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Primeros años de Ezra
                                Se sabe muy poco sobre los primeros años de vida de
                             Ezra. Nació en Babilonia en el seno de una familia sa-
                             cerdotal y se dedicó al estudio de la Torá. De oficio era
                             escriba, escribiendo Rollos de la Torá y los Profetas. Vivió
                             en Babilonia durante las primeras décadas de su vida,
                             estudiando con Baruj ben Neria

                             El primer regreso a Israel
                                A lo largo del período de tiempo del exilio babilónico,
                             los judíos esperaron con impaciencia el día en que los
                             reyes babilónicos o persas les permitieran regresar a su
                             tierra y reconstruir el Templo. Cuando Ciro fue nombrado
                             rey, sus esfuerzos finalmente fueron recompensados.
                                Ciro ordenó que se les permitiera regresar a Israel y
                             reconstruir el Templo. Incluso prometió proporcionar su-
                             ministros para el proyecto.
                                Extasiado, un gran contingente de 42.360 personas
                             marchó de regreso a Israel, determinado a reconstruir el
                             Templo y restaurarlo a su antigua gloria.
                                Inmediatamente pusieron los cimientos, acompaña-
                             dos por la orquesta levita y los gritos de alegría de los
                             presentes.
                                La euforia duró poco. Los demás habitantes de la tie-
                             rra, sintiéndose amenazados por la repentina inmigra-
                             ción masiva, se opusieron al proyecto. Sobornaron a los
                             funcionarios para que ordenaran detener el edificio, re-
                             trasando la construcción hasta que terminara el reinado
                             de Ciro.
                                El siguiente rey persa, Asuero, fue menos amistoso
                             con sus súbditos judíos. Aprovechando esto, los habitan-
                             tes de Israel enviaron cartas diciéndole a Asuero que los
                             judíos estaban planeando una rebelión y propagando la
                             sedición. Después de leer esas cartas, el rey detuvo el
                             proyecto.
                                El statu quo se mantuvo sin cambios hasta que Darío
                             asumió el cargo de próximo rey persa. En el segundo año
                             de su reinado, los profetas Jagai y Zejaria ordenaron a
                             los judíos que reanudaran la construcción del Templo.
                             Zrubabel y Ioshua ben Iehotzadak aceptaron el llamado
                             y encabezaron los esfuerzos de reconstrucción.
                                Una vez más, sin embargo, la noticia no fue bien
                             recibida por los habitantes cercanos. Se le envió al rey
                             Darío un informe de sus actividades y accedió a dejarlos


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