¿Qué fue lo que lo propulsó a Di-s crear el Universo?

La respuesta que proveen los místicos judíos es que Di-s deseaba casarse. El matrimonio requiere de la existencia de una persona distinta a uno mismo con quien deseas compartir tu vida, una unión de marido y mujer. Di-s eligió a la humanidad como Su novia. ¡Qué matrimonio ha sido éste! Una montaña rusa de romance, afecto, discusiones y alejamientos. En cada generación, muchos consejeros abogaban un divorcio mientras otros proclamaban a la novia muerta. Aún así, la relación ha perdurado porque ambas partes instrínsecamente sabían que se pertenecían mutuamente. Cuando todos los velos son removidos, el hombre busca y desea la unión con Di-s.

El noviazgo El mes hebreo de Elul precede a las Altas Fiestas. Este mes es descrito en las enseñanzas Jasídicas como el tiempo en el que «El Rey al campo a reunirse con Su pueblo, recibiéndolos con bondad y ternura, mostrando un rostro radiante a todos». Nosotros, a la vez, «volcamos nuestros corazones a Di-s» Este período nos provee de una oportunidad para conocer a Di-s.

De acuerdo a la Kabalá, la temporada de las Altas Fiestas es la experiencia anual del matrimonio cósmico entre Di-s y la humanidad. Los cinco momentos espirituales claves de la temporada son paralelos a las fases básicas de una unión convencional. Las festividades nos invitan a recorrer este proceso otra vez y a rejuvenecer la relación.

La propuesta del Novio El mundo está loco, dice el Maestro Kabalista Rabí Isaac Luria. «Durante la noche de Rosh Hashana»,escribe, «la conciencia que anima al universo se torna frágil y débil». Los grandes místicos judíos solían sentir, de hecho, una debilidad física durante la noche de Rosh Hashana. Toda existencia fue creada para contraer este matrimonio. Si nos negamos, entonces todo ha sido en vano. Todo el cosmos espera nuestra decisión. La Novia se compromete En la mañana de Rosh Hashana, un sonido punzante surge de la Tierra: el llanto del Shofar. Es un simple llanto, una expresión del hombre por querer conectarse con lo Divino. Hemos decidido. Nuesta respuesta ha sido Sí.

El casamiento El día de la boda ha llegado: Iom Kipur. Un día descrito en la Kabalá como «un momento de unidad», en el que la novia cósmica ha forjado un vínculo para siempre. En la tradición judía, el novio y la novia ayunan el día de su boda. El día en el que nos reunimos con Di-s, nos abstenemos de toda comida y bebida. El Talmud enseña que en el momento del casamiento, todos los pecados de los novios son perdonados. Por eso, es que este día es llamado Iom Kipur: «Día del Perdón». La ceremonia del casamiento comienza con la melodía de Kol Nidrei, en el que nos despojamos de toda promesa y juramento que hemos hecho. Durante estos profundos momentos, intentamos liberarnos de los malos hábitos, y dejamos ir todo tipo de resentimiento, enojo, temor y envidia. La traidicional ceremonia judía culmina cuando los novios ingresan a un

cuarto alejado (Jeder Ijud) para pasar allí unos minutos a solas. Iom Kipur culmina con Neilá, o, la plegaria de cierre, llamada así porque cuando el sol se oculta en Iom Kipur, las puertas del cielo se cierran, con nosotros adentro. Durante Neilá, cada alma está sola con Di-s.

La Celebración. Cuando los novios salen del cuarto, cominenza la fiesta. De Iom Kipur, pasamos a la festividad de Sucot, descrita en la Torá como «el tiempo de nuestra Alegría» Estos días están llenos de alegría y festines, celebrando así, la unión entre Di-s y Su pueblo. La Unión El banquete del casamiento ha finalizado. Los invitados y los parientes vuelven a sus casas. En una consumación de la relación, los novios experimentan la intimidad por primera vez, sus vidas son fundidas juntas como marido y mujer. Por ende, luego de los siete días de Sucot, alcanzamos el cenit de la temporada de las Altas Fiestas: Shmini Atzeret y Simjat Torá, descritas en la Kabalá como » un momento de intimidad con lo Divino». Durante estos días cargados de regocijo, la alegría alcanza su pico máximo, cuando Di-s y su Pueblo se unen en un todo. Una semilla Divina es plantada en los corazones de cada uno y uno. Es por eso, que recitamos plegarias especiales por la lluvia en la festividad de Shmini Atzeret. ¿Qué es la lluvia? En el medio de la intimidad entre los cielos y la tierra, gotas procreadoras caen desde el cielo, y son absorvidas, fertilizadas y críadas por la tierra, dando a luz, a hijos botánicos.

El mes común La luna de miel finaliza y toda la alegría comienza a desvanecerse. Ahora el matrimonio consiste en cuidarse uno al otro y en demostrar lealtad mientras trabajamos y vivimos el día a día. De los doce meses del calendario judío, el único carente de festividades es el que le sigue a la temporada de las Altas Fiestas. El mes hebreo de Jeshvan es el momento para construir una relación genuina con nuestro cónyuge. Es el momento para descubrir la alegría que nace de la relación con Di-s.

Por Yosef Y. Jacobson



Adam y Javá en el Gan Eden

Luego de crear al hombre, a quien llamó Adam, Di-s declaró que no era bueno para él estar solo…

Luego de crear al hombre, a quien llamó Adam, Di-s declaró que no era bueno para él estar solo. Trajo a todos los animales y aves y los colocó frente a él para que recibieran de Adam un nombre. Pero Adam no logró una pareja para sí. Entonces Di-s lo hizo caer en un sueño profundo y removió una de sus costillas. Luego de moldearla, desarrollarla y completarla, emergió de ella una mujer que fue presentada a Adám, quien la llamó Javá. (Esta había sido el plan original de la Creación, pero Di-s decidió que Adám debía tomar parte en su propio desarrollo).

Di-s colocó a Adam y Javá en el jardín del Edén donde podían comer de todo excepto “el fruto del árbol de la sabiduría”. Pero Javá cayó bajo la influencia de una astuta serpiente y comió del fruto prohibido, ofreciéndoselo también a Adán. El castigo no tardó en llegar. Fueron forzados a abandonar el Jardín del Edén, comenzando una nueva vida, como ya sabemos, signada por el arduo trabajo de ganar el sustento y debiendo soportar los sufrimientos del parto. La serpiente también fue castigada viéndose obligada a arrastrarse y a comer el polvo de la tierra.

El propósito del hombre

El judaísmo sostiene que el hombre ha sido dotado de la libertad de optar entre lo correcto y lo incorrecto. En realidad, esa es la razón de haber creado al hombre como expresión máxima de la Creación. El hombre es un mundo en miniatura que contiene en su naturaleza todos los elementos que se encuentran en la Creación en su totalidad.8 El hombre y su Shabat fue la creación final de Di-s. Cada hombre encierra dentro de sí una chispa del Todopoderoso y es, por lo tanto, capaz de reconocer y servir a Di-s. Fue creado con el propósito especifico de imitar la rectitud de Di-s en la tierra impidiendo que la corrupción, la codicia y la violencia dominen por sobre la justicia y la bondad.

Un análisis de las Siete Leyes Noájicas revela que proveen normas de comportamiento a seguir:

  1. Establecer tribunales de leyes y orden
  2. No blasfemar contra el nombre de Di-s
  3. No reverenciar ninguna forma de ídolo o deidad que no sea Di-s
  4. No matar
  5. No cometer adulterio
  6. No defraudar ni robar
  7. No comer órgano alguno de animal viviente

Estas siete leyes sirven al propósito de ayudar al hombre a cumplir su misión en este mundo, además de servir de base para la moralidad y la ética. Las prohibiciones referentes a la idolatría y la blasfemia enseñan al hombre a reverenciar y respetar a Di-s como fundamento del universo. Las prohibiciones en cuanto al asesinato, el adulterio, el robo y la corrupción de la justicia son el basamento de la ética humana. La prohibición de comer órganos de un animal vivo enseña al hombre a mostrar bondad hacia los seres inferiores así como a ejercer control sobre sus apetencias animales.

Un gentil que cumple estos siete preceptos por el solo hecho de que Di-s así lo ordenó es conocido como uno de los jasidei umot ha-olam (“gentiles rectos del mundo”.) Tal no-judío, aun cuando nunca abrace el judaísmo, se hace acreedor a la vida en el Olam Ha-Ba (el Mundo por Venir.) Tanto el piadoso no-judío como el piadoso judío pueden aspirar a la vida eterna.

El primer ser humano fue creado luego de haber sido creados

los animales y todo lo vegetal. Hashem quiso que Adam encontraba al mundo bellamente preparado para él. Pero existía además un segundo propósito. El mundo debía servir también de recordatorio de la razón de su creación. El hombre fue creado a semejanza a Di-s, con el intelecto y la sensibilidad necesarios para comprender la Creación y estar al servicio del Amo del Universo.

Dijo entonces Hashem: “Si cumple Mi voluntad, ostentará la imagen de Di-s y reinará sobre los animales; pero, si no lo hace, perderá su imagen divina y será dominado por los animales”.’

Extraído de Ayer, hoy y siempre Editorial Bnei Sholem



Un cargamento poderoso

Si miramos hacia atrás veremos que salimos al camino plenos de contenido y de vivencias espirituales variadas.

De Rosh HaShaná nos llevamos la recepción del yugo Divino. En este día todos nos paramos frente a Di-s, tocamos el Shofar y coronamos nuevamente sobre nosotros al Todopoderoso.

En Iom Kipur dejamos al descubierto la fibra más íntima que se esconde dentro nuestro. Revelamos que todos somos iehudim plenos de fe y amor a Di-s. Todos sentimos que somos Sus hijos.

La festividad de Sucot nos otorgó la oportunidad de comprender más profundamente a las diferentes partes del pueblo judío. Entendimos que no existen judíos que valgan más que otros. Comprobamos que sin la aravá (sauce) no tienen sentido el etrog, el lulav y el hadás. Nos es más fácil entender acerca de la unión de Israel.

Finalmente llegó Simjat Torá. El maravilloso día en el que todos bailamos con la Torá. Eruditos, iletrados, personas honorables, gente sencilla. Nos alegramos de tener la Torá y manifestamos el amor que sentimos hacia el extraordinario obsequio que Di-s nos dio.

Con todo este enorme cargamento volvemos a lo profano, para que lo transformemos en sagrado. Por eso es importante salir al camino con “provisiones” de buenas decisiones, la resolución de comportarnos diferente y mejor este año.

Debemos prepararnos para la llegada del Mashiaj, que hará su entrada muy pronto en nuestros días!



Siete razones para estar alegre

No es común que los hombres se sienten en el café para hablar de sus matrimonios. Es por eso que una conversación particular entre tres hombres quedó grabada en mi mente – discutíamos a cerca de las alegrías de la vida conyugal:

 – “Amo a mi esposa” – dijo Berl – “es por eso que hago todo lo que me pide. Ella me dice:- Berl, por favor, sacá la basura, entonces yo enseguida la saco”

Todos estuvimos de acuerdo en que Berl realmente ama a su esposa.

Para no ser menos, agregué: – “también yo hago todo lo que mi esposa me pide. Es más, ella ni siquiera tiene que decirme lo que desea. ¡Basta con que diga: “Uf! ¡El olor de ésta basura está apestando la cocina”!’ para que yo comprenda que ella quiere que la saque… y eso es lo que hago, por supuesto!Todos estuvieron de acuerdo en que mi amor era aun más grande que el de Berl.

Pero finalmente llegamos a la conclusión de que la unión de Shmerl era la más cariñosa de todos. La esposa de Shmerl no tiene que pedir que su marido haga las cosas. Ella incluso no tiene que utilizar indirectas. – “Me despierto por la mañana” – explica Shmerl, “y ya sé que ella quiere que saque la basura. Que seque los platos o guarde la vajilla… O que le compre una joya! Ella ni siquiera tiene que mencionar el anillo que su prima Sara recibió para su cumpleaños… Yo siempre sé lo que ella quiere y siempre lo hago.»

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 El mes de Tishrei esta repleto de mitzvot – lleno de oportunidades para cumplir con la voluntad de Di-s. Por más de tres semanas, nuestros días se llenan de plegarias, arrepentimientos, ayuno, banquetes y bailes, construimos una sucá, adquirimos las «cuatro especies» o paquete de hoshanot, y decenas de preceptos, costumbres y otras observancias.

Las observancias de Tishrei se pueden clasificar en tres categorías generales. Estan los «preceptos bíblicos» que se ordenan explícitamente en la Torá, tal como hacer sonar el shofar en Rosh HaShanah, el ayuno en Iom Kipur o comer en la sucá en Sucot. Hay también un número de «mitzvot rabínicas» – preceptos instituidos por los profetas y los sabios con la autoridad concedida a ellos por la Tora. Por ejemplo, los cinco servicios del rezo llevados a cabo en Iom Kippur y el tomar las cuatro especies en todos los días de Sucot, (ya que la ley biblica se refiere solo al primer día).

 Finalmente, el mes de Tishrei tiene mucho el minhagim o «costumbres» por ejemplo comer una manzana sumergida en miel la primera noche de Rosh HaShanah o realizar las kaparot en las tempranas horas de la mañana el día anterior a Iom Kippur. Los minhagim no son designados por mandato de la ley bíblica o rabínica, sino por la fuerza de la costumbre: éstas son cosas en las que los judíos nos hemos iniciado como manera de realzar nuestro servicio hacia Nuestro Creador.

Lo más asombroso, el clímax del mes de Tishrei – el punto en el cual la celebración de nuestro enlace con Di-s logra el mismo pináculo de la alegría – es durante las hakafot de Simjat Tora, cuando tomamos los rollos de la Tora en nuestros brazos y danzamos con ellos alrededor de la mesa de la lectura en la sinagoga – una práctica que no es ni un precepto bíblico ni rabínico, es «simplemente» un costumbre.

 Con nuestra observancia de los minhaguim expresamos la profundidad de nuestro amor por Di-s. Los mandamientos bíblicos se pueden comparar a los deseos explícitamente expresados entre dos personas casadas. Las mitzvot rabínicas, las cuales Di-s no nos mandó directamente, y sin embargo constituyen la expresión de la Voluntad Divina, se asemejan a las peticiones implicitas entre los esposos. Pero los minhaguim representan esas áreas en las cuales intuitivamente detectamos cómo podemos causarle placer a Di-s. Y en estos se establece nuestra alegría más grande.

Por Yanky Tauber; de acuerdo con las enseñanzas del Lubavitcher Rebbe

¿Qué son las Hoshanot?

  1. ¿Qué son las hoshanot?

Cuando el Templo estaba en pie, grandes ramas de sauce eran llevadas y apoyadas sobre el altar durante Sucot. El shofar sonaba y los Cohanim caminaban alrededor del altar y recitaban la plegaría de «hosha na» – «Por favor trae la salvación». Entonces entraba la gente y agitaba las aravot (hojas de sauce).

 

  1. ¿Cuál es el procedimiento para las hoshanot?

Se abre el arca y uno de los congregantes saca una Torá y la sostiene en la bimá. Los cuatro versículos introductorios son recitados, y los que tienen el set de las cuatro especies las sostienen mientras se paran en el lugar. Al recitar el siguiente párrafo la congregación gira en torno a la bimá en dirección contraria al reloj, sosteniendo las especies con las dos manos.

En Hoshaná Rabá, todos los sefer Torá son sacados del arca mientras se gira en torno a la bimá siete veces con las cuatro especies.

 

  1. ¿Está permitido sostener las especies en una mano?

Para poder sostener el sidur, muchos sostienen las cuatro especies en la mano derecha. Sin embargo, mientras sea posible, es preferible sostenerlas con ambas manos. El sidur puede ser equilibrado en los brazos, o una copia liviana puede ser usada y sostenida fácilmente entre los dedos.

 

  1. ¿Qué pasa si una persona no tiene su propio set de especies?

Sólo aquellos que estén sosteniendo un grupo de especies deben caminar alrededor de la bimá.

 

  1. ¿Quién debería sostener la Torá si todos sostienen un set de especies?

Si hay una persona de duelo, él debe sostener la Torá. (Y es una mitzvá para él darle su set de especies a alguien que no tiene).

Si no hay nadie de duelo, alguien se debe ofrecer a sostener la Torá en lugar de dar vueltas a la bimá. Es una mitzvá mucho más grande sostener la Torá que caminar alrededor de la bimá.

 

  1. ¿Cómo se recitan las hoshanot en Shabat?

Se abre el arca y los rezos son recitados parados en el lugar, sin tomar las cuatro especies.

 

  1. ¿Cuál es el significado especial de Hoshaná Rabá?

En Sucot, Dios dicta sentencia sobre la lluvia y son agregadas plegarias adicionales en este día para cerrar un veredicto favorable. Adicionalmente, dice en el Zohar que en éste día todos los decretos que fueron cerrados en Iom Kipur son expedidos. Una sentencia desfavorable puede todavía ser arrancada de raíz a través de un arrepentimiento sincero.

Hay una costumbre extendida de leer todo el libro de Deuteronomio en la sinagoga en la tarde de Hoshaná Rabá, y algunos se quedan despiertos toda la noche para estudiar Torá.

 

  1. ¿Qué ramas de aravá pueden ser usadas para cumplir la costumbre de tomar un atado en Hoshaná Rabá?

Es suficiente tomar tres ramas de aravá, pero la mayoría tiene la costumbre de tomar cinco.

Lo que es casher para las aravot en las cuatro especies es también casher para esta mitzvá. En circunstancias atenuantes, es suficiente tomar una rama incluso si sólo tiene una hoja. Es una alabanza mayor el usar ramas largas.

La costumbre es amarrarlas con una hoja de lulav o una rama de sauce. Según algunas opiniones, uno no puede usar una hoja del lulav que haya sido sacada durante Sucot. Si uno no tiene una hoja de lulav o una rama de sauce, se puede atar el atado con una cuerda o un elástico, pero el atado no debe ser sostenido en el lugar del nudo.

Si uno saca aravot del atado del lulav, pueden ser usadas para esta mitzvá. Sin embargo, después que hayan sido usadas, puede que no sean casher para usarse en el atado del lulav. Esto debe ser tomado en consideración si alguna otra persona puede necesitar agitar el lulav.

 

  1. ¿Qué se hace con las ramas?

Después de girar en torno a la bimá siete veces con las cuatro especies, las ramas son agitadas de la misma manera que las cuatro especies pero sin recitar ninguna bendición. Algunos tienen la costumbre de agitarlas un poco solamente.

Adicionalmente, son golpeadas en el piso. Se debe pegar con el atado cinco veces en el piso. Preferiblemente, después se debe pegar con ellas a una silla o algún objeto adecuado para sacar algunas hojas, pero no todas las hojas deben ser removidas.

 

  1. ¿Puede usarse el mismo atado de aravot por distintas personas?

La costumbre es intentar conseguir por todos los medios un atado para cada uno, pero si es necesario varias personas pueden usar el mismo atado.

 

  1. ¿Qué se debe hacer con las aravot después de ser usadas?

Algunos tienen la costumbre de poner las ramas sobre el arca, mientras que otros sostienen que esto es irrespetuoso. En cualquier caso, uno se debe deshacer de ellas de una manera respetuosa y puede usarlas para otra mitzvá.

Similarmente, después de Sucot las cuatro especies deben ser tratadas con respeto y no nos debemos deshacer de ellas en la basura normal. Es elogiado usarlas para otra mitzvá y muchos tienen la costumbre de usarlas como combustible en el fuego cuando hacen matzá o cuando se quema el jametz en Érev Pesaj. Está permitido usar el etrog para hacer mermelada.



Pidiendo lluvias

Desde Sheminí Atzeret hasta Pesaj incluimos en nuestras plegarias de Shemoné  Esré la mención de la revelación del poder de Di-s a través de la lluvia: «Él hace que el viento sople y que caiga la lluvia». Sin embargo, en la Tierra de Israel la plegaria explícita por lluvia: «Y otorga rocío y lluvia para bendición», se agrega recién a partir del 7 de Jeshván pues para esa fecha, según nuestros Sabios, ya habían llegado hasta el Eufrates, en camino de regreso a sus hogares en las ciudades lejanas, los últimos judíos que habían ido en peregrinación a Jerusalem para Sucot y Sheminí Atzeret.

 

Fuera de Israel, donde el agua es abundante y no hay necesidad de que la lluvia caiga con antelación, se comienza a decir esta plegaria más tarde, sesenta días después de tekufát(equinoccio de) Tishrei. Su cálculo no responde a un día fijo en el calendario lunar, pero según el calendario solar este día acaece la noche anterior al 5 de diciembre en un año regular (cuando Febrero tiene 28 días) y la anterior al 6 en un año civil bisiesto (cuando Febrero tiene 29).

 

Aunque hay países donde la lluvia es tan necesaria al comenzar el invierno [boreal] como lo es en la Tierra de Israel, y hay tierras que la precisan aún después de Pesaj, la plegaria por la lluvia se agrega únicamente a partir del 7 de Jeshván (en Israel) o sesenta días luego del equinoccio de Tishrei (fuera de Israel), y se concluye en la víspera de Pesaj en todos los lugares.

 

LA LLUVIA EN SU MOMENTO APROPIADO

Una persona hambrienta expresaría naturalmente su gratitud a quien le ofrezca siquiera un simple higo o dátil que le sirva de alimento siquiera durante un breve período de tiempo. Por otro lado, quien recibe todo su sustento de otro sin habérselo solicitado, con frecuencia tiende a olvidarse de agradecer la generosidad de su benefactor. Pero, no cabe duda, la beneficencia de este último supera a la del primero miles de veces.

Ven y observa: ¿Existe un acto de benevolencia más grande que las lluvias que Di-s hace caer en el momento adecuado? Mientras la gente duerme plácidamente en su cama, Di-s abre Su tesoro para ésta, otorgándole el rocío y la lluvia, irrigando los campos y saciándolos para que rindan sus frutos con abundancia. ¿No debemos agradecerle?

Sin embargo, aunque este insigne acto de bondad puede parecer insignificante al hombre común, nuestros Sabios, que reconocían los poderes de Di-s, comprendieron su magnitud y jamás lo olvidaron.

El Talmud (Taanit 7b 8a) registra una serie de expresiones mencionadas por nuestros Sabios referentes a la magnitud del obsequio de la lluvia:

  • El día en que cae lluvia es tan importante como el día en que fue entregada la Torá.
  • El día en que cae lluvia es tan importante como el día en que cielo y tierra fueron creados.
  • La lluvia cae sólo cuando los pecados de Israel son perdonados.
  • Grandioso es el día en que cae lluvia, pues incluso una pequeña moneda en el bolsillo de la persona es bendecida gracias a ella.
  • El día en que cae lluvia es tan trascendente como aquel en que se reunirán los exiliados.

 Los Sabios (Shabat 32a) también expresan que, como consecuencia de violar determinadas leyes (ej. robar a los Levitas y pobres), los cielos se cierran y no dejan que caiga la lluvia, los precios aumentan, se pierde la ganancia, y los hombres buscan su sustento sin éxito.

  • Rabí Shimón ben Pazí dijo: Las lluvias son retenidas por causa de aquellos que calumnian («lashón hará»).
  • Rabí Sela dijo en nombre de Rabí Hamnuná: Las lluvias son retenidas por causa de aquellos que son arrogantes.
  • Rabí Amí dijo: Las lluvias son retenidas por causa del pecado de hurto.
  • Rabí Iojanán dijo: Las lluvias son retenidas por causa de aquellos que prometen donaciones pero no cumplen su palabra.
  • Rabí Ketina dijo: Las lluvias son retenidas por descuidar el estudio de la Torá… pues quien desatiende el estudio deroga el pacto de fidelidad [entre Di-s y Su pueblo] y se asemeja a aquel que traiciona a la esposa de su juventud. Y si el hombre no es fiel, tampoco el cielo y la tierra lo serán con él (Taanit 7 y 8)



¿Qué festejamos en Simjat Torá?

Nuestro Maestro, Moshé, estableció que la Torá fuera leída todos los Shabatot. Autoridades posteriores especificaron qué secciones sidrot o parshiot de la Torá debían ser leídas en cada uno, y cuándo debía comenzar y concluir el ciclo de lectura. La costumbre prevaleciente en el pueblo de Israel es completar la lectura de la Torá en el curso de un año, dividiendo las secciones en 54 sidrot—correspondientes al número de Shabatot que contiene un año hebreo de 13 meses—. En un año regular —de 50 o 51 Shabatot—, se combinan dos parshiot y en  varios de ellos y se leen juntas, como una. Aun en los años de 13 meses, hay veces que se lee más de una sección, pues muchos de los días Festivos coinciden con Shabat y sus respectivas parshiot reemplazan la lectura semanal regular de la Torá. 

La sidra Bereshit (Génesis 1:1-6:8), la primera, es leída el primer Shabat luego de Simjat Torá; la última, Vezof  (Deuteronomio 33:1-34:12) se lee en Simjat Torá. Entonces se celebra una comida festiva, para marcar el término de su lectura, acompañada de alegría, cantos, bailes y alabanzas en honor a la Torá.

Con respecto al Rey Salomón, la Torá expresa: Se despertó Shlomó y he aquí un sueño [o sea, el espíritu de santidad se posó sobre él]; vino a Jerusalén y permaneció de pie frente al Arca de la Alianza de Di-s; ofreció holocaustos y ofrendas de paz, y preparó un banquete para todos sus sirvientes (I Reyes 3:15). De esto se deduce, señalan nuestros Sabios, que se debe celebrar un banquete y estar alegre por haber concluido la Torá (Midrash Kohelet 1).

 

Los Sabios posteriores explicaron el significado de la celebración de Simjat Tora en Sheminí Atzeret [en Israel; en la Diáspora, es al día siguiente, el segundo día de Sheminí Atzeret]:

Durante los siete días de Sucot el pueblo se regocijaba con las mitzvot especiales de la Festividad: la Suca, las cuatro especies, la libación de agua, y aravá que tomaban al caminar en torno del altar. Al llegar Sheminí Atzeret, declaraban ante Di-s: «Hoy no contamos con la Suca, con las cuatro especies, con la libación de agua, ni con la aravá. Todo lo que tenemos es la Tora, con la cual nos regocijamos». Esta alegría es mayor que cualquier otra, pues es constante y nunca será abolida. Aunque el Gran Templo fue destruido, Jerusalén quedó desolada y el pueblo de Israel exiliado de su Tierra y sometido a las naciones, su regocijo en la Tora nunca cesó y jamás disminuyó. Así dijeron nuestros Sabios: «Desde el día en que se destruyó el Beit HaMikdash, lo único que Di-s posee son los cuatro codos [amot] de la Halajá [o sea, el estudio las leyes de la Tora por parte de Su pueblo]»

(Talmud, Berajot 8a).

Luego de la destrucción del Gran Templo, el mundo quedó sumido en una terrible desolación, pues este hecho afectó todas las esferas de la vida, incluyendo el poder y la fuerza de las mitzvot. Sin embargo, la Tora y los «cuatro codos de la Halajá» permanecieron intactos; allí, la alegría continúa siendo tan perfecta e íntegra como antes, y por lo tanto es el único ámbito en donde la Shejiná (Presencia Divina) reside y se alegra junto a Israel en Simjat Tora.