Entrar a la Tierra

Vivimos en una era de acción. Incluso hay momentos en el que tenemos que detenernos a pensar. Una acción es más significativa y poderosa cuando es precedida por una preparación, aunque a veces este proceso puede generar errores también.

La historia de los Espías presenta un ejemplo de este concepto: la necesidad de la preparación, y también los aspectos personales y creativos de esto. Más allá del evento histórico, que tuvo lugar hace más de tres mil años, este acontecimiento nos ofrece una guía útil para nuestras vidas en cualquier era.

El pueblo Judío estaba por entrar a la Tierra de Israel. En otras palabras, estaban a punto de emprender un gran proyecto, algo central y fundamental que claramente fue ordenado por Di-s: el cumplimiento de todo el curso de la salida de Egipto. Antes de tomar este gran paso, enviaron a un grupo de doce hombres a la Tierra, para que investigaran la situación.

Los Sabios dicen que esto no fue una orden de Di-s, sino algo que el pueblo Judío decidió por si solo.

Esta historia tiene dos dimensiones paralelas: nos está contando sobre el pasado y también guiándonos en el presente. Como es explicado por el Rebe de Lubavitch, la Torá nos está diciendo que hay una verdadera necesidad de detenernos, pensar y prepararnos antes de tomar acciones en nuestras vidas. Estas acciones incluyen el cumplimiento de las órdenes de Di-s todos los días. “Entrar a la Tierra de Israel” representa todo lo importante en el Judaísmo y en el vida. Antes de la acción debemos investigar y reflexionar.

Como en el caso de los Espías, esta reflexión tiene una cualidad personal e individual. No es una “orden” reflexionar. No hay instrucciones. Uno necesita el poder para utilizar nuestra mente y pensar creativamente para poder hacer la adecuada preparación. Una persona que solo sigue las reglas no va a poder pensar claramente sobre todos los temas.

Hay un equilibrio sutil. La reglas las tenemos que cumplir. De hecho, ese fue el error de los Espías. En el transcurso de su investigación ellos decidieron que no había necesidad de intentar cumplir con la orden de Di-s de ir a la Tierra. Sería imposible. Dijeron que se den por vencidos.

Esto nos muestra que en su caso, la preparación no fue la correcta. En vez de investigar cómo cumplir con la orden de Di-s, se trasformó en una discusión si cumplir o no con la orden de Di-s.

El desastroso efecto que tuvo ese caso fue cuarenta días de retraso para entrar a la Tierra, de hecho, fue la pérdida de toda una generación. A pesar de esto, el Rebe comenta, y la enseñanza positiva queda para nosotros.

Las buenas acciones requieren preparación, y esa preparación necesita una dimensión personal y creativa, combinada con la fe de que si Di-s nos ordenó que lo hagamos, podemos hacerlo y es lo correcto. La pregunta es cómo hacerlo de la manera más significativa.

A través de esta pausa para reflexionar, y teniendo el balance entre la estructura y creatividad, cada individuo puede entrar a su Tierra Prometida, y así también ayudar al resto de la humanidad.

Por: Tali Loewenthal

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