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Era necesario mucho coraje que cada castigo que recibamos.
para que los jasidim fueran vistos Por apoyar un jeder (escuela
en público, expresando abierta- judía), por estudiar Torá, por cumplir
mente su lealtad y compromiso Mitzvot, aumentará nuestra fortaleza
duradero con el Rebe. en la sagrada obra de vigorizar el ju-
Pero, vinieron, incapaces de es- daísmo.
conderse, no dispuestos a perder la Debemos recordar que el encarce-
oportunidad de ver a su Rebe, ce- lamiento y los trabajos forzados son
lebrar su liberación de la amenaza sólo cosas temporales, mientras que la
de muerte y seguirlo con sus ojos Torá, las Mitzvot y el pueblo judío son
mientras partía en tren hacia Kos- eternos.
troma. Una segunda y más definitiva
De pie en el tren, el Rebe se di- reunión junto al andén tuvo lugar
rigió a la multitud reunida y, ci- menos de cuatro meses después, el
tando la oración bíblica del rey 24 de Tishrei (20 de octubre) de
Shlomó y las desafiantes palabras 1927.
de su propio padre, pronunció un El exilio del Rebe a Kostromá
discurso audaz y conmovedor. llegó a su fin después de menos de
Este discurso continúa vivo en diez días, pero ahora abandonaba
la memoria colectiva de los jasi- la Unión Soviética para siempre.
dim de Jabad hasta el día de hoy: Multitudes de jasidim llenaron
“Que Di-s esté con nosotros como la estación para despedir al Rebe.
estuvo con nuestros antepasados; que Para los jasidim que estaban atra-
Él no nos desampare ni nos aban- pados detrás de la Cortina de Hie-
done...” Sólo nuestros cuerpos fueron rro, fue su última oportunidad de
al exilio, pero no nuestras almas... vislumbrar al Rebe.
Debemos proclamar abiertamente Sholom Marosow era el hijo
ante todos que con respecto a cual- menor del secretario de confianza
quier asunto de nuestra religión del Rebe, Reb Jonie. El padre y el
(Torá, Mitzvot y costumbres judías) hermano mayor de Sholom habían
no está sujeta a la opinión de otros ni sido arrestados y nunca más vol-
se puede utilizar ninguna fuerza vieron.
opresiva contra ella. Debemos afir- El joven Sholom se aferró al Rebe
mar con la mayor y más fuerte ter- y no quería soltarlo. Hasta que el
quedad judía, con los miles de años de Rebe le aseguró: “Nos volveremos a
mesirut nefesh (“dedicación del ver”. De hecho, en el invierno de
alma”) y sacrificio judío: “¡No toquéis 1950, R. Sholom Marosow llegó a
a Mis ungidos! ¡No hagáis mal a Mis Nueva York y fue a ver al Rebe.
profetas!” El Rebe le dijo: “¡Nu, nos vemos
...Esta es nuestra petición al Santo: otra vez!”.
“Que Él no nos desampare ni nos Cuando el erudito Rabi Avra-
abandone”: Di-s debe darnos verda- ham Ela Plotkin entró en el vagón
dera fuerza para no dejarnos intimi- del tren del Rebe para una despe-
dar por el dolor físico y, por el dida final, el Rebe cayó en sus bra-
contrario, aceptarlo con alegría, para zos y se abrazaron, llorando.
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