevo mundo con una nueva naturaleza: un mundo que se eleva para encontrarse y transformar lo que se le ha otorgado; un mundo con la «translucidez» y refinamiento para desarrollar el regalo que recibe en nuevos paisajes de color y luz.

Cuando este mundo se desmorona, Di-s ve el arco iris, y esta imagen le causa descartar la idea de destruirlo. Ya que el arco iris atestigua la nueva madurez del mundo; la habilidad que tiene para elevar su lapso presente y reconstruir su relación con su Creador.

 

Basado en las charlas del Rebe, Shabat Noaj 5721 (1969), 5724 (1963)



Mar – Jeshván

Jeshván (este año 25/10 y 26/10) es el segundo mes del año contando a partir de Tishrei, y el octavo desde Nisán. En las Escrituras se lo denomina Bul, como declara el versículo (1 Reyes 6:38): «Y en el undécimo año, en el mes de Bul, que es el octavo mes, la Casa [Templo] estaba terminada«.

Rashi comenta que se lo llamó Bul pues en este mes la hierba se marchita [balé] en los campos y se mezcla [bolelin] el grano para el ganado doméstico. El Radak (Rabí David Kimji) relaciona el término Bul con la palabra iebulproducción-, ya que durante este mes comienza el arado y la siembra en la Tierra de Israel.

Algunos comentaristas explican que Bul deriva de la palabra mabúl diluvio-, ya que en este mes comienzan en Israel las lluvias copiosas. El Midrash señala que para el mes de Jeshván se decretó una abundancia de lluvias debido a que en él comenzó el diluvio en la época de Noaj.

Sin embargo, el nombre comúnmente aceptado para este mes es Jeshván «porque eése fue el que emplearon los judíos al regresar de Babilonia«. [Nuestros Sabios señalan que los judíos trajeron consigo nuevos nombres para los meses cuando retornaron del exilio babilónico].

 

El mes también se denomina Mar-Jeshván, por dos razones:

Mar, en hebreo, significa «amargo«, y denota el hecho de que el mes de Jeshván no contiene Festividades ni días de alegría. Por el contrario, muchas tribulaciones y sufrimientos se abatieron sobre nuestro pueblo durante este mes. En el día 15 de Jeshván, Iarovám ben Nevat organizó en el Reino de Israáel una fiesta que despertó la ira de Di-s contra el pueblo. El 5 de Jeshván, los caldeos asesinaron a los hijos del rey Tzidkiahu en su presencia, para luego dejarlo ciego, y encadenado se lo llevaron cautivo. Durante el mes de Jeshván Di-s castigó a la generación del Diluvio e inundó el mundo entero. El mes se denomina, por ende, Mar-Jeshván: un mes amargo.

Una segunda razón, más esencial, es que mar también significa «una gota de agua«, como expresa el versículo (Isaías 40:15): “Las naciones son como una gota de un cubo [«Kemar midelí»], y el mes está bendecido con abundantes lluvias, que todos aguardan ansiosos y sedientos”.

 

Aunque en Jeshván no hay días festivos, hubiera correspondido que se estableciera uno en la época del Rey Salomón, pues fue en este mes cuando se terminó el Beit HaMikdash, tras siete años de construcción (véase 1 Reyes 6:1). Todo el pueblo de Israel ansiaba la inauguración y Salomón aguardaba la orden de Di-s para consagrarlo, pero no la recibió. El Beit HaMikdash permaneció cerrado durante doce meses, hasta la llegada de Tishrei, y fue entonces que Di-s dio la orden de celebrar la inauguración del Gran Templo. Así, podemos decir que Jeshván perdió su Festividad y Tishrei la ganó.

Sin embargo, Jeshván conservó el mérito de que el Beit HaMikdash fuera concluido en ese mes. Durante todos los años que transcurrieron desde la época del Diluvio hasta entonces, el mundo entero permanecía azorado desde el 7 de Jeshván hasta el 27 de Kislev -los cuarenta días del Diluvio-. Pero cuando se completó el BeitHaMikdash en el mes de Jeshván, aquellos cuarenta días dejaron de infundir temor sobre la humanidad. Por este motivo se dice que la letra mem [cuyo valor numérico es 40] fue removida de la palabra mabúl [Diluvio], y el nombre del mes pasó a ser Bul.

Ialkut Shimoni (Reyes 184) señala que Jeshván está destinado a ser recompensado por Di-s en el futuro por la pérdida de su Festividad, como lo fue Kislev, que en cierta época no tenía ninguna Festividad y luego recibió una [Janucá].



El negocio de Di-s

El propósito de una empresa comercial es obtener ganancias…

Vení a ver las obras de Di-s, Su terrible complot sobre los hijos del hombre.

— Salmos 66:5

Y la mujer vio que el árbol era bueno para comer y deseable a los ojos… y tomó de su fruto y comió; y también dio a su esposo, y él comió con ella.

— Génesis 2.6

El propósito de una empresa comercial es obtener ganancias. Ningún empresario con estima invertiría capital y gastaría tiempo y talento donde las cifras no mostraron un concreto potencial de ganancia.

 

Con todo, las más grandes ganancias habrán de ser cosechadas bajo las mismísimas condiciones que el comerciante responsable pretende evitar en mayor medida: como resultado de desarrollos completamente impredecibles, en entornos sobre los que él no tiene control y en que toda su empresa (y quizás su propio ser) están en peligro.

Así, puede decirse que la mente del empresario opera en dos niveles. En el nivel manifiesto, busca estabilidad y control. En este nivel, “ser pillado desprevenido” es todo lo contrario al comercio. Mientras sabe que cada emprendimiento tiene sus riesgos, su objetivo es evitarlos, mantenerse ajeno a lo impredecible, tener un plan de emergencia para cada eventualidad.

Pero en un nivel más profundo, subconsciente, el empresario suplica por lo impredecible. En el fondode su corazón, quiere ser tomado por sorpresa, verse zambullido en las mismas circunstancias que su negocio está estructurado para evitar. Pues es ahí, y sólo ahí, donde se oculta el potencial de ganancias, mucho mayor que lo que cualquier analista podría pronosticar. En este nivel, lograr que “todo marche según el plan” sería más bien una desilusión que un logro.

Estos son escenarios que jamás presentaría a sus inversores, o siquiera a su propio ser consciente. Pero en el análisis final, son estas posibilidades mismas, agazapándose detrás de las proyecciones y figuras oficiales, lo que constituyen su mayor motivación para abocarse a los negocios.

El Temible Complot

Nuestros Sabios nos dicen que “El reino del Cielo es similar al reino de la tierra, que las estructuras de la sociedad humana y los modelos del comportamiento humano reflejan la manera en que el Creador se relaciona con Su mundo y lo maneja.

Di-s tiene una “estrategia comercial”: la Torá, que es “el plano maestro de Di-s para la Creación”, define la “ganancia” que el Creador desea obtener de Su empresa. Las leyes de la Torá detallan qué debe hacerse y qué no, y qué debe suceder y qué no, para salvaguardar la inversión Divina en la Creación y asegurar su rentabilidad.

Pero en el primerísimo día comercial de la historia, el plan se agrió. Adam y Javá, al comer del fruto del Árbol del Conocimiento, trasgredieron la primera mitzvá (mandamiento Divino) que les fuera ordenada. Su acto comprometió a la empresa por entero, desatando un caos de bien y mal sobre el mundo controlado y ordenado en que nacieron.

Sin embargo, nuestros Sabios nos dicen que éste era “el terrible complot sobre los hijos del hombre” por parte de Di-s. “Soy Yo quien les hizo pecar”, admitió Di-s al Profeta Elías, “al crearlos con una tendencia al mal”.

Pues es el proceso de teshuvá(”retorno”) del pecado lo que rinde las más grandes “ganancias” del empeño de la vida. No hay amor mayor que el experimentado desde lejos, y no hay pasión mayor que el anhelo por regresar a un hogar abandonado ya una personalidad propia alienada. Cuando el vínculo de un alma con Di-s es tensado al punto de quebrantamiento, la fuerza con que rebota a su Fuente es mayor que cualquier cosa que podría ser generada por un alma que jamás abandonó la órbita Divina. Y cuando un alma vaga hacia los rincones más apartados de la vida, y explota la negatividad y maldad misma de su entorno como el ímpetu para regresar a Di-s, redime aquellas partes de la creación de Di-s que se encuentran más allá de las fronteras de una vida devota.

Este es el “terrible complot” de Di-s sobre los hijos del hombre:

Crear al hombre con una tendencia al mal, de manera que cuando sucumba a ésta rebote con un amor mayor a Di-s y con una mayor cosecha de recursos transformados y redimidos, que lo generado por una vida vivida en conformidad con la voluntad Divina.

Ciertamente, sin embargo, no puede decirse que Di-s quiso que el hombre pecara: el pecado, por definición, es un acto que Di-s no desea que se corneta. Además, si el “plan” de Di-s era que el hombre pecara, esto presenta la pregunta de qué habría sucedido si Adam y Javá no hubieran elegido comer del Árbol del Conocimiento. ¿Hubiera quedado sin concretarse el propósito de Di-s en la Creación?

Lo que Di-s Quiere

Como en el caso del empresario convencional, hay dos niveles de “motivación” detrás del acto Divino de creación.

En el nivel manifiesto, el mundo fue diseñado y creado para llevar a cabo el plan delineado por la Torá. Este plan requiere la existencia de una inclinación al mal en el corazón del hombre, a fin de que nuestra concordancia con la voluntad Divina tenga significación e importancia. En las palabras de Maimónides:

“Se ha dado licencia a cada hombre: si desea seguir la senda del bien y ser una persona justa, la elección de hacerlo está en sus manos; y si desea seguir la senda del mal y ser una persona malvada, la elección de hacerlo está en sus manos… Esta es una norma importante, y un sostén de la Torá y los mandamientos… Pues si Di-s decretara que una persona fuera justa o malvada, o existiera algo en la esencia de la naturaleza de una persona que la obligara hacia una senda específica… ¿cómo podría ordenarnos Di-s a través de los Profetas: ‘Haz esto’ y ‘No hagas esto’?… ¿Qué cabida tendría toda la Torá? ¿Y bajo qué medida de justicia castigaría Di-s al malvado y premiaría al justo…?

Este plan no requiere de la existencia del mal, sino sólo del potencial para su existencia. Nos debe ser posible violar la voluntad Divina, de modo que nuestro no violarla resulte un triunfo moral para nosotros y una fuente de placer para Di-s. Nos debe ser posible no hacer el bien, de modo que nuestros actos de bien tengan valor e importancia. Deben existir los riesgos; son ellos los que hacen gratificante y lucrativo el emprendimiento comercial, pero la idea de todo es que deben evitarse.

Pero en un nivel más profundo, “subconsciente”, que el hombre sucumba al pecado es parte del complot de Di-s. No es esto lo que El “quiere”; de hecho, está en desacuerdo con Su expreso deseo. Pero cuando sucede, desata una riqueza de posibilidades que son infinitamente más potentes que cualquier cosa que el plan “oficial” empresario podría haber rendido. Y son estas posibilidades, escondiéndose detrás de las proyecciones y cifras oficiales, lo que constituyen Su máxima motivación para invertir en el negocio de la vida humana.

Basado en Sefer HaMaamarím Melukat, Vol. III, pág. 247, ibid., Vol. 1, págs. 366-368; Likutéi Sjjot, Vol. VII, págs. 22-23; ibid., Vol. XXV~ pág. 429, nota 52; Reshi,not #12; y en otros lugares 

Extraído de» El Rebe Enseña» Editorial Kehot Lubavitch Sudamericana



Anatomía Humana

 

La Kabalá clásica relaciona los poderes del alma (las diez sefirot) con distintos aspectos de la anatomía humana. Esta identificación de poderes espirituales con miembros del cuerpo ilustra la idea cabalística de hitlabshut (“investidura”), donde una realidad más elevada se inviste dentro de una inferior. El poder del alma representa la realidad superior que se inviste y se expresa a través de una inferior, tal como un recipiente físico, como por ejemplo un miembro o un órgano del cuerpo. 

Es importante notar que en la literatura tradicional de la Kabalá se pone gran énfasis en la correlación entre la sefirot supremas y los miembros y órganos del cuerpo humano, saltando directamente desde el plano de lo Divino al de lo físico. El Baal Shem Tov y sus discípulos revelaron y describieron en detalle las correlaciones psicológicas entre las supremas sefirot y sus paralelos físicos, pero sólo en una etapa tardía del desarrollo histórico de la revelación de la sabiduría oculta de la Torá. Estas asociaciones psicológicas sirven como intermediarios espirituales por medio de los cuales las sefirot Divinas pueden investirse de hecho y reflejarse en los miembros físicos del cuerpo.

Estas correspondencias pueden sintetizarse como sigue:

Keter se manifiesta en el cuerpo como el cráneo. Así como la corona rodea la cabeza, el cráneo es la corona, relativamente abarcadora, que se halla en el cuerpo. El cráneo sugiere la idea de poner un horizonte en nuestro campo de la experiencia consciente. Dando una definición a la mente y límites a su habilidad de expansión e inflarse, la conciencia está siempre rodeada de un borde de experiencia inconsciente que en sí mismo da forma a la conciencia.

De todos los poderes mentales, se considera a Jojmá como la mente esencial o la «mente dentro de la mente». Consecuentemente, Biná asociada a Jojmá, a parte de referirse al corazón mismo (el asiento físico de la experiencia emotiva nacida del entendimiento de la mente), puede ser vista como el «corazón dentro de la mente». Esta distinción también funciona en el cuerpo, donde Jojmá es ubicada en el hemisferio derecho y Biná en el izquierdo. El tercer elemento adicional, Daat, se localiza en el lóbulo posterior del cerebro en el punto donde el cerebro se junta con la médula espinal, la posición del lóbulo occipital.

Con respecto a los tres atributos emotivos del corazón, encontramos que el brazo derecho corporiza a Jesed y el izquierdo a Guevurá. Esto es aludido por el versículo: «Su brazo izquierdo está bajo mi cabeza y el derecho me abraza», y según el dicho de nuestros sabios: «el brazo izquierdo aleja y el derecho acerca». En este contexto, «alejar» significa desconectar o dejar libre, confiriendo a la otra parte un sentido de independencia (antes de acercarlo). En forma similar, la metáfora de «su brazo izquierdo está bajo mi cabeza» significa que alimenta mi conciencia de auto independencia (antes de abrazarme con su brazo derecho). La posición equilibrante de belleza es el torso, que está ligado a todas las partes del cuerpo en general y está centrado en particular entre los brazos.

 

De las propiedades de comportamiento del alma, las de Netzaj y Hod corresponden a las piernas. Estas representan el primer contacto y el más continuo con la realidad exterior. Por otra parte, las piernas facilitan el movimiento del cuerpo como un todo, llevando a la persona a donde quiera ir. Netzaj es la cualidad de poner «nuestro mejor pie primero» en una postura firme y asertiva. Hod es la pierna izquierda, que mantiene el curso del movimiento de la persona monitoreando y validando su enérgico empuje. Finalmente, la propiedad de Iesod es conocida como la «señal del Pacto Sagrado», que corresponde a los órganos reproductivos masculino y femenino. Conocido como «la finalización del cuerpo», Iesod es la manifestación física del cuerpo de su propia habilidad de realizarse y cumplimentarse, como también de conectarse y comunicarse con otros.

 

El último poder del alma se manifiesta en la boca. Maljut, reinado, es el área de influencia de la persona. Como está escrito: «La palabra del rey rige», significando que el alcance de la autoridad del rey está señalada por cuán lejos pueden viajar sus palabras. La capacidad de hablar que tiene la boca, de generar la auto expresión, es el poder de afectar nuestro entorno, nuestro mundo.



Caminando por la cuerda floja

Rabí Mendel Futerfas debió pasar muchos años de su vida en los campos de trabajo de la Unión Soviética. Al salir, relató que pudo mantener su cordura conectando su mente con la experiencia jasídica, enseñada por Rabí Israel Baal Shem Tov, que enuncia que “de cada cosa que uno ve o escucha debe tomar una lección en su servicio a Di-s”. Muchas veces la enseñanza más profunda podía derivar del más inusual de los “profesores”.

Uno de los prisioneros se atribuía el hecho de ser equilibrista. Rab Mendel no lo creía, pues no podía imaginar que una persona malgastara su tiempo, caminando por una cuerda, arriesgando su vida, en vez de hacerlo como todo el mundo, sobre piso seguro.

Al fallecer Stalin se suavizó la presión sobre los presidiarios y el equilibrista decidió mostrar sus dotes. Encontró una soga larga, ató una de las puntas a uno de los  edificios y aseguró la otra en un edificio distante a unos cuantos metros de allí. Verificó con seriedad todos los detalles, hasta quedar satisfecho. Un vasto grupo de espectadores se congregó debajo de la soga, que se encontraba a  5 metros de altura. El hombre se quitó los zapatos y trepó a la cuerda. Caminó unos pocos pasos, perdió el equilibrio y cayó. Se levantó como un gato, esperó algunos instantes y lo intentó de nuevo. Nuevamente se repitió la escena. Pero la tercera vez, comenzó a caminar y luego bailar sobre un pie, después sobre el otro, al ritmo de los aplausos. Entonces, fue hacia el final, dio la vuelta, y bailando retornó a su lugar anterior. Saltó y saludó como un artista al público que lo vitoreaba. Luego de estrechar las manos de todos, se acercó a Rab Mendel y le dijo: “Bueno Rabino, ¿qué piensa ahora?”. El Rab le dijo lo impresionado y sorprendido que estaba. “¿Cómo logras caminar por una cuerda tan finita, sin caer?” -preguntó.

Después de un momento, el equilibrista reveló su secreto: “Fijo mi vista en la dirección hacia la que deseo ir, y nunca pienso en que puedo caer” Hizo una pausa y agregó: “¿Sabe cuál es la parte más difícil? ¡Dar la vuelta! Pues al voltear, se pierde por un instante, el enfoque de la meta. Toma mucho tiempo aprender a virar… “



La Teoría de la Evolución

La óptica del judaísmo tradicional frente a Darwin y Lamarck

La óptica de la Torá es clara, pues uno de los motivos para el cese laboral en el séptimo día de cada semana es «pues en seis días Di-s hizo los cielos y la tierra y en el séptimo día cesó de trabajar y descansó». De lo que se desprende que los seis días de la creación son días literales y no como aquellos quieren interpretar que con ellos se alude a seis períodos. Así resulta también evidente de las palabras de nuestros sabios en diferentes lugares, que los seis días del Génesis fueron, cada uno de ellos, días de 24 horas (véase Pirkei de Rabí Eliezer cap 3 y ss.; Midrash Rabá Bereshit; Sanhedrín 38b, y en otros sitios)

a)En el relato acerca de la Creación se especificó también el orden de éstas, qué cosas fueron creadas en el tercer día, cuáles en el cuarto, cuáles en el quinto y cuáles en el sexto. Esto quiere decir que las especies fueron creadas, cada una de ellas, individualmente. Tal como lo indica en el sentido literal de los versículos, que la tierra produjo vegetación, peces, seres acuáticos, seres voladores, bestias y animales, y luego fue creado el hombre, y no que evolucionaron uno del otro.

Nota: Son conocidas las interpretaciones que se encuentran en ciertos libros, particularmente en el ensayo titulado “Or Hajaim” que puede vincularse con la teoría de la evolución. Pero quien examine con detenimiento lo expresado en esos libros y ensayos podrá ver que los mismos no fueron escritos basándose en un conocimiento cabal de lo acertado de la teoría, sino en aras de una intención específica que encontramos en la literatura apologética: quisieron mostrar al mundo gentil que es posible encontrar sus opiniones y teorías incluso en las Sagradas Escrituras y en los enunciados de nuestros Sabios. Sus propios redactores sabían que éstas no eran más que una respuesta en extremo forzada, una respuesta coyuntural, sólo que se vieron obligados a escribir de este modo para mejorar la óptica y relación del mundo hacia nuestra Torá, pese a que ellos mismos eran conscientes de que esta interpretación no era la verdadera

¿Quién mejor que Maimónides, sobre el cual los grandes de Israel dijeran “de Moshé hasta Moshé no hubo como Moshé”? Pues, bien, quien examine críticamente su obra  “Iad Jazaká” verá en qué medida las interpretaciones de Moré Nevujím –La Guía de los Perplejos- particularmente respecto de las razones subyacentes a los preceptos, no constituían un sistema en la Torá.

 

Análogamente sucede con varios de los pensadores Judíos temerosos de Di.-s, de la Edad Media y de nuestros días, que creen que  deben santificar el nombre de Di-s alterando la interpretación de las palabras de nuestros Sabios a fin de armonizar con las teorías “científicas”, pues de esa manera se verán enaltecidos a los ojos de diversos círculos judíos y también gentiles.

Otro ejemplo: bien se sabe cuán sufrido empeño han puesto algunos de los Grandes de Israel para armonizar la interpretación literal de los versículos que describen el movimiento del sol y la luna, y “la tierra está parada siempre”, con la teoría de Copérnico considerada durante un tiempo verdad absoluta, hasta que surgió la teoría de la relatividad de Einstein y demostró que desde la perspectiva científica es imposible probar de manera alguna, en la relación astro Tierra, cuál se mantiene estático y cuál está en movimiento. Por consiguiente también es posible que la tierra sea la estática y, los astros los que giren alrededor de ella, y no hay necesidad alguna de despojar a los versículos, y a los enunciados de nuestros Sabios de su sentido literal y torcerlos con interpretaciones difíciles y forzadas, sino que deben entenderse en su sentido textual.

 

  1. b) En lo que hace la Teoría de la Evolución propiamente dicha, el enfoque de la ciencia al formular una teoría es que esta debe nacer de la necesidad de brindar respuestas a fenómenos y cuestiones incomprensibles observados en la realidad, y que la teoría debe basarse en fundamentos recogidos de la naturaleza y los sentidos.

En otras palabras, el objetivo de una hipótesis científica es interpretar un fenómeno de difícil comprensión por intermedio de explicaciones comprobadas en la naturaleza misma, que conviertan a este fenómeno en algo más sencillo. Y una de las exigencias iniciales del método científico es que pueda comprobarse en la naturaleza si sus propias conclusiones son coherentes o no.

 

Lo mismo se aplica a nuestro caso: hubo quienes preguntaron cómo se creó y de dónde vinieron los varios tipos y especies que se encuentran en la naturaleza, ya sea en el reino mineral, el vegetal, el animal, como también la especie humana. Y pretendieron disipar la magnitud del interrogante con una teoría según la cual al principio no hubo más que organismos en extremo elementales, a partir de los cuales, con el correr del tiempo, se desarrollaron organismos compuestos más complejos, hasta que de los primeros inicios de un organismo unicelular se desarrollaron los animales de orden superior, incluyendo a la especie humana.

 

Ahora bien, para que esta teoría pueda llamarse científica debe cumplir varios requisitos. Entre ellos como se dijera antes:

 

1-La evolución de un ser compuesto y complejo a partir de un organismo simple debe ser un fenómeno visible en la naturaleza, o al menos debe de haber alguien digno de confianza que testimonie haber visto este fenómeno en varias oportunidades.

 

No obstante, es un hecho por todos conocidos que no hay siquiera un único testimonio fidedigno de quien fuera que hubiera visto la evolución de un organismo a partir de otro. Lo que sí vieron, e incluso lo que el mismo Darwin relata en su célebre libro, fueron mutaciones leves en algunos órganos, así como también que encontraron esqueletos que guardan similitud con alguna especie viviente, y dijeron que sería una conjetura lógica sostener que una especie evolucionó de otra, y lo mismo es válido para las especies de la paloma y el caballo sobre las cuales se apoya en gran medida la teoría de la Evolución.

 

2-La situación y la descripción basadas en la teoría de la Evolución debe ser más comprensible y sencilla que la creencia de que todo se creó a partir de nada. (creatio ex nihilio).

 

Sin embargo, no hay evidencia alguna en la naturaleza que nos permita decir que fuera más fácil que un organismo simple se convierta en un ser humano, que decir que el hombre fue creado a partir de la nada. O, en otras palabras: la interpretación de que un grupo de átomos y moléculas se unieran de una sola vez de manera tal que dieran lugar a la existencia del hombre no es más conflictiva que decir que un grupo de células elementales que sufrió mutaciones en sus condiciones de vida se alteraron con el paso del tiempo hasta convertirse en órganos totalmente diferentes uno del otro, como el cerebro que está en la cabeza, el globo ocular, y el talón del pie.

 

  1. c) Existen seres tanto entre los vegetales como entre los animales inferiores, cuyo tiempo de vida es extremadamente breve, por lo que el hombre puede observar el curso de los cambios que se producen en sus organismos en varias generaciones suyas.

Asimismo, el observador tiene la posibilidad de alterar sus condiciones de vida en la mayor medida. Pese a todo esto los hombres de ciencia no han logrado desarrollar una especie a partir de otra, y su único logro se reduce a haber alterado las características del vegetal o animal en cierta medida o a haber integrado una especie con otra produciendo una intermedia. Pero no han llegado a desarrollar una especie de nivel superior a partir de una de nivel inferior.

 

  1. d) Todos los científicos conocen y aceptan la llamada “Ley de Conservación de la Materia” o, conforme a las más recientes conclusiones de la ciencia, la “conservación” de la suma total de materia y energía. En consecuencia, en base a esta ley, todos los átomos y sus partículas estaban ya presentes en el momento de la Creación (o lo estuvieron siempre en opinión de los agnósticos).



Shabat Bereshit, Empezamos nuevamente…

Cada día, varios miles de millones de horas de sueño humano se derraman en el universo. Si hay más de 6.000.000.000 de personas en el mundo, y cada una duerme un promedio de siete horas por noche… haga sus cuentas. El punto es que el tiempo de sueño es probablemente nuestro mayor malgastado recurso.

 

¿Por qué pasamos más del 25 o 30 % de nuestras vidas haciendo nada? ¿Para qué dormimos? Quizás parezca una pregunta sin sentido. ¿Para qué dormir?

 

Pues nuestro cuerpo lo demanda. Porque así estamos psicológicamente construidos; necesitamos cierta cantidad de horas de descanso por día para poder funcionar.

Pero el iehudí sabe que no es una pregunta sin sentido. Si Di-s nos creó de cierta forma, existe una razón. Si nuestras horas activas deben estar precedidas por el sueño, al que el Talmud llama “una muerte menor”, debe haber algo para aprender, una verdad que es fundamental para alcanzar lo mejor de la naturaleza humana.El Rebe de Lubavitch explica: Si no durmiésemos, no habría mañana. La vida sería un hoy interminable. Cada uno de nuestros pensamientos y acciones serían una acumulación de los pensamientos y acciones previas. No habría nuevos comienzos en nuestras vidas, pues el mero concepto de comienzo sería totalmente extraño para nosotros.Dormir significa que poseemos la capacidad de, no sólo mejorar sino de trascender. Abrir un nuevo capítulo en nuestra vida sin tener en cuenta lo que se hubiera predicho o sido posible por lo que hicimos hasta ahora. Ser capaces de liberarnos de las limitaciones de ayer y construir un nuevo y recreado ser.

Rabí Israel Baal Shem Tov enseñó que Di-s recrea constantemente cada detalle del mundo. Y eso es para que nosotros seamos capaces de hacerlo también… al menos una vez al día.

Levántese mañana y comience de nuevo.