Page 41 - ESENCIA 043
P. 41
ese mismo juego es usado por cien- cio, y yo también. Mi esposo re-
tos de otros judíos en las calles de nunció mentalmente a todo derecho
Brooklyn. Mitzvá = Mitzvá, ¿ver- a su Lulav y Etrog, y se los regaló
dad? Especialmente porque la mitz- de todo corazón al estudiante que
vá se compone muchas veces, por se los había prestado.
todas las personas que la usan. Nos las arreglamos con etrogim
Recordé un año cuando el Etrog prestado durante Sucot, ya que el
de mi esposo le fue devuelto cu- juego de mi esposo nunca fue de-
bierto de manchas marrones, testi- vuelto. Todavía desearía que hu-
monio de las docenas de manos biera encontrado un agente más
que lo habían agarrado. Había mi- confiable, pero los errores ocurren.
rado con desagrado el Etrog magu- Como decimos en idish, zol es
llado, pensando en las muchas zain a kapara, “que sea una ex-
horas que había pasado explorando piación”, y permita que nuestra
el mercado de Etrog, tratando de actitud de perdón en este caso
encontrar la fruta más perfecta y sin nos sea de gran utilidad la próxima
defectos. Pero mi esposo lo había vez que sin darnos cuenta perda-
visto de otra manera: “Todas las mos o dañemos la propiedad de
marcas de las manos hacen que el otra persona.
Etrog sea más hermoso”. Estoy escribiendo esta historia
Poniendo la saga del Etrog per- casi un año después. Mirando
dido en perspectiva, no podría estar hacia atrás, tengo que decir que
demasiado enojado. Como el rabino Di-s nos pagó ampliamente por el
de la historia le había comentado costo del Etrog faltante. De hecho,
a su esposa que masticaba etrog, pudimos reservar suficiente di-
la armonía familiar también es una nero para cubrir fácilmente todos
mitzvá, y si Di-s hubiera conside- los gastos de las festividades de
rado conveniente privarlos de una este año, incluidos los Lulav y
mitzvá, no había razón para no te- Etrog más hermosos que podemos
ner la otra. El rabino guardó silen- encontrar. •
ESENCIA 41