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Por Iudith Orbach

actitudes positivas y logros personales, que
van desde ayudar a ordenar los juguetes, de-
cir una bendición antes de comer, compartir
los juguetes con un amigo, es compartido a
través de una “agendita viajera”. Las maes-
tras reciben las notas que han sido registradas
en casa, las comparten con el grupo y cada
uno disfruta de su aplauso, su estimulo, su
hinchadita y su reconocimiento.
Este proyecto es mucho más que un sim-
bolismo, ya que, para los niños y por qué no
para “los grandes” también, sentirse recono-
cidos y potentes, es una manera maravillosa
de animarse a ir por más.
Cuando los judíos salimos de Egipto, ne-
cesitábamos, luego de haber sido esclavos,
pulir el alma en preparación para la Revelación
en el Monte Sinaí. Hashem nos dió la posibi-
lidad de hacerlo, a lo largo de 7 semanas, por
medio de “La cuenta del Omer”. La palabra
hebrea para “cuenta” es sefirá. En hebreo las
letras “f” y “p” son intercambiables. Así safir,
“contar”, puede ser pronunciada como sapir,
que está relacionada con la palabra “zafiro”.
De esta manera, recibimos el mensaje Divino:
“Háganse luminosos. Háganse claros y bri-
llantes como un zafiro”
Semana a semana, en este periodo, recrea-
mos en nosotros la posibilidad de crecer
mientras trabajamos con muestras emociones
e impulsos básicos, elevándolos y transfor-
mándolos para un propósito más elevado.
Cada semana de la cuenta del Omer y
luego cada día de nuestra vida se nos ofrece
la oportunidad de trabajar en un aspecto di-
ferente de nuestro ser mientras nos pulimos
y preparamos para la Revelación Divina.
Quiera Hashem bendecirnos con la reno-
vada entrega de la Torá y seamos merecedo-
res de recibirla con alegría y profundidad. •

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