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Rabino Tzvi Grunblatt
Director General

Hay un dicho “la costumbre lo convierte en algo natural”.
Los sucesos de los últimos siglos, y principalmente últimos años,
son fuera de lo común y para quien se coloca los anteojos de la Torá y
la visión más profunda, ve como el mundo evoluciona hacia la época
de Mashíaj, hacia un mundo más espiritual, un reconocimiento de
Hashem (consciente o inconsciente) cada vez mayor.
La proliferación de lo material y el consumismo no hizo sino re-
calcar cada vez más lo esencial de los valores espirituales y la supre-
macía del espíritu sobre lo material.
Lo que lleva al reconocimiento que las verdades eternas provenien-
tes de un Ser Supremo son las que realmente se imponen sobre lo fí-
sico y lo meramente cuantitativo.
Es increíble la predisposición y deseo de verdades eternas de la Torá
y Mitzvot existente. (Lamentablemente, muchas veces los intereses
políticos perturban el verdadero acercamiento a la Torá).
* * *
En este espíritu, puede decirse, que, además, de los milagros ocu-
rridos a partir del 7 de octubre 2023 (quién hubiera pensado entonces
en el desmoronamiento del terrible eje Hezbolla, Siria, Irán, etc.) el 7
de octubre trajo un extraordinario despertar del alma judía.
En lugar de lo que podría temerse, que los sucesos de antisemi-
tismo causen un encierro de los judíos y un ocultamiento de su con-
dición como tal, lo que vimos fue justamente un fortalecimiento y
compromiso con el judaísmo impensable previamente.
El sentimiento de que el destino del pueblo judío depende de una
dimensión más allá de la política y lo militar, tuvo su expresión en la
infinidad de acciones de Tefila, Mitzvot y solidaridad que tuvieron y
tienen lugar a partir de entonces.
* * *
El alma judía se expresó en su máxima dimensión. Gente que nunca
antes manifestó acto de fe alguno, comenzó a rezar a Hashem, a hacer
Mitzvot, hacer Shabat, etc. Tanto secuestrados como familiares, amigos,
jaialim y iehudim en el mundo entero.
Uno de los sucesos más representativos es el ocurrido con el padre de
los niños Bibas, asesinados por los monstruos de Hamas, iemaj shemam.
Al ser capturado el padre, los islamitas le dijeron que si quería sal-
var su vida debía convertirse al islam. A ello respondió contundente
y sin vacilar “nací judío, moriré judío”. Lo dejaron dos días sin ali-
mentación y no se dejó amedrentar.
(continúa en página 47)