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El siguiente relato fue compartido por el difunto rabino
Yoel Frankenthal, un sobreviviente del Holocausto,
quien reconstruyó una vida judía plena en Israel.
uando terminó la guerra, Por ejemplo, tenían una satis-
había estado en diez cam- facción perversa al humillar a los
Cpos de trabajo nazis. El pri- trabajadores que limpiaban las ca-
mero, en Obornik, a unos 30 km lles. Con ese fin, cualquier judío
al norte de Poznan, es donde tuvi- que fuera asignado a la limpieza
mos una Janucá de diez días. de calles tenía que caminar por
Éramos un grupo de mucha- las calles con una gran escoba al
chos de la Ieshivá jasídica de Gur, hombro.
que vivíamos en el gueto de Pa- Esto me dio una idea. Conseguí
bianice. Conseguimos reunirnos una escoba grande y voluminosa,
diariamente en la azotea de una y temprano en la mañana, cuando
casa particular cerca de la plaza muchos otros estaban limpiando
del mercado, escondida de la las calles, rápidamente me dirigía
vista, para estudiar y rezar. Incluso al escondite con mi escoba sobre
cuando nuestros estómagos esta- mi hombro. De vez en cuando me
ban vacíos, nuestros corazones es- detenía para barrer, fingiendo estar
taban llenos de alimento espiri- absorto en mi tarea de limpieza,
tual. hasta que me dirigía a salvo a mi
Muchos otros fueron obligados destino.
a trabajar para los nazis, pero no- Las cosas solo duraron un tiem-
sotros nos quedamos en nuestro po, y al final nuestro pequeño es-
pequeño escondite y estudiamos condite fue asaltado y nos trans-
Torá y rezamos. portaron, como grupo, al campo
A los soldados sádicos les en- de trabajos forzados de Obronic.
cantaba abusar de los judíos du- En el campamento nos obliga-
rante su trabajo forzado y se les ron a trabajar desde la mañana a
ocurrían todo tipo de formas crea- la noche; no había lugar para tra-
tivas para hacerlo. vesuras.
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