Page 61 - ESENCIA 035
P. 61
Solo el judaísmo me mostró cómo se puede combinar la
espiritualidad con la vida diaria”.
Pero como muchos que se sienten atraídos por el camino
de Jabad y admiran sus esfuerzos diarios por llevar la luz
del judaísmo a todos los judíos del mundo, se dio cuenta de
que aún no había completado su misión.
“Vi a muchos adolescentes, incluso religiosos, que se
aburrían de la vida y buscaban aventuras. Así que comencé
una serie de actuaciones llamadas “Historias del camino”
para contar mi búsqueda de significado y verdad. Otra
razón por la que lo hice es que existe la obligación religiosa
de difundir el conocimiento y la espiritualidad judíos”.
Parte de lo especial de estas actuaciones son los muchos
instrumentos que trae Yanir, varios de cada país y cultura
que encontró en su viaje.
“Las diferentes melodías dan vida a mi viaje espiritual
para mis oyentes... Es asombroso cuán perfectamente tipifica
cada instrumento y melodía la perspectiva espiritual
de cada cultura, fe o país.
Los instrumentos incluyen un sitar, un instrumento
hindú hecho de calabaza y árboles frutales, con 20 cuerdas;
un rideau, un instrumento primitivo de Tailandia hecho de
un árbol de eucalipto que ha sido devorado por las termitas
y que solo emite un sonido; un erhu — un violín chino con
dos cuerdas que se asienta sobre una piel de serpiente, que
produce sonidos únicos y también se puede usar para imitar
ruidos de animales; un avloosi, un arpa india hecha de ca-
labaza y bambú, que produce conmovedoras melodías en
tres tonos; un sentor, un sofisticado instrumento de madera
del tamaño de una mesa pequeña, con 66 cuerdas; a nye:
una flauta hecha de cañas ordinarias que suena con una lla-
mada distinta; un kamchatka, una antigua arpa turca utili-
zada para tocar una melodía especial y rara; y un duduk,
una pipa armenia que se ha llamado el padre del clarinete.
“Las diferentes melodías dan vida a mi viaje espiritual
para mis oyentes... Es asombroso cuán perfectamente tipi-
fica cada instrumento y melodía la perspectiva espiritual de
cada cultura, fe o país.
Me ayuda a demostrar que lo que tenemos aquí, nuestro
derecho de nacimiento judío, es lo mejor del mundo y no
hay nada igual en ningún otro lugar, ni religión ni tierra
para nosotros”. •
ESENCIA 61