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Recuerda que tu alma viene de        roso” – realmente sentí la presen-
            lo Alto a un cuerpo. Pero ese           cia de Di-s en esa pequeña habita-
            cuerpo quiere seguir las tentacio-      ción.
            nes de este mundo. No persigas las         Cuando terminó la audiencia,
            tentaciones de este mundo”.             dije: “Gracias” y el Rebe respondió:
               Entonces el Rebe hizo una            “De nada”. Luego, retrocediendo,
            pausa, me miró y preguntó: “¿En-        sintiéndome muy feliz, nueva-
            tiendes?” Asentí y él continuó: “La     mente dije: “Gracias”, y nueva-
            voz que escuchaste era una voz          mente él respondió: “De nada”.
            desde lo Alto que llamaba a tu             La audiencia había durado ocho
            alma de entre los muertos…”             o tal vez diez minutos, pero tuvo
               Después de esto, el Rebe pudo        un impacto enorme en mi vida.
            haber dicho algo que no recuerdo,          En muchas cosas el Rebe tenía
            pero luego hizo esta notable decla-     razón: llegué a influir en mis amigos
            ración: “Cada judío tiene su propio     y familiares. Por ejemplo, uno de
            Mashíaj dentro de él”, lo que en-       mis amigos de la escuela secundaria
            tendí en el sentido de que en el        de mi antiguo vecindario, gracias a
            alma de cada judío hay una chispa       mí, abrazó su judaísmo e incluso se
            del Mashíaj.                            inscribió en la Ieshivá. Y mi padre
               Concluyó diciendo: “Cada día te      comenzó a ponerse Tefilín.
            fortaleces en el judaísmo. Tendrás         Después, cuando le conté todo
            influencia sobre tus amigos y fa-       lo que había sucedido al rabino Ja-
            miliares... Que el Di-s Todopode-       cobson, guardó silencio durante
            roso te bendiga”.                       unos minutos y luego dijo: “Shi-
                Cuando dijo esa última parte –      món, tuviste una iejidut muy pro-
            refiriéndose a “el Di-s Todopode-       funda”. •


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