Una pequeña luz

Hace mucho, mucho tiempo en un pequeño pueblo de Rusia, un grupo de jasidim estaba decidido a cumplir las palabras de su Rebe.

Les había dicho que bajaran al sótano a oscuras para deshacerse de la oscuridad y estaban intentando esta hazaña aparentemente simple.

Pero, ¿cómo debían hacerlo? se preguntaron.

“Bajen las escaleras con palos y golpeen la oscuridad”, les dijo el Rebe. Los jasidim fueron obedientemente al sótano y comenzaron a gol‐ pear la oscuridad. Por supuesto, no sirvió de nada y pronto regresaron a su Rebe para pedirle consejo una vez más.
“Vuelvan abajo y esta vez griten

para alejar la oscuridad”.
Los jasidim volvieron a bajar.

“¡Fuera oscuridad!” gritaron. “¡Fuera!” gritaron. “¡Deja este lugar para siempre!” vociferaron

Pero nada pasó. Y así, regresaron a su Rebe.

Esta vez, el Rebe les dio otra sugerencia.

“Vayan abajo y enciendan una vela”.

Los jasidim bajaron las escaleras y encendieron una vela. Y el sótano una vez oscuro se llenó de luz, porque incluso un poco de luz ahuyenta una oscuridad muy profunda.

Este próximo martes celebramos el 120 cumpleaños del Rebe de Lubavitch. El enfoque del Rebe está tipificado en la historia anterior, que es una ilustración de una enseñanza fundamental de Rabi Shneur Zalman, fundador del jasidismo Jabad: “Una pequeña luz disipa una gran cantidad de oscuridad”. (Tania, cap. 12).

La perspectiva del Rebe brinda en vivir con una perspectiva positiva, trayendo más alegría, bien y luz al mundo.

El Rebe enciende velas. Él enciende y cuida “la vela de Di‐s, que es el alma del hombre” en cada uno de nosotros, siempre de la manera positiva y amorosa.

Y al hacerlo, permite que todos enciendan sus propias velas para ayudar a disipar la oscuridad.

El Rebe predica con el ejemplo. Los miles a quienes el Rebe ha empoderado como sus emisarios, las decenas de miles a quienes el Rebe ha inspirado de todos los ámbitos de la vida, todas las culturas y credos, países y continentes, encienden velas, alejando así la oscuridad.

Rebe de educar al mundo sobre Mashiaj y la inminencia de la Redención.

La Era de la Redención se asemeja a la luz que viene después de las tinieblas. Y la Redención se acelera y se trae a este mundo a través de cada uno de nosotros encendiendo velas, haciendo actividades positivas, siendo amables, alegres, ayudando a otra persona, comenzando a cumplir otra mitzvá, avanzando en nuestro conocimiento judaico, estudiando acerca de Mashiaj y la Redención.

¡Vamos todos a encender velas hoy! Hagámoslo para disipar algo de la oscuridad. Hagámoslo como regalo de cumpleaños para el Rebe y para acelerar la Redención.

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