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No podemos saber la razón por la cual Di-s escogió esta
                           forma de creación en preferencia a otra... La pregunta de
                           por qué crear un fósil no es más válida que la pregunta de
                           por qué crear un átomo.
                              Ciertamente, tal pregunta no puede servir como argu-
                           mento sólido, y mucho menos como una base lógica, para
                           la teoría de la evolución”.
                             Además, “aunque los científicos han monitoreado du-
                           rante miles de generaciones ciertas especies de animales y
                           plantas de muy breve vida, nunca les ha sido posible esta-
                           blecer una transmutación de una especie a otra, y mucho
                           menos que una planta se transforme en animal.
                              Por consiguiente, dicha teoría no puede tener cabida en
                           el arsenal de la ciencia empírica”.

















                           Arraigando sus argumentos

                           en la ciencia, no en la religión
                                  na figura que desafió al Rebe sobre su posición res-
                                  pecto de la evolución fue el Dr. Herbert Goldstein,
                           Ufísico estadounidense y autor de un manual stan-
                           dard de grado, Classical Mechanics. Goldstein recibió su
                           doctorado en el Instituto de Tecnología de Massachusetts
                           (MIT), enseñó física en Harvard y Brandeis, y más tarde se
                           desempeñó como Profesor de ciencias nucleares en la Uni-
                           versidad de Columbia.
                             Aunque no tenemos una copia de la carta del Dr. Golds-
                           tein al Rebe, sí tenemos una copia de la respuesta del Rebe,
                           en la que enfatiza que cuando habla de tales cuestiones con
                           los científicos, basa sus argumentos en la ciencia, no en
                           Torá.
                             El Rebe comienza su carta del 14 de noviembre de 1962
                           con una observación preliminar, destinada a defenderse de
                           la suposición de Goldstein de que el Rebe podría ser de al-
                           guna manera anti-ciencia:


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