Page 42 - ESENCIA 049
P. 42
Los judíos hemos intentado asimilar esta lección desde
nuestros inicios como personas hace más de 3300 años.
Nuestro padre Abraham no tuvo ningún problema con
este concepto. No le respondía a nadie, no temía a
nada y no creía en nada más que en el Todopoderoso.
El coyote cayó específicamente como consecuen-
cia de mirar hacia abajo. El hecho de que no tuviera
problemas hasta que dirigió su mirada hacia abajo
indicaba claramente que no estaba sujeto a la ley
natural hasta que la aceptó.
Si no hubiera mirado hacia abajo, si no se hu-
biera aferrado a una visión determinista y mundana
de la realidad, si no hubiera sucumbido a la sabidu-
ría convencional sobre lo que es posible y lo que no,
podría haber seguido caminando sobre el aire.
Los judíos hemos intentado asimilar esta lección
desde nuestros inicios como personas hace más de
3300 años. Nuestro padre Abraham no tuvo ningún
problema con este concepto. No le respondía a
nadie, no temía a nada y no creía en nada más que
en el Todopoderoso.
El fuego no podía quemarlo ni el agua podía aho-
garlo porque no les otorgaba ningún reconoci-
miento. No era que confiara en milagros, sino que
su visión se dirigía constantemente hacia Arriba,
hacia su Creador, y nunca tuvo en cuenta los obs-
táculos, leyes ni necesidades terrenales. Nunca miró
hacia abajo y, por lo tanto, nunca cayó.
40 ESENCIA