El séptimo día de Pesaj

El séptimo día de Pesaj, Sheviishel Pesaj, no se considera una Festividad por sí misma, como es el caso de Sheminí Atzeret, el octavo día de Sucot. Por el contrarío, este día constituye la conclusión de la Festividad de Pesaj y por ende no recitamos la braja Shehejeianu en el Kidush ni en el encendido de las velas. El séptimo día de Pesaj marca el día en que muchos milagros fueron realizados para nuestros antepasados en el lam Suf.

La Torá (Éxodo 12:15) expresa: El séptimo día será declarado santo para vosotros; ningún trabajo se hará en él. En la mayoría de las veces que la Torá hace referencia al primer día de Pesaj, se hace mención del Éxodo de Egipto.

Sin embargo, al hablar sobre la observancia del séptimo día de Pesaj, no se hace ninguna referencia al milagro de la partición del mar que tuvo lugar en ese día. 

Además, cuando la Torá relata este milagro en parshat Beshalaj, ¡no se hace mención alguna del día en que ocurrió! Como ya hemos visto, las Festividades no fueron dadas al pueblo de Israel para marcar la caída de sus enemigos, sino más bien para conmemorar la salvación de la nación judía.

El Santo, bendito sea, no se alegra con la destrucción de los malvados, y nosotros, por ende, tampoco hemos de celebrar este hecho. Al pueblo de Israel se le ordenó observar el séptimo día de Pesaj como festivo aún antes de que éste supiera que los egipcios tenían por destino perecer ahogados en el mar en este día. Es por ello que la Torá hace caso omiso de la relación entre el séptimo día de la Festividad y la partición del mar. La esencia de la celebración de este día es la canción que Moshé y todo el pueblo junto entonaron por inspiración Divina; un cántico que tuvo el privilegio de ser incluido en la Torá, uno que Di-s y Sus huestes celestiales oyeron.

Aunque la Torá no consideró importante mencionar la fecha en que los egipcios fueron tragados por el mar, una tradición oral trasmitida por los Sabios sustenta esta afirmación y una vez que se permitió escribir la Torá Oral —conocimientos que son trasmitidos oralmente—, este hecho quedó también registrado para todas las generaciones sirviendo de fuente escrita para ello. 

Extraído de «Nosotros en el tiempo» editorial Kehot.

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