Page 15 - ESENCIA 047
P. 15

En mi primer año enseñando Tania en Beit Jana,
            comencé a sentir una energía especial, percibía como lo
            estudiado y vivenciado cada semana se impregnaba en
            mí y me acompañaba en mí día a día. Pero no fue hasta el
            cierre del año lectivo que pude entender la magnitud de
            lo que había pasado. El último día de clases mis alumnas
            compartieron en grupo su experiencia en ese año de
            estudio. Todas, sin excepción, hablaron de cambios internos,
            de sentirse amadas por Di-s, de reconocer un propósito,
            de redescubrir la alegría en el judaísmo. También hablaron
            de cambios externos, que eran obvios para todas las que
            las conocían.
               Como les dije, cuando estudias Tania cosas increíbles
            suceden. Cuando pones el foco en el alma te abrís a conec-
            tarte con vos misma pero también con las personas que te
            rodean. Desaparecen las diferencias, los contextos, lo su-
            perficial. Solo queda expuesto en la superficie, como en
            una operación a corazón abierto, el hecho de que el pueblo
            judío somos todos hermanos, hijos de un mismo Di-s. Con
            una misma misión y una misma alma brillando por den-
            tro.


                                                       ESENCIA                                                                 15
   10   11   12   13   14   15   16   17   18   19   20