Shabat HaGadol – El comienzo de la redención

El Shabat que precede a Pesaj es llamado Shabat HaGadol -el Gran Shabat. Existen muchas costumbres especiales relacionadas con este Shabat.

El pueblo de Israel celebró su primer Shabat HaGadol en Egipto, en el décimo día de Nisán, cinco días antes de su redención. En aquel Shabat, los Hijos de Israel recibieron su primera mitzvá (precepto) que rigió únicamente para ese momento y no para las futuras generaciones: En el décimo día de este mes [Nisán]… tomará cada uno un cordero por casa paterna, uno por familia… (Exodo 12:3). 

Esta mitzvá de preparar un cordero para el sacrificio de Pesaj cuatro días antes de realizar la ofrenda fue especificada sólo en relación con aquel primer Pesaj en Egipto, pero con respecto a los siguientes la Torá no nos ordena proceder de esta forma. Sin embargo, el pueblo de Israel la siguió cumpliendo, dedicando estos días al examen de sus corderos, verificando que no tuvieran ningún defecto que los pudiera invalidar para ser sacrificados.

Grandes milagros tuvieron lugar en favor de los Hijos de Israel en este primer Shabat HaGadol. En aquel día, cada uno de ellos tomó un cordero para su ofrenda y lo ató a las patas de la cama. 

Los egipcios, al ver esto, preguntaron: “¿Para qué es este cordero?” Los Hijos de Israel respondieron: “Es para ser sacrificado como ofrenda de Pesaj, tal como Di-s nos lo ordenó”. Los dientes de los egipcios, para quienes el cordero constituía una deidad, crujieron de rabia, pero no pudieron emitir sonido alguno de protesta.

También ocurrieron otros milagros relacionados con este episodio, y por eso nos referimos a este día como Shabat HaGadol, en recuerdo de los grandes milagros que Di-s obró por nuestro bien.

En el Sefer haPardés —atribuido a Rashi— encontramos lo siguiente:

La gente acostumbra a llamar “Shabat HaGadol” al Shabat anterior a Pesaj pero ignora el por qué de este nombre especial, ya que en apariencia es igual a cualquier otro Shabat. 

Los Hijos de Israel salieron de Egipto un jueves, como lo registra Seder Olam (Capítulo 5), y prepararon el cordero para el sacrificio de Pesaj el Shabat anterior, en el décimo día de Nisán. Cuando se les ordenó hacerlo, dijeron: “¿Acaso es posible que sacrifiquemos al dios de los egipcios ante sus propios ojos y no nos apedreen?” 

Pero el Santo, bendito sea, les dijo: “Ahora veréis las maravillas que haré por vosotros”. Los Hijos de Israel tomaron de inmediato cada uno un cordero, que guardaron durante cuatro días. Cuando los egipcios vieron esto quisieron alzarse en su contra y tomar venganza, pero fueron azotados por todo tipo de males y no pudieron dañar a los Hijos de Israel. Debido a los milagros que Di-s obró en ese día, el Shabat anterior a Pesaj es llamado Shabat HaGadol.

Aun antes de que cada familia judía tomara un cordero el 10 de Nisán, los egipcios sabían que la plaga que se abatiría sobre sus primogénitos era inminente, pero desconocían el día exacto en que tendría lugar, pues la advertencia de Di-s, “Enviaré una plaga más sobre el Faraón y Egipto” (Éxodo 11:1), ya había sido formulada el 7 de Nisán. Cuando los egipcios se enteraron de que los Hijos de Israel habían tomado corderos y los tenían amarrados a las patas de sus camas, un gran temor se apoderó de sus primogénitos. “La plaga está a punto de caer sobre nosotros”, dijeron. 

“Nuestros dioses están amarrados con cuerdas en las casas de los hebreos y no pueden defendernos”. Fue así que en aquel primer Shabat HaGadol los primogénitos egipcios llegaron a las casas judías dominados por el pánico, ansiosos por saber qué les deparaba el futuro.

Asimismo, Tosafot (Talmud, Shabat 87b) hace mención de este suceso en nombre del midrash:

Por eso nos referimos a este Shabat como “Shabat HaGadol”, pues un gran milagro ocurrió en aquel día. El midrash relata: Cuando los Hijos de Israel tomaron cada uno su cordero para Pesaj en ese Shabat, los primogénitos de todas las naciones del mundo se congregaron a su alrededor y les preguntaron el por qué de su proceder. 

Ellos respondieron: “Es la ofrenda de Pesaj para nuestro Di-s, quien dará muerte a todos los primogénitos egipcios”. De inmediato estos se dirigieron a sus padres y al Faraón, rogando que dejaran salir a Israel de Egipto, pero el Faraón y sus consejeros no estuvieron de acuerdo con la petición. Entonces los primogénitos libraron una guerra contra los otros egipcios, matando a muchos de ellos. Así lo expresa el versículo: Quien golpeó a Egipto a través de sus primogénitos (Salmos 136:10); es decir, los primogénitos mismos fueron quienes dieron muerte a otros egipcios.

CONMEMORACIÓN EN SHABAT EN LUGAR DEL 10 DE NISÁN

¿Por qué conmemoramos este milagro el Shabat anterior a Pesaj y no el 10 de Nisán, el día en que realmente ocurrió, tal como menciona la Torá (Exodo 12:3)?

La razón de ello es que dicho milagro guarda una estrecha relación con el Shabat. Los egipcios sabían que los Hijos de Israel observaban el Shabat y no se ocupaban del cuidado de los animales en ese día; por eso, cuando los vieron tomando corderos y atándolos a las patas de sus camas en Shabat, se sorprendieron y decidieron averiguar qué estaba sucediendo. Fueron y confrontaron a los Hijos de Israel quienes se vieron en un gran peligro, requiriéndose de un milagro para salvarse, puesto que era Shabat. Por este motivo conmemoramos el milagro en Shabat y no en el décimo día del mes.

Además, de no haber sido en Shabat, los Hijos de Israel no habrían necesitado de un milagro para ser salvados pues habrían podido persuadir a los egipcios distrayendo su atención hacia otro asunto o inventando cualquier tipo de justificación. Sin embargo, al ser Shabat, no podían actuar así, ya que, como dijeron nuestros Sabios, 

“Aun el ignorante siente temor al Shabat y no miente en este día”. Por lo tanto, en tales circunstancias sus vidas corrían peligro, siendo necesario un milagro para salvarse.

Otra de las razones por la cual conmemoramos el milagro en Shabat y no el 10 de Nisán es que en ese preciso día, cuarenta años más tarde, murió Miriam —hermana de Moshé— y desapareció el manantial que había acompañado a los Hijos de Israel proveyéndolos de agua durante su travesía en el desierto. Así, esta fecha fue establecida como día de “ayuno por los justos” cuando acaece en medio de la semana.

OTRAS RAZONES PARA EL NOMBRE “SHABAT HAGADOL”

Durante siglos, nuestros eruditos de la Torá han proporcionado diversas razones que justifican este nombre, razones acordes a quienes las formulan y que deleitan a quienes las oyen.

Algunos interpretan la palabra “hagadol” —el gran— como un adjetivo que califica al Shabat mismo. Aunque el sustantivo Shabat es femenino y el adjetivo hagadol se encuentra en su forma masculina, ello no debe inquietarnos pues muchas veces encontramos que un adjetivo cambia de su forma femenina a masculina cuando es utilizado para expresar grandeza e importancia.

Otros, por su parte, interpretan la palabra hagadol haciendo referencia a otros asuntos. Lo que sigue a continuación es una selección de explicaciones adicionales que nuestros Sabios ofrecieron en relación a este tema:

— Al igual que un niño es considerado gadol (adulto) desde el momento en que recibe sobre sí la responsabilidad de cumplir las mitzvot, así también el día en que todo el pueblo de Israel observó su primera mitzvá —el acto de tomar un cordero el día 10 de Nisán— es llamado gadol (Jizkuni, Abudraham, y comentaristas posteriores).

— Cuando los Hijos de Israel estuvieron en Egipto, Moshé pidió al Faraón que les concediera un día de la semana —Shabat— como día de descanso. Así, apenas concluía el Shabat, regresaban de inmediato a su trabajo forzado. Sin embargo, en aquel Shabat no regresaron a su esclavitud, y por eso nos referimos a él como Shabat HaGadol (Rabí Iehoshúa de Trani, en nombre de su padre)

3 Perspectivas de la Hagada de 3 personalidades judías

¿Por qué no recitamos una bendición para la mitzvá de contar la historia del Éxodo? Antes de realizar la mayoría de las Mitzvot, como colocar los Tefilín y encender velas, recitamos una bendición.

¿Por qué no decimos una bendición antes de la Mitzvá de contar la historia del Éxodo? Algunos explican que no hacemos una bendición por separado, ya que no hay un requisito mínimo para volver a contar la historia, y \ o es posible que ya hayamos cumplido técnicamente nuestro requisito mínimo al mencionar el Éxodo durante los servicios nocturnos o el Kidush.

Rabi Shneur Zalman de Liadi cuestiona estas explicaciones. Después de todo, en todas las demás noches (y días), una mera mención del Éxodo es suficiente para cumplir con la Mitzvá. Pero en esta noche, hay una mitzvá especial para discutir el Éxodo en profundidad, así que, ¿por qué no hacemos una bendición?

Él explica que así como no hacemos una bendición sobre la mitzvá de recitar el Agradecimiento después de las comidas (Birkat HaMazón), ya que en sí misma es una bendición, la Hagadá misma también está llena de bendiciones, y no hacemos una bendición sobre una bendición. Rabi Shneur Zalman (1745‐1812), también conocido como el Alter Rebe, fue el primer Rebe de Jabad. Aunque no escribió un comentario separado sobre la Hagadá, sus ideas sobre la Hagadá y Pesaj se encuentran a lo largo de sus escritos.

¿Celebrar la libertad en el exilio? ¿Por qué los judíos celebran Pesaj, una festividad que celebra la libertad, incluso durante nuestro largo y amargo exilio? Rabi Iehuda Loew, el Maharal de Praga, explica que la festividad de Pesaj no solo celebra nuestra libertad de la opresión. Des‐pués de todo, a lo largo de nuestra larga historia, incluso en condiciones duras y extenuantes a manos de otros tiranos opresivos, los judíos hemos seguido celebrando nuestra libertad de Egipto.

Entonces, ¿qué estamos celebrando? La libertad que logramos a través del Éxodo de Egipto, transformó la naturaleza esencial del pueblo judío. Adquirimos la naturaleza de personas libres, hasta el punto de que en nuestra esencia somos libres y nadie tiene la capacidad de subyugar nuestro yo esencial nunca más.

Por lo tanto, a pesar de la subsiguiente opresión, esclavitud y tortura, la naturaleza fundamental del pueblo judío sigue siendo libre. Esto nos sostiene incluso en los momentos más duros del exilio. Es posible que nuestros enemigos hayan intentado subyugar nuestro cuerpo físico, pero ya no tienen la capacidad de subyugar nuestro espíritu.

Rabi Iehuda Loew (1520‐1609), conocido como el Maharal de Praga, fue un estudioso de la Torá, filósofo, místico y prolífico escritor. Aparte de la Hagadá Divrei Neguidim publicada por su descendiente, su obra Guevurot Hashem también está dedicada a la festividad de Pesaj.

¿Cuál es la respuesta real a las cuatro preguntas del Ma Nishtana? Rabi Don Itzjak Abarbanel explica que hay una pregunta subyacente detrás de las Cuatro Preguntas: ¿Por qué en esta noche hacemos cosas que simbolizan la libertad y el lujo, como mojar la comida dos veces y apoyarnos de costado mientras comemos, mientras que también comemos Matzá‐pan de hombre pobre, y hierbas simples y amargas, que simbolizan la servidumbre? La respuesta a esto, explica el Abarbanel, está en el siguiente párrafo: “Éramos esclavos del Faraón en Egipto, y el Señor, nuestro Di‐s, nos sacó de allí con mano fuerte y brazo extendido…”

Al comienzo de esta noche, éramos esclavos, y al final de la noche, somos personas libres. Así, los rituales de esta noche engloban ambos aspectos: libertad y lujo, así como servidumbre. El rabino Don Itzjak Abarbanel (1437–1508) fue un filósofo judío, estadista, líder de los judíos españoles y ministro de finanzas de varios reyes, incluido el rey de España hasta la expulsión española. Su comentario a la Hagadá, Zevach Pesaj, se considera uno de los comentarios clásicos de la Hagadá.

Nacimiento y el renacimiento

El nacimiento y el renacimiento son los temas de este Shabat. Esto se debe tanto al contenido de la lectura de la Torá como a la época del año en el calendario judío.
La Parashá comienza con las leyes relativas a la mujer que concibe y tiene un hijo. Se explican las ceremonias que rodean el gran evento y la idea del Brit Milá, el pacto de la circuncisión, que acerca al niño judío a su vínculo especial con Di‐s.
Los Sabios nos dicen que se considera que una niña nace circuncidada. Así, cada judío entra al mundo con un vínculo y una responsabilidad Divinos especiales.

La alegría del nacimiento se expresa por el hecho de que en los tiempos del Templo, la madre feliz traía una ofrenda
al Templo como acción de gracias a Di‐s, como se describe en la Parashá.
Es apropiado que esta lectura de la Torá se lea en o cerca del mes de Nisán, un mes alegre inextricablemente vinculado con Pesaj y la redención de Egipto.
Este evento fue el nacimiento real del pueblo judío.

El Éxodo lo describe en estos términos el profeta Iejezkel.
Utiliza la alegoría del nacimiento para describir toda la experiencia del pueblo judío al salir de Egipto, vagando por el desierto mientras confiaba sólo en Di‐s, y luego su posterior desarrollo hasta convertirse en una nación madura que sirve a Di‐s a través de la Torá y sus mandamientos.

También encontramos enseñanzas de la Torá que comparan nuestra experiencia del exilio con un estado de embarazo.
El feto está completamente formado, pero aún no funciona como un ser humano normal.

Tiene ojos y oídos, pero no puede ver ni oír. De la misma manera nosotros, el pueblo judío, no somos capaces de funcionar adecuadamente con toda nuestra estatura y sensibilidad espiritual.
Mientras estemos en el exilio, es de esperar que cumplamos las Mitzvot, pero en realidad no somos conscientes de su importancia.
Por esta razón, muchas personas aún no cumplen todas las Mitzvot que deberían.

El Éxodo lo describe en estos términos el profeta Iejezkel.
Utiliza la alegoría del nacimiento para describir toda la experiencia del pueblo judío al salir de Egipto, vagando por el
desierto mientras confiaba sólo en Di‐s, y luego su posterior desarrollo hasta convertirse en una nación madura que sirve a Di‐s a través de la Torá y sus mandamientos.

También encontramos enseñanzas de la Torá que comparan nuestra experiencia del exilio con un estado de embarazo.
El feto está completamente formado, pero aún no funciona como un ser humano normal.

Tiene ojos y oídos, pero no puede ver ni oír. De la misma manera nosotros, el pueblo judío, no somos capaces de funcionar adecuadamente con toda nuestra estatura y sensibilidad espiritual.
Mientras estemos en el exilio, es de esperar que cumplamos las Mitzvot, pero en realidad no somos conscientes de su importancia.
Por esta razón, muchas personas aún no cumplen todas las Mitzvot que deberían.

La lista

La señora Edith Block y su esposo,  estaban  pasando  unos días en un hotel kosher en Florida poco después del fallecimiento de Rebetzin  Jaia  Mushka,  esposa  del Rebe. La noche del viernes en la cena de Shabat, una mujer sentada a la mesa le dijo a la Sra. Block: “¿Eres una Lubavitcher?” Cuando la Sra. Block respondió  afirmativamente,  la  mujer continuó: “Lamento mucho el fallecimiento  de  la  Rebetzin Schneerson. Tengo algo que contarle sobre ella”.

“Somos Jasidim, aunque no somos Jabad. Algunos  de  mis  amigos, incluidos nosotros, estábamos  casados  durante varios años pero no habíamos sido bendecidos con hijos. Todos éramos so-

brevivientes del Holocausto, los únicos sobrevivientes de familias muy gran-des. Fuimos a nuestro Rebe en busca de bendiciones para tener niños, pero sin éxito.

“Una de las jóvenes decidió ir al Rebe de Lubavitch para recibir una bendición. Una decena de mujeres decidimos unirnos a ella.

“Sabíamos que el Rebe vivía en President Street, que en ese momento estaba cerca del lugar donde vivía nuestro Rebe. Al acercarnos al 1304 de President Street, nos quedamos como paralizadas y no podíamos decidir quién debería ser la que llamaría a la puerta del Rebe”. .

“Estábamos paradas en la acera hablando de eso, cuando un auto salió del camino de acceso. La mujer que lo conducía salió del auto y nos preguntó qué podía hacer por nosotras. Nos tropezamos con nuestras palabras, pero finalmente le contamos sobre nuestro deseo.

“La mujer sacó una libreta y un bolígrafo de su bolso y nos pidió nuestros nombres. Luego procedió a darnos el nombre de un médico de fertilidad en Manhattan  y  nos  dijo que lo llamáramos en unos días”.

La mujer continuó y dijo: “No sé qué les sucedió a las otras mujeres. Cada una siguió su camino. Pero puedo decirte lo que me pasó a mí.

“Llamé al consultorio del médico y la secretaria me dijo que el doctor estaba muy ocupado y que podía concertarse una cita con él en un año. Comencé a llorar y la secretaria me pidió que repitiera mi nombre. Luego me dijo que esperara. Pocos minutos después, volvió al teléfono y me dijo que ya tenían una cita reservada a mi nombre para la semana siguiente.

“A través de ese doctor”, continuó, “Di-s me bendijo con una hija. ¡Y esa hija me ha dado 10 nietos!”

“Más tarde, descubrí que la persona que había hecho las citas para nosotras no era otra que la Rebetzin Jaia Mushka Schneerson”

Relatado por Henya Laine

3 reglas para preparar la casa para pesaj

Se acerca Pesaj, y este año más que nunca te debes estar preguntando: ¿cómo preparo la casa?

Recordá estas 3 simples reglas, que te ayudarán a concentrarte en lo necesario: 

  1. Si está fuera del alcance, no existe: si está en lugares donde no podés llegar con tu mano, se lo considera inexistente.
  1. Solo en los dominios del Jametz: es necesario limpiar únicamente aquellas habitaciones o lugares donde entró Jametz durante el año.
  1. Poné el Jametz en “cuarentena”: cualquier habitación, placard o alacena donde haya mucho Jametz se puede cerrar para los días de Pesaj, siempre y cuando antes del comienzo de la festividad lleves a cabo el proceso de venta de Jametz para desvincularte de él.

¿Qué es la Venta de Jametz?

La Torá nos prohíbe poseer Jametz durante toda la festividad de Pesaj, desde la mañana del 8 de Abril hasta la salida de las estrellas la noche del día 16.

Para cumplir con este requisito en la práctica, se designa un espacio (estante, armario o habitación) donde se coloca todo el Jametz (también toda la vajilla y utensilios utilizados con Jametz durante el año). Por medio de un documento, se transfiere todo el Jametz al rabino, quien a su vez lo vende a un no judío antes de que empiece la festividad y después de Pesaj se lo recompra. 

Debe marcarse el lugar para no ser abierto durante Pesaj. 

La venta no es meramente simbólica, sino real. Dado que tiene muchos detalles halájicos para que sea válida, se hace por medio del rabino, experto en estos detalles.

A no quedarse sin fuego

La Torá ordena: “Un fuego permanente ha de arder sobre el altar, no ha de ser apagado”. El fuego del altar debe seguir ardiendo, sin interrupciones.
El altar simboliza el corazón del hombre, tal como el altar era el lugar donde ardía el fuego, el corazón es donde arde el fuego de las
pasiones y sentimientos.

El hombre debe preocuparse por que el fuego del amor a Hashem y el entusiasmo en la Torá y Mitzvot‐ esté siempre encendido
en su corazón.
En el Talmud dice: “permanente‐ incluso en Shabat; ‘permanente’‐ incluso con impureza”. Este dictamen halájico, nos da instrucciones en lo que se refiere al amor a Di‐s.
La esencia del Shabat consiste en cortar con temas mundanos.

El hombre se dedica a los temas del espíritu, de Di‐s, y se aparta de lo mundano. Aunque estando en un espíritu, la Torá: “‘permanente’‐
incluso en Shabat”. La inspiración y el fuego en el servicio a Di‐s es una condición obligatoria en todo nivel y situación.
En contraposición, los hombres que, debido a su bajo nivel espiritual, están en una categoría de ‘impuros’, podrían pensar que no
tienen nada que ver con “el fuego permanente”, el amor y entusiasmo en el servicio a Hashem.

Dice la Torá: “’permanente’‐ incluso con impureza”. En un estado de baja espiritualidad hay que cuidar al “fuego permanente”. Este
calor judío, el amor básico a Di‐s que cada uno posee por herencia, es lo que generará la gran llamarada de fuego que lo sacará de la
degradación espiritual, llevándolo a las alturas que le corresponden.
Sólo el fuego de la santidad posee la fuerza de erradicar al fuego ajeno del fervor por los placeres materiales.

Así lo explica el Maguid de Mezeritch: “cuando el fuego permanente ha de arder sobre el altar”, la persona tiene asegurado que
el ‘no’‐ ‘ha de ser apagado’, todas las conductas y tendencias negativas cesarán y se apartarán frente al ‘fuego permanente’.
Este dicho agrega explicación a la necesidad imperiosa del ‘fuego permanente’.

Sólo un entusiasmo constante y firme en la Torá y las Mitzvot puede impedir los pensamientos, palabras y acciones indeseables.
Una emoción pasajera no tiene la posibilidad de proteger al hombre frente a las artimañas del instinto del mal. Si el ‘fuego permanente’
se apaga, aunque sea por corto tiempo, vuelven a penetrar los sentimientos y deseos de los que hay que cuidarse.

Cada hombre y mujer debe evaluar la intensidad del ‘fuego permanente’ que arde en su ‘santuario’ interior.
Los temas judaicos, el estudio de la Torá y el cumplimiento de sus conductas se realizan con entusiasmo y fervor interior o tan sólo
por rutina y costumbre.

Una de las pruebas para detectar la verdad interior es analizar de qué manera uno estudia Torá y sigue sus preceptos: ¿se da por
satisfecho con haber cumplido con su obligación o pone empeño para embellecer la Mitzvá?
El cumplimiento con ‘hidur’‐ embellecimiento de la Mitzvá al cumplirla en el mejor nivel posible intensifica el vínculo del alma con
el judaísmo, y es una expresión del ‘fuego permanente’ del alma.

(Likutei Sijot tomo 1, pag. 217)

Desechos sagrados

Si pensamos en cómo vivimos nuestras vidas, veremos que la mayor parte de nuestro día no la dedicamos a las cosas que más valoramos. Trabajamos toda la semana para poder disfrutar del tiempo libre. Pasamos todo el día ganándonos la vida, y nos deja pocos momentos para pasar tiempo con nuestros seres queridos.

Aún más cierto cuando se trata de nuestra vida espiritual. La mayor parte del día la dedicamos a satisfacer nuestras necesidades materiales (comer, beber, trabajar, dormir, hacer ejercicio, relajarnos), lo que nos deja sólo pocos momentos para las necesidades del alma. También ella desea ser alimentada; también necesita momentos de autoexpresión. Quiere trascender, dedicarse a la santidad, orar, estudiar la Torá y hacer buenas obras.

El judaísmo enseña que si comenzamos el día con un momento de santidad, y ofrecemos una pequeña porción de nuestro tiempo a Di‐s por la mañana, esa experiencia afectará el resto del día, infundiéndole significado y santidad. El resto del día, cuando atendemos a nuestras necesidades materiales, es una continuación de la experiencia espiritual y se considera sagrado, porque está impregnado de la santidad de los momentos que ofrecimos a Di‐s.

Este es el significado interno de la descripción de la ofrenda de harina quemada: Cuando el judío trae una ofrenda de grano, que simboliza sus necesidades materiales, sólo se quema en el altar un puñado de harina. Sólo unos pocos momentos de nuestro día están completamente dedicados al servicio espiritual de Di‐s. Pero, la Torá nos asegura que si bien los sacerdotes comen el resto de la harina, ésta es sagrada, ya que se considera el resto de la ofrenda.

La Torá dice: Y esta es la ley de la ofrenda de cereal: que los hijos de Aarón la traerán delante del Señor, al frente del altar. Y sacará de él en su puño la flor de harina de la ofrenda vegetal y su aceite y todo el incienso que está sobre la ofrenda vegetal, y hará que su recordatorio se humee sobre el altar como fragancia agradable a Hashem.

El puñado de harina representa los momentos que dedicamos a Di‐s. La Torá luego describe la harina sobrante:
Y Aarón y sus hijos comerán lo que quede de ello. Se comerá como pan sin levadura en lugar santo; lo comerán en el patio de la Tienda de Reunión. No se cocerá con levadura. [Como] su porción, se la he dado de Mis ofrendas encendidas. Es un lugar santísimo, como la ofrenda por el pecado y como la ofrenda por la culpa.

Las sobras, lo que queda del día, también son sagradas. Porque la santidad de las mitzvot matutinas (recitar el Mode Ani, recitar el
Shemá, colocar Tefilín) se extiende al resto del día, impactando el resto de nuestras actividades y recordándonos que nuestras necesidades materiales también sirven a un propósito santo y espiritual.

¿Quién escribió el Libro de Ester?

En la Meguilá (Libro de Ester): “Y Mordejai escribió estas cosas y envió cartas a todos los judíos” “Ahora, la reina Ester, la hija de Abihail, y Mordejai el judío escribieron todos [los actos de] poder, para confirmar la segunda carta de Purim.”

Los Sabios entienden que esto significa que Mordejai y Ester escribieron juntos el Libro de Ester.

Pero al enumerar a los autores de los diferentes libros de la Biblia, el Talmud nos dice que el Libro de Ester fue escrito por Anshei Kneset Hagedola, “Hombres de la Gran Asamblea”, un panel de 120 Profetas y Sabios que constituían la máxima autoridad religiosa al comienzo de la Era del Segundo Templo en la Tierra de Israel.

Este consejo se estableció en Tierra Santa varios años después de los eventos de Purim. ¿Por qué no se escribió inmediatamente el Libro de Ester? Rashi explica que debía escribirse en la Tierra de Israel porque “la profecía no debe transcribirse ni incluirse en el canon de las Escrituras fuera de la Tierra Santa”.

Entonces, ¿quién escribió el Libro de Ester?
En realidad fue escrito dos veces. Ester y Mordejai registraron la historia de Purim poco después de que sucedieran los hechos. Con la inspiración Divina, pudieron unir toda la historia, mostrando la orquestación Divina a lo largo de los aproximadamente nueve años de la historia de Purim.

Sin embargo, su manuscrito carecía de santidad. Era sólo un registro histórico de los acontecimientos. De hecho, según algunos, esta es la razón por la que el Libro de Ester no contiene ninguna referencia a Di‐s.

Mordejai y Ester sabían que los persas tomarían este relato y lo incluirían en sus libros de historia, pero sustituirían el nombre de Di‐s con los nombres de sus propias deidades. Por lo tanto, decidieron que era más respetuoso con Di‐s simplemente omitir Su nombre. Más tarde, la reina Ester solicitó a los Sabios que se incluyera el Libro de Ester como parte de los 24 libros sagrados de las Escrituras.

Los Hombres de la Gran Asamblea luego lo reescribieron con inspiración Divina, y fue incluido como uno de los 24 libros de las Escrituras. Solo después de que fue reescrito por los Hombres de la Gran Asamblea pudimos analizar y exponer todos los matices, como el tamaño de ciertas letras.

Purim: ¿Una celebración feminista?

La nueva tradición que promueven las feministas es la “bandera de Vashti”. Para algunos, sirve para hacer de Purim “una oportunidad de honrar el poder feminista”. Otros dicen que se pueden aprender “lecciones valiosas” tanto de Ester como de Vashti. Vashti “se ha convertido en nuestro modelo de mujer fuerte”, explican.

La verdad

O es lo que parecía hasta que extraje un Rollo de Ester para leerlo rápidamente … “En el séptimo día, estando el corazón del rey Ajashverosh alegre de vino, mandó a sus chambelanes a que trajeran a la reina Vashti delante de él vistiendo (sólo) la corona real, para mostrar su belleza a las naciones y ministros, porque ella era muy bonita”.

“Pero la reina Vashti no quiso aparecer por orden del rey llevado por los chambelanes, y el rey se enfureció y su ira hervía en su interior”.

“Bien por ti, Vashti”, mi feminismo proclama. El sonido de machismo puro sólo se hace más fuerte: Así que el rey consultó con los sabios, preguntándoles: “Por ley, ¿qué se debe hacer con la reina Vashti por no obedecer la orden del rey Ajashverosh?”

Memujan declaró ante el rey y los ministros: “No es sólo contra el rey que la reina Vashti ha pecado”, ya que la acción de la Reina llegará a todas las mujeres y menospreciarán a sus maridos en sus ojos porque dirán: “El rey Ajashverosh ordenó que la reina Vashti sea llevada ante él, y sin embargo, ella no fue”.

“Si le place al rey, que haga una Orden Real, para decapitar a la reina Vashti … y todas las mujeres respetarán a sus maridos, nobles y plebeyos por igual…”

La idea agradó al rey y a los ministros, y el rey hizo lo que Memujan le aconsejó. Envió cartas a todas las provincias del rey diciendo que cada hombre deberá ser el “amo en su casa…”

Vashti

Investigué un poco. Esto es lo que encontré.

Vashti no era libre en absoluto. No era una mujer orgullosa que no pudo tolerar exhibirse a sí misma para la gratificación de los hombres.

Era un fraude

Primero, ya había posado en el pasado sólo con una corona.

Segundo, con gusto lo hubiera hecho nuevamente, si no fuera que tenía una erupción que cubría su cuerpo.

Tercero, tenía a sus sirvientas judías vestidas ridículamente o desnudas, para humillarlas.No, Vashti no era feminista.

Se veía exactamente como un hombre la veía en esa época, como un ícono de belleza, no una persona. Nunca salía en público a no ser que se viera perfecta.

Ester

Cuando llegó el turno de Ester para ir al rey, no pidió nada (cosméticos) distinto a lo que Hegai instruyó. Y (por lo tanto) Ester halló gracia a los ojos de todos los que la veían.

Aquí había una mujer que brillaba con una autoestima saludable. Se valoraba a sí misma a través de su apariencia. Luego de haber ayunado tres días, se veía verde. No se escondió detrás de una máscara de maquillaje, o joyas, sin embargo, brillaba.

Con dignidad, propósito y gracia.

Ajashverosh no estaba acostumbrado a ver mujeres auténticas.

El hecho de que se inclinó ante Ester fue la prueba viviente. Incluso un necio como él no pudo evitar sentirse impresionado de la dignidad de Ester.

Entonces, después de todo lo ocurrido, ¿Quién de las mujeres de la historia de Purim era realmente libre?

Aguas de bondad

Un posadero llegó a la corte del famoso rabino Tzvi Elimelej de Dinov, conocido como “Bnei Isajar”, quejándose de que su casero planeaba desalojarlo de su posada.
El Rebe preguntó al judío si vivía en cierta ciudad y si su posada estaba diseñada de cierta manera. Cuando el judío respondió que sí, el Rebe preguntó si todavía había un pozo con agua de buen sabor en el patio.
Cuando el posadero volvió a asentir, el Rebe dijo que no había nada de qué preocuparse y que todo saldría bien.
Como respuesta al desconcierto del hombre, el Rebe le contó la siguiente historia:
Una vez un joven rabino viajó a ver a su Rebe. Después de tres días llegó a una posada. El posadero estaba ocupado con sus clientes y nadie se fijó en él. Esperó un rato y luego se levantó para irse.

Mirando por la ventana, el hijo del posadero notó que el joven se alejaba. Corrió tras él y le dijo que pronto su padre podría atenderlo.
Al joven rabino le dieron comida deliciosa para comer y luego pidió de beber. Esperó bastante tiempo por agua, pero el agua no llegó. El posadero le explicó que aunque tenían un pozo en el patio, su agua era amarga, por lo que había enviado a alguien a traer agua del pozo de la ciudad. El joven dijo que probaría agua del pozo de la posada, porque tenía mucha sed. Probó y dijo que, de hecho, era bastante agradable.

Sorprendidos, los demás clientes también probaron el agua. Era cierto: se había producido una transformación. Pronto se
corrió la voz de que el posadero tenía agua deliciosa en su pozo. Vender el agua limpia con una buena ganancia le hizo prosperar.
Después de contar su historia, el Rebe le dijo al aldeano que él había sido el niño de la historia. En ese momento, el aldeano también recordó el episodio, ya que él había sido el joven que le había suplicado al futuro Rebe que regresara a la posada y disfrutara
de la hospitalidad de su familia.

El Rebe explicó que cuando escuchó que el pozo todavía estaba suministrando agua sabrosa, entendió que la mitzvá de recibir
invitados, que fue la fuente del cambio de fortuna de la familia, todavía se estaba cumpliendo. Por eso pudo asegurarle al hombre
que todo estaría bien.
*¿Qué tan generosos somos con nuestro hospedaje? ¿Buscamos personas que puedan necesitar hospitalidad? Si experimentamos bondad en nuestras vidas, ¿reconocemos el comportamiento positivo por el cual estamos siendo recompensados y nos aseguramos de continuar con esas buenas obras?