No podremos entrar a Eretz Caanán

En el desierto, el pueblo de Israel disfrutó una utopía espiritual. Apartados de un mundo pagano y material, estaban libres para servir a Di-s y procurar la sabiduría Divina revelada a ellos en Sinaí. ¿Por qué abandonar todo esto, argumentaron los espías, por una vida de agricultura, comercio y política? ¿Por qué ingresar a una tierra que consumiría la vida espiritual de sus habitantes, llenando sus días con esfuerzo material?

En la Sección Semanal de Shlaj (Números 13-15) leemos acerca del incidente de los espías que regresaron de su misión a la Tierra Prometida con argumentos que pretendían disuadir al pueblo judío de la idea de entrar a la tierra que Di-s les había asignado como herencia eterna.

“Es una tierra que consume a sus habitantes”, advirtieron; mejor haríamos quedándonos aquí, acampando en el desierto, en lugar de intentar domesticar un ambiente tan hostil.

Otro argumento contra el ingreso a la Tierra de Israel, repetido por aquellos seducidos por el consejo de los espías, fue que “nuestros pequeños serán para botín” por el enemigo. A lo que Di-s contestó:

“Y vuestros pequeños, de quienes dijisteis que ‘serán para botín’, a ellos llevaré Yo, y ellos conocerán la tierra que vosotros habéis despreciado”.

Fisifobia

La enseñanza jasídica explica la reluctancia de los espías a entrar a la tierra.

En el desierto, el pueblo de Israel disfrutó una utopía espiritual. Todas sus necesidades materiales les fueron provistas sin esfuerzo ni involucración de su parte: el maná cayó del cielo, el “manantial de Miriam” les dio agua; milagrosamente, sus ropas no se estropearon e incluso crecieron con sus cuerpos

Apartados de un mundo pagano y material, estaban libres para servir a Di-s y procurar la sabiduría Divina revelada a ellos en Sinaí.

¿Por qué abandonar todo esto, argumentaron los espías, por una vida de agricultura, comercio y política? ¿Por qué ingresar a una tierra que consumiría la vida espiritual de sus habitantes, llenando sus días con esfuerzo material, sus pensamientos con preocupación financiera, y su psiquis con las depravaciones del “mundo civilizado” con el que inevitablemente entrarían en contacto como estado nacional?

Derroche Santo

Es allí donde se esconde el significado más profundo de su lamento: “nuestros pequeños serán para botín”.

Al describir la generosidad de Iosef hacia su familia durante los años de hambruna en Egipto, la Torá nos cuenta que: “losef alimentó… a toda la familia de su padre, pan según sus pequeños”5

La naturaleza de un niño pequeño, explican nuestros Sabios, es que desparrama su alimento; apenas un pequeño porcentaje de lo que se sirve sobre su plato entra realmente en su boca.

Cuando se alimenta a un adulto hambriento, se sabe que cada miga de su dádiva sirve a un fin caritativo. Alimentar niños implica un grado mayor de generosidad: uno debe estar dispuesto a que la mayor parte de su regalo sea derrochado en aras del excepcional bocado que efectivamente se aplicará al destino pretendido.

Lo mismo es cierto de la caridad espiritual. Es mucho más gratificante ser maestro de una clase de eruditos que aprecian el valor de lo que se les está enseñando, que buscar al espiritualmente inmaduro – que menosprecia el mensaje que se desea compartir con él- con la esperanza de que siquiera una sola palabra logre hacer impacto en su corazón y produzca el más minúsculo efecto sobre este.

Es más gratificante recluirse en una habitación y abocarse al estudio y la plegaria con el conocimiento de que el potencial Divino de cada momento y caloría está siendo cristalizado, que tratar con el mundo material, un emprendimiento caracterizado por falsos comienzos, fines enclenques y resultados ambiguos.

“Nuestros pequeños serán para botín”, afirmaron los espías, si entramos a la tierra. Aquí, cada uno de nuestros momentos y recursos está aplicado a su uso más óptimo. Aquí, no hay privación ni superávit en nuestras vidas; ni deficiencia ni desperdicio. Allí, nos conduciremos con las dilapidadoras vidas de niños pequeños – arrojando nuestro grano a la tierra para que se descomponga, de modo que quizás una centésima parte de éste germine y produzca fruto, invirtiendo el grueso de nuestro tiempo y energía en el plano de lo material para obtener su magro y esporádico rendimiento espiritual

Pero es el pequeño niño que hay en nuestro interior lo que Di-s desea. Es por él que creó un mundo, no para una nación de eruditos ermitaños recluidos en un desierto sin rumbo.

Sí, dijo Di-s, Yo os he puesto en una utopía espiritual, pero sólo como preludio para el verdadero negocio de la vida.

Una única victoria moral entre el derroche y la ambigüedad de lo material. Me es más preciada que los logros incesantes, invisibles, sin esfuerzo, de vuestro paraíso alimentado por el maná.

Basado en Likutei Sijot, Vol. XIII, 195-196

Shavuot ¿místico o físico?

Shavuot 2025 (una festividad de dos días, que se celebra desde la puesta del sol del 1 de junio de 2025 hasta el anochecer del 3 de junio de 2025) coincide con la fecha en que Di-s entregó la Torá al pueblo judío en el Monte Sinaí hace más de 3000 años. Llega después de 49 días de ansiosa contabilización, mientras nos preparábamos para este día especial.

Se celebra encendiendo velas , trasnochando estudiando la Torá , escuchando la lectura de los Diez Mandamientos en la sinagoga , disfrutando de productos lácteos y mucho más.

La palabra Shavuot (o Shavuos ) significa “semanas”. Celebra la finalización del período de siete semanas del conteo del Ómer entre Pésaj y Shavuot.

La Torá fue entregada por Di-s al pueblo judío en el Monte Sinaí, en Shavuot, hace más de 3300 años. Cada año, en la festividad de Shavuot, renovamos nuestra aceptación del regalo divino, y Di-s nos regala la Torá.

¿Cómo se celebra Shavuot?


Las mujeres y las niñas encienden velas navideñas para dar la bienvenida a la festividad, tanto la primera como la segunda noche. 
Es costumbre trasnochar estudiando Torá la primera noche de Shavuot.
Todos los hombres, mujeres y niños deben acudir a la sinagoga para escuchar la lectura de los Diez Mandamientos el primer día de Shavuot.
Al igual que en otras festividades, se disfrutan comidas especiales y no se puede realizar ningún trabajo. 
Es costumbre consumir lácteos en Shavuot. Los menús varían desde los tradicionales blintzes de queso hasta quiches, guisos y más.
El segundo día de Shavuot, se recita el servicio conmemorativo de Izkor . 
Algunas comunidades leen el Libro de Rut durante los servicios matutinos, ya que el rey David —cuyo fallecimiento ocurrió ese día— era descendiente de Rut la moabita. 


Algunos tienen la costumbre de decorar sus casas (y sinagogas) con flores y plantas aromáticas antes de Shavuot.

¿Cuál es el significado de comer productos lácteos en Shavuot?


Una explicación es que la Torá se compara con la leche y la miel, y los productos lácteos simbolizan la dulzura y la riqueza de la Torá.

¿Por qué se lee el Libro de Rut en Shavuot?


La historia de Rut transcurre durante la cosecha de cebada, que coincide con Shavuot. Su camino hacia la conversión al judaísmo y su incorporación al pueblo judío se considera un ejemplo de devoción y lealtad a la Torá.

¿Cuándo se leen los 10 Mandamientos?


Los Diez Mandamientos se leen como parte de los servicios matutinos del primer día de Shavuot. 

En conexión con Shavuot y el recibimiento de la Torá, hay una gran sección de discusión en el Talmud (Shabat 88b), que relata lo siguiente: Cuando Moshé ascendió a los cielos (para recibir la Torá), los ángeles le dijeron a Di-s “Dueño del Universo,

¿Qué hace un “nacido de una mujer”-mortal- entre nosotros? Di-s respondió: “Recibe la Torá”. Los ángeles contrarrestaron: “Este tesoro escondido, ¡Se lo quieres dar a alguien de carne y hueso!” ¿Por qué merecen ellos más que nosotros? ¡Danos Tu Gloria a los cielos!”, rogaron. Di-s le dijo a Moshé que les respondiera a los ángeles. Dijo entonces Moshé: “Dueño del Universo, está Torá que nos quieres dar, ¿Qué es lo que hay escrito en ella? “Yo soy el Señor, tu Di-s que te sacó de Egipto”, ¿Alguna vez los ángeles fueron a Egipto? ¿Fueron ustedes esclavos del Faraón? ¿Han vivido entre las naciones que sirven ídolos? ¿Trabajan, hacen negocios, tienen padres, tienen una vil inclinación?” Inmediatamente Di-s aceptó la posición de Moshé. La discusión finalizó.

A primera vista parece una tontería. ¿Qué haría un ángel con la Torá, si está llena de mandamientos físicos que los ángeles no pueden cumplir? Pero desde una perspectiva de la Torá, hay algo de lógica en su pedido de querer recibir la Torá basado en una ley conocida como “baal metzra”.

Cuando una persona quiere vender su propiedad, el “Baal Metzra” (vecino contiguo), tiene los primeros derechos de adquirirla ya que es provechoso para él tener su campo junto al de su vecino.

Éste era el argumento de los ángeles: estudiarían la Torá como un texto espiritual, ya que la Torá es en su fuente un documento Celestial, así que por qué no ser ellos los que reciban la Torá.

Para refutar el argumento de los ángeles, varios comentaristas proveen respuestas: Baal metzra se refiere sólo a tierras, y la Torá no es una tierra. Se aplica sólo a algo que se vende, y la Torá es un regalo. El pueblo judío son los hijos de Di-s, y las leyes de baal metzra no se aplican a transacciones con los hijos de la persona. Moshé era casi como un ángel, así que él también era un baal metzra para la Torá.

Baal metzra no se aplica a un socio, y Moshé era como un socio con Di-s 

 

Sea como fuere, resulta ser que cada una de estas respuestas defensivas puede ser refutada, dándoles la razón a los ángeles. Pero eso es porque ninguna de ellas tomó en consideración la respuesta original, la respuesta que de hecho fue la dio Moshé a los ángeles, que el lugar de la Torá debe estar con un receptor físico, que vive con los desafíos del mundo material y que puede cumplir con las mitzvot físicas.

El Rebe de Lubavitch explica que el propósito de la Torá es crear una morada para Di-s en este plano, el mundo más bajo de todos los creados. Y así como la esencia de la persona está en su casa mucho más que en cualquier otro lado, así también Di-s quería que Su esencia baje a este mundo para convertirlo en Su “casa”.

Este deseo Divino sólo puede ponerse en práctica al cumplir con la Torá en este mundo. Cuando cumplimos con los preceptos de Di-s, y estudiamos Su Torá con nuestras mentes y cuerpos físicos, estamos trayendo literalmente la esencia de Di-s en este plano, algo que un ángel es incapaz de hacer.

Este hecho niega automáticamente la preeminencia del ángel también en una base legal. Cuando una persona tiene la opción de elegir vender su propiedad a uno de dos compradores, siendo uno de ellos un vecino que quiere plantar en el campo, y otro alguien que no es vecino y quiere construir una casa, la ley establece que hay que venderlo al constructor de la casa. La razón es que morar en una propiedad es superior a plantar, y la ley de Baal Metzra es inválida.

Esto es lo que Moshé le respondió a los ángeles. Siendo que los ángeles no tienen un cuerpo con el que puedan cumplir con los preceptos y hacer de este mundo físico una morada para Di-s, todo el argumento de “un vecino” se vuelve irrelevante.

También, es los planos espirituales más elevados, precisamos tener la Torá. Cuando este mundo bajo es iluminado por la esencia de Di-s, todos los mundos superiores se iluminan como resultado, así como cuando elevas una pila de cajas, las levantas desde la de abajo.

Es por eso que la Torá nos fue dada a los humanos en este mundo, para que podamos elevar toda la creación en todos los mundos.

Este año, cuando celebremos la Entrega de la Torá en Shavuot, recordemos que para poder cumplir con el propósito de hacer que nuestro mundo sea un hogar para Di-s, debemos actualizar a la Torá en este plano. Que seamos meritorios de recibir la Torá con alegría y de hacerla una realidad en nuestra esencia y en nuestras vidas.

Por Shaul Yosef Leiter

Parashá en síntesis: Tzav

Las ofrendas descritas en esta Parashá son aquellas que tenían que ofrecer especialmente los Cohanim o Sacerdotes, y por eso comienza la Parashá cuando Di.s le dice a Moshe “Ordena a Aharón y a sus hijos …”

Estas ofrendas o sacrificios eran para expiar el pecado del becerro de oro, ocurrido antes de la construcción del Mishkán o Santuario, y en el cual había participado Aharón.

El Cohen Gadol o Sumo Sacerdote tenía la obligación de ofrendar un sacrificio diario, de sus propios recursos, lo cual nos enseña que primero tiene que mejorarse uno mismo para después poder guiar a los demás. 

El cohen pedía perdón a Di-s por los pecados cometidos por el pueblo, pero del mismo modo tenía que pedir primero perdón a sus propios actos. 

El sacrificio del Sacerdote incentivaba al resto del pueblo a presentar sus ofrendas sin avergonzarse por sus pecados. 

La ofrenda del Cohen estaba compuesta por aceite y harina, igual que las ofrendas traídas por aquellos que tienen recursos escasos a fin de que estos no se avergonzaran.

La ofrenda de agradecimiento, Hashlamei Todá, era presentada por aquellas personas que se habían salvado de un peligro. En la actualidad se reemplaza por Birkat Hagomel, bendición que se hace durante la lectura de la Torá. Está escrito que en el futuro serán eliminadas todas las ofrendas, menos la de agradecimiento ya que el hombre dejará de pecar, pero deberá seguir agradeciendo por su buena fortuna.

Se prohíbe comer la grasa animal que no haya pasado por el proceso de Nikur (limpieza de las grasas prohibidas).

En el judaísmo no se permite el consumo de sangre animal, ya que se considera que ésta es la esencia de la vida. La importancia del desarrollo de las cualidades de la sensibilidad, bondad y compasión, innatas en cada judío hacen que exista la prohibición.

Lo físico actúa sobre la esencia espiritual de la persona, influyendo en su desarrollo. La interrelación entre cuerpo y alma se hace perceptible en las llamadas enfermedades psicosomáticas, ya que el estado de ánimo influye sobre el organismo, causándole una enfermedad física y a la inversa, cuando el malestar físico provoca cambios en el estado de ánimo. 

El alimento se convierte en carne y sangre de la persona que lo ingiere. El pueblo judío fue privilegiado, porque Di-s le reveló que en los alimentos prohibidos existe una fuerza negativa que se ejerce sobre el alma espiritual y por eso le ordenó evitar su ingestión.

Pesaj es la primera de las fiestas de peregrinaje; las otras dos, Shavuot y Sucot, son consecuencia y continuación de esta. 

La primera vez que se hizo el sacrificio de Pesaj (Korbán Pésaj) fue cuando Di-s ordenó al Pueblo Judío tomar un carnero – que era una deidad en Egipto – , tenerlo en sus casas desde el 10 al 14 de Nisán y sacrificarlo luego. La idea era que manifestaran públicamente su fe en un Di-s único, negando la idolatría públicamente. 

Más tarde, al existir el Beit Hamikdash, de todas partes del país y del mundo llegaban los judíos para ofrendar el sacrificio pascual que solo puede hacerse en el templo, en el lugar más santo de la tierra, Jerusalem. 

En el seder de pesaj se rememora esa ofrenda con el zroá, cuello o ala de pollo asado directamente al fuego, que se coloca en la Keará (Plato de Pesaj), siendo el único de los elementos que no se come.

La cocina y el horno para Pésaj

Kasherizar la cocina

Para Kasherizar la cocina, la forma más práctica y fácil es la de encender el horno junto con las hornallas, cubrirlas con una chapa (como la de Shabat) y dejarlas encendidas por el lapso de una hora. Kasherizamos la mesada y las piletas de la cocina:

Con las piletas debemos antes echar algún producto que limpie las cañerías. Luego tomamos una pava que ya este Kasher de Pésaj, la llenamos con agua y una vez que hirvió arrojamos el agua sobre las piletas y pasamos inmediatamente una plancha que esté ya caliente (debemos tener presente desenchufar la plancha en el momento que la usamos). 

Este procedimiento se hace de a partes ya que cuando la plancha se enfría debemos calentarla nuevamente y continuar con las áreas que faltan.

También se pueden llenar las piletas de agua recién hervida y arrojar un ladrillo o similar que ya haya estado sobre el fuego, para que lleve al agua a punto de ebullición. Este mismo procedimiento (de pasar la plancha luego del agua hirviendo) se puede emplear también para Kasherizar la mesada.

 

Heladera para Pesaj: Descongelarla y luego limpiarla a fondo. Los placares y estantes donde estuvo almacenado Jametz durante el año deben ser limpiados con detenimiento.

Kitniot: Los sabios judíos de la Edad Media establecieron la prohibición de comer legumbres (kitniot) en Pésaj, porque como su textura es similar a la del jametz —incluso se puede hacer pan con su harina— la gente podría asumir, por ejemplo, que si en Pésaj se puede comer pan de maíz, también se puede comer pan de trigo o de centeno.La prohibición aplica sólo al consumo de kitiniot; pero no existe obligación de destruir o vender productos de kitniot antes de Pésaj. 

Esta prohibición incluye el arroz, los frijoles y el maíz. La norma fue aceptada por unanimidad entre los judíos askenazíes; sin embargo, muchos judíos sefaradíes continúan comiendo kitniot en Pésaj. 

Está escrito en la Torá (Shemot 12:20) “Todo leudado (en Pesaj) no comerás” 

Con esta orden la Torá nos prohíbe el consumo de Jametz proveniente de las cinco clases de cereales; trigo, cebada, centeno, avena y espelta. Cualquier otra semilla no puede convertirse en Jametz. No obstante, los Sabios de las comunidades Ashkenazim (aprox. siglo XIV), prohibieron el consumo de arroz y legumbres en Pesaj.

En lo que respecta a la venta del Jametz, no hacen falta incluirlos y pueden ser tenidos en el hogar. El motivo de esta prohibición radica en el hecho de que con sus derivados se producen alimentos similares a los de los cereales y al ser tan parecidos, la gente podría confundirlos. A modo de ejemplo, existen panes a base de harina de arroz o maíz y similares.

El mes de Nisan

Nisán (o Nisán ), el primer mes del calendario judío (según la Torá ), coincide con marzo-abril del calendario civil. La Torá lo llama jodesh ha-aviv , el mes de la primavera, ya que marca el inicio de los meses de primavera.

El primer día de Nisán del año 2448 desde la creación (1313 a. C.), dos semanas antes del ÉxodoDi-s le mostró a Moisés la luna nueva creciente, instruyéndole sobre la configuración del calendario judío y la mitzvá de santificar el nuevo mes. «Este mes será para vosotros cabeza de los meses, el primero de los meses del año» ( Éxodo 12:2) . 

Esto marcó el comienzo del primer mes judío y el inicio del calendario lunar que los judíos han seguido desde entonces. Fue la primera mitzvá («mandamiento») dada a la recién nacida nación de Israel, incluso antes del éxodo de Egipto.

En este mes celebramos la festividad de Pésaj , de ocho días de duración, del 15 al 22 de Nisán. 

Conmemora la milagrosa redención del pueblo judío de la esclavitud en Egipto y el nacimiento de la nación judía.

Celebramos el aniversario del Éxodo cada año eliminando toda levadura de nuestras posesiones durante esta semana, comiendo matzá y contando la historia de la redención a nuestros hijos. Al seguir los rituales de Pésaj, podemos revivir y experimentar la verdadera libertad espiritual que alcanzaron nuestros antepasados.

Contando Sefirá
Pasaron siete semanas (49 días) desde que el pueblo judío salió de Egipto hasta que recibió la Torá de Di-s al pie del Monte Sinaí, que hoy se celebra como la festividad de Shavuot . Se explica que los 49 días que conectan Pésaj con Shavuot corresponden a los 49 impulsos y rasgos del corazón humano. Cada día se vio el refinamiento de una de estas sefirot (rasgos), acercando al pueblo de Israel un paso más a la perfección espiritual. Cada año, recorrimos este viaje interior con nuestro ” conteo del Ómer “. A partir de la segunda noche de Pésaj, contamos los días y las semanas hasta la festividad de Shavuot, el “Festival de las Semanas”.

Si se ve un árbol frutal en ciernes durante el mes de Nisán, se debe decir una bendición especial: 
«Bendito seas… Quien no ha hecho que falte nada en su mundo, y ha creado en él criaturas y árboles hermosos para complacer a la humanidad». 
Muchas personas visitan jardines botánicos durante esta época para aprovechar la oportunidad de observar esta hermosa mitzvá .

Vaikra – Todo a causa de una Alef

“Y llamó a Moshé” (VAikRá 1:1)

 

Hashem se reveló tanto a judíos como a gentiles. También entre las naciones del mundo surgieron profetas en los que se posó el espíritu de Di-s. Sin embargo, la diferencia abismal entre los profetas de Israel a los profetas del mundo, la vemos de inmediato en la apertura del libro de Vaikrá.

Moshé Rabeinu, el más grande de los profetas de Israel, se hizo merecedor de una profecía descripta por las palabras  “Y llamó- Vaikrá- a Moshé”. En contraposición, Bilam- el más grande de los profetas gentiles- profetizó cuando Di-s se le reveló de una manera diferente: 

“y Di-s estuvo de paso- vaikar- con Bilam”

Rashi explica la diferencia:  “A todos los mandatos les precedió un llamado, una expresión de amor, un lenguaje con el   que   se   manejan   los   ángeles”, como está escrito: y llamó este al otro. Pero a los profetas de las naciones se les reveló con un lenguaje circunstancial y de impureza, como está escrito: y Di-s estuvo de paso con  ‘Bilam’.

 

EL SÍMBOLO DE LA UNIÓN

Estos dos términos  ‘vaikrá’ y  ‘vaikar’ son muy similares, y la única diferencia en su escritura es que vaikrá’ posee una letra  ‘alef’ adicional. Esta sola letra genera el cambio abismal- de una terminología que implica circunstancialidad e impureza a una de amor, dedicación y santidad.

La letra  ‘Alef’ alude al  “Alufó shel Olam”,   el   gobernante   del   Universo-Hashem. También su valor numérico es eluno, y con ello representa la unidad absoluto de la Divinidad. Resulta entonces que el término  ‘vaikrá’  refleja el vínculo entre el judío y Di-s en un nivel de unión total, donde no hay- Di-s libre- dos entidades independientes. En contraposición a ello, ‘vaikar’ que carece de la ‘alef’, representa un vínculo casual, que no surge de una verdadera unión, un vínculo que implica impureza (vaikar’ se relaciona con el texto aplicado a Amalek, sobre el que está   escrito: 

“quien te  ‘korjá’, en   el camino”).

 

EXPRESIONES DE AMOR

Este llamado de Hashem, en una expresión de amor, está dirigido no sólo a Moshé Rabeinu, sino a todo judío, puesto que en cada iehudí reside una chispa de Moshé Rabeinu.

 El Altísimo se revela a todo judío, en cada generación, y específicamente en un espíritu de amor y cariño.

Más aún: Rashi no se da por satisfecho con marcar el hecho de que la palabra ‘vaikrá’  es un lenguaje que expresa amor, sino que además agrega: “un   lenguaje con el que se manejan los ángeles”. Hay veces que las muestras de amor pueden generar celos y competencia. Pero entre los ángeles no existen celos ni competencia, y con esto se quiere dar el mensaje que las expresiones de amor de Di-s hacia cada judío son sólo causales de bondad, y promueven la unión y la fraternidad, y no-Di-s libre- celos y competencia.

 

EN LOS CAMINOS DE HASHEM

Este extraordinario amor del Altísimo a cada judío debe despertar en cada uno de los miembros del pueblo de Israel un fortalecimiento del amor a otro judío y de la unidad judía. Puesto que si el propio Altísimo ama a cada judío y le revela ese cariño, por seguro que nosotros debemos seguir Su camino y amar a cada iehudí con un sincero y verdadero amor, lo que refleja una verdadera unión.

Y de esta manera, en un espíritu de unidad total, marcha todo el pueblo judío hacia la verdadera y completa redención, cuando   veremos   con   nuestros   propios ojos la materialización de la profecía: 

“Y Hashem será Rey sobre toda la Tierra, en aquel día Hashem será Uno y Su nombre Uno”



La reina que perdió todo

Estaba de pie junto a la ventana del palacio, mirando hacia la ciudad iluminada. Los sonidos de la celebración y la diversión desde el barrio judío, se oían a lo lejos.

Tenían razón para celebrar; Para ellos acababa de comenzar una vida de libertad. Para ella acababa de terminar.

Por cada lágrima que limpió, otras dos aparecieron. Su corazón se partió al medio. Una mitad se regocijó con el des-tino de su gente, la otra mitad se lamentó por la suya.

Ella dejó de luchar contra sus lágrimas al recordar el principio del fin. La vida había sido perfecta. Estaba felizmente casada con Mordejai, uno de los mejores hombres de la tierra, y alimentó sueños inocentes de tener una familia. Sueños de los que fue despertada bruscamente. Era un día que nunca olvidaría. Habían venido por ella, los guardias del rey. De alguna manera se habían enterado. La gente habla.

Entonces se convirtió en reina, y triste. Su cara sonreía pero su corazón lloraba. Ella encantó a todos, pero no pudo ser encantada. Estaba lejos de casa, y solo ella sabía cuán lejos. Pero todo esto fue por una buena razón, había dicho Mordejai. Cuál era esa buena razón, ella no lo sabía, ni cuándo lo haría.

Su sacrificio fue enorme. El palacio se había convertido en su prisión. Sus habitantes valoraban todo lo que ella no hacía. Lo que les complacía le causaba in-comodidad. Además, mantener su fe era desafiante, mucho más que su práctica.

Su único rayo de sol brillaba por la noche, cuando en ocasiones lograba esca-par del lujoso complejo del rey a la mo-rada de Mordejai, para estar con él. El tiempo que pasaba con Mordejai era el aire fresco que le permitía regresar al agua y esperar hasta el día en que Haman tuvo algo que decir. Se decretó que los judíos estarían fuera de su camino.

De repente, la razón para que ella se convirtiera en reina, la que Mordejai no había revelado, se volvió rotundamente clara. Era como llevar gafas por primera vez.

“¿Y quién sabe si no es por el este momento que alcanzaste esta posición real?”.

Había orden en el caos. La luz al principio del túnel estaba encendida. Daría todo para que su gente sobre-viviera. Su vida ahora tenía un propósito diferente al suyo. Di-s había puesto sus esperanzas en ella, y ella lo enorgullecería.

“..Iré al rey, aunque sea impropio, y si pe-rezco,   perezco”.   Sí. Todo.

“Aunque  es  impropio” tiene un doble significado de acuerdo con los Sabios.

Además de ser ilegal y castigable con la muerte, ir a Ajashverosh, por su propia voluntad, disolvería su matrimo-nio con Mordejai para siempre.

Como si alguno de los dos fuera un mal menor. Ambos caminos llevaron a un callejón sin salida. Su sueño de sol brillante al final de su túnel se volvió nublado. Fue enton-ces cuando comenzó el final de su historia.

Su nombre era Ester. La reina Ester Esta historia explica por qué el Rollo de Purim se llama Ester, por su heroína, quien arriesgó y sacrificó todo por su pueblo. También explica por qué Ester solicitó que su pergamino se convirtiera en parte de las Escrituras.

No para conmemorarse, sino para inmortalizar su mensaje.

Brownies de Pesaj

Ingredientes:

  • 3 huevos
  • 1 y medio vaso de azúcar
  • 3/4 vaso de aceite (apto pesaj)
  • 1/2 cucharita sal
  • 3/4 vaso de fécula de mandioca
  • 1 vaso de cacao amargo
  • 1vaso de chips de chocolate o chocolate triturado

Procedimiento:

Batir los huevos con el azúcar hasta que quede cremoso, bajar la velocidad de la batidora y agregar el aceite.

En un bowl aparte mezclar los ingredientes secos y agregar a la mezcla anterior y batir hasta que este todos bien integrado sin ningún grumo.

Verter en una placa con papel manteca, llevar al horno a 180 grados 40 minutos aproximadamente o hasta pinchar en el medio con un escarbadiente y que salga seco.

Dejar enfriar y cortar.

Extraído de IG @cocinajudiaconriki

Nos estas ayudando a cumplir nuestra misión

En honor al 25 de Adar II, cumpleaños de la Rebetzin Jaia Mushka Schneerson.

Es una cuestión de vida o muerte”, suplicó la madre. Era una mañana de invierno de 1966, alrededor de las 3:30 a. m. El Rebe ya había salido de su oficina para ir a casa, una noche algo temprana; no hubo Iejidut (audiencias privadas) esa noche. En ese momento, una mujer llamó frenéticamente a la secretaría del Rebe diciendo que su pequeño bebé acababa de caerse y estaba gravemente herido. Los médicos discutían sobre qué procedimientos realizar y ella necesitaba desesperadamente la bendición y el consejo del Rebe.

El secretario del Rebe explicó en tono de disculpa que tendría que esperar hasta la mañana y que consultaría con el Rebe a primera hora. “Es una cuestión de vida o muerte”, suplicó la madre. “¡Necesito una respuesta ahora!” El secretario decidió llamar a la casa del Rebe. Si alguien respondía, se disculparía por llamar tan tarde. Marcó con inquietud; respondió la Rebetzin. ¿Ver redt? (“¿Quién habla?”) El secretario dio su nombre e inmediatamente dijo: “Lamento haber llamado tan tarde”, y procedió a disculparse. “Es descarado llamar tan tarde, pero hay una dama aquí que lo necesita desesperadamente. Ella dice que es una cuestión de vida o muerte…” “¿Por qué estás pidiendo perdón?” exclamó la Rebetzin. “Mi esposo y yo fuimos enviados a este mundo para servir a las personas necesitadas las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana. Al llamarnos, nos estás ayudando a cumplir nuestra misión”

A pesar de lo conmovedor que fue el mensaje de sacrificio de la Rebetzin, lo que más me sorprende es la entrega sin pretensiones con la que fue transmitido. Porque no solo dedicó su vida a los demás, sino que dijo “gracias” por la oportunidad. En su mente y corazón, no era ella quien estaba haciendo un favor; ¡fueron otros quienes la ayudaron a cumplir su misión!

Hay muchas personas que se sacrifican por los demás, pero ¿cuántas de ellas no se sienten justificadas por ello? Las palabras de la Rebetzin no solo fueron de‐sinteresadas, reflejaban una total abnegación del yo. Cuando se trataba de ella misma, no se atribuía el mérito de vivir una vida altruista.

Lea Kahan, pariente de la Rebetzin, una vez la visitó en su casa. En la mesa del comedor había una variedad de artículos hechos a mano. La Rebetzin se volvió hacia la Sra. Kahan y con una voz llena de orgullo dijo: “Mira lo que me enviaron los shlujim y shlujot [los emisarios del Rebe en todo el mundo]”.

Continuó hablando de lo ocupadas y extenuantes que son sus vidas, “sin embargo, a pesar de sus apretadas agendas, ¡tienen tiempo para pensar en mí! “¿Y por qué yo? ¿Quién soy?”

En este punto, la Sra. Kahan, que ya no podía aceptar la modestia de la Rebetzin, intervino y dijo: “Rebetzin, ¿no sabes lo que significas para los shlujim?”.

La Rebetzin, con una pizca de sonrisa pero un poco disgustada, respondió: “Lea, estás siendo demasiado dura”. Como si dijera: “No estás considerando lo suficiente sus dificultades y sacrificios, y lo que significa para ellos tomarse un tiempo libre para pensar en mí”. Aquí se nos presenta el otro lado de la imagen. Cuando se trataba de ella misma, no se atribuía el mérito de vivir una vida altruista; de hecho, agradeció a los demás por “ayudarla” a vivir su vida por ellos.

Pero cuando se trataba de los demás y los sacrificios que hacían, su voz se hinchaba de orgullo al señalar sus méritos.

Mishpatim, “sobre juicios y leyes”

Mishpatim comienza con leyes que regulan apreciar la importancia vital de las relaciones humanas individuales y sociales. Sin embargo, esta sección sigue a la de Itró, donde se enfatizan las obligaciones del hombre hacia Di-s. El último capítulo de Itró que es el que precede y está unido a Mishpatim, trata las leyes del Altar.

Nuestros Sabios se preguntan con respecto a esta secuencia: ¿Qué relación tiene la sección de Mishpatim con las leyes del Altar?

La respuesta es: para enseñarnos que el Sanhedrín (la Corte de Jueces), debe estar cerca del Altar, símbolo de la obligación del hombre hacia Di-s. Esto señala que en el área de las relaciones humanas, tanto a nivel individual como intergrupal, es inútil apoyarse enteramente en sentimientos “intuitivos” de igualdad y justicia, tal como muchas experiencias amargas lo han demostrado.

Entonces, ¿qué sistema de moralidad puede sobrevivir en la coexistencia cotidiana de grupos e individuos? Sólo un sistema de ética y justicia cuyas leyes deriven su autoridad de una fuente Superior, del Creador del universo y del hombre. Ya que sólo el Creador conoce plenamente la naturaleza humana, con todas sus debilidades, tan sólo el Creador puede prescribir leyes verdaderas, éticas y moralmente perdurables, tanto para el individuo como para la sociedad en general.

Sólo las leyes que sustenten su veracidad y autoridad en el Ser Supremo, son válidas para todos, eternamente, sin variar con el tiempo y con el lugar.

A la luz de lo anterior se puede apreciar la importancia vital de la educación judía genera y de la Yeshiva y de la escuela judía en particular.

Lejanos son los días en que se creía que la educación en la Ieshivá era necesaria tan solo para la preparación de Rabinos o Shojatim (matarifes), pero no para las personas comunes.

Hoy, en nuestra sociedad, es muy claro que la enseñanza de la Torá en una Ieshivá, donde hay una atmósfera de reverencia y amor a Di-s, es indispensable para que cada niño y niña judíos, se desarrollen como buenos judíos cumpliendo sus obligaciones hacia Di-s y entonces comprenderemos”!

Una Orden General Desde que los judíos dejaron Egipto, fueron llamados “El ejército de Di-s”. Una persona que cumple el servicio militar, comprende inmediatamente que al recibir una orden de un oficial superior, no puede demorar su ejecución hasta el momento en que pueda analizarla y ver si está de acuerdo, es- pecialmente si la orden viene de un alto mandatario, ya que tal demora puede poner en peligro a todo el ejército. En verdad, una orden de Divina no debe estar en un nivel inferior. Ningún judío puede demorar el cumplimiento de una orden de Di-s hasta que tenga tiempo de estudiarla y aprobarla. Es por esa razón que la Torá fue recibida con la declaración unánime de todo nuestro pueblo: ¡“Naasé ve nishmá!, ¡cumpliremos y escucharemos!.