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Relatado por la abuela
                                                            del Rebe Anterior de Lubavitch,
                                                              Rebetzin Rivka Schneersohn.





















            Plegaria Ejemplar








                   n una pequeña aldea en los       carromato familiar.
                   bosques de Europa del Este,         Agotado por varios días de tra-
            Ea muchas horas de viaje de             bajo agotador, se quedó dormido.
            la comunidad judía más cercana,            Mientras tanto, su familia cargó
            vivía una familia judía.                el carro y partió. Pero en la emoción
               Una vez al año, para el día sa-      del viaje, se olvidaron por completo
            grado de Iom Kipur, hacían el           de su padre y pasaron junto a la
            largo viaje a la ciudad para rezar      figura dormida en el cruce de ca-
            junto con otros feligreses judíos.      minos.
               Un año, el aldeano se despertó          Cuando el aldeano se despertó,
            muy temprano el día antes de Iom        ya había caído la noche.
            Kipur y se preparó para el viaje.          A muchas millas de distancia,
               Sin embargo, sus hijos, no tan       las plegarias de Kol Nidrei se es-
            hacendosos como él, habían dor-         taban llevando a cabo en la sina-
            mido hasta tarde. Impaciente por        goga de la ciudad.
            seguir su camino, le dijo a su fa-         Alzando los ojos al cielo, el al-
            milia:                                  deano gritó:
               “Escuchen, voy a salir a pie            “¡Amo del universo! Mis hijos
            mientras ustedes se preparan. Los       me han olvidado. Pero son mis hi-
            esperaré en el gran roble en el         jos, así que los perdono. Tú también
            cruce de caminos”.                      deberías hacer lo mismo por aque-
               Caminando rápidamente, el al-        llos de Tus hijos que te han aban-
            deano pronto llegó al árbol y se        donado...” •
            acostó a su sombra para esperar el


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