Page 20 - ESENCIA 044
P. 20
El marido volvió al médico y le dijo: “¡Quiero
que hagas todo lo posible para salvar a mi esposa y
a mi hijo!” A lo que el médico respondió: “Si pu-
diera hacerlo, ¿no lo haría?
Luego añadió: “Si insistes en que tengo que sal-
var a tu esposa y al bebé, podrías perderlos a
ambos, porque la situación es crítica”.
Cuando escuchó esto, el esposo volvió a decir:
“Dame un momento para pensar”, y nuevamente
llamó al Rebe.
Pero el Rebe le dijo lo mismo: “No firmes nada
y dile que insistes en que tanto la madre como el
bebé se salven”.
Entonces regresó y le contó esto al médico,
quien dijo: “Haré lo mejor que pueda. Tardará mu-
chas horas. Y como tú también tienes otros hijos,
vete a tu casa, cuida de tu familia, y en cuanto
tenga alguna noticia te lo haré saber.
Esto ocurrió alrededor de las diez de la noche.
El hombre se fue a casa. A las cuatro de la mañana
el médico lo llamó: “¡Mazel tov! Tu esposa y el bebé
están sanos y salvos. ¡Todo fue perfecto!”
Tan pronto como escuchó esto, el esposo llamó
a uno de los secretarios del Rebe, a pesar de que
era en medio de la noche, porque quería enviarle
el mensaje al Rebe de que, gracias a Di-s, todo es-
taba bien.
20 ESENCIA