¿Por qué contamos el Omer?

Durante los 49 entre Pesaj y Shavuot experimentamos un gran cambio

A partir de la segunda noche de Pesaj hasta el día anterior a la fiesta de Shavuot, el pueblo judío comienza una Mitzvá única llamada sefirat ha’omer (cuenta del omer).

La Tora nos ordena contar cada año siete semanas completando un total de 49 días. Al final de este período,celebramos Shavuot, que significa “semanas.”

Esto es considerado una Mitzvá, por eso la Cuenta del Omer, que recitamos cada noche, es precedida por una bendición. Sin embargo, podemos recitar la bendición, solo si no hemos faltado a la cuenta. Si hemos olvidado de contar el Omer, aunque sea una noche, no podemos recitar más la bendición, sino debemos escuchar la bendición de otra persona que si haya mantenido la cuenta completa y después hacemos nuestra cuenta.

Durante los tiempos del Santo Templo de Jerusalem, después de contar el Omer, era traída una ofrenda especial de grano. Esta ofrenda que se traía, era agitada en diversas direcciones, similarmente a cómo se agita el lulav durante la fiesta de Sucot, para demostrar que la presencia del Todopoderoso lo abarca todo.

¿Por qué contamos realmente? Existen varias razones. La primera es, que la cuenta manifiesta nuestra emoción frente a la inminente entrega de la Torá, celebrada en Shavuot. De la misma forma que un niño cuenta a menudo los días hasta el termino de las clases, o por las próximas vacaciones de la familia, así también nosotros contamos los días para demostrar nuestro entusiasmo en recibir nuevamente la Torá (que de hecho, recibimos la Torá en un sentido renovado cada año).

También sabemos que este período es apropiado para prepararse y refinarse espiritualmente. Cuando el Pueblo judío estaba en Egipto hace casi 3.400 años, se habían asimilado a muchas de las inmorales costumbres de los egipcios. Los judíos se habían hundido en un nivel sin precedente de decadencia espiritual y estaban al borde de la destrucción. En el último momento posible, los hijos de Israel fueron redimidos milagrosamente. Experimentaron un renacimiento espiritual y ascendieron rápidamente a un estado colectivo de santidad nunca antes alcanzado. Eran tan santos, de hecho, que cuando estaban parados al pie del Monte Sinai para recibir el Torá, fueron comparados a los ángeles.

Fue durante ese período de 49 días que experimentaron esta transformación tan radical. ¡De los niveles mas despreciables, a las alturas más excelsas en apenas siete semanas!

Los mandamientos de la Torá no son simplemente una parte de nuestra historia, sino que por el contrario representan una lección de vida para cada judío. Vemos la Torá como si fuese entregada cada día nuevamente y nos ocupamos de ella y de sus mandamientos con un vigor renovado.

También debemos aplicar a nuestra vida cotidiana esta lección de la cuenta de omer. Es específicamente durante este periodo que debemos esforzarnos para crecer y madurar en nuestro estado espiritual. La Torá no nos permite que nos consideremos satisfechos con nuestro actual nivel de espiritualidad. Por el contrario nos exhorta a fijarnos altas metas para nosotros mismos y después esforzarnos metódicamente hasta alcanzar esas metas.

El crecimiento que experimentamos durante este tiempo es comparable con un maratón. Establecemos el ritmo y lo intentamos mejorar día a día hasta que alcanzamos el día en que recibimos nuevamente la Torá. En este proceso miramos profundamente dentro de nosotros y trabajamos sobre todos nuestros aspectos negativos. Si nos vemos desprovistos de amabilidad, cambiamos nuestra agenda para hacer mas obras caritativas. Si estamos faltando en el área de la justicia, nos comprometemos a elevar nuestros niveles de entereza mejorándolos para elevarlos al máximo de nuestras posibilidades. Y así también en todas las áreas de nuestra personalidad.

 

Fuente

¿Qué es una Hagadá?

Por Dovie Schochet

La Hagadá es el libro que se utiliza durante el Séder en la víspera de Pésaj (fuera de Israel , hacemos Séders en las dos primeras noches de Pésaj.

La palabra Hagadá significa “Narración”, ya que su propósito principal es facilitar la narración de la historia del Éxodo de Egipto. También guía a los participantes a través de la rica comida del Séder, indicando cuándo y cómo se realiza cada rito.

Se dice que la Hagadá es el libro judío más impreso. De hecho, al entrar en su tienda de judaica local, encontrará docenas de Hagadá, cada una con comentarios, ilustraciones y traducciones únicas.

Al elegir una Hagadá, es recomendable elegir una que incluya textos hebreos junto con una traducción precisa al idioma de su preferencia. Después de todo, su propósito es ayudarle a contar la historia del Éxodo.

Usted necesitará una Hagadá para cada participante en su Séder para que todos puedan seguirla.

La importancia de contar

La palabra “Hagada” viene de la palabra “ve higaadato ”, “Y contarás ” , del versículo: “Y contarás a tu hijo en ese día [la víspera de Pésaj]: “Es por lo que el Señor hizo por mí cuando salí libre de Egipto”. 

Cuando el pueblo judío fue redimido de la esclavitud, Moisés ordenó a la nación que recordara ese día, pues fue el día en que Di-s los liberó de la esclavitud y los convirtió en un pueblo libre. Luego, instruyó al pueblo judío que contara los acontecimientos de ese día a sus hijos, para que la historia se transmitiera de generación en generación.

En palabras del Talmud , “En cada generación, una persona está obligada a verse a sí misma como si hubiera salido personalmente de Egipto”.  En la Hagadá misma dice: “E incluso si todos fuéramos sabios, todos hombres de entendimiento, todos ancianos, todos conocedores de la Torá, nos correspondería hablar del Éxodo de Egipto”.

El texto central de la Hagadá se encuentra en el libro de Deuteronomio , en los versículos que los agricultores recitaban para agradecer a Dios por sacar a sus antepasados de Egipto y traerlos a la Tierra Prometida.

La Hagadá también contiene la oración del Hallel , que contiene selecciones de los Salmos del Rey David .

Muchos elementos de la Hagadá se encuentran en la Mishná , que se finalizó en el siglo I. El Talmud registra un importante desacuerdo entre los sabios Rav y Shmuel (aprox. 230-250 d. C.) sobre cómo debería estructurarse la Hagadá.  En la práctica, se ha vuelto común incluir los textos registrados por ambos rabinos en una fórmula que se consolidó a finales de la Edad Media.

La Hagadá es más que una guía para la cena de Pésaj. Nos sumerge en una experiencia dinámica, haciéndonos sentir que fuimos nosotros quienes salimos de Egipto. La Hagadá explora nuestra historia, desde el primer judío, Abraham , hasta el culminante Éxodo de Egipto. Nos educa y nos desafía, comenzando con las Cuatro Preguntas y continuando con Los Cuatro Hijos.

En un plano más profundo, también cuenta la historia del pueblo judío a lo largo de los siglos: cómo hemos sufrido.

Una y otra vez, sufriendo esclavitud y asesinatos en masa. Pero la chispa judía que llevamos dentro no se ha extinguido. Al igual que los judíos que derrotaron a los egipcios y fueron redimidos de su dominio, nosotros también hemos sido sometidos a persecución y matanza, pero en las famosas palabras de Mark Twain: «Todo es mortal menos el judío; todas las demás fuerzas pasan, pero él permanece».

La Hagadá es nuestro secreto para sobrevivir, recordándonos de dónde venimos y quiénes somos.

 

Contenido
La Hagadá sigue un procedimiento de 15 pasos. (El texto completo de la Hagadá puede consultarse aquí ).

Cades – Santificar el día santo con una copa de vino.

Urchatz – Lavarse las manos sin recitar la bendición.

Karpas – Sumerge un trozo pequeño de verdura en agua salada.

Yajatz – Toma la matzá del medio y divídela por la mitad, reservando la mitad más grande para usarla como afikoman .

Maguid – Recita la historia del Éxodo con gran detalle.

Rachtzah – Lavarse las manos para la matzá .

Motzi Matzá – Recita la bendición sobre la matzá y come la cantidad requerida de matzá.

Maror : Consuma las hierbas amargas después de mojarlas en jaroset , una pasta dulce y pegajosa de frutos secos y frutas. (Haga clic aquí para ver deliciosas recetas de jaroset ).

Korech – Comer un sándwich de matzá y maror (nuevamente sumergido en jaroset ).

Shulján Orech – Comienza la comida.

Tzafun – El afikoman ya está comido.

Ahora se recita Beirach – Birkat Hamazon , la bendición después de las comidas.

Hallel – Recitar canciones y alabanzas a Dios.

Nirtzah – El Séder ha concluido.

 

FUENTE

El plato del Seder

El Séder es la comida tradicional de Pascua que incluye lectura, beber 4 copas de vino, contar historias, comer alimentos especiales, cantar y otras tradiciones de Pascua .

Según el mandato bíblico, se celebra al anochecer la primera noche de Pésaj (y la segunda si vives fuera de Israel ), aniversario del milagroso éxodo de nuestra nación de la esclavitud egipcia hace más de 3000 años. 

En el Seder, cada persona debe verse a sí misma como si ella misma estuviera saliendo de Egipto. Comenzando por nuestros Patriarcas, Abraham, Isaac y Jacob, contamos el descenso del pueblo judío a Egipto y recordamos su sufrimiento y la persecución de que fue víctima. Estamos junto a ellos mientras Di-s envía las Diez Plagas para castigar al Faraón y a su nación, y los seguimos cuando ellos salen de Egipto y cruzan el Mar de Juncos. Presenciamos la milagrosa mano de Di-s cuando las aguas se dividen para dejar que pasen los israelitas y luego vuelven a cerrarse, inundando a las legiones egipcias.

Kadesh – la bendición

El Seder se inicia con la recitación del kidush, en el que se proclama la santidad de este día sagrado. Esto se hace con una copa de vino, que es la primera de las cuatro copas que hemos de beber (reclinándonos) en el Seder.

Las cuatro copas de vino

¿Por qué cuatro copas? La Torá emplea cuatro expresiones de libertad o liberación en conexión con nuestra liberación de Egipto (ver Éxodo 6:6-7). Además, los Hijos de Israel tuvieron cuatro grandes méritos incluso estando en el exilio:  No se cambiaron los nombres hebreos;  continuaron hablando su propio idioma, el hebreo;  conservaron un alto grado de moralidad;  mantuvieron su mutua lealtad.

Se usa el vino porque es símbolo de alegría y regocijo.

Por qué nos reclinamos: Al beber las cuatro copas de vino y comer la matzá, nos reclinamos hacia la izquierda para acentuar el hecho de que somos personas libres. En la antigüedad, solamente las personas libres se daban el lujo de reclinarse mientras comían.

Urjatz – La purificación

Nos lavamos las manos de la manera prescripta, como solemos hacer cada vez antes de comer, pero esta vez sin pronunciar la bendición acostumbrada.

El paso siguiente en el Seder, Karpas, requiere que mojemos alimentos en agua, lo cual, según la ley judía, a su vez requiere que ese alimento sea comido con un utensilio o bien que uno se purifique las manos lavándolas. En la noche del Seder optamos por la observancia menos común para despertar la curiosidad del niño.

Karpas – el “aperitivo”

Se moja un pedacito de cebolla o de papa hervida en agua salada y se lo come (después de recitar la bendición de las verduras).

El acto de mojar el karpas en agua salada es un acto de placer y libertad, que suscita aún más la curiosidad del niño.

La palabra hebrea karpas, si se lee de atrás para adelante, alude a las extenuantes labores que llevaron a cabo los 600.000 judíos en Egipto. [La samej tiene valor numérico equivalente a 60 (que representa 60 veces 10.000), mientras que las tres últimas letras hebreas forman la palabra perej, duras labores]. El agua salada simboliza las lágrimas que derramaron nuestros antepasados en Egipto.

Iajatz – Partir la Matzá

La matzá intermedia del plato del Seder se parte en dos. El pedazo más grande se guarda para usarlo más tarde como el afikomán. Esta acción tan inusual no sólo vuelve a atraer la atención del niño sino que además conmemora la división del Mar de Juncos que obró Di-s para que los Hijos de Israel cruzaran sobre tierra seca. El pedazo más pequeño de la matzá intermedia es devuelto al plato del Seder. Esta matzá intermedia quebrada simboliza la humildad, y más adelante será comida como el “pan de pobreza”.

Maguid – la Hagadá

Ahora se invita a los pobres a que se unan al Seder. La bandeja del Seder se coloca a un costado, se sirve una segunda copa de vino y el niño, que a esta altura ya no puede aguantar más de tanta curiosidad, formula la tradicional pregunta: “¿Ma nishtaná ha-laila haze mikol ha-leilot? ¿Por qué esta noche es diferente de todas las otras noches?”. ¿Por qué solamente matzá? ¿Por qué se moja la comida? ¿Por qué las hierbas amargas? ¿Por qué estamos tan relajados y reclinándonos sobre almohadones como si fuésemos reyes?

Las preguntas del niño desencadenan una de las mitzvot más significativas de Pésaj, que es el punto culminante de la ceremonia del Seder: la hagadá, o sea, el relato del Éxodo de Egipto. La respuesta incluye una breve reseña histórica, la descripción del sufrimiento que soportaron los israelitas, la lista de las plagas que acometieron a los egipcios y la enumeración de los milagros que obró el Todopoderoso para la redención de Su pueblo.

Rajtza – El lavado antes de la comida

Una vez concluida la primera parte de la Hagadá, al beber la segunda copa de vino (reclinándose), nuevamente nos lavamos las manos, pero esta vez pronunciando las bendiciones usuales, como solemos hacer antes de comer pan.

Motzi Matzá – Comemos la Matzá

Sosteniendo las tres matzot (con la matzá rota entre las dos enteras), se recita la bendición usual del pan. Luego, se deja caer al plato la matzá de abajo y se sostiene la matzá entera de arriba y la matzá rota del medio y entonces se pronuncia la bendición especial de “al ajilat matzá”. Luego se quiebran por lo menos 28 gramos de cada matzá y se comen los dos pedazos juntos, reclinándose.

Maror – las hierbas amargas

Se toman por lo menos 28 gramos de las hierbas amargas. Se las introduce en el jaroset y se sacude el jaroset y se pronuncia la bendición “al ajilat maror”. Se come sin reclinarse.

Korej – el sándwich

Cumpliendo con la costumbre instituida por el gran sabio talmúdico Hilel, se come un sándwich de matzá y maror. Se cortan dos pedazos de la matzá de abajo, que juntos deberían pesar por lo menos 28 gramos. Una vez más se toman por lo menos 28 gramos de hierbas amargas y se las introduce en el jaroset, tras lo cual se las colocan entre los dos pedazos de matzá y se dice “ken asá Hilel…” y se come el sándwich reclinándose.

Shuljan Orej – el banquete

Ahora se sirve la comida festiva. Empezamos la comida con un huevo duro mojado en agua salada.

Una vez le preguntaron a un rabino por qué los judíos comen huevos en Pésaj. “Porque los huevos simbolizan al judío”, respondió el rabino. “Cuanto más se los quema o se los hierve, más se endurecen”.

Tzafún – Salir del escondite

Después de la comida, se va a buscar la media matzá que había estado “oculta” y se había guardado para el afikomán (“postre”) y se la come. El afikomán simboliza el cordero pascual, que se comía al final del banquete.

Todos deberían comer por lo menos cuarenta y dos gramos de matzá, reclinándose, antes de la medianoche. Después de comer el afikomán, no se come ni se bebe nada excepto las dos copas restantes de vino.

Beraj – las bendiciones de después de la comida

Se sirve una tercera copa de vino y se recita la Bendición de después de las comidas. Luego se recita el pasaje en el que se invita al Profeta Elías, el heraldo de la llegada del Mashíaj, nuestro recto Mesías.

Halel – Canciones de alabanza

A esta altura, habiendo reconocido al Todopoderoso y Su singular modo de guiar al pueblo judío, vamos un paso más allá y entonamos Sus alabanzas por ser Él el Amo de todo el universo.

Tras recitar el Halel, nuevamente pronunciamos la bendición del vino y bebemos la cuarta copa, reclinándonos.

Nirtzá – aceptación

Habiéndolo llevado a cabo en la forma debida, estamos seguros de que el servicio del Seder fue bien recibido por el Todopoderoso. Entonces decimos “Le-shana ha-baá be-Ierushalaim- El año próximo en Jerusalem”.

KEARÁ

El plato del Seder (keará) incluye la mayor parte de los ingredientes que conforman el Seder.
 
Las tres matzot y los otros seis ingredientes se disponen en formación según su significación mística y la relación que hay entre uno y otro.
Así es como se disponen:

Encima de un plato grande, una bandeja o un pedazo de tela, coloca tres matzot enteras, una encima de la otra. Lo mejor es usar matzot redondas hechas a mano y shmurá.

Cubre las matzot con un pedazo de tela o una bandeja.

1) “Zroa”  hueso de pollo asado del que se quitó la mayor parte de la carne. Esto simboliza la ofrenda de Pésaj. No se come.

2) “Beitzá”  huevo duro, que simboliza la ofrenda de la festividad.

3) “Maror”  rábano picante rallado (solamente el rábano picante, no el “jrein” de color bordó que contiene también remolacha y vinagre) y/o lechuga romana, para usar como las “hierbas amargas” 

4) “Jaroset” pasta hecha de manzanas, peras, nueces y vino. Las hierbas amargas se sumergen en esta pasta.

5) “Karpas” un pedazo de verdura, como por ejemplo cebolla o papa.

6) “Jazeret” más hierbas amargas, para usar en el sándwich de matzá-maror.

También vamos a necesitar un vaso o una copa de vino para cada participante y gran cantidad de vino (cuatro vasos por persona).

Y un platito hondo con agua salada (para mojar el Karpas).


  

Estamos listos para empezar el Seder de 15 pasos. Mientras vayamos avanzando iremos explicando la función y la significatividad de estos ingredientes.

¿Que se considera jametz?

Todo comestible que cuente entre sus ingredientes uno de los 5 cereales (trigo-cebada-centeno-espelto-avena) fermentado es considerado Jametz.

Por ejemplo el Vodka, por provenir de la fermentación de cereales destilados; existen algunos edulcorantes cuyo ingrediente activo es el maltitol, éste se produce a base de almidón y proviene de cereales. Como estos, existen un sin fin de productos que cuentan entre sus colorantes, aditivos o conservantes y productos derivados de cereales.

 Por eso es muy importante cuidarnos de consumir solo productos que estén certificados con el sello de un Rabino ortodoxo competente que lo habilite para consumir también en Pésaj (Kasher le Pésaj).

 El arroz, maíz y las legumbres, de acuerdo a ley no entran dentro de la definición de cereal no obstante los Sabios de origen Ashkenazi prohibieron su consumo en Pésaj por ser que sus harinas se asemejan al de los cereales, especialmente en los países europeos en donde antiguamente escaseaba el trigo o cebada y el pan se hacia con una mezcla de harina de trigo y de legumbres. Entonces por ser que prohibieron las harinas derivadas de estas semillas, prohibieron también consumir los granos, por ello las comunidades de Ashkenazim no consumen arroz, maíz y legumbres en Pésaj. 

No obstante no es necesario que sean vendidos con el Jametz.

por el Rab. Iosef  Feigelstock

Preparativos para Pésaj

Los días previos a Pesaj debemos limpiar la casa de todo el Jametz. Especialmente debemos tener cuidado en la limpieza de la cocina, el comedor y las habitaciones de los niños, verificando que no queden vestigios de Jametz.

 

Jametz

El Jametz durante Pesaj, no sólo está prohibido comerlo, sino también poseerlo. Jametz significa: Productos que contengan cualquier clase de cereal (trigo, cebada, centeno, sémola, quaker, etc.), y no hayan sido supervisados por un rabino cuidando que no hayan fermentado.

En síntesis, pan, tortas, galletas, fideos, cerveza, whisky y otras bebidas alcohólicas, alimentos para bebés, conservas, etc., son productos Jametz y no se pueden tener ni utilizar en Pesaj.

Utensilios Los utensilios usados durante todo el año contienen Jametz y no deben ser utilizados en Pesaj. Es conveniente tener un juego de utensilios especialmente para su uso en Pesaj. De no ser esto posible, se deben “casherizar” los utensilios de uso diario.

Para “casherizar” sus utensilios consulte con su Beit Jabad más cercano, y gustosamente lo ayudaremos.

La Cocina
También la cocina y los electrodomésticos deben ser “casherizados”, no se pueden utilizar las mesadas, las piletas, la heladera y demás artefactos sin haberlos “casherizado”. Como el proceso de “casherización” de cada uno es distinto y es imposible detallar uno por uno, consulte con su Beit Jabad más cercano donde le informarán el modo de “casherizarlos”.

La Venta del Jametz
Los productos que contengan Jametz y se quieran guardar para después de Pesaj, así como los utensilios diarios, deben ser guardados en un placard especial que permanezca cerrado durante los ocho días de Pesaj. Este Jametz será vendido a un no judío, ya que de esta forma no lo “poseemos” legalmente.

 

 

La mentalidad de la Matzá

Si queremos maximizar nuestra experiencia de Pesaj, debemos conectarnos con el alma de la Matzá, el conocido Pan Ázimo.

Para eso, hay que conocer un poco la historia.

Los Judíos eran esclavos en Egipto. Di-s le dijo a Moisés que era la hora de liberar a los Judíos y luego le presentó el plan del Éxodo:

En la noche del día 15 del mes de Nisan, los Judíos tendrían una comida especial, la ofrenda de Pesaj, Matzá y hierbas amargas.

  1. Más tarde esa noche, Di-s enviaría la plaga final sobre los Egipcios.
  2. Los judíos luego abandonarían Egitpo a las primeras horas de la mañana

A medida que se fueron llevando las cosas, los judíos tuvieron que apurarse para irse, y el pan que estaban preparando para su viaje no tuvo tiempo de leudar, por lo que se transformó en Matzá.

Vemos que los judíos tuvieron dos veces Matzá, la planeada para el menú de la noche, y la segunda que surgió del apuro. El ego superficial representa la mayor amenaza a nuestra libertad interna. Este sentimiento es representado por el pan leudado. En cambio la Matzá, representa la humildad: el antídoto para el ego. La Matzá es simple, hecha sólo de harina y agua.

La Matzá también representa la fe, porque esto hace que reconozcamos que no tenemos el control de todo.

Entonces, Di-s le dice a los Judíos que encuentren el significado de la Matzá, para poder dejar su Egipto personal. No era fácil.

Pero lo hicieron, y tuvieron una exitosa comida de Pesaj espiritual.

Esto abrió un segundo nivel de Matzá, una dimensión más profunda. El primer nivel era la sumisión generada internamente a la Divino, el segundo, generado por lo Divino.

¿Qué harías si Di-s se te revelara? ¿Acaso te quedaría algún interés personal?

La intensidad te sacará todo el ego Eso es lo que pasó cuando los judíos dejaron Egipto.

Una vez que habían trabajado con ellos mismos para encontrar humildad y fe, Di-s les concedió Divinidad en su lucha contra ego.

En las palabras de la Hagadá: “La masa de nuestros ancestros no tuvo tiempo de leudar (mientras) el Rey del rey de los reyes, el Santo Bendito Sea, se reveló a ellos y los redimió”.

La segunda Matzá no estaba planeada, y no estaba en nuestras manos crearla.

Fue un regalo Divino.

Este año, en el Seder, podemos vivenciar ambos niveles de Matzá, y la preparación comienza de antemano.

Por:  MENDY HERSON

¿Por qué Moshé no es mencionado en la Hagadá?

La Hagadá, el texto que leemos en el curso del Seder de Pésaj, nos da una completa descripción de la esclavitud en Egipto y el éxodo.

Sin embargo, un tema principal no se menciona en la narrativa: Moshé. En la Torá, es Moshé el emisario y actor en cada milagro de Di-s en el éxodo.

¿Por qué no aparece en la Hagadá? ¿Acaso no estamos dejando afuera a la persona más importante de todo el éxodo?

Me parece que la respuesta se encuentra al final de “maguid”, que se lee antes de la comida del Seder. Generalmente estamos con un poco de hambre cuando llegamos a esa parte, por lo que debe ser esa la razón por la cual muchas veces no lo miramos con atención.

Comenzamos la parte final de Maguid diciendo: “…en cada generación la persona está obligada a verse a sí mismo cómo si él hubiera salido de Egipto”. Debemos entender de que Pésaj no se trata de una redención que ocurrió hace mucho tiempo, sino de una redención de trabajo continuo.

Pésaj no se trata de algo que pasó, sino de algo que está pasando ahora. Cada año, Pésaj nos da las fuerzas para poder escaparnos de nuestros límites personales, de hábitos e inclinaciones. Cada año Pésaj nos enseña de que Di-s nos puede ayudar a redimir a otros de sus prisiones, tanto físicas como espirituales y emocionales. Y más que todo, creemos en que Di-s redimirá el mundo, con nuestra participación, de la oscuridad y conflicto, y traerá un mundo en que no haya conflicto ni ignorancia.

Hablar de Moshé también muestra que todo el logro fue a través de un individuo extraordinario. “Moshé puede lograr tales cosas, yo no”. 

Quizás esa es la razón por la cual la Hagadá no habla de Moshé. 

Solo Di-s es el que redime al pueblo Judío y a toda la humanidad. Moshé era grande porque estaba entregado completamente a los planes de Di-s. Si cada uno de nosotros nos entregamos completamente, entonces cualquiera puede ser el conducto para la transformación de las barreras de la oscuridad a un mundo de luz.

No renunciamos a ningún hijo

“Uno es un sabio, uno es un malvado”…(Hagadá de Pesaj)

En la Hagadá de Pesaj leemos sobre “los cuatro hijos” que están sentados en el Seder: “Uno es sabio, uno es malvado, uno es simple y uno no sabe preguntar”

Se despierta inmediatamente la pregunta: ¡¿Por qué aparece el malvado, el más indigno de los hijos, al lado del sabio; aparentemente su lugar debería estar al final de la mesa?!

También la respuesta que se le da al hijo malvado- “si hubiera estado allí (en Egipto) no hubiera sido redimido”- es sorprendente: si no tiene relación con la salvación de Egipto, para que aparece en la Hagadá?

Más aún: En los escritos del Ari Z”L se explica que las cuatro copas son en correspondencia a los cuatro hijos

¡Y de acuerdo a esto se deduce que la segunda copa, sobre la que se recita toda la Hagadá, alude al hijo malvado!

ÉL ES UN IEHUDÍ

Entenderemos esto de acuerdo a lo que dice la Guemará: “Israel, aunque haya pecado, es un Israel” Todo judío, se encuentre en la situación que fuera, tiene dentro de sí “el punto judío”; alberga dentro de él un alma Divina (el Jasidut explica que ése es el sentido íntimo de “uno es malvado”: también dentro del malvado se encuentra el Uno, la chispa judía que tiene una conexión eterna con el Di-s único)

Es por eso que debemos traer al hijo malvado a la mesa del Seder de Pesaj, para acercarlo y descubrir su punto judío. La Torá no está dispuesta a renunciar a él- “en correspondencia a los cuatro hijos se refiere la Torá”, ya que “aunque haya pecado, es un Israel”. También un judío que peca, sigue siendo llamado con el nombre más excelso: Israel (que es el acróstico de Iesh Shishim Ribó Otiot LaTorá- la Torá posee 600000 letras. Así como el Cashrut de un Sefer Torá depende de una sola letra, de la misma manera, la perfección del pueblo judío depende de cada iehudí, independientemente de su conducta)

NO DEBEMOS EVADIRNOS

¿Pero quién es capaz de acercar al hijo malvado? No puede encargarse de ello “el simple” ni “el que no sabe preguntar” ya que ellos mismos necesitan ayuda. Justamente, “el hijo sabio”, el más ilustre, es el más apto y quién posee la fortaleza de despertar en el alma del malvado su chispa Divina.

Aquí la Torá no entrega una doble enseñanza. Al malvado le dice que no debe desalentarse por su situación, pues tiene esperanza. Di-s lo reúne con el sabio, para que pueda mejorar su conducta con su ayuda.

Y al sabio lo guía para que no cuestione: ¿Qué tengo que ver yo con el malvado? Para que no se concentre únicamente en su crecimiento personal, le ordena aproximarse al prójimo para procurar acercarlo a Di-s y Su Torá.

TODOS SERÁN REDIMIDOS

No se trata de un objetivo fácil. Se debe trabajar duramente para lograr encender la llama del alma en el corazón del hijo malvado. Por eso recitamos lo principal de la Hagadá sobre la segunda copa.

¿Y cómo se lo acerca? A través de la frase “si hubiera estado allí, no hubiese sido redimido”. No es la intención alejarlo con ella – Di-s no lo permita- sino por el contrario, en este pasaje acentuamos que sólo allí, en Egipto, antes de la entrega de la Torá, no hubiera sido redimido, pero luego de haber sido elegidos como pueblo y que Hashem hizo un pacto eterno con cada judío en el Monte Sinai, está presente la promesa: “No será apartado ningún desviado”, e incluso él será redimido junto a todo el pueblo de Israel con la redención completa. Por medio de este incentivo, se despertará también el malvado y deseará descubrir la verdad que hay en él y ser redimido.

Likutei Sijot tomo 1, pag 247