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Decidí que lo más apropiado aire, me dirigí al hotel para felici-
sería entregarle el dólar cuando tarlo por su victoria. Sin embargo,
Javier saliera del Ohel, para que en mi apuro por acercarme, sin
comprendiera que no era un querer empujé a alguien, quien se
regalo mío, sino un símbolo de la volvió hacia mí con una mirada de
conexión Divina que trascendía furia.
nuestras acciones humanas. Inmediatamente me disculpé y
Aunque intenté encontrar a al- me dirigí al presidente electo para
guien que pudiera llevar el dólar expresarle mis felicitaciones.
en mi lugar, al final decidí em- Poco después, mientras me re-
prender el viaje yo mismo. tiraba del hotel entre la multitud,
Así que, en un domingo lleno de me topé nuevamente con la per-
significado, esperé pacientemente sona a la que había empujado.
hasta que Javier emergió del Ohel. Esta vez, decidí disculparme
Fue entonces cuando le entregué el nuevamente y entablamos una
dólar, y con palabras cargadas de conversación que se prolongó por
significado, le transmití que era varios minutos.
un regalo del Rebe mismo. Fue entonces cuando noté su
El 19 de noviembre marcó un acento uruguayo, lo que despertó
punto culminante en la historia de mi curiosidad. Al intercambiar
Javier Milei, cuando fue declarado tarjetas, descubrí que era un par-
ganador en su contienda electoral. lamentario uruguayo, vinculado
Con la emoción palpable en el con el expresidente Lacalle.
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