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ecuerdo las noches de Séder de estar sentado en otros Seder,
de mi infancia. Mesas de en mi mente todavía escucho su
Rcaballete y sillas plegables voz melódica cantando las melo-
serpenteando por las esquinas, días de mi infancia.
migas de Matzá decorando las al- Había una cadencia en parti-
fombras, olores fantásticos saliendo cular que siempre disfruté por su
de la cocina y una multitud de ni- conmovedora y simple afinación.
ños derramando jugo de uva emo- La Hagadá cita una línea del
cionados por todo lo que estaba Libro del Éxodo y la amplía:
sucediendo. Pasaré por la tierra de Egipto, y
A medida que la familia creció, heriré a todo primogénito, y sobre
cambiaron el lugar y el menú, los todos los dioses de Egipto ejecu-
subgrupos se separaron con sus taré actos de juicio: Yo, Di-s.
suegros en noches alternas, y Los Sabios cuestionaron la fre-
todos los años siempre había al- cuencia con la que Di-s se refiere
gunos primos interestatales o del a Sí mismo con el pronombre per-
extranjero. sonal y explicaron que Di-s pro-
Sin embargo, con todos los metía hacerlo todo Él mismo:
cambios, siempre hubo una cons- Los rescataré, y no enviaré un
tante; en la cabecera de la mesa, ángel. Yo, y no un serafín. Yo, y no
el centro de todas nuestras aten- un mensajero. Lo haré todo Yo
ciones y resplandeciente en su mismo.
largo kitel blanco, estaba sentado Mi Zeide cantaba el estribillo a
mi abuelo, el “Zeide”. su manera inimitable, enfatizando
En mi mente todavía escucho el punto y el contrapunto del
su voz melódica cantando las me- texto. Toda la familia se unía a la
lodías armonía, y ese párrafo siempre ha
Zeide solía dirigir el Seder sido uno de mis puntos destaca-
todos los años, y toda la familia dos del Seder.
cantaba las melodías familiares. Justo esta semana, descubrí
Se detenía en los mismos lugares una idea del Rebe sobre estas pa-
de la liturgia, insertaba comenta- labras. El Rebe se pregunta por
rios perspicaces al texto y repetía qué Di-s insistía tanto en hacer
dichos preciados de su padre. todo por sí mismo.
Incluso ahora, años después de ¿Por qué no dejar algo para que
su fallecimiento y después de años hagan los ángeles? No hay ver-
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