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Iluminemos el mundo
A partir de este viernes, y así todas las semanas, miles de mujeres judías, desde Ushuaia hasta La Quiaca, renovarán la tradición de iluminar el hogar judío encendiendo las velas de Shabat antes de la puesta del sol.
Encender las velas del Shabat es uno de los preceptos más significativos entregados a las mujeres y niñas judías.
El Rebe de Lubavitch, Rabí Menajem Mendl Schneerson, nos enseña que “una sola vela ilumina lo que está oculto por la oscuridad. Cuando enciende las velas de Shabat una mujer revela la energía Divina presente en su alma, hogar, y en toda la Creación”.
El momento que estamos viviendo, requiere de una bendición Divina especial. En Israel, la situación de nuestros hermanos es muy grave –Di-s proteja a todos-. En Argentina, la situación económica, social, etc., también requiere de una intensa ayuda del cielo.
Sin lugar a dudas, tal como lo prescriben nuestros Sabios, el aumentar el cumplimiento de las mitzvot, y en especial el encendido de las velas de Shabat, aportará para invocar la luz y bendición Divina que necesitamos.
Todos juntos lograremos iluminar el mundo, a Israel y a la Argentina, con bendición, paz y prosperidad hasta la llegada del Mashiaj.
2
Dejemos entrar la luz del Shabat
CONCEDETE UN MOMENTO PARA TI Y TU ALMA
La vida, hoy, es una constante y agobiante carrera.
Tú estudias o trabajas duro toda la semana, diriges un hogar, crias a tus hijos, etc.
Los días se acumulan, se convierten en meses y así los años van pasando.
Debemos saber detenernos un instante y tomarnos un respiro para pensar también en nuestras almas.
Una vez a la semana tienes esta oportunidad, el momento del encendido de las velas de Shabat.
Este es un precepto de la mujer judía. Es la unión de tu familia con la tradición judía. Tu unión con las maravillosas mujeres judías de todas las épocas, las cuales todos los viernes encendían las velas, tapaban sus ojos, realizaban sus plegarias y se tomaban ese respiro para su alma.
Deja entrar tu también esta maravillosa, milenaria y sagrada luz a tu hogar y a tu familia. Enciende las velas de Shabat.
Tal como se encienden las velas en honor al Shabat, de la misma manera se lo hace en honor a las Festividades. Cada Festividad tiene su propia Bendición
ajem Mendl Schneerson, nos enseña que “una sola vela ilumina lo que está oculto por la oscuridad. Cuando enciende las velas de Shabat una mujer revela la energía Divina presente en su alma, hogar, y en toda la Creación”.
El momento que estamos viviendo, requiere de una bendición Divina especial. En Israel, la situación de nuestros hermanos es muy grave –Di-s proteja a todos-. En Argentina, la situación económica, social, etc., también requiere de una intensa ayuda del cielo.
Sin lugar a dudas, tal como lo prescriben nuestros Sabios, el aumentar el cumplimiento de las mitzvot, y en especial el encendido de las velas de Shabat, aportará para invocar la luz y bendición Divina que necesitamos.
Todos juntos lograremos iluminar el mundo, a Israel y a la Argentina, con bendición, paz y prosperidad hasta la llegada del Mashiaj.
3
Algunas leyes
Aún una niña, a partir de los tres años en adelante, debe encender sus velas de Shabat y Iom Tov.
Las mujeres casadas encienden dos velas, las solteras sólo una.
Primero enciende la niña, y luego su madre.
Es costumbre poner unas monedas para caridad (tzedaká) antes del encendido.
Es conveniente que las velas de Shabat y Iom Tov estén sobre la mesa en la que se llevará a cabo la cena.
Es muy importante tener cuidado con el horario de encendido de las velas. No deben encenderse las velas del Shabat, si pasaron 15 minutos del horario indicado, ya que de esta forma se profana el Shabat. Por ello es preferible no encenderlas si pasó el horario y se deberá tener mucho cuidado para que esto no vuelva a ocurrir.
Primero se encienden las velas, luego se tapan los ojos con las palmas de las manos y se recita la Bendición correspondiente.
Barúj ata A-do-nái E-lo-héinu mélej haolámashér kidshánu bemitzvotáv vetzivánu lehadlik ner shel Shabat Kodesh.
Bendito eres Tú, Di-s, nuestro Señor, Rey del Universo, Quien nos santificó con Sus preceptos y nos ordenó encender las velas del sagrado Shabat
Canciones de Shabat
4
Una mitzvá por si sola
El valor de esta Mitzvá (Precepto) tiene total vigencia, aun cuando tú no observes todavía los demás Preceptos del Shabat, y este hecho no debe ser un impedimento para que tú enciendas las velas del Shabat y Iom Tov.
Por el contrario, tal vez por medio de esta hermosa Mitzvá podrás sentir el sabor especial del Shabat que te facilitará su observancia.
Todos los viernes, 18 minutos antes de la puesta del sol, enciende las Velas de Shabat, poné tus manos alrededor de las llamas y hace tres movimientos en forma circular, luego cúbrete los ojos y recita la siguiente bendición:
Barúj atá A-do-nái E-lo-héinu mélej haolám ashér kidshánu bemitzvotáv vetzivánu lehadlik ner shel Shabat Kodesh.
Bendito eres Tú, Di-s, nuestro Señor, Rey del Universo, Quien nos santificó con Sus preceptos y nos ordenó encender las velas del sagrado Shabat.
5
Guardad y recordad
Shabat aparece en los Diez Mandamientos: “Porque en seis días hizo H’ al cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos y descansó el día séptimo; por eso bendijo el día Shabat y lo santificó” (Éxodo 20:11).
Esta argumentación, que se basa en el relato de la creación del mundo “Y habiendo terminado D’s el día séptimo la obra que había hecho… y bendijo D’s el séptimo día y lo santificó…” (Génesis 2:3), enfatiza la esencia del Shabat: al respetarlo se atestigua la Creación divina del mundo. El Shabat es de alguna manera, “el recuerdo de la Creación” y es la piedra fundamental de la fe monoteísta,
El Shabat es también “recuerdo de la salida de Egipto”. En los Diez Mandamientos leemos: “Acuérdate de que fuiste siervo en la tierra de Egipto y que H’ tu D’s te sacó de allí con mano poderosa y tenso brazo. Por consiguiente, H’ tu D’s, te ordena que guardes el día Shabat” (Deuteronomio 5:15): el Shabat no sólo tiene un valor universal, también tiene un valor nacional de primer grado.
La transición semanal de lo profano a lo sagrado, del trabajo al descanso, es similar al pasaje de la esclavitud a la libertad, como les ocurrió a nuestros antepasados cuando salieron de Egipto.
La finalidad del Shabat es darnos la sensación que la historia se repite: el milagro de la salida de Egipto, de la redención, de la salida de la oscuridad a la luz y de la esclavitud a la libertad.
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Un día de espiritualidad y devoción
Durante el día estamos ocupados y preocupados y a la noche cada uno emplea el tiempo libre en lo que le agrada: ver televisión, hacer tareas domésticas, salir; y aquellos que están fatigados, a acostarse a dormir temprano. El encuentro entre los miembros de la familia, si existiera, es ocasional.
Parte de las crisis que existen en la vida de muchas familias entre padres e hijos, se podrían evitar si encontraran la manera de hablar abiertamente en la búsqueda de un común denominador y de entendimiento, estableciendo una verdadera comunicación. También aquí el Shabat brinda su aporte: un día en la semana no hay trabajo, no hay que preparar tareas, no hay salidas escapándose de la casa ni existe la televisión; no hay trabajos pendientes, ni la pregunta “¿A dónde vamos hoy por la noche?”: toda la familia está alrededor de la mesa del Shabat. Con las velas, el mantel extendido, la mesa festiva servida, el kidush, las zemirot – cánticos e himnos de Shabat -, unas palabras de Torá, una cita, un relato, una reflexión, una enseñanza, el ambiente es Shabat que se respira por todos los poros, se huele, se siente. Los miembros de la familia abren su corazón y dialogan espontáneamente acerca de los sucesos semanales. La cultura de la conversación se desarrolla alrededor de la mesa. Podemos escuchar y hacernos escuchar unos a otros, profundizar todos los temas con personas ajenas, nuestros anfitriones y descubrir nuevos y sorprendentes ángulos que no conocíamos en las personas que tenemos cerca. Estas revelaciones rompen la monotonía y la rutina y otorgan a la vida una perspectiva sorprendente y refrescante
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Preparativos para Shabat
Preparativos para Shabat:
“El sexto día, cuando preparen lo que van a llevar” (Éxodol6:5). Fuimos ordenados a aprontarnos para Shabat y preparar todo aquello que necesitemos antes de su comienzo.
Debemos recordar que erev Shabat es el sexto día, con la llegada de la noche deja de ser vísperas de Shabat y pasa a ser noche del Shabat propiamente dicha. En la mayoría absoluta de las naciones y las culturas, el día cambia a la medianoche, pero para el judaísmo el nuevo día nace con la llegada de la noche: “y hubo tarde y hubo mañana: Un día” (Génesis 1:5). El comienzo del día se produce al inicio del anochecer y comprende la noche y toda la jornada hasta el nuevo ocaso del sol.
En el libro de Éxodo 16:5 se basa en el episodio del maná que nuestros antepasados comieron en el desierto. Cada mañana salían a recolectar la medida de un omer (como de dos kilos por individuo) Para no tener que buscar comida para Shabat, el sexto día caía lejem mishné – pan doble – dos omarim y de esta manera recibían en la víspera también la porción que irían a consumir en Shabat. De aquí aprendemos la importancia de hacer los preparativos para Shabat.
Para honrar el shabat la halajá (ley judía) nos obliga a prepararnos: bañamos, peinarnos, cortarnos las uñas, vestirnos con prendas agradables y especiales. La casa deberá brillar, la mesa puesta con el mantel y los utensilios más bonitos y cada familia, según sus posibilidades, deberá honrar la mesa con comidas adecuadas y especiales más que los otros días de la semana: “Y llamarás al Shabat placer” (Isaías 58:13), es el mandato para el que tenemos que laborar.
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Encendido de velas
El hogar judío recibe al Shabat con el encendido de velas y este precepto pertenece a la mujer. Se deben encender las velas media hora antes del ocaso y por eso se deben observar los horarios del encendido que difieren de ciudad en ciudad.
El encendido de velas es uno de los tres preceptos específicos de la mujer. Si la mujer no se encuentra en la casa, el esposo u otro miembro de la familia debe prender las velas en su lugar.
Este precepto es específico de la mujer por el motivo que la mujer se encuentra en el hogar relativamente más tiempo. Otra razón se refiere al Shalom Bait – la armonía en el seno del hogar -. Nuestros sabios desearon enaltecer a la mujer, pilar del hogar y por ello le adjudicaron el honor de traer la santidad del Shabat a la casa.
Nuestros sabios también aportaron otro motivo: el encendido de las velas es una especie de reparación y expiación del pecado de Eva, la madre de todas las criaturas, que comió del árbol prohibido de la sabiduría y, además, alimentó con esos frutos a Adán.
¿Cuál es la relación entre el pecado original y el encendido de velas?
Como resultado de este pecado fue dicho “del polvo vienes y al polvo retornarás”. Es decir, con el hecho de haber comido del árbol de la sabiduría Java, apagó la “luz del mundo” (como dice el versículo: “la luz de D’s es el alma del hombre” en Proverbios 20:27) y por el hecho de haberla apagado, expía cada víspera de Shabat su falta, con el encendido de velas.
¿Cuantas velas se deben encender?
Contamos con dos costumbres principales acerca de la cantidad de velas, que se deben encender en la víspera de Shabat: la. Dos velas – una por “Recordad” y otra por “Cuidad”- son los dos conceptos que complementan la santidad de Shabat.
Una mujer casada habitualmente enciende dos velas y puede agregar una adicional por cada uno de sus hijos. Las mujeres solteras encienden una vela.
En cuanto una niña pueda captar la idea de Shabat puede recitar la bendición (aproximadamente 3 años de edad), su madre debe proporcionarle un candelabro y debe enseñarle a encender las velas de Shabat.
Las niñas deben encender antes que su madre en caso de que necesiten de su ayuda. Es costumbre poner unas monedas en una “pushke” (alcancía para Tzedaká)
La bendición de las velas en Shabat es pronunciada luego de ser realizada, es decir, después del encendido. Porque con la pronunciación de la bendición. , la ama de casa recibió al Shabat. Desde ese momento en adelante todas las prohibiciones de labores de Shabat recaen sobre ella – y una es la prohibición de encender fuego. Es por eso que primero deberá encender las velas y sólo después bendecir. De aquí nace la costumbre de cubrirse el rostro con las manos en el momento de pronunciar la bendición y mirar las velas encendidas sólo al acabarla, ya que de esta manera cumplieron con el precepto como si hubiera sido pronunciada antes del encendido.
Bendición:
Barúj ata A-do-nái E-lo-héinu mélej haolámashér kidshánu bemitzvotáv vetzivánu lehadlik ner shel Shabat Kodesh.
Bendito eres Tú, Di-s, nuestro Señor, Rey del Universo, Quien nos santificó con Sus preceptos y nos ordenó encender las velas del sagrado Shabat
9 – Kabalat Shabat-Dando la bienvenida al Shabat
Después del encendido de velas los miembros de la familia van la sinagoga para las oraciones de minjá, Kabalat Shabat y mariv de Shabat.
Seis capítulos de Salmos dan comienzo al Kabalat Shabat en la mayoría de los rituales, cantidad que representa a los días de la Creación. Al concluir los seis capítulos se dice leja dodi likrat cala, penei Shabat nekablá – Ven mi bien amado, al encuentro de la novia, el Shabat está llegando, vamos a recibirlo – que fue compuesto por Rabí Shlomó Alkabetz. El último párrafo, Boi Beshalom bienvenida seas -, se dice de pie y girando los cuerpos y los rostros hacia la entrada de la sinagoga (casi siempre para el lado oeste, opuesto al arón hakodesh – arca sagrada – que se encuentra en el este), como si esperáramos la llegada de la novia, que es la reina de Shabat.
El Kabalat Shabat culmina con dos salmos: el 92 – mizmor shir leiom hashabat – salmo y cántico para el día de Shabat- y el 93 – H’ malaj gueut lavesh – el Eterno rey está vestido de Majestad – Luego: kadish iatom.
En arvit: shemá y sus respectivas bendiciones y el final de hashkivenu luego de que el oficiante recita el kadish, se lee la amida, compuesta por siete bendiciones en lugar de las diecinueve de los días de la semana. Las tres primeras bendiciones y las tres últimas son iguales a las de todos los días, pero en el centro se encuentra una bendición especial, que resume el contenido del Shabat. Esta bendición difiere en cada una de las cuatro oraciones de amida que se recitan en Shabat (en arvit, shajarit, musaf y minja). La bendición central en la oración de la noche de Shabat está consagrada a la idea que el Shabat es un testimonio de la creación del mundo por manos de D’s.
Luego de la amida el oficiante y la congregación dicen juntos, en voz alta y de pie, los tres versículos “y así fueron acabados el cielo y la tierra”, etc., con estos versículos testimoniamos que D’s creó el mundo en seis días de creación, “Él y no otro”. Según la Tora un testimonio se presta de pie y no tiene valor el testimonio de uno solo, entonces toda la congregación junta y de pie confirma su veracidad.
Tan pronto como el oficiante recita una corta bendición que evoca a nuestros patriarcas, la congregación dice: Maguen avot bidvaró -protector de nuestros antepasados por Su verbo-, que resume las siete bendiciones, que fueron ya dichas en silencio en la amida y el oficiante la repite en voz alta.
Después de que el oficiante recita kadish titkabel se acostumbra a decir el capítulo 23 de Salmos. Luego el oficiante dice jatzí kadish y repite Barjú et H’ hamevoraj – bendecid al Eterno que es bendito- y la congregación responde: Baruj H’ hamevoraj leolam vaed – Bendito sea el Eterno, que es bendito siempre.
Al pronunciar la oración de aleinu leshabeaj – es nuestro deber alabar a D’s – y kadish iatom concluye la oración de arvit de Shabat.
10 – Shalom Aleijem, Malajei Hasharet .
La paz esté con vosotros, ángeles de la paz
En la comida de la noche del Shabat, la familia y los invitados se sientan alrededor de la mesa (es una costumbre antigua y muy valiosa ser hospitalarios e invitar a los necesitados a compartir la mesa festiva de manera que nadie quede excluido).
Los comensales comienzan a cantar shalom aleijem, malajei hasharet – la paz esté con vosotros, ángeles de la paz compuesta por cuatro estrofas, cada una de las cuales se repite tres veces.
Este cántico está basado en la leyenda del Talmud según la que en la noche del Shabat cada persona regresa de la sinagoga acompañado por dos ángeles: uno bueno y el otro malo. Cuando los dos encuentran la casa preparada para Shabat, el ángel bueno desea que “el Shabat entrante sea así” y el malo debe obligatoriamente responder amén. Si de lo contrario, no se encuentra la santidad del Shabat, el ángel desea “que el Shabat venidero también sea así” y el ángel bueno no tiene otra alternativa que responder amén. Después de cantar shalom aleijem el padre de familia recita: Ribón col haolamim, adon col haneshamot, adon hashalom – Amo de todos los mundos, Señor de todas las almas, dueño de la paz.
Shalom aleijem malajei ha-shareit malajei elyon, mi-melej maljei ha-melajim Ha-Kadosh Baruj Hu. (Se entona tres veces)
Bo’ajem le-shalom malajei ha-shalom malajei elyon, mi-melej maljei ha-melajim Ha-Kadosh Baruj Hu. (Se entona tres veces)
Barjuni le-shalom malajei ha-shalom malajei elyon, mi-melej maljei ha-melajim Ha-Kadosh Baruj Hu. (Se entona tres veces)
Tzeit’jem le-shalom malajei ha-shalom malajei elyon, mi-melej malajei ha-melachim Ha-Kadosh Baruj Hu. (Se entona tres veces)
Traducción:
La Paz sea con vosotros, Ángeles Ministros, mensajeros del Altísimo, del Supremo Rey de reyes, el Santo, bendito sea Él. (Se entona tres veces)
Que vuestra venida sea en la Paz, Ángeles de la Paz, mensajeros del Altísimo, del supremo Rey de reyes, el Santo, bendito sea.
(Se entona tres veces)
Bendecidme con la Paz, Ángeles de la Paz, mensajeros del Altísimo, del supremo Rey de reyes, el Santo, bendito sea.
(Se entona tres veces)
Que vuestra partida sea en la Paz, Ángeles de la Paz. Mensajeros del Altísimo, del supremo Rey de reyes, el Santo, bendito sea.
(Se recita tres veces)
11 – Mujer virtuosa, Eshet Jail
Al concluir el Shalom aleijem entonamos la melodía del Eshet Jail -mujer virtuosa-
Este cántico que está compuesto en forma de acróstico abecedario, alaba a la mujer. Su aporte educativo es muy significativo, ya que es parte del reconocimiento que los miembros de la familia deben rendir a la mujer que se esforzó con todas las tareas y trabajos que debe realizar durante toda la semana y por sus esfuerzos especiales de la víspera para preparar la casa en honor al Shabat.
Eshet jail mi imtza verajok mepeninim mijrah. Bataj bah leb balah veshalal lo iejsar. Guemaltehu tob velo ra kol ieme jaiea. Daresha tsemer ufishtim vataas vejefets kapea. Haieta kaoniot sojer mimerjak tabi lajmah. Vatakom veod laila vatiten teref lebetáh vejok lenaarotea. Zamema sade vatikajehu miperi japea natea karem. Jogra beoz motnea vateametz zerootea. Taama ki tob sajráh lo ijbe balaila nerah. Iadea shileja bakishor vejapea tamju falej. Kapah parsa leani veiadea shileja laebion. Lo tira lebetah mishaleg ki jol betah lebush shanim. Marbadim asta lah shesh veargaman lebushah. Noda bashearim balah beshibto im zikne aretz. Sadin asta vatimkor vajagor natena lakenaani. Oz vehadar lebushah vatisjak leiom ajaron. Pia patja bejojma vetorat jesed al leshonah. Tzofia alijot betah velejem atzlut lo tojel. Kamu banea vaiasherua balah vaialelah. Rabot banot asu jail veat alit al culana. Sheker hajen vehebel haiofi isha irat A-do-nai hi tithalal. Tenu lah miperi iadea vihalelu bashearim maasea.
A una mujer virtuosa, ¿quién puede hallar? Es más preciosa que las perlas. El corazón de su esposo confía en ella; nada le faltará a él. Ella le prodiga el bien y no el mal, todos los días de su vida. Ella se procura la lana y el lino, con gusto hace las labores de sus manos. Se asemeja a nave de mercaderes, que desde lejos buscan su sustento. Se levanta cuando aún es de noche, proporciona sustento para su familia y alimento a sus mozas. Lo pensó y compró un campo, con el fruto de su trabajo plantó una vid. La fortaleza es su ceñido, el esfuerzo dirige sus brazos. Percibe que su labor es compensadora, entonces ni de noche apaga su luz. La rueca ocupa sus manos, con ellas maneja el huso. Extiende su mano hacia el pobre, sus manos abre al menesteroso. Su casa no teme al frío de la nieve, pues toda su familia esta vestida de grana. Ella hace sus tapices, sus vestidos son de lino y púrpura. Renombrado es su esposo en la ciudad cuando se sienta entre los ancianos del lugar. Teje una tela y la vende, un ceñidor vende al mercader. La fuerza y la dignidad son su ropaje. Mira con confianza el porvenir. Abre su boca con sabiduría. En su lengua esta la ley de la bondad. Vela siempre por la marcha de su hogar, y no come el pan de la pereza. Sus hijos crecen y la hacen feliz. Su esposo también la loa: “muchas mozas han procedido con virtud, mas tú a todas sobrepasaste”. Engañosa es la gracia, vana la bella, pues la mujer temerosa de D”s es digna de elogios, séanle concedidos los frutos de su trabajo. Puedan sus obras loarla en las ciudades.
Kidush – Santificación
“Recuerda el séptimo día para santificarlo” nuestros sabios explicaron: “recuérdenlo con el vino”. Es por eso que destacamos el comienzo del Shabat con el kidush santificación por medio del vino – y su culminación con havdalá, también con vino.
El kidush de la noche del Shabat se debe realizar con un vaso de vino o jugo de uvas. Sólo en el caso que no podamos conseguir un vino casher de cualquier clase o tengamos prohibido beber vino por razones de salud, es permitido hacer el kidush sobre las dos jalot, que se encuentran sobre la mesa como lejem mishné.
El que recita el kidush debe – y con él todos los que se encuentran en la mesa – estar de pie para decir los versículos de vaijulu. Como hemos explicado, estos versículos representan testimonio de la creación del mundo por medio de D’s y es por eso que se dicen de pie, como es la ley para prestar testimonio.
Los miembros de la familia cumplen con la obligación del kidush al oírlo y responder amén a las dos bendiciones. El que bendice da a todos los presentes a probar del vino. Hay familias en las que los niños (mayores de trece años) también bendicen.
La bendición de kidush tiene dos elementos fundamentales: zikaron lemaase bereshit – recuerdo de la creación del mundo- y zejer leietziat mitzraim – recuerdo de la salida de Egipto.
Existe una especie de agradecimiento a D’s, que nos eligió para tener el mérito de cuidar el Shabat, que destaca lo principal de la Creación, su universalidad.
Por otra parte, el recuerdo del milagro de la salida de Egipto es nuestra base nacional, ya que ” – porque Tú nos elegiste y nos santificaste entre todos los pueblos y tu sagrado Shabat con amor y agrado nos diste en herencia -“.
Se toma la copa con la mano derecha, y tras recitar el Kidush se bebe inmediatamente, y se da a probar al resto de los comensales.
Iom hashishi. Vaijulu hashamaim vehaarets vejol tsebaam. Vaijl E-lo-him baiom hashebii melajto asher asa vaishbot baiom hashebii mikol melajto asher asa. Vaibarej E-lo-him et iom hashebii vaikadesh oto ki bo Shabat mikol melajto asher bara E-lo-him laasot.Sabre maranan.
(los comensales responden: lejaim!)
Baruj Ata A-do-nai E-lo-henu Melej haolam bore peri haguefen (Amen). Baruj Ata A-do-nai E-lo-henu Melej haolam asher kideshanu bemitsvotav veratsa banu veshabat kodsho veahaba ubratson hinjilanu zikaron lemaase bereshit tejila lemikrae kodesh zejer litsiat Mitsraim veShabat kodsheja beahaba ubratson hinjaltanu. Baruj Ata A-do-nai mekadesh haShabat (Amen).
12 – Netilat Iadaim y Hamotzi
Antes de comer pan, se procede al lavado de manos, Netilat Iadaim. No sólo es una medida higiénica, sino también una purificación espiritual para comer, concientizándonos que todos nuestros actos deben tener un fin espiritual. Fue impuesto por el Rey Salomón para comer los Korbanot -sacrificios- en el Bet HaMikdash -Gran Templo-. Tras la destrucción de este, los sabios enseñaron a continuar con este precepto, en señal de espera de la pronta reconstrucción del Templo.
Se toma un recipiente con agua y se vierte tres veces en la mano derecha, y tres veces en la izquierda, se levantan ambas manos y se dice la siguiente bendición.
Baruj Ata A-do-nai E-lo-henu Melej haolam asher kideshanu bemitsvotav vetsivanu al netilat iadaim.
Bendito eres Tú, A-do-nai, D”s nuestro, Rey del Universo, que nos has santificado con Tus preceptos y nos has ordenado el lavado de manos.
El padre de familia se lava las manos primero y en orden hasta el más joven de los niños último. El padre de familia retira el cobertor de las jalot, coloca las manos sobre los panes, indica con el cuchillo el lugar donde va a cortarlo, bendice en voz alta hamotzí y corta la jala en el lugar indicado. Apoya levemente la primera rodaja de pan en sal y come de ella. Luego reparte rebanadas a todos los miembros de la familia. Ellos no están obligados, a bendecir hamotzí, ya que han cumplido con su obligación al escucharla y han contestado amén
¿A qué se debe el lejem mishné?
A que D’s proporcionó, shnei omarim – dos medidas de maná – por cada individuo en honor al Shabat.
¿Y por qué acostumbramos a cubrirlas?
Conocemos dos explicaciones: La primera: considerando que el maná estaba “dentro de una especie de caja” y estaba protegido arriba y abajo por rocío celestial, colocamos el lejem mishné sobre un mantel y el cobertor de jalot las cubre. La segunda explicación está relacionada con lo que hemol estudiado acerca de bircat hanehenim. Según este orden debemos bendecir primero sobre aquello que está elaborado con trigo y sólo después, sobre la fruta de la viña (recordemos que en el versículo que enumera las siete especies, el trigo aparece antes que la vid).
Está prohibido probar bocado antes del kidush, es por eso que tapamos las jalot, en un ejemplo educativo muy valioso, para no ofenderlas, y bendecimos sobre el vino pronunciando el kidush, antes que hacerlo sobre las jalot: hamotzí lejem min haaretz . La obligación de lejem mishné recae sobre las tres comidas del Shabat.
13 – La Cena de la Noche del Shabat
Se debe honrar la comida con porciones suculentas de acuerdo a las posibilidades y es preferible incluir comidas de pescado y carne, para cumplir con la obligación “y llamarás al Shabat deleite”. Nuestros sabios han enfatizado comer comidas abundantes, ya que los alimentos se deciden desde Rosh Hashaná hasta lom Kipur para todo el año entrante -excluyendo los gastos de dinero que están previstos para el Shabat, días festivos y también los gastos de estudio de Tora para los niños, “¡Si agregas – te agregan!”. Estos gastos – para las necesidades del Shabat y educación para los niños – están excluidos del presupuesto anual que fue decidido celestialmente.
Además de las comidas hay que enfatizar especialmente el contenido espiritual del día de dos maneras: con canciones y palabras. Las zemirot de la noche de Shabat, se encuentran en los sidurim y en compilaciones especiales, son una selección de la poesía litúrgica de los escritores judíos de la Cabala y de los grandes poetas de la Edad Media. Cada comunidad tiene sus himnos, su rito y sus melodías.
Entre los platos, se estudian y se discuten las interpretaciones de los fragmentos de la Tora, que se leen esa semana. Es importante también, que los niños participen diciendo y escuchando las palabras de la Tora.
Luego de cantar el Salmo 126: “Cántico de las ascensiones, Cuando trajo el Eterno a los que volvieron a Sión, éramos como gente que sueña”, se recita el bircat hamazón – Bendición de Gracias por la Comida -. Si se encuentran alrededor de la mesa tres hombres que superan la edad de bar mitzva – trece años -, se debe bendecir con zimún. Sefardíes incluyen* jóvenes desde los 8 años para el zimún.
En Shabat se agrega al bircat hamazón de todos los días el párrafo retzé – que te sea agradable -, que se recita en la tercera bendición, antes del final de uvné lerushalaim ir hakodesh reconstruye Jerusalén la ciudad santa -. También se agrega otro párrafo: Harajaman hu ianjilenu iom shekuló Shabat umenujá lejaiei haolamim – que el Misericordioso nos haga heredar el día que es eternamente Shabat y reposo en la vida eterna -.
14 – Shajarit de Shabat
La oración matinal de Shabat está ordenada de la misma manera que la oración de shajarit de los días de la semana y contiene: birjot hashajar – las bendiciones matinales -, psukei dezimrá – cánticos preliminares -, kriat shemá – la lectura de Shemá y sus bendiciones – y la oración de amida.
Considerando que en Shabat tenemos tiempo y no estamos urgidos por las ocupaciones mundanas, nuestros sabios agregaron algunos capítulos de los Salmos a los “cánticos preliminares”: el capítulo 19 “los cielos declaran la gloria de D’s”, algunos “Cantos de la asunción” y el capítulo 136 también llamado halel hagadól – gran alabanza -.
Al concluir los “cánticos preliminares” de los días de semana y antes de finalizar esta sección con la bendición de ishtabaj – será alabado -, se agrega la plegaria conocida como nishmat col jai – todo ser vivo bendecirá tu nombre – por sus primeras palabras.
Después de nishmat por lo general comienza un nuevo jazán en lugar de quien comenzara, el hamatjil.
También aquí se han entrelazado algunos otros textos en la primera bendición anterior a Kriat Shemá, es la bendición del iotzer or uvoréjoshej – que formas la luz y creas la oscuridad.
La amida de shajarit sigue el orden de las siete bendiciones, pero la central difiere de la de la víspera.En la repetición del oficiante de la amida se dice la kedushá – santificación.
Luego de la repetición del oficiante y la pronunciación del kadish con titkabel – que las oraciones y súplicas sean recibidas -, se recita el Salmo 92: “cántico al día del sábado”. Después, la lectura de la Tora.
15 – La lectura de la Torá
En el capítulo en el que hemos tratado shajarit comentamos sobre el orden de apertura del arca sagrada y la lectura de la Tora de los días de la semana. En estos días solamente leemos la primera parte para no retener a la comunidad más de lo debido. En Shabat realizamos la lectura completa y, además, agregamos un capítulo de los Profetas, la haftará -finalización o despedida -.
Luego de la apertura del Arca Sagrada y la pronunciación de vaiei binsoa – y al darse comienzo al transporte del Arca – en Shabat se agregan los siguientes versículos: ata horeta ladaat… – tu fuiste enseñado (oh Israel) que el Eterno es el verdadero D’s y no hay ningún otro fuera de Él -.
Luego de la apertura del Arca y después de haber sacado la Tora, el oficiante dice tres versículos y la congregación repite: Shemá Israel, H’ E-lokenu, H’ ejad – escucha Israel, H’ es nuestro D’s, H’ es uno -; Ejad hu E-lokenu, gadol adonenu, kadosh shemó – uno es nuestro D’s, grande es nuestro Señor, santo es su nombre -; gadlu laH’ iti unromema shemó iajdav -engrandeced conmigo al Eterno y conjuntamente enaltezcamos su nombre -. Cuando el oficiante se dirige con la Tora en sus manos desde el Arca Sagrada hasta el estrado, lugar de su lectura, la congregación lo acompaña con cánticos.
El gabay – gobernador o tesorero de la sinagoga – llama por lo menos a siete personas a subir a bendecir la Tora, el primero es el Cohén, el segundo – un Leví y los cinco restantes son “Israel”. Todos los invitados son llamados por sus nombres propios y el de sus padres. Se debe tratar que los convocados a la lectura de la Torá, sean aquellos que conmemoran los aniversarios de la desaparición de sus seres queridos en Shabat o durante la semana entrante. Hay que tratar de dar una aliá en Shabat, al novio que va a contraer matrimonio y es una costumbre antigua de arrojarle desde la galería de las mujeres -dulces y confites, como augurio de una vida abundante y placentera.
Es obligación, llamar a la Tora a por lo menos siete personas, además del que lee maftir que es el octavo, quel también es honrado con la lectura de la haftará.
La halajá prohíbe el salir de la sinagoga durante la lectura de la Tora, ya que “abandonar” el recinto en ese instante sería como ofender a la Tora. También está prohibido conversar durante la lectura de la Tora, de la misma manera que en las oraciones. El salmista dijo (Salmos 55:15): asher iajdav namíik sod, bebeit E-lokim nelej beraguesh – “Porque juntos nos comunicábamos dulces secretos y en la Casa de D’s nos conducíamos con reverencia y respeto”, y esas palabras deben ser nuestra guía.
La lectura de la Torá en Shabat fue instituida por nuestro maestro Moshé, como lo explica el Talmud de Jerusalén. Y nuestros sabios dicen en Tanjuma: “El Santo Bendito Sea le dijo al pueblo de Israel: si ustedes se reúnen cada Shabat en las sinagogas y en las casas de estudio y leen la Tora y los Profetas. Yo considero como si me hubieran coronado en mi mundo”.
16 – Mi Sheberaj, Aquel que bendijo.
Hemos visto esta expresión cuando explicamos, que un padre al cual le ha nacido un niño o niña, el Shabat siguiente al parto debe realizar mi sheberaj a la parturienta. Esta bendición se brinda a cada uno de los convocados a la Tora. Ella le da la posibilidad de bendecir a su familia, los rabinos, los dirigentes, los soldados del ejército de Israel y a todas los orantes de la sinagoga. La bendición es pronunciada por el gabay y durante ella se acostumbra ofrecer una donación, ya sea para la manutención de la sinagoga o para otro tipo de obras de caridad o beneficencia.
Existe un mi sheberaj especial para un enfermo, en la cual pedimos por su pronta recuperación.
17 – Maftir y haftará.
Agregamos una persona más, el octavo, para leer el maftir y la haftará a los siete que han subido a leer la Tora. Para el maftir I se llama indistintamente a un Cohén, a un Leví o a un Israel (también el ajaron último de los que han subido antes del maftir puede ser Cohén, Leví o Israel), los que tienen un evento especial a cumplir o festejar tendrán preeminencia para ese honor.
Para maftir se deben leer por lo menos los tres últimos versículos del capítulo, que ya fueron leídos para la séptima persona.
18 – Oración de Musaf de Shabat.
La oración de Musaf de shabat fue decretada como recuerdo a la ofrenda adicional que se acostumbraba elevar en el Templo Sagrado, como demostración especial de la santidad y especialidad de esos días. Las oraciones de shajarit y minjá son por las ofrendas constantes, que se llevaban cada día en shajarit y al atardecer. En días especiales, en los cuales se ofrendaba uno más en el Templo Sagrado, se agregó en recordación una oración más que se acostumbra hasta nuestros días.
La oración de musaf está compuesta también por siete bendiciones. La bendición central que culmina con Baruj ata H’, mekadesh hashabat – Bendito seas Tú, H’ que santificas al Shabat-, comienza con las palabras: “estableciste el Shabat, te agradan sus ofrendas”. Esta parte de la oración está compuesta en forma de acróstico alfabético invertido.
En la repetición del oficiante se recita kedushá -santificación – con un texto ampliado.
En el Shabat que coincide con Rosh Jodesh, se cambia el texto por uno en el cual se incluyen las ofrendas de musaf de Shabat y de Rosh Jodesh. La oración comienza con las palabras: ata iatzarta olamjá mikedem – Tú creaste al mundo en los tiempos pasados – y culmina con la bendición Baruj ata H’. mekadesh hashabat veisrael verashei jodashim – Bendito seas, Tú H’, que santificaste al Shabat, Israel y el comienzo de los meses -.
19 – Kidush- la comida del día de Shabat.
Tras las plegarias, nuevamente pronunciamos la santidad de Shabat sobre una copa llena de vino. El Kidush del día de Shabat sigue un formato similar (aunque más corto) a la versión del viernes por la noche. El Kidush es seguido por la comida del día de Shabat, que del mismo modo comienza con el lavado ritual de las manos y la bendición Hamotzí sobre dos hogazas de jalá, seguida por la deliciosa comida de Shabat, cantos y estudio, y Agradecimiento después de la comida.
Un elemento único de la comida del día de Shabat es el cholent —un guiso cocinado lentamente (hecho típicamente con carne, papas y porotos, a pesar que abundan las versiones y variedades) que es ubicado sobre una pequeña llama cubierta desde antes de Shabat.
20 – Shabat de tarde.
Luego de un breve descanso considerado popularmente como muy placentero, debemos consagrar tiempo para el estudio de la Tora. Es recomendable hacerlo en congregación en Shabat a la tarde por medio de clases y alocuciones. En la Tora encontramos una asociación respecto a los preceptos de Shabat: “Y reunió Moshé a toda la comunidad de Israel y les dijo: estas son las órdenes que me ha ordenado H’ para que se haga lo siguiente. Se podrá trabajar durante seis días, pero el día séptimo será para ustedes un día sagrado, de completo reposo en honor a D’s” (Éxodo 35:1). De aquí podemos concluir que todo lo referente a leyes de Shabat y estudio de la Tora se debe realizar en comunidad, en asamblea, -“La gloria del Rey se encuentra en las multitudes de su pueblo”.
21 Oración de Minjá y la Seudá Shlishit – tercera comida
Minjá comienza con ashrei – bienaventurados los que viven en tu casa – y continúa con uva letzión goel – y el redentor vendrá a Sión -, selección de versículos de la Biblia. Después que el oficiante recita jatzi kadish y el versículo veani tfilati, se abre el Arcavaihíbinsoa haaron, voiomer Moshe diciendo: partiendo el Arca, Moshé dijo – y con la oración “Bendito Seal Tu Nombre, D’s del universo, bendita sea Tu corona y bendito el lugar de Tu morada”. Se saca la Tora y se convocan a tres personas – Cohén, Leví e Israel ante quienes se lee la primer parte de la porción de la semana entrante, misma que se leerá también el lunes y jueves próximos.
Después de la lectura de la Tora y de la devolución al Arca, nos ponemos de pié para la amida. La bendición central comienza resaltando la exclusividad del Eterno y la particularidad de su pueblo de Israel, que fue elegido por Él mismo para entregarles la santidad del Shabat y su descanso: ‘Tú eres uno y Tu nombre es uno, ¿y quién es tan i singularmente único como tu pueblo Israel en esta tierra?”.
Al concluir la repetición del oficiante de la amida se acostumbra recitar tres versículos de Salmos (119:142, 71:19, 36:7) Estos tres versículos son una justificación del juicio divino como baruj daian emet – bendito juez de la verdad – que se dice para aceptar el veredicto del Santo Bendito, a pesar de que pueda ser muy difícil, amargo, duro y doloroso. La tradición de recitar estos tres versículos en minjá de Shabat se debe a que tres de los pilares del judaismo fallecieron en el horario de minjá en Shabat: losef, Moshé y el rey David.
Después de estos versículos el oficiante dice kadish titkabel y la congregación recita aleinu – y se concluye la oración con el kadish de duelo.
Después de minjá se lavan las manos para la Seudá Shlishit, la tercera comida sabática. Esta comida no es para satisfacer al hambre. Su cometido es realzar los momentos con el estudio, para acumular energías espirituales para la semana entrante. Enseñanzas de la Tora, cánticos que
aportan al alma que se eleva y la melancolía, a medida que se hace patente la penumbra que cae afuera acompañan a esta comida.
22 – Maariv después de la salida de Shabat.
Arvit después de la salida del Shabat es igual a la oración de los días de la semana, a excepción de estos cambios: en la oración de shmoná esré, en el fragmento “Tú dotas al hombre con sabiduría e instruyes a los mortales la comprensión” se diferencia entre lo sagrado y lo mundano agregando ató jonantanu – Tú nos dotaste para conocer tu Tora y nos enseñaste a cumplir los estatutos de Tu voluntad. Hiciste separar nuestro D’s, lo santo de lo profano, la luz de la oscuridad, Israel de los demás pueblos y el séptimo día de los seis días de trabajo -, etc.
Estos agregados se realizan en la “bendición de sabiduría” como han fijado nuestros sabios ya que si no hay sabiduría – ¿de dónde provendrán los criterios de la distinción? Para diferenciar una cosa de otra necesitamos sabiduría para tener discernimiento adecuado.
A arvit de la salida del Shabat se agregan fragmentos Salmos (90:17 y 91) – sea sobre nosotros la gracia de D’s – para invocar protección de lo que le pueda acaecer negativamente durante la semana que comienza en ese momento.
También se agrega la oración beata Kadesh Yosef tehilot Israel – y Tú eres santo que moras en las alabanzas de Israel compuesta con varios versículos de la Biblia, para extender la santidad del Shabat. Cuando cae en esa misma semana alguna de las festividades mencionadas en la Tora, no se recitan los agregados vihi noam y veatá kadosh. En muchas congregaciones se acostumbra a agregar partes de oración y versículos de la Biblia, que comienzan con la bendición de Itzjak a laacov: “D’s te dispense el rocío del cielo y la fertilidad de la tierra, abundancia de trigo y mosto”.
23 – Havdalá. Distinción.
De la misma manera que cumplimos, al comenzar el Shabat, el precepto de “recuerda el día del Shabat para santificarlo” bendiciendo sobre el vino, también cumplimos con el precepto de havdalá sobre el vino al concluir el Shabat. La havdalá se realiza sobre un vaso de vino, pero si no tuviéramos vino, se usa cualquier otra bebida (jugo de uvas, cerveza blanca, cerveza negra o te). Se sirve el vaso hasta que se derrame un poco como símbolo de abundancia y se enciende una vela especial, y trenzada, con dos llamas por lo menos. Se prepara un utensilio con especias o clavos de olor y se hace participar a los niños haciéndoles sostener la vela.
Luego de recitar los versículos: “He aquí D’s mi salvación, estoy seguro y no temo” se dicen cuatro bendiciones, de acuerdo con el orden “iabneh”: iain – vino -, besamim -especias -, ner – vela – y havdalá – distinción -. Comenzamos agradeciendo a D’s sobre el vino: boré pri haguefen – Creador del fruto de la viña – (si no hubiera vino y se recitara sobre otra bebida, la bendición será: shehacol nihia bidvaró -que todo fue creado con su palabra -). La segunda bendición es la que se hace sobre las especias: boré minei besamim – o boré atzei besamim – que creaste tipos de especias y plantas aromáticas -.
Esta bendición fue decretada por nuestros sabios para despedir al alma adicional, que nos acompañó durante el Shabat y nos abandona en esos momentos – hasta el próximo Shabat.
La tercera bendición es boré meorei haesh – Creador de las luminarias del fuego -. Es una bendición que comienza agradeciendo a H’ porque nos otorgó el fuego, fuente de luz y calor.
De acuerdo con la tradición, el Santo Bendito le mostró a Adán el fuego creado por el roce de dos piedras. Este descubrimiento se produjo a la salida del primer sábado de la Creación y es por eso que se señala el momento de la salida del Shabat con la bendición de boré meorei haesh “No se debe bendecir por la luz – hasta que se tenga un provecho de ella”, es decir: debemos bendecir la utilidad producida por el fuego – la luz y el calor y para ello debemos acercarnos a él. Por eso, se acostumbra acercar la punta de los dedos a las llamas del fuego: enfatizando la importancia de la luz, gracias a la cual podemos notar los detalles más pequeños, por ejemplo: el estado de las uñas de nuestras manos.
La última bendición, la cuarta, es fundamental: Baruj ata H’, E-lokenu melej haolam, hamavdil ben kodesh lejol. ben or lejoshej, ben Israel leamim, ben iom hashvii lesheshet iemei hamaase. Baruj ata H’, hamavdil ben kodesh lejol” – Bendito seas Tú, H’ rey del universo, que has separado lo sagrado de lo mundano, la luz de la tiniebla, a Israel de los demás pueblos, el séptimo día de los seis días laborables. Bendito seas Tú H’, que distingues lo santo de lo mundano -.
Después se bebe del vino y se apaga la vela. No se debe comer desde la terminación del Shabat hasta después de escuchar la havdalá.
24 – Kidush levaná. Santificación de la luna nueva.
El calendario hebreo, se calcula según los ciclos de las fases de la luna (y de acuerdo con los ciclos de las estaciones) y Rosh Jodesh – el comienzo de mes – que cae el día de la neomenia o cerca de él. Es por eso que decretaron una bendición especial, que se lee una vez por mes, en la salida de Shabat – desde tres noches después de la neomenia.
Kidush levaná se recita entre el día tres al 15 del mes, con un minian y en el patio de la sinagoga, enseguida después de arvit al finalizar el Shabat, antes de ir a la casa a realizar havdalá y la comida de melavé malka. Sefardíes acostumbran bendecir solamente después del séptimo día del mes. Esta bendición incluye un agradecimiento a D’s, creador de las luminarias. De aquí el simbolismo que se le acredita a todo el pueblo de Israel: así como la luna a nuestros ojos va decreciendo, hasta que nos parece que se ha extinguido y nuevamente, nace de nuevo y va creciendo hasta que se encuentra en su plenitud – así crece y se fortifica el pueblo de Israel.
La oración de kidush levaná está compuesta por distintos capítulos de Salmos y leyendas de nuestros sabios. En el centro está la bendición propiamente: “Bendito seas Tú, H’, rey del universo, que con tu palabra creaste los cielos y todos tus ejércitos con un soplo de tu boca; Él les dio decreto y tiempo designados, con el fin que no desvíen sus tareas; ellos se regocijan y están felices cumpliendo los designios de su Creador; su Creador es sincero y su obra es sincera; Él también ordenó que la luna sea renovada mensualmente; una corona de gloria para aquellos que fueron apoyados por D’s, desde el inicio, porque ellos serán renovados como ella y con el fin de glorificar al Creador por el nombre glorioso de su reinado. Bendito seas Tú, H’, que renuevas los meses”. Al concluirla bendición de la luna, después de Aleinu Leshabeaj y kadish de duelo, la congregación canta tres párrafos del poema Ke-l adon al col hamaasim, allí se alaba y se loa a los astros que creó el Santo Bendito.
De esta manera concluye la parte de “recordar” el Shabat, que está destinada a santificar y honrar el día del Shabat e irradiar de su fuerza y su peso peculiar al resto de los días de la semana.
25 – Melavé malka. Escoltando a la reina Shabat.
De acuerdo con la tradición judía, el Shabat es una reina que nos visita una vez en la semana a la que honramos al salir, con una comida especial. Este banquete es llamado melavé malka acompañante de la reina – o seudat David hamelej – banquete del rey David. El nombre melavé malka es claro. Pero, ¿de dónde ha salido la expresión de seudat David hamelej?
Nuestros sabios cuentan que David quiso saber cuando llegará su fin. “Dame a conocer el resto de mis días”, le pidió al Eterno volvió y pidió, hasta que el Santo Bendito respondió, que I moriría en Shabat. Desde ese momento y hasta su último día de vida, el rey David acostumbró realizar cada semana al finalizar el Shabat, una comida de agradecimiento por esa semana más de vida.
Para esta comida cantamos zemirot, cánticos especiales, como amar H’ lelaacov – un cántico formado por veintidós versículos, ordenados alfabéticamente y cuyo final siempre es I el mismo: al tira avdí laacov – no temas mi siervo laacov -. Una parte de los cánticos son en memoria del profeta Eliahu.
¿Cuál es la relación entre el profeta Eliahu y la melavé malka? es una tradición que está basada en literatura mística dice, que en cada salida de Shabat el profeta Eliahu, heraldo de la redención, recuerda los méritos del pueblo de Israel. Por eso lo recordamos a cada salida de Shabat y lo relacionamos a él, glorificándolo con alabanzas.
26 – Subestimación.
…Yo recordaré Mi pacto con Iaakov y también Mi pacto con Isaac y también Mi pacto con Abraham (Levítico 26:42).
Un hombre joven con un severo problema de alcoholismo y drogas fue admitido en el hospital para realizar un tratamiento. El paciente pidió que se le hiciera una prueba de onda cerebral como parte de su examen y explicó que le preocupaba que el uso del alcohol y drogas hubiese causado daño a su cerebro. Le aseguré que no tenía razón para preocuparse por ello.
Al día siguiente solicitó que se lo sometiera a pruebas psicológicas para determinar si había sufrido daño cerebral. Otra vez lo tranquilicé diciéndole que no tenía motivo para preocuparse. Al otro día inquirió acerca de un examen de cerebro, otra vez preocupado por la posibilidad de tener daño cerebral. Esta vez, sin embargo, se rehusó a aceptar mi repetida afirmación. Entonces tuve una larga entrevista con este hombre, durante la cual se tornó evidente que él no solo estaba temeroso por la posibilidad de tener un daño cerebral, sino que ¡él realmente quería tener daño cerebral! ¿Por qué? Porque entonces él podría decir, “No esperen nada de mí. Simplemente déjenme continuar con mi uso de alcohol y drogas. Yo estoy más allá de la ayuda, porque tengo dañado el cerebro”. Tener daño cerebral lo aliviaría de toda responsabilidad de ponerse bien.
Algunas personas pueden ser motivadas, si bien inconscientemente, para subestimarse a sí mismas y minimizar sus capacidades. Ser conscientes de su verdadero potencial, las obligaría a realizarse hasta el límite de sus capacidades. Engañarse uno mismo considerándose muy limitado y creyendo que no puede lograr mucho, permite dejarse llevar por el ocio y el estatismo sin mucha culpa.
En la porción de la Torá de hoy, leemos a cerca de las serias consecuencias que seguirán al abandono de la Torá. Luego Di-s dice, “Yo recordaré Mi pacto con Iaacov… y con Isaac… y con Abraham”.
¿Cuál es la relevancia de esta declaración en el contexto de la amonestación?
El santo Shela explica que una persona es considerada responsable proporcionalmente a sus capacidades. Nuestras acciones serán juzgadas frente a un muy alto estándar. Nosotros somos los descendientes de los patriarcas. Tuvimos antepasados quienes fueron personas santas, cabalmente espirituales, y completamente comprometidas con la voluntad Divina. Con tal linaje, las demandas sobre nosotros serán, más grandes que si descendiéramos de personas menos espirituales.
Debemos percatamos de nuestras enormes capacidades. Toda persona tiene un potencial que se aproxima a aquel de los ángeles (Salmos 8:6). Debemos maximizar este potencial, y no engañarnos creyéndonos incapaces de alcanzar un alto logro espiritual.
Adaptado de “Viviendo cada día”, Editorial Bnei Sholem
27 – Behar-Bejukotai -”La profecía sobre el exilio y redención”.
“Y recordaran Mi pacto con Iaakov” (Vaikra 26,42)
En la Parsha de la amonestación (tojaja) el Altmsimo describe los sufrimientos que alcanzaran al pueblo de Israel si se desviara del camino de la Tora. Al final, el texto relata la profecma Divina del retorno del pueblo judmo al camino de la Tora, y que inmediatamente después llegara la redención.
Sin embargo, la secuencia de los versículos plantea un interrogante. Primero dice1: Y habran de confesar sus pecados, y los pecados de sus padres. A simple vista se trata de un despertar en arrepentimiento, luego de lo cual debe llegar la redención. Sin embargo, acto seguido, el texto dice: 2 Y los traerá a la tierra de sus enemigos, y entonces es que se doblegara su corazón taponado, y entonces habra de expiar sus pecados. Solo a continuación dice:3 Y recordaran Mi pacto con Iaakov. La mención del merito de los Patriarcas es lo que en la practica traera la redención.
CONFESIÓN EXTERNA
De aquél deducimos que la confesión de los judmos por sus transgresiones al final del exilio no sera suficiente para traer la redención. Esta llegara solo luego de que: Se doblegara su corazón taponado por medio de que el Altísimo los traiga a la tierra de sus enemigos. E incluso con ello no sera suficiente para traer la redención, y ella llegara solo en merito a los Patriarcas Abraham, Itzjak y Iaakov.
El hecho de que el pueblo de Israel confiese sus pecados no necesariamente es testimonio de un arrepentimiento verdadero, que implica un cambio interior del corazón de la persona. El pueblo fue vmctima de múltiples sufrimientos, y como consecuencia de la presión de las calamidades el pueblo judío clama por su amargo destino y habla de las transgresiones que causaron al exilio y su angustia, sin embargo aun no hay aquí una transformación interior y una firme decisión de abandonar la conducta pecaminosa y apegarse al Altmsimo.
EXPIACIÓN DE LOS PECADOS
Es por ello que esta confesión no genera siquiera que los pecados sean borrados, puesto que no hay aquí un arrepentimiento real. La expiación vendra por medio de que Y los traerán a la tierra de sus enemigos, cosa que causara que entonces es que se doblegara su corazón taponado. El quiebre del corazón y los sufrimientos llevaran a que expíen sus pecados.
Sin embargo, la sola explicación de los pecados no es suficiente para traer la redención. Para que llegue la redención es menester que tenga lugar una transformación interior del corazón del pueblo. Exilio y redención son dos estados opuestos. El Exilio es una expresión del ocultamiento del Rostro (Divino), mientras que la redención es el reflejo de Me dirigiri (con Mi Rostro) hacia ustedes4 la revelación y brillo del Rostro Divino. Para ello se requiere la misma actitud por parte del pueblo judmo: dirigir la cara hacia Di-s. Y esto no ocurrió aún. Por ello, el Altmsimo traerá la redención, no en merito del pueblo judío, sino por el merito de los Patriarcas.
COMIENZO DEL PROCESO
Sin embargo, la confesisn externa ya causa que el Altmsimo se conduzca con los judíos con Su Misericordia. Como Rashi explica5 sobre el versículo: Y los traerán a la tierra de sus enemigos – esta es una buena actitud hacia IsraelYo no los dejo, sino que les envío Mis profetas y ellos los hacen retornar bajo Mis alas.
El hecho en si de que la persona confiesa sus pecados con su boca, aunque todavía no decidis en su corazsn retornar con Teshuva, ya tiene un efecto positivo6, la propia palabra despierta al corazón. Y a su vez, cuando alguien dice algo correcto con lo cual aun no esta totalmente identificado, ya siente vergüenza, y eso mismo ya es positivo.
Por ello también el Se confesaran sus pecados es importante, y es ahí donde comienza el proceso que finalmente traera la verdadera y completa redención.
(Likutei Sijot tomo 27, pag. 207)