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ESCENCIA 036_Maquetación 1  08/11/2021  15:29  Página 119







                     Una vida sin alegría puede ser completa, pero
                  es una vida superficial: todo está ahí, pero solo se
                  muestra la superficie. Tanto las almas de Divinas
                  como las animales, contienen vastas reservas de
                  percepción y sentimiento que nunca ven la luz del
                  día porque no hay nada que las estimule. La “uva”
                  representa el elemento de alegría en nuestras
                  vidas, la alegría que libera estos potenciales y
                  agrega profundidad, color e intensidad a todo.

                       El pecado de Adám derivó de su negativa a reconciliarse
                        con la noción de que hay ciertas cosas de las que debe
                       distanciarse: deseaba conocer íntimamente cada rincón
                             del mundo de Di-s, involucrarse con cada una
                           de las creaciones de Di-s. Incluso el mal, incluso
                           lo que Di-s había declarado fuera de sus límites.

                  Intervención
                     Podríamos estar haciendo algo total y completa-
                  mente; incluso podríamos estar haciéndolo con ale-
                  gría. ¿Estamos involucrados?
                     La participación significa más que hacer algo
                  bien, más que darlo todo. Significa que nos preo-
                  cupamos, que estamos comprometidos con la tarea.
                  Significa que lo que estamos haciendo nos afecta,
                  para bien o para mal.
                     Higo, es también el fruto del “Árbol del conoci-
                  miento del bien y del mal”, el fruto del que proba-
                  ron Adám y Java, cometiendo así el primer pecado
                  de la historia. Como explica la enseñanza jasídica,
                  “conocimiento” (daat) implica una participación ín-
                  tima con la cosa conocida. El pecado de Adám de-
                  rivó de su negativa a reconciliarse con la noción de
                  que hay ciertas cosas de las que debe distanciarse:
                  deseaba conocer íntimamente cada rincón del
                  mundo de Di-s, involucrarse con cada una de las
                  creaciones de Di-s. Incluso el mal, incluso lo que
                  Di-s había declarado fuera de sus límites.
                     El higo de Adám fue una de las fuerzas más des-
                  tructivas de la historia. En su forma constructiva
                  igualmente poderosa, representa la capacidad para
                  una participación profunda e íntima en cada uno
                  de nuestros esfuerzos positivos, lo que significa que
                  somos uno con lo que estamos haciendo.

                                                             ESENCIA                                                               119
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