Janucá: Gran Acto Central de Jabad Argentina este martes en Palermo

Pocas horas después de la final de la copa del mundo, este domingo por la noche comienza Janucá, la Fiesta de las Luminarias, que dura 8 días hasta el lunes 26 de diciembre por la tarde. Janucá celebra la victoria y el milagro de los macabeos y tendrá el martes 20 su tradicional Acto Central en la Plaza República Oriental del Uruguay, Av. Del Libertador y Austria, a las 19.30 horas. El encuentro es abierto a toda la comunidad y contará con un espectáculo artístico para disfrutar en familia, la música de Lionel Mizrahi y su orquesta, la presentación de Anshil Eichbaum, un gran show de luces y el encendido de las tres primeras velas del enorme candelabro de Palermo. Para quienes no puedan concurrir a la plaza se podrá ver en vivo en www.janucalive.com 

Como cada año, el Acto Central de Janucá es una cita para toda la Ciudad de Buenos Aires. El evento, de entraba libre y gratuita, contará con la presencia de destacadas personalidades de la sociedad y la política que se suman a este festejo del milagro, el coraje y la esperanza, y al encendido comunitario de la Janukiá -candelabro de Janucá-. En caso de lluvia, el acto se realizará el miércoles 21. En un año de Hakhel como es este 5783, año de unión, el evento tiene un valor adicional que destaca la fuerza del encuentro. 

Jánuca conmemora el coraje de un pequeño grupo hebreo, los macabeos, que se rebeló contra el ejército de Antíoco cuando éste prohibió la observancia del judaísmo. El milagro de su triunfo fue seguido por el del aceite al encender la menorá (candeladro ritual) del recuperado Templo Sagrado de Jerusalem: lo que debía durar una jornada fue suficiente para iluminar durante 8 días. Por este motivo la costumbre es encender velas, comenzando por una la primera fecha y completando la junukiá de ocho velas la última noche. Se enciende la luz para terminar con los días oscuros y recordar que los milagros son posibles. Todos están invitados a disfrutar de esta gran fiesta de los milagros y la luz

Luz electrica

El 19 de Kislev es celebrado por la comunidad de Jabad como el «Rosh Hashana del Jasidismo». Se hacen Farbrenguens en cada comunidad, y los jasidim se desean unos a los otros un «buen año en el estudio y caminos del Jasidut».

El 19 de Kislev marca el día, en el año 5559 (1789), que el fundador del Jasidut de Jabad, Rabi Schneur Zalman de Liadi, fue liberado de la prisión en Rusia. Había sido arrestado por cargos, planteado por los opositores del jasidismo, que sus actividades, y el movimiento que fundó, contenían elementos traidores. Su exoneración y liberación marcaron la victoria del jasidismo sobre los que querían destruirlo. Después del 19 de Kislev, el movimiento ganó muchos nuevos adeptos, y sus enseñanzas eran mucho más amplias y libremente difundidas.

En un nivel más profundo, el arresto y liberación fueron interpretados por Rabi Schneur Zalman y sus seguidores, como el espéculo terrenal de un drama sobrenatural, en el que el movimiento en sí estaba en juicio ante la corte celestial. ¿Es apropiado revelar los más íntimos secretos de la Torá, que había sido algo exclusivo de unos pocos elegidos en cada generación, al público en general? ¿Es apropiado vestirlos con vestimentas de razón, para que estas verdades, esencialmente supra-racionales, tomen la forma de una filosofía racional? La liberación de Rabí Schneur Zalman de la prisión terrenal significaba su vindicación: La corte Celestial había dictaminado que el tiempo había llegado para que la luz interior de la Torá sea revelada e iluminara el mundo.

El siguiente es un extracto traducido de una carta del Rebe al Sr. Shneur Zalman Shazar (presidente del Estado de Israel en los años 1963 a 1973), del 14 de Tevet, 5714 (20 de diciembre, 1953), en donde el Rebe toca los paralelismos entre la luz espiritual desatada en 19 de Kislev y los métodos de iluminación de hoy en día.

«Fue un placer recibir la noticia de que energía eléctrica ha sido instalada en Kfar Jabad, y  que ya se han podido hacer Farbrenguen con luz en el luminoso día del 19 de Kislev. Me han dicho que el asunto se arregló gracias a su esfuerzo y vigor, y le agradezco y felicito por ello.

Es una antigua costumbre judía buscar un significado más profundo en cada acontecimiento, según el dicho de la Mishná: «¿Quién es sabio? Aquel que aprende de cada hombre», el cual el Baal Shem Tov añade que hay que aprender también algo de cada evento y cada uno de sus detalles. Desde el día de su liberación, el 19 de Kislev, la doble luz de Rabí Schneur Zalman de Liadi comenzó a difundirse, libre de todas las perturbaciones y obstáculos, y de una manera que podría alcanzar también al más simple. De hecho, éste es el principio elemental del jasidismo: dibujar hacia abajo y conectar las alturas finales con las profundidades más bajas …

La fuerza eléctrica es una de las fuerzas ocultas de la naturaleza. No puede ser percibida por ninguno de los cinco sentidos, sabemos de su existencia sólo por sus causas y efectos. Sin embargo, esta fuerza oculta elimina la oscuridad e ilumina la noche. Por lo tanto, la electricidad es un análogo físico para la fuerza espiritual del jasidismo, en donde el elemento oculto de la Torá y sus secretos, revelado a través de la enseñanza jasídica y la forma de vida jasídica, desterra la oscuridad del mundo material e ilumina la oscuridad de la existencia física».

Comprendiendo el milagro de Januca

En unos días (este año del 18 de diciembre al 26 de diciembre de 2022) vamos a celebrar la festividad de Jánuca (la fiesta de las luminarias), en la cual encendemos la janukía por ocho días para agradecer y recordar el milagro que Hashem nos hizo, que las velas permanecieron prendidas esos 8 días a pesar de que el aceite encontrado (un único tarrito con el sello del Kohen Gadol, que esto significaba que no había sido impurificado por los griegos) sólo alcanzaba para un día.

Ahora, surge una pregunta acerca de este milagro que celebramos, en el Beit Hamikdash, el Kohen todos los días ponía siempre la misma cantidad de aceite en la menorá, y ¿ cuánto tenía que poner? la mitzvá era que las velas perduren MEEREV AD BOKER, es decir, desde el anochecer hasta el amanecer, dentro de ese momento hay 2 tiempos llamados BEIN HASHEMASHOT, que es desde cuando el sol se pone hasta la salida de las estrellas en la tarde y desde el alba a la salida del sol en la mañana, tiempo en el cual hay duda si es día o noche.

Todos los días el Kohen llenaba todos los tarritos con la misma cantidad de aceite necesario para ese tiempo, pero la única que permanecía encendida también en el tiempo de Bein Hashemashot era el NER HAMARAVÍ, la vela occidental, las otras no.

De acá vemos, que el milagro de permanecer encendidas las velas ya existía, con el Ner Hamaraví.

Entonces, ¿qué diferencia hubo entre el milagro de januká, que las velas permanecieron encendidas 8 días, con el Ner Hamaraví del Beit Hamikdash?

En Jánuka, TODAS las velas permanecieron encendidas también en el tiempo de Bein Hashemashot, mientras que en el Beit Hamikdash solo el Ner hamaraví. De aca, que en el Beit Hamikdash había milagro dos veces, en el Bein Hashemashot de la noche y en el del día, ya que al día siguiente tenía que rellenarlos nuevamente, en cambio en januká hubo milagro 8 días, ya que todas las velas permanecieron encendidas también en el tiempo de bein hashemashot todos los días sin apagarse en ningún momento con solo 1 tarrito de aceite.

Encendemos la Menorá de Januka al atardecer y es costumbre de Jabad incluso encenderla al momento de la puesta del sol, es decir, justo al comienzo de Bein Hashemashot.

La Halajá (Ley) establece que para cumplir la Mitzvá, las velas deben estar encendidas un mínimo de ½ hora aproximadamente una vez entrada la noche, y ese tiempo es exactamente el tiempo de 2 Bein Hashemashot (de aproximadamente 15 minutos cada uno, el de la mañana y el de la tarde).

La Luz de las velas de Januka representan la Luz milagrosa que iluminó a nuestros antepasados justamente en los tiempos de duda, tiempos donde no se sabe si es día o noche, tiempos de confusión.

Esa misma energía se renueva cada año en Januka y es un momento propicio para alegrarnos por la Luz que ilumina y despeja todas nuestras dudas.

Quiera Hashem que la luz de este Januca disipe toda duda y perdure por siempre.

Por Shulamit Grodzicki

Guía completa de Januca


¿Qué es Januca?

La «fiesta de las luminarias» dura ocho días y se celebra con el encendido nocturno de la Menorá o Janukiá (candelabro de nueve brazos), oraciones especiales y comidas fritas.
La palabra hebrea Janucá significa «inauguración», y la festividad se llama así porque celebra la reinauguración del Templo Sagrado de Jerusalem.

Un poco de historia:

Hace unos 2100 años…

  1. La Tierra de Israel queda bajo el dominio del emperador greco-sirio Antíoco Epífanes.
  2. El nuevo emperador emite una serie de decretos destinados a imponer su ideología y rituales helenísticos al pueblo judío: prohibe el estudio de la Torá y la observancia de sus mandamientos y profana el Templo Sagrado de Jerusalén con ídolos griegos.
  3. Un pequeño grupo de judíos, liderados por Iehudá el Macabeo, libra una batalla contra los poderosos ejércitos griegos.
  4. ¡Milagro n° 1! Los pocos y débiles macabeos superan al ejército griego y lo expulsan de la Tierra de Israel. 
  5. El 25 de Kislev, los macabeos recuperan el Templo Sagrado. Al querer encender la Menorá (candelabro de siete brazos) del Templo, descubren que los griegos habían contaminado prácticamente todo el aceite. 

   ¡Milagro n° 2! Uno de ellos encuentra una vasija de aceite puro, suficiente para una   noche. Elaborar nuevo aceite puro les iba a llevar ocho días. 

  1. ¡Milagro n° 3! el suministro de aceite les alcanza para ocho días y noches, hasta que logran obtener el nuevo aceite.

Para conmemorar y hacer públicos estos milagros, cada año encendemos  el Candelabro de Janucá en cada una de las ocho noches de la festividad.

¡Vivencialo!

Encendido de la Menorá: es el corazón de la festividad. Tiene nueve llamas, una de las cuales es el Shamash («vela piloto»), que se usa para encender las otras luces.

La primera noche se enciende una -además del Shamash– y las noches subsiguientes se va sumando una vela, hasta completar las ocho velas la última noche de Janucá. 

  • Una pequeña luz disipa mucha oscuridad: Los macabeos combatieron las fuerzas de la oscuridad con espadas, nosotros lo hacemos sumando luz espiritual. La oscuridad es la ausencia de luz; por lo tanto cualquier esfuerzo, cualquier cambio, cualquier iluminación que creamos recorre un largo camino. 

Nunca debemos permitir que la aparente pequeñez de nuestra contribución nos impida actuar y apreciar la importancia de la acción.

¿Qué se necesita? 

  • Una menorá con ocho soportes para aceite o velas y un soporte adicional, separado del resto, para la vela Shamash. Si no tenés una Menorá, pueden utilizarse soportes independientes.
  • 36 velas o aceite y mechas + 8 velas para el Shamash: dado que el milagro de Janucá sucedió con aceite de oliva, una Menorá de aceite es preferible a una con velas, y el aceite de oliva es el ideal. Las mechas de algodón son preferidas debido a la luz suave que producen.

¡Nota! La Menorá debe arder al menos 30 minutos luego de la salida de las estrellas (si se enciende más tarde, 30 minutos en total), por lo tanto hay que asegurarse de colocar suficiente aceite o utilizar velas lo suficientemente grandes.

¿Cómo?

  • Las ocho velas de la Menorá deben estar dispuestas en línea recta, pareja, no en zigzag o con algunos soportes más altos que otros. 

¿Quién?

Hombres y mujeres por igual tienen la obligación de encender la Menorá. El jefe del hogar enciende el candelabro familiar mientras todos los demás escuchan las bendiciones y responden «Amén». En muchas familias, todos los miembros de la familia, incluso los niños, encienden sus Janukiot personales. 

¿Cuándo? 

  • Lo ideal es realizar el encendido con la puesta del sol, cuando comienza a oscurecer. Algunos acostumbran a encenderla luego de la salida de las estrellas (aprox. 30 minutos después de la puesta del sol).
  • ¿Llegaste tarde a casa? Mientras haya alguien despierto para ver la Menorá, podés encenderla con las bendiciones correspondientes.. Si no, encendela sin recitar las bendiciones.
  • El viernes se enciende la Menorá antes de la puesta del sol, antes de que  las mujeres enciendan las velas de Shabat. Tené en cuenta utilizar suficiente aceite o una vela lo suficientemente grande para que la Menorá arda por lo menos 30 minutos luego de la salida de las estrellas.
  • El Sábado de noche, la Menorá se enciende luego de la salida de las estrellas, una vez recitada la Havdalá, la ceremonia que da la despedida al Shabat. (En la sinagoga, primero se enciende la Menorá y luego se recita la havdalá)

¿Dónde?

La Menorá se coloca en la puerta, frente a la mezuzá, o en una ventana que da hacia la calle.

  • Cuando encontrás la luz que ilumina tu hogar, compartila con los que te rodean.

Procedimiento:

  1.  Reuní a todos los miembros de la casa alrededor de la Menorá.

2. Encendé la vela Shamash. Luego, sostenela con tu mano derecha (a menos que seas zurdo).

3. Mientras estás de pie, recitá las bendiciones correspondientes:

5. Encendé las velas, comenzando por la más “nueva” (ver cuadro).

6. Colocá el Shamash en su lugar. Se acostumbra entonar el “Hanerot Halalu” y “Maoz Tzur”.

7. Quedate alrededor de la Menorá  durante aproximadamente media hora (excepto la tarde del viernes, vísperas de Shabat). Compartí algunas historias de Janucá con tu familia, disfrutá de un juego de dréidel o sevivón (perinola) y saboreá unos tradicionales Latkes calientes (buñuelos de papa fritos) o unas Sufganiot (donas fritas). 

Comidas típicas de Janucá:

Frito: es una tradición comer alimentos que reflejen el significado de la festividad, como la manzana con miel en Rosh Hashaná y los Oznei Hamán en Purim. Janucá no es una excepción: el aceite jugó un papel importante en la historia de Janucá, por lo tanto, acostumbramos a comer alimentos fritos en Janucá.

Encontrá recetas de las tradicionales Sufganiot (donas) y Latkes (buñuelos de papa) aquí

Lácteo: también es costumbre comer alimentos lácteos, para conmemorar a Iehudit, la valiente mujer cuyo osado coraje llevó a la gran victoria de los Macabeos (leé más sobre esta historia haciendo click acá)

El Dréidel (la perinola):

También conocido como “Sevivon”, este juego nos ayuda a recordar el coraje de los valientes niños, quienes se escondieron en cuevas para poder estudiar Torá tras la prohibición de Epífanes. Al acercarse los soldados griegos, los niños sacaban el Dréidel y simulaban estar jugando.

El Dréidel (del Idish “drei”, dar vuelta) tiene cuatro caras, con una de las letras hebreas Nun, Guímel, Hei, Shin, iniciales de “Nes Gadol Haia Sham” (un gran milagro ocurrió allí) tallada en cada una de ellas. 

¡A jugar!

Necesitás:

1 Dréidel

Monedas, caramelos o fichas.

¿Cómo jugar?

  1. Se entrega la misma cantidad de monedas a cada uno de los participantes, y se dejan algunas para el pozo.
  2. En orden, se hace girar el Dréidel:

Si cae en Nun: no ponés ni sacás del pozo.

Si cae en Guímel: tomás todo el pozo, luego todos los participantes colocan una moneda en el pozo.

Si cae en Hei: tomás la mitad del pozo.

Si cae en Shin: agregás una moneda al pozo.

¡Que lo disfrutes!

Janucá Guelt:

En Janucá se acostumbra dar monedas (guelt) a los niños. Una de las razones es que la palabra hebrea Janucá viene de la misma raíz que la palabra Jinuj (educación). En esta festividad focalizamos nuestra atención en la educación judía de nuestros niños: les regalamos dinero y les enseñamos a dar una parte a caridad.

Encendido público de la Menorá: 

El 1974, se encendió la primera Menorá pública, en Philadelphia, Pennsylvania, EEUU. 

Hoy, más de 15.000 Janukiot gigantes son encendidas en plazas, centros comerciales, aeropuertos y otros espacios públicos alrededor del mundo, decenas de ellas en la Argentina. 

El mensaje de las luminarias de Janucá resplandece para que todos lo vean: el mensaje de que el bien y la luz, al final, siempre triunfan sobre la oscuridad.

Una Ieshivá en Egipto

«Él envió a Iehudá adelante… para mostrar el camino»…

La Torá nos dice que cuando Iaakov mudó a su familia a Egipto, en dónde los judíos iban a residir por más de dos siglos, «Él envió a Iehudá adelante… para mostrar el camino». La palabra hebrea lehorot («para mostrar el camino») literalmente significa «para enseñar» y «para instruir», citando al Midrash a decir que el propósito de la misión de Iehudá era «establecer una casa de estudio en la que se diseminaron las enseñanzas de la Torá»

Iosef ya estaba en Egipto, y Iaakov sabía que su partida de casa, veintidós años atrás, no habían perjudicado su educación y su compromiso con la Torá.  Él tenía la autoridad y los medios para establecer la Ieshivá más magnífica del imperio. Entonces, ¿por qué Iaakov deseó que Iehudá, un inmigrante sin dinero que apenas sabía el idioma, sea el que estableciese la Ieshivá que era para servir a los judíos en Egipto?

IEHUDÁ Y IOSEF

Los hijos de Iaakov estaban divididos en dos: de un lado estaban diez de los doce hermanos, llevados por Iehudá; en el otro, Iosef, cuyas diferencias con sus hermanos fue la causa de mucho dolor y disputa en la familia de Iaakov.

El conflicto entre Iosef y sus hermanos fue más profundo que una pelea por una chaqueta multicolor o la porción de un hijo favorito de los afectos de su padre. Era un conflicto entre dos visiones del mundo, entre dos perspectivas de la vida como un judío en un mundo pagano.

Abraham, Itzjak y Iaakov eran pastores, como eran los hermanos de Iosef. Ellos escogieron esta vocación porque encontraron en la vida del pastor, una vida de aislamiento, la comunión con la naturaleza, y distancia del tumulto y vanidades de la sociedad, muy adecuada a sus aspiraciones espirituales. Cuidando sus ovejas en los valles y en las colinas de Canaan, ellos podrían darle la espalda a los asuntos mundanos del hombre, podrían contemplar la majestad del Creador, y podrían servirlo con una mente clara y el corazón tranquilo.

Iosef era la excepción. Él era un hombre de mundo, un «triunfador fortuito» en el negocio y la política. Vendido a la esclavitud, fue pronto gerente principal de todos los asuntos de su amo. Tirado en la cárcel, fue pronto un miembro de alta clasificación jerárquica de la administración de la prisión. Llegó a convertirse en el Virrey de Egipto, era el segundo después del Faraón, en la nación más poderosa de la tierra.

Aún así, nada de esto lo conmovió. Esclavo, prisionero, gobernante de millones, director de un imperio, dio lo mismo: el mismo Iosef que había estudiado Torá a los pies de su padre, cruzó los palacios y vestíbulos del gobierno de Egipto. Su esencia espiritual y moral derivaba desde adentro y no lo afectaba en absoluto en la sociedad, ambiente, u ocupación que exigía su participación veinticuatro horas por día.

El conflicto entre Iosef y sus hermanos, era el conflicto entre una tradición espiritual y una nueva mundanalidad; entre una comunidad de pastores y un empresario. Los hermanos no podían aceptar que una persona pueda llevar una existencia mundana sin tornarse mundano; que una persona puede seguir unida a Di-s, mientras se encuentra sumergido en los asuntos de la más depravada sociedad de la tierra.

En este conflicto, Iosef tenía que salir vencedor. El aislamiento espiritual que caracterizó las primeras tres generaciones de la historia judía estaba destinado a concluir; Iaakov y su familia se mudaron a Egipto donde el «horno de fundición» del exilio forjaría a sus descendientes en la nación de Israel. Cuando Iosef había previsto en sus sueños, que sus hermanos y su padre se inclinaban ante él,. Iaakov había entendido la importancia de estos sueños desde el principio, y esperaba su cumplimiento. Los hermanos de Iosef encontraron más difícil de aceptar que la era del pastor estaba llegando al cierre, lucharon durante veintidós amargos años, hasta que ellos, también, aceptaron que el desafío histórico de Israel era el desafío de vivir una vida espiritual en un ambiente material.

LOS PADRES FUNDADORES

No obstante, fue Iehudá, y no Iosef  el escogido por Iaakov para establecer la Ieshivá que iba a servir como fuente de conocimiento de la Torá para los Israelitas en Egipto.

Las primeras tres generaciones de vida judía no eran un «falso comienzo»: ellos eran la fundación de todos los que los seguirían. Era esta la fundación de la cual Iosef obtuvo la fuerza para perseverar su fe y rectitud en un ambiente extranjero; era esta fundación en la cual el edificio entero de la historia judía sería construido.

El judío vive en un mundo material, pero sus raíces se plantan en la tierra de pura espiritualidad. En su vida diaria debe ser un Iosef, pero su educación debe proporcionarse por un Iehudá.

Basado en las enseñanzas del Rebe de Lubavitch Cortesía de MeaningfulLife.com

Vayeshev «Y residió»

En esta parashá se narra la historia de Iosef, hijo de Iaacov y personaje de gran importancia, ya que representa el puente entre dos estadios de la historia judía: el paso de una familia de pastores a una nación, a un pueblo forjado en Egipto.

Iosef fue el hijo favorito de Iaacov, porque era hijo de Rajel, su principal esposa, por la cual accedió a trabajar con Laván. Aun cuando todos los hijos de Iaacov eran Tzadikim (justos), fue en Iosef que Iaacov vio a su continuador y, por lo tanto, le reveló secretos de la Torá y le transmitió todas las leyes que había estudiado en la Ieshivá de Shem y Eber. 

Además del parecido físico entre Iaacov y Iosef, existen semejanzas en la historia de sus vidas, entre las cuales se pueden mencionar las siguientes:  ambos nacieron circuncidados, sus madres habían tenido dificultad en concebir, ambos fueron odiados por sus hermanos, quienes incluso trataron de matarlos, ambos se casaron y tuvieron hijos fuera de Israel; ambos fueron acompañados por ángeles y bendecidos a través de un sueño (Iaacov, en el sueño de la escalera, y Iosef, que obtuvo su grandeza a través de la interpretación de un sueño del Faraón, sobre las vacas gordas y las vacas flacas); ambos vivieron y murieron en Egipto y pidieron que sus restos fueran llevados a Israel.

Los hermanos de Iosef estaban enojados con él, no solo porque era el favorito de su padre, sino también por los dos sueños que había tenido Iosef, y que les había relatado. En el primero, todos estaban juntos en el campo atando fardos de cereal y, de repente, el fardo de cereal de Iosef se levantaba y los fardos de los demás se inclinaban ante él (lo cual señalaba que los gobernaría, tal como sucedió muchos años después cuando se inclinaron ante él en Egipto, donde fueron a comprar cereal).

En el segundo sueño, Iosef estaba rodeado por el sol, la luna y once estrellas, y todos se inclinaban ante él. Iaacov, su padre, comprendió que aquella era una profecía, que se cumplió posteriormente. 

Rubén fue el hermano de Iosef que convenció al resto de sus hermanos de que no lo mataran. Iosef fue vendido varias veces: primero, sus hermanos lo vendieron a una caravana de ismaelitas por veinte monedas de plata; luego, éstos lo vendieron a los midianitas y, por último, fue vendido en Egipto a Potifar, un oficial del Faraón. Nuestros Sabios explican que, tal como Iosef tuvo que sufrir y ser vendido antes de convertirse en poderoso en Egipto, así también el Pueblo Judío sobrevivirá sus exilios y finalmente será libre.

Los hermanos hicieron creer a su padre Iaacov que Iosef había sido devorado por un animal feroz. Iaacov lamentó la muerte de Iosef por 22 años. 

Itzjak, padre de Iaacov, sabía que Iosef estaba vivo, pero no se lo reveló. 

Iosef fue el primer judío en resistir a la asimilación, al no sucumbir a la seducción de la esposa de Potifar, aún cuando para aquel momento era un joven que solo contaba 17 años. De esta manera, Iosef es un ejemplo del judío que, a pesar de vivir en un mundo secular rodeado de tentaciones y corrupción, conserva un alto nivel de moralidad, no olvida a Di-s, cumple los preceptos y no reniega de ser judío.

Iosef pasó doce años preso por la falsa acusación de la esposa de Potifar. Una vez que interpretó correctamente los sueños del Faraón, éste lo nombró virrey a la edad de 30 años, otorgándole grandes riquezas y mucho poder. 

La Liberación del Alter Rebe

“El día martes, 19 de Kislev salió a la luz el veredicto del caso, siendo declarado libre de culpa y cargo, ordenándose su inmediata liberación”

En una de sus sijot, el Rebe Anterior, Rabi Iosef Itzjak Schneersohn contó:…

Cuando trajeron a Rabi Shneur Zalman de Liadí, el Alter Rebe, a S. Petersburgo, lo encerraron en habitaciones especiales y ultra secretas del Fuerte de la ciudad.

Allí permaneció por más de siete semanas (53 días). Las primeras 3 semanas estuvo recluido en celdas reservadas a los terroristas y rebeldes, ya que una de las falsas acusaciones en su contra consistía en que enviaba dinero al Sultán de Turquía. Luego lo enviaron a un lugar más cómodo en la misma fortaleza. Todo el período de su estadía allí se investigaron y revisaron a fondo todas las denuncias realizadas en su contra. Sin embargo todos los interrogatorios se realizaron en las oficinas de la policía secreta, trasladándolo en un bote que lo cruzaba de un edificio a otro.

Los mismos ministros del Eestado interrogaban a Rabi Shneur Zalman de Liadi, quien respondió a todas las preguntas. Todo el material fue enviado al Senado, reconociendo todos, la inteligencia superior del Rebe en sus respuestas.

El día martes, 19 de Kislev, salió a la luz el veredicto del caso, siendo declarado libre de culpa y cargo, ordenandose su inmediata liberación.

Escribió sobre esto Rabí Shneiur Zalman de Liadi: “ …Se debe avisar que en este día de Iud Tet (19) de Kislev, tercer día de la semana que ha sido doblemente bendito, día del aniversario del fallecimiento del Maguid de Mezritch, Rabi Dovber, mientras recitaba en el libro de Salmos, el versículo “ Él redime con paz mi alma’”, y antes de comenzar el próximo versículo fui liberado…”

EL TANIA

El Tania,  impreso por primera vez en 1796, en hebreo, es la obra maestra de Rabi Shneur Zalman de Liadi y es considerada la Torá escrita del jasidismo por ser el núcleo del pensamiento filosófico y práctico. Es un trabajo que nació del fiable suelo de las situaciones de la vida real, y precisamente en ello yace su descomunal y eterno poder. Aunque expresa sus ideas bajo formato del análisis erudito, presentando un sistema metafísico y místico, con una altísima cuota de Kabalá, el Tania es en verdad, el registro de 20 años de experiencia personal en el asesoramiento y consejo que el Alter Rebe brindara a sus jasidim (discípulos). La voz del Rebe (autor del Tania) es la voz del mentor: profunda y santa, y a la vez humana y paternal; demandante y a la vez tranquilizadora.

Tenemos delante nuestro a un Rebe que conduce, guía e inspira. 

¿Es el exilio negativo o positivo?

“Y su padre guardó la cosa”(Bereshit 37,11)

Cuando Iosef relató a su padre y a sus hermanos los sueños que soñó, obtuvo respuestas diferentes: los hermanos reaccionaron con celos, mientras que Iaakov se puso a la espera. Así  reza el texto bíblico: “y tuvieron celos de él sus hermanos y su  padre guardó la cosa”.

Las palabras “guardó la cosa” son explicadas por Rashi así: “aguardaba y esperaba –mamtín umetzapé- cuándo llegará”. Trae esto dos ejemplos de la Torá donde el término guardar-(Shamar) significa aguardar: a) “Aguarda a la fidelidad”; b) “no aguardas a mi pecado”.

Cuando Rashi no se conforma con un ejemplo, y trae dos, se debe a que cada uno de los dos ejemplos expresa otro enfoque. Rashi nos quiere decir aquí que en el “guardar”de Iaakov a las palabras de Iosef hay dos aspectos. Y esto se ve también de que utiliza  dos términos en su comentario sobre “guardó”-shamar: “aguardaba y esperaba”. A simple vista parecería que dicen lo mismo, pero en realidad cada término expresa un enfoque diferente.

DOS SENTIDOS

Hay una diferencia entre metzapé y mamtín: metzapé en hebreo se aplica sólo frente  algo bueno y positivo, que la persona espera que llegue y lo desea.

No hay lugar a utilizar el lenguaje de tzipiá sobre algo negativo. Mientras que mamtín puede aplicarse también a algo negativo. Por ejemplo, aguardar un castigo; la persona  sabe que se ha decidido aplicarle una pena y aguarda su concreción.

Estos dos sentidos son aludidos con los dos ejemplos traídos por Rashi: “aguardar a la fidelidad” refleja un esperar positivo. Este versículo se refiere al pueblo judío que espera la concreción fiel de la promesa Divina de redención. A diferencia de ello, “no guarda a mí pecado” fue dicho por Job que se quejaba a Hashem porque no aguarda en el castigarlo.

BONDAD INTERIOR

Estos dos sentidos estaban incluidos en el “guardó” de Iaakov a las palabras de Iosef. Iaakov el Patriarca sabía que el sueño de Iosef alude al destierro a Egipto sobre el cual ya le anunció Di-s a Abraham: “extranjero ha de ser tu simiente en una tierra ajena”. Por ello su reacción se expresó en los dos sentidos de (a)guardó-shamar- esperar y aguardar: Abiertamente, el descenso a Egipto era un suceso negativo- el primer exilio, la raíz de todos los exilios posteriores. Con ello corresponde el término aguardar-mamtín. Pero por el otro lado, Iaakov también sabía, que en el fuero interno del exilio a Egipto estaba escondida la extraordinaria elevación de la liberación de Egipto y la Entrega de la Torá que tuvieron lugar como consecuencia. Por ello Iaakov también  la esperó -metzapé- anhelada y ansiosamente.

LA LUZ DE LA REDENCIÓN

En la práctica, esta combinación de ambos aspectos existe en cada exilio, incluyéndolo- el último exilio en el cual nos encontramos. Abiertamente, el exilio es un castigo por nuestros pecados, como recitamos nuestras plegarias: a causa de nuestros pecados hemos sido desterrados de nuestra tierra”, pero dentro del mismo se oculta una intención interior elevada- hacer florecer justamente por medio del exilio y la luz de la redención.

Tal como específicamente a través del exilio a Egipto el pueblo de Israel se hizo merecedor de salir con “un gran botín” y alcanzar la elevación de la Entrega de la Torá, de manera tal que justamente a través de este largo y extenso Galut hemos de llegar de inmediato, realmente, a la luz de la verdadera y completa redención a manos del Mashíaj.

(Likutei Sijot Tomo 5, pág. 180)

¿Qué es Jasidut?

Generalmente se le suele definir de un modo muy escueto como el movimiento fundado por Rabi Israel Baal Shem Tov (1698-1760) destinado a revitalizar la vivencia espiritual religiosa del judaísmo, lo que además produce la sensación de que es un movimiento que pertenece al pasado.

Sin embargo subsiste hasta el presente y tiene gran relevancia como un sistema de filosofía religiosa, una aproximación integral a la totalidad que es el hombre y su conexión con el cosmos.

Actualmente existen ramas florecientes entre las cuales se destaca Jabad Lubavitch fundado por  Rabi   Shneur Zalman, autor del Tania que dio una nueva luz al judaísmo, al revelar la parte interna, oculta de la Torá, para hacerla accesible a la inteligencia humana de las mayorías. El método de estudio se conoce con el nombre deja JaBaD, (acróstico de las tres facultades intelectuales de la persona jojmá -Sabiduría; Bina -Entendimiento y Daat- Conocimiento); que son el punto de partida del nacimiento de las emociones que constituyen el centro del principio de que la mente debe dominar al corazón, en una relación simbiótica en la cual la mente engendra la emoción , y ésta valida la mente. La contribución de jabad está en la consideración de que mente y corazón están integrados, no existen compartimientos -solo hay un persona y sus diferentes aspectos -cuerpo y alma-, mente y corazón, acciones, vida privada y pública, realización de mitzvot o preceptos y actividades ordinarias – todos forman parte del individuo, fortificándose uno al otro y sirviendo de base a la totalidad que es la persona.

En la actualidad se escriben cientos de libros y panfletos de auto – ayuda, pero generalmente estos son superficiales y usan los mismos clichés. Los cambios en la vida de las personas – los profundos y duraderos-solo pueden provenir de un estudio más profundo de la personalidad, conjuntamente con una guía práctica que permita traducir el conocimiento en acción. Las enseñanzas de jasidut, las de misticismo judío, ofrecen una aproximación única en la esfera del mejoramiento personal pues combinan el estudio y el ejemplo personal de los grandes Maestros Jasídicos, con pasos prácticos que toda persona puede aplicar y que es efectivo no solo para aquellos que pertenecen al movimiento jasídico, y no solo para los judíos sino para toda la humanidad.

En resumen se puede decir que jasidut Jabad, es el estudio de la dimensión esotérica y espiritual de la Torá, que cuando se acompaña con la ley y la tradición judía, crea una sinergia de cuerpo y alma, que ayuda a hacer de Di-s un ser tan real y relevante para nosotros como el aire que se respira y la comida que se ingiere.

La dimensión interior siempre fue parte de la tradición, pero en generaciones anteriores solo era estudiada por pequeños grupos de Sabios. Jasidut dio entrada a una nueva era, en la cual ese misticismo se hizo accesible a aquellos que lo querían estudiar y ser inspirados por él, con la intención de que la difusion de esas enseñazas hiciera a Di-os una realidad en la vida de las personas y trajera la redención al mundo entero.

Que es el Tania?

Es la obra maestra de Rabi Shneur Zalman de Liadi

Es un trabajo nacido de las situaciones de la vida real y es allí donde reside su descomunal y eterno poder. Aunque las ideas son expresadas bajo el formato de un análisis erudito, presentando un sistema metafísico y místico, el Tania es el registro de 20 años de experiencia personal en el asesoramiento y consejos brindados por el autor. La obra fue escrita para aquellos cuyas creencias no han sido perturbadas por la duda, pero que buscan la senda correcta hacia Di-os.

El autor llamó a su obra con tres nombres diferentes:

Likutei Amarim – “Colección de Discursos”, título bajo el cual fue publicada por primera vez en Slavita en 1796.

Tania, en virtud de la palabra inicial del libro, citando una fuente del Talmud, que le sirve de punto de partida para desarrollar todo su sistema.

Sefer shel Beinonim – “Libro de los intermedios”, llamado así en virtud del tipo de personalidad sobre el cual el libro centra su atención; «el intermedio» cuyo rango está al alcance de toda persona que se encuentra entre el tzadik (hombre justo y piadoso) y el rashá (hombre malvado).

Hasta el presente han aparecido más de 3000 ediciones en todo el mundo de esta obra que es considerada como la «Torá Escrita» de Jabad, en la que cada palabra y cada letra tienen pleno significado. De hecho el autor la dividió en 53 capítulos para corresponderse con el número de sidrot o parashot (secciones semanales) del Pentateuco. Ha sido traducida a innumerables idiomas entre los cuales se encuentra el español.

El Rebe Iosef Itzjak Schneerson instituyó la costumbre de que cada día fuera estudiada una parte del Tania, así como del Jumash -con el comentario de Rashi y de Tehilim, Salmos. Estos estudios diarios son los conocidos bajo el nombre genérico de Jitat; siglas de las palabras Jumash, Tania y Tehilim.

El miserable

Rabí Shneur Zalman de Liadi*, estaba recolectando fondos para rescatar judíos que estaban cautivos. Se dirigió en primer lugar a una ciudad que era famosa en particular, por un judío muy avaro que habitaba allí.

Rabinos y mendigos evitaban esa casa, ya que lo único que se les entregaba, no importara el tipo de urgencia, era una oxidada moneda de un centavo, que todos rechazaban.

Cuando el Rebe arribó a la ciudad, los ancianos lo recibieron cálidamente.

Pero cuando solicitó que dos prominentes lo acompañasen a la casa del millonario, halló una terrible resistencia. A duras penas consiguió su escolta. La tarde siguiente, se encontraban frente a la entrada de la mansión.

Rabí Shneur Zalman advirtió a sus acompañantes que no dijeran una palabra. Golpearon la puerta y luego de un instante se encontraban ubicados en el lujoso despacho del miserable.

Mientras sacaba la oxidada moneda de un monedero de terciopelo dijo: “¡Qué tragedia! Viudas y huérfanos cautivos. ¡Ah! ¡Qué sufrimiento el del pueblo judío! Tome Rab, he aquí mi humilde contribución”

Para su enorme sorpresa, el Rebe tomó la moneda con una enorme sonrisa y procedió a escribir el recibo de donación adjuntando todo tipo de bendiciones en él.

“Muchas gracias” le dijo, estrechó cálidamente su mano y se retiró. Sus compañeros le susurraron: “Debería habérsela tirado”. “¡Sh! ¡No digan nada!” dijo el Rebe. De pronto escucharon que la puerta se abría nuevamente y el miserable gritaba: “Rabinos, por favor, ¡vuelvan!”

Nuevamente estaban sentados en el cálido ambiente. Esta vez el rico preguntó: “¿Cuál es la cifra exacta que necesita?”. Rabí Shneur Zalman dijo: “Cinco mil rublos”. “Bueno, aquí tiene mil, si desea puede contarlos” y pronunciando estas palabras el millonario extendió un fajo de billetes.

El Rebe apretó fuertemente la mano del rico y escribió un recibo agregando bendiciones, tal cual lo hizo la primera vez. Al salir, los acompañantes estaban seguros de haber presenciado un milagro. Sin embargo, a los pocos minutos habían sido llamados por tercera vez por el donante que esta vez decía: “¡He decidido entregarle la suma completa!”

Más tarde, cuando estaban reunidos junto al Rebe, sus acompañantes preguntaron: “¿Cómo logró que el famoso miserable le done semejante suma?” 

Rabí Shneur Zalman respondió: “El hombre no es un miserable.

Ninguna alma judía lo es. Pero… ¿cómo podía sentir el deseo de ayudar con una donación, si nunca en su vida había experimentado el placer de dar, pues cada persona que recibía su moneda oxidada se la tiraba en la cara nuevamente…?”

*Rabí Shneur Zalman de Liadi, conocido como el Alter Rebe, nació en Liozna, Rusia Blanca, el 18 de Elul del 5505 (1745). Fundador del movimiento jasídico Jabad. Por veinte años trabajó en el Tania, en donde explicó la filosofía de Jabad y es considerado “la Biblia” del Jasidut.