Toldot: Generaciones

Iaacov, hijo de Itzjak y Rivka, hermano mellizo de Esav y tercer patriarca del Pueblo Judío, nació en el año 2108 desde la Creación y vivió 147 años. Sus doce hijos formaron las doce tribus del Pueblo de Israel.

Rivka estuvo casada por veinte años sin tener hijos. Otras mujeres que tuvieron que esperar muchos años antes de tener hijos fueron: Sara, quien debió esperar 75 años por Itzjak; Rajel, quien debió esperar 14 años, y Janá, quien aguardó 19 años hasta el nacimiento de Shmuel. 

Rivka tuvo un embarazo muy molesto. Cuando consultó a Shem – hijo de Noé y tzadik de la época – sobre el particular, éste le comunicó que llevaba mellizos en su vientre y que éstos darían origen a dos naciones: Iaacov a Israel y Esav, a Roma. 

Estas dos naciones tendrán objetivos diferentes. Una estaría orgullosa de su Torá, la otra, de su riqueza. Ambas generarían grandes emperadores: Israel daría al rey Salomón, quien construiría el Gran Templo de Jerusalem, y Roma, a Adriano, quien lo destuiría. 

Esav es nombrado por sus padres; en cambio, Iaacov es nombrado directamente por Di-s.

Hasta los 13 años no existieron diferencias entre Esav y Iaacov; estas se hicieron evidentes luego de esta edad, cuando Iaacov se dedicó al estudio de Torá y Esav a la caza.

Esav hacía creer que observaba las mitzvot, cuando en realidad no las cumplía y además se comportaba como un malvado. El único precepto que cumplía era el de honrar a su padre. 

Esav le vendió su primogenitura a Iaacov por un plato de lentejas, pues no le daba importancia al privilegio que tenía el primogénito de cada familia de ser honrado como Cohén y de continuar la tradición de Abraham e Itzjak, como lo hará luego Iaacov. 

Esav prefirió el placer temporal a los valores eternos de la Torá. Itzjak bendijo a Iaacov creyendo que era Esav, por su ceguera y por las pieles que Rivka había puesto en el cuerpo de Iaacov, siendo esto parte del Plan Divino. 

La bendición por la que Iaacov prevalecería sobre las demás naciones estaba sujeta al cumplimiento y al estudio de la Torá. Si violaba la Torá, serían los descendientes de Esav los que dominarían. 

El odio de Esav a Iaacov es una halajá (ley) de la Torá en la que se encuentran los orígenes más remotos del antisemitismo. Ello nos enseña que no es la emulación de la conducta de los demás pueblos, ni la asimilación, ni la adulación a los no judíos, lo que determina las buenas relaciones con los demás pueblos. Sólo existe un método para combatir el antisemitismo y es, tal como está expresado en la bendición de Itzjak, el cumplimiento de la Torá, para impedir que prevalezca la descendencia de Esav. 

“El dolor constriñe la mente, eclipsa tus inquietudes, hace que te olvides de tu sagrada misión en la vida. Si el dolor se presenta, recuerda que es sólo una puerta transitoria que necesitas atravesar”. 

Según la Cábala, Abraham representa la bondad. Tuvo dos hijos, Ishmael e Itzjak, lo cual demuestra que una bondad excesiva puede ser dañina. Itzjak es la personificación de la severidad, de la fortaleza, también él tuvo dos hijos, Iaacov y Esav. Éste último representa el lado impuro del rigor, el orgullo, el egoísmo, el odio al prójimo. Iaacov representa la combinación armoniosa de bondad y severidad, personificando la “majestuosidad” que, a través de sus doce hijos, da lugar a las doce tribus de Israel. 

La Historia de Rosh Jodesh Kislev

La Sinagoga de 770 Eastern Parkway en Brooklyn está completamente llena. Miles de Jasidim de todas partes del mundo, están allí para celebrar con el Rebe. Todos los ojos están enfocados en el  Rebe mientras comienzan las Hakafot. El Rebe sostiene el Sefer Torá. Su cara irradia la alegría de Iom Tov mientras baila con su cuñado, el Rashag, en el centro de la sinagoga. Es Shmini Atzeret del año 5738 (1977).

La primer Hakafá finaliza. El Rebe camina, lentamente, hacia su lugar en la pared sudoeste. La segunda y tercera Hakafá son completadas, y el Rebe, que se ve cansado, sólo aplaudió unas pocas veces.

Es la cuarta Hakafá, y el Rebe se da vuelta mirando a la muchedumbre. Los cantos cesan. El silencio invade 770. El rostro del Rebe está blanco como la tiza. La Hakafá comienza. El Rebe hace un gran esfuerzo para poder juntar sus manos y aplaudir. Pide una silla y se sienta.

Un estremecimiento cubre la sala. Las Hakafot son el momento más alegre del año. El Rebe nunca se sienta durante las Hakafot. Ahora, el Rebe se reclina en su silla y cierra sus ojos.

Se escucha un grito: ¡Agua! ¡Aire! ¡Muévanse! Y entre los gritos, se oyen ruidos de vidrios rotos. Cada ventana a la vista se convierte en una salida de escape. Lo Jasidim saltan al patio de al lado. En minutos, 770 quedó vacío. De los miles que se encontraban cantando y bailando hasta hacía sólo unos momentos, menos de cien quedaron adentro.

Doctores corren hacia el frente, asustados, preocupados. El Rebe sólo sonríe y dice que todo está bien. Él sólo está cansado; no hay de qué preocuparse. “Beba”, le suplican al Rebe. “No” dice el Rebe, “¡No voy a beber nada fuera de la Sucá! ¡Continúen con las Hakafot!. En ese momento, quién sabía que el Rebe acababa de sufrir un serio ataque al corazón…

Terminamos con la quinta y sexta Hakafá rápidamente. La séptima Hakafá, tradicionalmente le pertenece al Rebe, y esta noche no era diferente. A pesar de todo, él baila con el Rashag. El Rebe sonríe a la vez que el Rashag finaliza la Hakafá temprano. Luego del rezo, el Rebe le desea a sus Jasidim el tradicional “Gut Iom Tov, Gut Iom Tov”. El Rebe camina lentamente fuera de la sinagoga, hacia su dormitorio arriba, y cierra su puerta tras él. Sólo Di-s sabe lo que pasaría esa noche.

Hoy en día, sabemos el final feliz de la historia. Conocemos los milagros que llevaron a Rosh Jodesh Kislev, el día en el cual el Rebe volvió a su casa; un símbolo de su recuperación completa.

Durante aquellos días fatídicos de Tishrei de dicho año, en el mundo de Lubavitch y más, reinaba una gran confusión. La única persona que se mantenía calma era el Rebe mismo.

A continuación, les presentamos un conjunto de historias y conversaciones que se llevaron a cabo durante este caótico período.

LA COLUMNA DE LOS DOCTORES

En el momento en el que el rostro de Rebe cambió, médicos de todas partes de 770 corrieron a su lado. En los días subsiguientes, muchos más especialistas y expertos se unieron a ellos. Estos hombres de experiencia, expresan mucho asombro ante la conducta sobrehumana del Rebe durante esta prueba. En la agonía de dos ataques al corazón serios, el Rebe no gritó de dolor. Ni siquiera un respiro se le escapó de los labios. El Rebe insistió en seguir cumpliendo con todas las mitzvot (preceptos), ni siquiera renunciando a la costumbre de hacer Kidush en la Sucá aquella misma noche.

Lo expuesto a continuación son testimonios de doctores que se encontraban presentes, y de sus encuentros y discusiones con el Rebe.

¿Un hospital? ¡Olvídenlo! Durante las primeras horas luego del ataque, los doctores le insistían al Rebe que fuera al hospital.

El Rebe se negaba firmemente. “¿Qué haría uno si estuviera en un lugar en donde no hay hospitales?” preguntó el Rebe.

“Lo que sea que haya que hacer, debe hacerse ahora”. Una mujer (que había asistido médicamente al Rebe Anterior) le pidió al Rebe permiso para hacerle una pregunta. El Rebe asistió. “Si otra persona estaría en el lugar del Rebe, y le preguntara al Rebe si debería ir a un hospital, ¿Qué le recomendaría el Rebe a él?” “¿Me escucharía esta persona?” Le respondió el Rebe. “Sí”. “Entonces, debo ser obedecido ahora también” concluyó el Rebe. Muchos Rabinos se acercaron al Rebe y le rogaron que fuera al hospital. A ellos, el Rebe les respondió. “Yo soy un judío observante, por lo tanto, debo escuchar las opiniones de los Rabinos. De ser así, por favor, no me digan si la decisión es que vaya, porque sino voy a tener que hacerlo, (inclusive) que no haya necesidad”.

En las tempranas horas de la mañana, los Rabinos volvían con el mismo pedido a lo del Rebe. El Rebe seguía firme “He expresado mi opinión ayer y no la voy a cambiar”. Lo doctores discutían este problema entre ellos. Uno de ellos se acercó a la cama del Rebe y le dijo, “Rabí, si no acepta ser transferido al hospital, vamos a irnos inmediatamente y librarnos de cualquier responsabilidad. Somos doctores con experiencia y le decimos que está poniendo su vida en peligro. Si no acepta ir, no podemos tomar responsabilidad por su vida”.

A las 2 de la madrugada los doctores agarraron sus sacos y abandonaron el cuarto. Sólo un par de horas después de un serio ataque cardíaco, el Rebe se encontraba sin ayuda médica. Pero, el secretariado del Rebe no se iban a sentar con los brazos cruzados. Una hora más tarde, con la ayuda de un hospital Judío en Brooklyn, el cuarto del Rebe se convirtió en una sala de terapia intensiva (CTI). A las cinco de la madrugada, el electrocardiógrafo registró un segundo, y más serio ataque cardíaco.

EL DR.WEISS

En ese estado crítico, el Dr. Ira Weiss vino a la mente. Minutos más tarde, el teléfono sonó en la casa del Dr.Weiss en Chicago. Un renombrado cardiólogo,que, conocía bien al Rebe. Luego de pocas horas, el Dr. Weiss se encontraba al lado de la cama del Rebe. Había llegado en el primer vuelo disponible. Con lágrimas en los ojos, comentó: “Frecuentemente he tratado a gente que el Rebe me mandó. He presenciado milagros que ha hecho para muchos. Y ahora soy yo el que tiene que tratar al Rebe…”

Cuando el doctor entró a la pieza, su espíritu se elevó. El Rebe rápidamente se dio cuenta de que el doctor lo trataría como lo haría con cualquier paciente. Sin perder un minuto, comenzó a examinar al Rebe. Casi inmediatamente, la condición del Rebe comenzó a mejorar. El Dr.Weiss iba a ser muy extrañado en Chicago, pero, decidió quedarse en Nueva York hasta que el Rebe sanara.

El lunes siguiente, el Dr.Weiss le dijo al Rebe que su esposa quería que volviera a casa. El Rebe le dijo, “Tú debes escuchar a tu esposa, porque ella es la “base” de la casa, así como yo escucho a la “base” de mi casa. Yo quería visitar el Ohel, y ella sintió que no debería ir…y yo estuve de acuerdo”

(Nota: El Dr.Weiss volvió a su casa en Chicago mucho tiempo después). 

El Dr.Weiss era uno de los pocos doctores que dio su consentimiento de que el Rebe se quedara en 770. Dijo de que el Rebe tenía razón en optar por no ir al hospital por muchos motivos: a) El Rebe querría personalmente instruir a los doctores sobre su tratamiento. En un hospital, eso sería prácticamente imposible. b) Doctores no siempre están de servicio en un hospital y los asistentes son los que hacen la mayor parte del trabajo. En 770, los doctores estarían constantemente monitoreando al Rebe. c) Un ambiente familiar, siempre ayuda en el progreso del paciente. Similarmente, la atmósfera familiar de los Jasidim facilitaría el estado mental del Rebe.

EL OHEL

El domingo luego del Iom Tov, el Rebe les consultó a los doctores si le darían permiso para ir al Ohel.

El Dr. Weiss relata que él sospechó que el Rebe pediría ir al Ohel. Anticipando dicho pedido, él le mencionó al Rebe: “¿Acaso el Rebe mismo no le instruye a sus Jasidim que escuchen al doctor?” El Rebe le respondió: “¿Tú eres un Jasid?” “¿Cuál es la diferencia?” le respondió el Dr.Weiss.

“Un Jasid debe obedecer…”- Ese martes, los doctores le preguntaron al Rebe cómo se sentía. El Rebe contestó: “Físicamente, estoy bien, Gracias a Di-s. Pero mentalmente no tan bien. Debe ser porque hoy no visité el Ohel”. Uno de los Doctores le explicó al Rebe, “Usted debe cuidar su salud, si no lo  hace, Di-s no permita, hay un %25 de probabilidad de que le vuelva a ocurrir lo mismo”. El Doctor le preguntó al Rebe si escuchó lo que le dijo. “Seguro”, dijo el Rebe, “Usted dijo que si yo no cuido mi salud, hay un %75 de probabilidad de que esta enfermedad no vuelva”

LA SUCÁ

Poco después del ataque al corazón, el Rebe se dirigió a la Sucá para su comida de Iom Tov. Los doctores se opusieron fuertemente a esto, insistiendo que el Rebe no estaba ni siquiera en condiciones para caminar.

El Rebe no quiso ni escuchar esto, “¿Cómo puedo dejar a la Rebetzin sola toda la noche, sin siquiera comer ni hacerle Kidush?” En la Sucá, el Rebe encontró una botella de jugo de uva en su mesa. “Kidush”, insistió, “se hace con vino, no con jugo de uva”

CORREO, UN ASUNTO SERIO

El jueves, 24 de Tishrei, el Rebe inquirió por el correo que había estado llegando durante los días previos. Uno de los doctores, le sugirió al Rebe que primero descanse, quizá por unas dos semanas, antes de comenzar a responder el correo.

El Rebe dijo, “Si yo espero dos semanas, el trabajo sería mucho mayor…”

En otra ocasión el Rebe comparó esto a fumar. “Un fumador no puedo simplemente dejar de fumar. Si lo hace, afectaría su salud. Si yo, siendo que estoy acostumbrado a responder y recibir correo constantemente, de repente dejo de hacerlo, no sería sano para mí.”

“Quizá”, uno de los doctores sugirió, “uno de los secretarios puede leer las cartas, y darle al Rebe un resumen general de ellas, y el Rebe responderá acorde a ésto”. “Eso”, contestó el Rebe, “es como el doctor, que en vez de examinar a un paciente, escucha un informe general de la condición del paciente de una segunda persona. ¿Le satisface eso al doctor?”

UNA SIJÁ ES ILIMITADA

Luego de la festividad de Simjat Torá, le fue dicho a la gente que el Rebe diría una Sijá (charla) desde un micrófono instalado en su cuarto. Las órdenes de los doctores eran que la sijá no durara más que cinco minutos. A las 12 de la noche, el Rebe comenzó. Terminó a las 12:22. Más tarde, los doctores le preguntaron al Rebe si había tenido el tiempo suficiente de decir todo lo que quería decir. La respuesta del Rebe fue: “De haber sido por mi, no habría un límite de tiempo para hablar”. En Motzaei Shabat Bereshit (la noche del sábado luego de la lectura de la porción semanal de Bereshit) el Rebe habló por casi una hora. Y los doctores le habían dado permiso para hablar por veinte minutos.

PROBABILIDADES Y CONCLUSIONES MÉDICAS

En las primeras horas luego del ataque, los doctores decidieron administrarle al Rebe inyecciones para aliviar el dolor. Uno de ellos, le preguntó al Rebe si podía dársela, a lo que el Rebe respondió que no había necesidad de hacerlo. Una de las personas allí presentes le susurró al oído del doctor, “Si Ud le pregunta al Rebe, él nunca va a aceptar. Hoy es Iom Tov, y de acuerdo a las leyes judías uno puede recibir una inyección si el doctor se lo instruye explícitamente”.

El doctor volvió a la cama del Rebe. “Rebe, como doctor, le ordeno aceptar estas inyecciones. Es de vital importancia, el dolor está poniendo en peligro su vida”. El Rebe aceptó inmediatamente. Mientras el doctor le extraía sangre, el Rebe preguntó. “¿Qué es lo que extrae la sangre de las venas, la aguja o el vacío?”

El doctor le explicó que era por el vacío. Al escuchar esto, el Rebe notó, “Este asunto me llamó la atención previamente. Una persona vino a mí y clamó que se sentía vacío y no apto para nada. Le dije que lo contrario era cierto. Un envase vacío se basa en sí mismo con más fuerza; él era un recipiente para todo los tipos de santidades y bienes”

El Rebe concluyó, “Todos los Rabinos dan sermones en Shmini Atzeret. Yo estoy imposibilitado para hablar, así que dije lo que le acabo de mencionar y Ud repítalo a todos los demás”

Un doctor particular llegó desde Cleveland en Iom Tov. Le preguntó al Rebe si había profanado el Iom Tov al viajar, siendo que ya habían muchos más doctores presentes.

El Rebe le contestó. “Esto es similar a las leyes de la Santificación del Mes. Le pedimos a los testigos que vengan a Ierushalaim, a profanar el Shabat y el Iom Tov para poder llegar, incluso si sus testimonios terminan siendo rechazados. Si ellos no vienen, nadie sabría cuándo es el principio del mes”

“Para curar a un judío, uno profana el Shabat, incluso cuando uno está inseguro”. El jueves a la tarde, el día 2 del Mes de Jeshvan, el Rebe mandó un mensaje a los Bajurim (muchachos) para que vuelvan a la Casa de Estudio (Beit Hamidrash) arriba a estudiar. Los doctores protestaron que el ruido disturbaría al Rebe. El Rebe respondió, “El ruido de Torá no molesta”.

ES IOM TOV, HAY QUE ESTAR ALEGRE

En el día de Shmini Atzeret, durante la tarde, el Rebe mandó un mensaje a sus Jasidim: “No se olviden hacer felices a los judíos en las diferentes sinagogas. La plegaria de la noche y las Hakafot deben hacerse con mucha alegría”.

El Rebe anunció a aquellos que venían a desearle una rápida recuperación, que deben alegrarse. Un jasíd se acercó al cuarto del Rebe con lágrimas deséandole una pronta recuperación, y el Rebe le dijo: “Actúas contrario a nuestra Torá, que nos enseña ‘Alégrate en tus festividades’. Todos queremos que yo me mejore, y eso lo lograremos con alegría. Llorar está en contra de mis deseos”. El Rebe entonces le dio dos botellas de vodka y le instruyó, “Distribuye esto durante el farbrenguen (reunión de Jasidim) antes de las Hakafot. Estoy seguro de que van a organizar este farbrenguen, y estoy seguro de que no van a faltar palabras de Torá, de fomento y de alegría. Y de esta forma van a poder hacer las Hakafot con mucha alegría”.

En la noche posterior a Simjat Torá, varios Jasidim ancianos fueron a visitar al Rebe a su habitación y le suplicaron que no se sobrecargue. El Rebe replicó rápidamente: “Traer al Mashíaj es aún más difícil”.

En la noche de Shmini Atzeret, en Californio, el Rebe de Rimnitz detuvo las Hakafot, justo antes de la segunda Hakafá y fue a un lado del cuarto a decir Tehilim (salmos).

El Guerer Rebe (al mismo tiempo aproximadamente) mandó a su asistente a averiguar “alguna noticia”. El asistente volvió rápidamente con la noticia del ataque cardíaco del Rebe. El Guerer Rebe lo mandó otra vez, para que escuche los sucesos. Volvió con el informe de que el Rebe no había sufrido un ataque al corazón, sino que estaba cansado. El Guerer Rebe suspiró y dijo, “Si sólo fuera como dices…”

Kislev, mes de milagros y liberación

Arco Iris

El símbolo astrológico del mes de Kislev es el arco, como el arco iris que se ve en el cielo cuando llueve en un día soleado. En efecto, el primer arco iris que se vio después del Diluvio, apareció en el mes de Kislev. 

El versículo expresa (bereshit 9:12-13): “Y dijo Di-s, esta es la señal del pacto que he puesto entre Mí y vosotros, y entre todo ser viviente que esta con vosotros para la eternidad. Mi arco he puesto en las nubes, y será la señal de pacto entre Mí y la tierra”.  

Estas palabras fueron dichas a Nóaj al principio o hacia la mitad del mes de Kislev, pues Nóaj salió del Arca el día 28 de Jeshván. Luego construyó un altar, como expresa el versículo (ibid. 8:20): “Y Noaj construyó un altar para Di-s y tomó de todo animal puro y de toda ave pura, y sacrificó holocaustos sobre el altar”. Esto tuvo lugar durante los últimos días del mes de Jeshván. Al comienzo del mes de Kislev, Di-s bendijo a Nóaj; le permitió comer carne, le prohibió el derramamiento de sangre humana, estableció con él un pacto de vida, y le mostró el arco iris.

¿Cuántos días es Rosh Jodesh?

Rosh Jodesh Kislev se celebra a veces durante dos días y otras durante uno solo. El mes de Jeshván puede ser completo (de 30 días) o incompleto (de 29 días). Cuando Jeshván es completo, como este año, Rosh Jodesh Kislev consta de dos días -el 30 de Jeshván y el 1 de Kislev-. Cuando Jeshván es incompleto, Rosh Jodesh Kislev consta de un solo día, el 1 de Kislev.

Cuando los meses eran consagrados por el beit din (Tribunal) en base al testimonio de testigos que habían visto la Luna Nueva, la corte enviaba mensajeros hacia todas las comunidades alejadas de Jerusalén para informarles sobre la consagración del nuevo mes. Estos emisarios eran enviados solamente en aquellos meses que contenían alguna festividad, para que dichas comunidades supieran cuándo debían celebrarla. Desde la época de los Jashmonaim en adelante, cuando el beit din consagraba el mes de Kislev, los mensajeros salían de Jerusalén para anunciar acerca de la santificación y cuándo acaecería Jaánucá, pues también esta  es considerada una Festividad pese a que su observancia es de origen rabínico.

Un nuevo mes

Todo inicio puede ser una oportunidad de arrojar las cargas del pasado. El nuevo mes, el nuevo año, e incluso cada nuevo día pueden ser utilizados como un fresco comienzo.

Pero las oportunidades son simplemente eso. Nosotros podemos sacar ventaja de ellas para hacer un inventario moral de nuestro pasado y deshacernos de todo rasgo de carácter inapropiado. Podemos hacer los cambios necesarios que nos permitirán estar libres de culpa grave. O podemos dejar escapar las oportunidades, y caminar laboriosamente adelante como antes, bajo la opresión y depresión que nos impide maximizar nuestro potencial y disfrutar la vida hasta la plenitud.

Di-s nos concede oportunidades. Si nosotros las utilizamos o no es nuestra elección.

Costumbres de Rosh Jodesh

1. Se agrega una plegaria adicional durante los servicios de la mañana llamada “HALEL”. 

2. Se lleva a cabo una lectura especial de la Torá durante los Servicios de la mañana.

3. Se agrega una plegaria adicional llamada “IAALÉ VEIABÓ” durante la Amidá y el Agradecimiento después de las Comidas (Birkat Hamazón).

En algunas congregaciones Sefardíes se enciende una vela en la víspera de Rosh Jodesh.

Adicionalmente, los judíos no se cortan el cabello ni ayunan en Rosh Jodesh debido a su “santidad”.

Las mujeres judías tienen una conexión especial a Rosh Jodesh y por consiguiente se abstienen del trabajo extra en ese día.

Algunos sucesos históricos  que ocurrieron en el mes de Kislev

El 13 de Kislev de 499 falleció Ravina, co-editor del Talmud babilonio. Su muerte marca el final del período talmúdico.

El 14 de Kislev (16 de diciembre de 1948) comenzó el primer plan de la operación “Alfombra mágica”, que consistió en transportar judíos yemenitas a Israel.

El 7 de diciembre de 1237, falleció Rabí Abraham Maimon Ha Naguid, hijo de Maimonides, autor de Miljamot Hashem.

El 14 del año 1928 (5689), Rabí Menajem Mendl Schneersohn, contrajo matrimonio con la Rebetzin Jaia Mushka, hija del Rebe Anterior.

el 19, el notable discípulo del Baal Shem Tov, Rabí Dovber, el Maguid (predicador) de Mezritch, falleció en el año 5533 (1773).

26 años después, en la misma fecha, Rabí Shneur Zalman, su discípulo, recitaba los Salmos en la prisión de Petesburgo. Cuando sus labios llegaron al versículo (55:19) “Di-s redimió mi alma en paz”, fue puesto en libertad. Esta fecha corresponde al 27 de noviembre del año 1798. 

Reuben, el primer hijo del Patriarca Iaakov, fue circuncidado el 21 de Kislev. Al año siguiente, en la misma fecha, nació su hermano Simón.

Todos los judíos de Nuremberg fueron asesinados y quemados durante la Peste Negra el 24 del año 5110 (1350). Como en muchas otras ciudades Europeas, los habitantes enloquecidos y coléricos, culparon a los judíos de la peste bubónica.

* Se terminó la fundación del Segundo Templo en el 520 antes de la era común.

* El Profeta Jagai, predijo en ese mismo año, la caída del Imperio Persa y la salvación de Israel.

Un 25,  ocurrió el milagro de Janucá, en el año 3597, (163 antes de la era común).

Extraído de “Nosotros en el tiempo” Editorial Kehot Lubavitch Sudamericana

La Jala y sus tips

¿Qué es Jala?

«De la primicia de vuestras masas, una hogaza habréis de separar (jalá)… De la primicia de vuestras masas habréis de ofrecer ante Ad-onai, ofrendada por vuestras generaciones.» (Números 15:20-21)

En su uso más conocido, la palabra hebrea jalá se refiere a las dos hogazas de pan que conforman el centro de la comida de Shabat. Pero en su significado básico, bíblico y halájico, la jalá es el pedazo de masa que tradicionalmente se separa y consagra a Di-s cada vez que cocinamos el pan.

Separar jalá es uno de las 613 mitzvot (preceptos Divinos) que constituyen el cuerpo y alma de la vida judía. Plena de significado espiritual, es una de las tres principales mitzvot de la mujer judía y tiene un efecto de largo alcance en la mente y el corazón de quien la cumple, en su familia, y en la propia naturaleza de su casa. Por cientos de generaciones, las mujeres judías en todo el mundo han cumplido esta hermosa y transformadora mitzvá.

Jalá en el presente

Hoy en día, debido a que el Templo Sagrado está destruido y las condiciones de pureza ritual en las cuales los Kohanim comían jalá no están disponibles, es que de hecho no le damos jalá al Kohen. Sin embargo, en recuerdo de este regalo y en el anticipo de la futura redención y reconstrucción del Templo Sagrado, es que todavía observamos la mitzvá de separar jalá. Tomamos el pedazo de masa, pero en lugar de comerlo, lo quemamos, ya que su santidad prohíbe usarlo de ninguna forma.

Separar jalá

La jalá se separa después de haberse mezclado bien la harina y el líquido, mientras la masa todavía está entera, antes de que haya sido dividida y hecho los panes. Si la masa se ha amasado en varios lotes, combínelos todos en un solo bol. Debe haber un mínimo de 1.700 kg de masa.

Si se reúnen las condiciones para recitar la bendición, recite lo siguiente (si no entiende el hebreo, puede hacerlo en español o en cualquier otro idioma que entienda):

Fonética:

BA-RUJ ATÁ ADO-NAI ELOHEINU MELEJ HA OLAM, ASHER KIDSHANU BEMITZVOTÁV VETZIVANU, LE HAFRISH JALÁ.

Traducción:

Bendito eres Tú, Di-s, nuestro Señor, Rey del Universo, Quien nos santificó con Sus preceptos y nos ordenó separar jalá.

Separe un pequeño pedazo de masa (no menos de 1/24 del todo) y diga: «Esto es jalá.»

Queme la jalá envuelta en papel aluminio y colóquela sobre la hornalla de la cocina; o por cualquier otro método. (Si la quema en el horno, no debe haber ninguna otra comida cocinándose al mismo tiempo dentro del mismo.)

Costumbres y Segulot

Los siguientes son algunos beneficios espirituales especiales atribuidos a la mitzvá de separar jalá, junto a algunas costumbres que se practican 

al cumplirla:

*Al preparar jala y otros alimentos para Shabat, es costumbre decir: “lijvód Shabat kódesh”-, «en honor al santo Shabat».

*Algunas tienen la costumbre de recitar Salmos mientras amasan y rezar por aquellos que precisan asistencia Divina y salvación.

Debido al gran mérito atribuido a la mitzvá de separar jaláa, vale la pena hornear especialmente a fin de cumplir esta mitzvá al menos una vez al año, idealmente durante los Diez Días de Arrepentimiento entre Rosh HaShaná y lom Kipur (Sidur Kol Eliahu).

*La siguiente costumbre se hizo común recientemente en las comunidades judías: Cuarenta mujeres rezan al separar la jalá dedicando su plegaria al mérito de alguna persona que necesite salvación (por ejemplo recuperarse de alguna enfermedad, encontrar pareja, o tener hijos).

*La mitzvá de separar jalá es reconocida como segula para un parto seguro y fácil. Es costumbre separar jala al menos una vez en los nueve meses de gestación.

*Según nuestros Sabios, la mitzvá de separar jalá trae consigo bendición para el buen sustento en nuestros hogares.

A continuación, te damos algunos consejos para hacer más eficiente y disfrutar de  la preparación de la jalá:

*Aceitar levemente el fondo y las paredes del recipiente antes de colocar los ingredientes impedirá que la masa y la harina se peguen al mismo, facilitando su limpieza posterior.

*Si la masa te resulta demasiado pegajosa, agrega el aceite después de que los demás ingredientes ya hayan comenzado a formar una masa. De este modo, ésta será más fácil de trabajar, y no se pegará.

*Si has comenzado a amasar y descubres que se hace demasiado difícil, deja descansar la masa cubierta, y aguarda 10 minutos antes de volver a intentarlo. Será mucho más sencillo trabajarla luego de este descanso. Esto es válido también para la masa difícil de trenzar: colócala en el refrigerador por 10 minutos antes de hacerlo.

*Para acelerar el proceso de leudado en un ambiente frío, enciende el horno al mínimo. Coloca un recipiente de agua hirviendo en el piso del horno, y luego una rejilla encima. Luego coloca el recipiente con la masa sobre la rejilla, y apaga el horno.

*Si tu horno tiene dos compartimentos -uno para leche y otro para carne- haz panes de forma distinta para cada uno ellos. De este modo podrás diferenciarlos fácilmente.

*Para que los productos que sacas del freezer tengan el sabor de «recién salidos del horno», descongelalos casi por completo, envolvelos en papel de aluminio, y calentalos en el horno durante 10 o 20 minutos a baja temperatura.

Las Jalot de Mamá

Ingredientes:

50 gr de levadura

1 taza de agua tibia

1 cucharada de azúcar

3 tazas de agua tibia

1/2 taza de aceite

2 cucharadas de sal

1/2 taza de azúcar

2 huevos

1 kg de harina

Glaseado:

1 huevo, batido semillas de amapola

Rinde: 6 jalot medianas

Procedimiento:

1. En un recipiente pequeño, combina levadura, 1 taza de agua tibia y 1 cucharada de azúcar.

2. Coloca el aceite en un recipiente grande, viértelo encima el agua tibia. Agrega huevos y mezcla bien. Añade la mezcla de levadura y luego, gradualmente, la harina.

3. Amasa durante 10 minutos. Si la masa es demasiado blanda, agrega un poco de harina. Cubre el recipiente con un papel film o una toalla limpia de cocina, y deja leudar la masa en un ambiente cálido durante aproximadamente 1 hora, hasta que duplique su volumen.

4. Separa la Jalá. Véase «La Mitzvá de Hafrashat Jalá»

5. Modela los panes, colócalos en una bandeja, cúbrelos, y déjalos leudar nuevamente por aproximadamente 1 hora en un sitio cálido. Mientras tanto, precalienta el horno a 180° C (350° F).

6. Pinta los panes con huevo batido y espolvoréalos con semillas de amapola. Hornea durante aproximadamente 40 minutos, hasta que las jalot tomen un color marrón dorado. Sácalas del horno y de la bandeja, y déjalas enfriar sobre una rejilla o estante de alambre.

JALÁ, PREGUNTAS Y RESPUESTAS 

Pregunta: ¿Un hombre puede separar jalá?

Respuesta: Aunque separar jalá es una de las tres mitzvot dadas sobre todo a las mujeres, cualquier persona mayor a la edad de Bar o Bat Mitzvá puede separar jalá si fuera necesario.

Pregunta:La capacidad de mi procesadora es menor a la cantidad requerida para separar jalá. ¿Puedo hacer la masa en dos lotes y cumplir con la mitzvá?

Respuesta: La mayoría de las procesadoras no son lo suficientemente grandes para contener toda la masa necesaria para separar jalá. Por lo cual se hace necesario preparar la masa en tandas. Luego las masas se combinan, como se describe abajo. Toda la masa debe ponerse en un recipiente. Cubrila completamente, convirtiéndola en «una sola masa», asegurándote de que esté tapada por todos lados en el recipiente y la cubierta. Luego entonces se separa jalá con bendición.

Pregunta:¿Se puede separar jalá de pan ya horneado?

Respuesta:La jalá debe separarse antes de hornearse. Sin embargo, si no fue posible porque la mezcla estaba floja (como sucede con las tortas), o si uno se olvidó de separar jalá antes de ponerla al horno, entonces debe separarse luego de hornearla, pero antes de comer cualquier otro producto horneado. La jalá se separa poniendo todas las hogazas horneadas o tortas en una caja o recipiente, cubierto con una tela. Luego se toma un pedazo de uno de los panes y se dice la bendición, si corresponde el caso.

Pregunta: ¿Se separa jalá sólo del pan? ¿Qué tal de tortas, galletas o pan dulce?

Respuesta: Si se reúnen los requisitos para separar jalá, entonces se debe hacerlo también al hornear tortas, galletas y panes dulces. Sin embargo, en la mayoría de los casos, las recetas de estos productos horneados no reúnen los requisitos, y aún cuando lo hacen, normalmente no reúnen los requisitos para separar jalá con bendición. (Lea arriba sobre especificaciones y requisitos para separar jalá.)

Pregunta: ¿Se separa jalá si la masa será frita o hervida?

Respuesta: Si uno amasa la masa con la intención de cocinarla o freírla (por ejemplo para tallarines o bollos rellenos), se debe separar jalá sin bendición. Sin embargo, si la masa se amasa con la intención de hornearla aunque sea sólo una parte, y luego efectivamente esa parte se la hornea (incluso una pequeña cantidad), entonces se debe separar jalá con bendición, con tal de que la masa entera reúna los requisitos mínimos necesarios.

El requisito previo al matrimonio

“Itzjak tenía cuarenta años cuando se casó con Rivka, la hija de Betuel” (Génesis 25:20)

A los noventa años, luego de varias décadas sin tener hijos, Sará dio a luz a un sólo hijo, Itzjak. Su felicidad era enorme. Sará, la primera “Idishe Mame”, seguramente hubiera tenido el placer de mostrar a su bebé a todas sus amigas, y además de todos los Najes (satisfacción) que un abuelo tiene de su nieto, Sará también hubiera tenido gran satisfacción espiritual de ver a sus nietos crecer, mientras que Itzjak representaba a la futura nación judía. Sará y Abraham trabajaron toda su vida para proclamar la importancia de creer en un sólo Di-s. Los hijos de Itzjak serían los que asegurarían que este legado continuara y floreciera.

Pero Sará nunca vivió para ver a sus nietos. Falleció cuando Itzjak tenía 37 años, tres años antes de casarse con Rivka. ¿Por qué demoró tanto en casarse? ¿Por qué Abraham no consideró enviar a su sirviente para que encontrara a una esposa antes?

El mayor acontecimiento que ocurrió poco antes del casamiento de Itzjak y Rivka, fue la prueba del sacrificio de Itzjak en el Monte Moriá. El crédito de poder sobrepasar esta prueba generalmente es atribuido a Abraham. Pero Itzjak tenía 37 años en ese momento, y sabía muy bien las intenciones de su padre, y estaba completamente entregado a ser sacrificado por orden de Di-s. Debido a que los planes de casamiento de Itzjak comenzaron inmediatamente después de volver de este evento «traumático», seguro significa que hay una correlación entre estos dos. El hecho de que el primer casamiento en la Torá es precedido por un tremendo sacrificio, es un mensaje para cada pareja judía en todos los tiempos.

Por naturaleza, las personas nos centramos en nosotros mismos. Nuestro desarrollo físico y espiritual están en nuestras mentes. Esto no es necesariamente malo, de hecho, la ley judía reconoce que lo primordial para la persona debe ser preocuparse por uno mismo, más que cualquier otra preocupación, incluyendo los intereses de los demás. Esta preocupación por uno mismo, se «estrella» cuando la persona se casa. En cierto momento, el novio y la novia se comprometen uno con el otro. Cuando una persona se encuentra en un bote que se está hundiendo, nadie lo culpará si corre hacia lo botes salvavidas para salvarse, incluso si su amigo se encuentra durmiendo en la cabina. Pero tal acto es impensable para una pareja casada, cuyo cónyuge necesita de su ayuda. Además de comprometerse uno con el otro, marido y mujer también comparten un mismo ideal, como ser el establecimiento de un hogar judío, una casa llena de Santidad en donde la Presencia Divina esté siempre invitada. En este momento, incluso el desarrollo espiritual personal del novio y la novia pasa a ser secundario ante el «sacrificio» de llegar a su meta en común. El acto mundano de cambiar los pañales de pronto tiene prioridad ante las plegarias de la madre y el estudio del padre.

Itzjak no estaba preparado para casarse hasta haber experimentado el concepto de autosacrificio total. Sólo entonces fue capaz de apreciar el matrimonio como lo que realmente es, y crear un matrimonio que sea el paradigma el cual todos sus descendientes intenten copiar.

Por:Naftali Silberberg

¿Por qué es Eliezer, el sirviente de Abraham, anónimo?

Recuerdo haber estudiado sobre la historia de Eliezer, el sirviente de Abraham, que había sido enviado para que encontrara una esposa para Itzjak. Recientemente, fui desafiado por un amigo en encontrar cuántas veces el nombre de Eliezer estaba mencionado en esta porción de la Torá. Para mi sorpresa, ¡su nombre no es mencionado ni siquiera una vez!, ¿Por qué?

RESPUESTA:

Esa es una gran pregunta. De hecho, es una sorpresa para muchos, que la figura central de la historia no tiene nombre durante todo el episodio.

Luego de encontrarse con Rivka, y haberse dado cuenta de que ella era la indicada, le pidió permiso a su padre y hermano para que pudiera volver con él y casarse con Itzjak. Su primera declaración fue: «Soy sirviente de Abraham» (Génesis 24:34). Y durante todo su viaje, constantemente se refería como «el sirviente».

El no haber mencionado su nombre, nos enseña que no se trataba de la persona “Eliezer”, sino de su misión. Eliezer estaba tan dedicado a Abraham que en ningún momento sus intereses personales pudieron interferir en su misión. Él era una extensión del brazo de Abraham.

Y esto era central para el éxito en su misión. Eliezer fue enfrentado con la tarea casi imposible de encontrar una «rosa entre las espinas» (Levitico Rabah 23:1). Si hubiera confiado en sus propias capacidades, no hubiese tenido éxito. Fue su constante conocimiento de que él no era nada más que el sirviente de Abraham, que lo guió a través de los desafíos y obstáculos (ver Génesis 24:12). 

Por: Eliezer Zalmanov

La parashá en síntesis

Jaiei Sará: la vida de Sará 

Sara, la primera de las cuatro matriarcas (Rivka, Rajel y Lea), vivió ciento veintisiete años (1958-2085 desde la Creación). Fue hija de Harán, hermana de Lot, sobrina y esposa de Abraham y madre del segundo de los patriarcas, Itzjak.

A la edad de ochenta y nueve años, Di-s cambió su nombre de Sarai a Sara, para indicar su carácter de “princesa”, madre del Pueblo Judío.

Sara fue una de las siete profetisas del Pueblo Judío, pero fue la única a quien Di-s habló directamente. Las otras seis fueron Miriam, Devora, Janá, Avigail, Juldá y Ester. 

Itzjak nació el 15 de Nisán, el mismo día en que posteriormente se celebraría el éxodo de Egipto.

Itzjak era muy parecido a su padre Abraham y, aún cuando éste estaba viejo, se veía joven, pues hasta el tiempo de Abraham la gente no tenía signos externos de vejez: se veían jóvenes hasta la muerte. 

El valor numérico de las letras del nombre de Itzjak en hebreo es: yud (110), porque la nación que descendería de él recibiría los Diez Mandamientos; tzadik (90), porque Sara lo tuvo milagrosamente a los noventa años; jet (8) porque fue circuncidado a los ocho días de nacido, y kuf (100), porque Abraham tuvo a su hijo a los cien años. 

Para el momento del sacrificio de Itzjak (Akeidá), Abraham tenía ciento treinta y siete años. Abraham e Itzjak demoraron tres días en llegar al Monte Moriá, lugar donde debía celebrarse la akeida en el día de Iom Kipur. 

Abraham visualizó que el sitio donde iba a ser sacrificado Itzjak sería el corazón de la Ciudad Santa, donde se construiría el Templo; por tanto, llamó al lugar Hashem Iré, que significa “Di-s mirará hacia abajo desde este lugar” y dará bondad al mundo. Shem, hijo de Noé, le dio al lugar otro nombre: Shalem. Di-s decidió unir ambos nombres dando origen al toponímico Ierushalaim, la ciudad cuya bondad y santidad ayudaría a las personas a perfeccionarse. 

Cuando el rey Salomón compuso la canción Eshet Jail – que se entona todas las noches de viernes en honor a la mujer para recibir el Shabat – describió las características de la mujer virtuosa aludiendo a Sara. Todos los versos de la canción de alef a tav (de la primera a la última letra) se aplican a ella, ya que cumplió la Torá de principio a fin.

Mientras Sara vivía, las velas de Shabat permanecían encendidas de viernes a viernes; el pan era bendecido y la Shejiná (santidad) se mantenía sobre su tienda en forma de una Nube de Gloria. Esto ocurría porque Sara era meticulosa en el cumplimiento de las mitzvot específicamente encomendadas a las mujeres: encender las velas de Shabat, separar jalá y cumplir con las leyes de pureza familiar (mikvé).

A la muerte de Sara, todas estas señales desaparecieron hasta la llegada de Rebeca (Rivka), ya que ésta observaba las mitzvot con la misma precisión que lo hacía Sara. 

Cada niña de nuestro pueblo es llamada hija de Sara, Rivka, Rajel y Lea, y por tanto, tiene como herencia el maravilloso poder de iluminar su casa toda la semana al encender sus velas de Shabat, tal como lo hizo Rebeca – la esposa de Itzjak, desde los tres años de edad.

Sara fue enterrada en la Cueva de Majpelá, que Abraham le compró a Efrón, rey de los Hititas. 

En esta Parashá, se describe por primera vez un shiduj (arreglo matrimonial), cuando Elazar – por orden de Abraham – le busca esposa a Itzjak y escoge a Rivka, hermana de Laván y pariente de Abraham. 

También es la primera vez que en la Biblia se describe con detalle una boda, la de itzjak y Rivka. 

Abraham se casa de nuevo después de la muerte de Sará. Al morir, es enterrado por sus hijos Itzjak e Ishmael. 

Sara y Abraham representaron una unidad biológico espiritual que dio origen al Pueblo Judío a través de su hijo Itzjak, de quien somos continuadores los judíos de hoy. 

Vida despues de la vida

Nuestra Parashá, en su totalidad, trata sobre sucesos ocurridos posteriormente al fallecimiento de Sará, la matriarca: la adquisición de la Cueva de Majpelá, con el fin de sepultarla allí; el casamiento de Itzjak con Rivka, a través del cual él se consuela por la muerte de su madre; y finalmente se relata sobre el casamiento de Ketura (que era Hagar, la otra esposa de Abraham) y sobre la descendencia de Ishamel. Esto genera gran asombro sobre lo apropiado del nombre de la Parashá- la vida de Sará, que representa todo lo opuesto a lo que la misma relata. Es sabido, que el nombre de una parashá de la Torá es absolutamente exacto, por ende debemos decir que sí existe una profunda relación entre lo relatado en la parashá y el verdadero sentido de “la vida de Sará”.

EL TIPO DE VIDA

La verdadera vida es eterna. No concluye en el instante de la muerte, sino que continúa y encuentra su expresión en la descendencia del fallecido, y en los sucesos que tienen lugar posteriormente en este mundo. Desde esta perspectiva, son justamente los acontecimientos acaecidos post muerte los que dan testimonio del nivel y calidad de la vida de la persona fallecida, puesto que es ahí donde se comprueba la verdadera esencia de esa vida, si realmente era eterna, vida en su sentido más cabal. Nuestros Sabios z”l declararon: “Iaakov el Patriarca no murió”, y explican- “así como su cimiente está con vida, también él está con vida”. Es decir, cuando la descendencia continúa con su camino, sabemos que “también él está con vida”. Así también, es justamente en nuestra Parashá, que relata los sucesos que tuvieron lugar luego del fallecimiento de Sará, la que nos permite apreciar la eternidad de su vida. Vemos a Rivka como continuadora del camino de Sará (en el lenguaje de la Escritura: “y la trajo Itzjak a la carpa (de) Sará su madre”, sobre lo que Rashi comenta “y ella fue cuál Sará su madre”) y generadora nuevamente de los tres milagros que tenían lugar durante su vida. Más aún: todos los sucesos de la parashá dan cuenta de que la línea de pensamiento de Sará es la que se impuso.

SARÁ Y ABRAHAM

Aquí es necesario distinguir entre Sará y Abraham: Sará fue la madre de Itzjak específicamente. Desde que él nació, Sará aspiraba a que el flujo Divino se dirija sólo hacia él, siendo Itzjak el símbolo de la santidad. En contraposición a ello, Abraham fue también el padre de otros pueblos (Ishmael y los hijos de Ketura), y brindó de sí a todos sus hijos. Sará quiso echar al “hijo de la sierva”; pero Abraham sufrió su expulsión y rezó también por Ishmael. Lo ocurrido en nuestra parashá brinda testimonio sobre lo correcto del camino de Sará concretamente. La parashá abre con el relato de la Cueva de Majpelá. Inicialmente la Cueva era el lugar de sepultura de Adam y Java, padres de toda la especie humana. Vemos que aquí Abraham adquiere la Cueva para sepultar a Sará, y efectivamente ahí fueron sepultados sólo los Patriarcas y las Matriarcas del pueblo de Israel, tal como fue el deseo de Sará, que pretendía que la Divinidad se direccione sólo hacia Itzjak.

LA CONTINUIDAD- EL PUEBLO DE ISRAEL

A eso se agrega el segundo episodio, la misión de Eliézer: Sobre Eliézer, el fiel alumno de Abraham, está escrito que él “extraía y daba para beber a otros de las enseñanzas de su maestro”. Fue también merecedor de muchos milagros. Con todo ello, sin embargo, cuando quiso que Itzjak se case con su hija, no fue respondido favorablemente y Abraham le contestó: “Mi hijo es bendito, y tu eres maldito, y un maldito no se apega a un bendito”. También el final de la parashá es prueba de ello. La Torá dice: “Y Abraham entregó todo lo suyo a Itzjak”, mientras que a los hijos de las concubinas les dio regalos “y los mandó de Itzjak su hijo”. Con esto nos prueba la parshá en su totalidad lo correcto que era el camino de Sará, que vio la continuidad específicamente a través de Itzjak su hijo, y solicitó traspasarle el flujo Divino. Es por ello que la parashá se llama “La vida de Sará”, puesto que precisamente en ella descubrimos la condición eterna de su vida, y la rectitud de su camino.

(Likutei Sijot Tomo 15, pág. 145)

¿Qué es la Ketuvá?

La Ketuvá es el contrato matrimonial que establece las obligaciones del hombre sobre su mujer. El punto central de este documento es la compensación financiera que le corresponde a la mujer en el caso en el que el matrimonio se disuelva a través del divorcio o del fallecimiento. El documento es firmado por testigos Kasher, pero no necesariamente por los mismos que han observado el compromiso bajo la Jupa.

De acuerdo a la mayoría de las autoridades Halájicas, la Ketuvá es de decreto rabínico. Los Sabios estaban preocupados por la posibilidad de que un hombre pudiera divorciarse de su mujer. Por ello, instituyeron que ningún hombre podía casarse con una mujer, a menos que se obligase a sí mismo a pagar una suma importante en el desafortunado evento en el que él la divorcie.

Cuando un hombre judío se casa con una mujer judía, automáticamente se está obligando a su mujer en diez áreas 

Hoy en día, el formato de la ketuvá es un formulario impreso, en donde hay que completar la fecha y los nombres de los novios y sus testigos. Antes de la boda, el rabino que oficia la ceremonia, debe llenar estos espacios y supervisar las firmas de los testigos en el documento. También hay disponibles Ketuvot que son verdaderas obras de arte.

Está prohibido que una pareja viva junta, incluso temporalmente, sin una Ketuvá. En el caso en el que el documento se pierda o sea destruido, o si se ha encontrado un serio error en su texto, la pareja debe inmediatamente obtener otra Ketuvá de un rabino. Esta regla se aplica durante el período de matrimonio. Por ello, es prudente guardar la Ketuvá en un lugar seguro.

Por Naftali Silberberg

¿A qué edad las niñas deberían comenzar a encender las velas de Shabat?

Rabi Menajem Mendel Schneersohn, el Rebe de Lubavitch, pidió firmemente que las niñas comenzaran a encender las velas de Shabat tan pronto como puedan recitar la bendición de la misma, lo cual generalmente ocurre a los tres años. A esa edad nuestra Matriarca Rivka comenzó a encender las velas.

El Rebe señaló que en Europa, antes de la guerra, era la costumbre de muchas comunidades que las jóvenes encendieran velas de Shabat. Debido a la guerra, la escasez de velas, los apagones, etc., esta costumbre se suspendió. Por lo tanto, el hecho de que las chicas jóvenes encienden las velas, es en realidad un regreso a una hermosa costumbre milenaria.

Cuanto antes se le enseñe a la niña la belleza de la luz de la Torá y de las Mitzvot, mejor. Algunos opinan que comenzar a esta edad no es necesario, o que la mujer debería comenzar a encender cuando se casa y comienza su propio hogar, sin embargo, una luz adicional nunca lastima a nadie. La necesidad de luces adicionales se siente especialmente hoy en día, ya que nos encontramos en una época en la que lamentablemente todo tipo de influencias seculares «oscuras» se impregnan a la sociedad, muchas de las cuales se infiltran en el hogar también.

Claro está que una niña de tres años no puede encender la vela por su propia cuenta. Cuando una madre con su hija encienden las velas, primero se debe asistir a la niña y luego encender las suyas.