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Rabino Tzvi Grunblatt
Director General

Este próximo año 5784, que vendrá para nosotros y todo
Israel para bendición, se destaca entre otras cosas, con la inau-
guración, con la ayuda de Hashem, de la nueva Escuela Pri-
maria Oholei Jinuj (varones – jeider) de Jadad.
Una obra de 6.500 m (y 700 m más descubiertos), espa-
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ciosa y luminosa, diseñada y construida con la mejor calidad,
que tendrá capacidad para 600 alumnos.
Es realmente un milagro. El comienzo simbólico fue en Sep-
tiembre 2020 en plena pandemia, el inicio real de obras fue fe-
brero 2021.
Iniciar una obra de tal envergadura en ese momento era
sólo fruto de la fe en el Altísimo y la convicción de que la edu-
cación judía de Torá es irrenunciable.
Lo que quiero destacar de aquí es la centralidad de educa-
ción de Torá.
Ya dijo el Rey David – “de la boca de los pequeños y de los
lactantes has puesto el fundamento para la fortaleza del pueblo
judío”
La inversión en Jinuj es la prioridad.
Para pagar a los docentes lo que merecen, para perfeccionar
y superar permanentemente la calidad educativa de Torá.
Por eso también organizamos al final del año de Hakhel –
año de Reunión del Pueblo judío- un encuentro hakhel de edu-
cadores y educadoras de Torá para fortalecer e inspirar aún
más en esta noble labor de Jinuj de Torá.
Para así formar alumnos que brillen con su neshamá, con
su alma, con su luz de la Torá y las mitzvot, con entrega a Ha-
shem y amor incondicional al prójimo.
La responsabilidad y el privilegio de la educación no son
sólo de las instituciones y los Rabinos, es ante todo de los pa-
dres.
Primero con el ejemplo personal de una vida donde lo ju-
daico y espiritual es importante y prioritario.
Donde en los hogares están los signos identificatorios de un
hogar judío: Shabat, cashrut, mezuzá, tzedaká y Shalom bait.
Ya su vez dando a los hijos una educación en escuelas
donde la Torá brilla y se vive, no como materia, sino como vida.
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(continúa en página 68)