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es apático a lo judaico, a las Mitz- llegó de la Mikve, me miró, y sin
vot, me duele en lo más profundo. decir nada entró a su estudio y
Y el oír que un niño o joven se salió con una botella. Me pre-
acercó, hizo una Mitzvá o más guntó si mi esposa ya estaba en
Mitzvot, me llena el corazón. Nueva York. Si había recibido di-
Mi deber como Sheliaj principal nero para repartir en Tzedaká y
del Rebe es armar el engranaje hacer reuniones con Iehudim.
para que, paso a paso, podamos Luego me dijo que lleve con-
llegar a la mayor cantidad de ju- migo las anotaciones de su alocu-
díos. ción del día anterior (10 de Shvat)
Que cada uno suba un escalón y me dio una bendición. Esto no
en su vida espiritual. era usual. Era por el involucra-
Me pregunta sobre la pasión. miento especial del Rebe con los
Estamos en guerra, una por la judíos detrás de la Cortina de Hie-
continuidad del pueblo judío. No rro.
importa que tengamos miles en la Cuando pasamos por la aduana
Argentina que Baruj Hashem es- en la unión soviética, me sacaron
tán en el camino, tenemos aún de- todas las anotaciones de Torá que
cenas de miles a quienes debemos llevaba, y me devolvieron sólo lo
abrazar. que el Rebe dejó que lleve con-
¿Podemos descansar? ¿Pode- migo!
mos relajarnos? ¡Absolutamente Cuando regresamos, el Rebe
no! Esta conciencia, responsabili- pidió que mi señora escriba un re-
dad y sentimiento lo plantó en mí porte personal, además del mío,
el Rebe, y no hemos de fallar a porque quería saber sobre la vida
nuestra responsabilidad. de las familias judías de Rusia
desde la óptica de una mujer.
-Alguna anécdota para El Shabat que pasé en Lenin-
compartir… grado (Peterburgo) fue como en
Tengo muchísimas anécdotas. un Beit Jabad, ¡increíble! Todo en
Una es el viaje que hice con mi la casa particular de un jasid
esposa a Rusia comunista en ¡Lleno de invitados!
1984, en misión del Rebe. Llegué Las reuniones de Torá a toda
domingo por la mañana a 770, y hora del día y la noche de esos ju-
el secretario del Rebe me dijo que díos desconectados geográfica-
el Rebe quería verme para darme mente, pero comprometidos hasta
de su mano una botella de vodka la médula ¡son imborrables! Gente
para hacer Farbrenguen con los que se crió en el ateísmo comu-
judíos en Rusia. Esperé en la an- nista, cuyas almas judías brillaban
tesala de su despacho. El Rebe con una sed y luz increíble. •
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