Remar contra la corriente

Nuestra generación es del ahora y del ya. Vivimos para el mañana, de titular en titular, y de una edición a otra. Por eso algunos se sorprenden al ver que los jasidim de Jabad recuerdan y festejan acontecimientos que tuvieron lugar hace decenas de años. Por ejemplo, festejamos el 12 y 13 de Tamuz, días de la liberación del Rebe Anterior de Lubavitch, Rabi Iosef Itzjak Schneerson de las cárceles soviéticas.

La realidad es que, quien vive sólo el presente ni siquiera el presente tiene; y quien vive y aprende del pasado, no sólo es dueño del pasado sino del presente y futuro.

UN MILAGRO PARA TODA LA GENERACIÓN

La fiesta de la liberación del 12 y 13 de Tamuz encierra en sí la idea de «remar contra la corriente». En realidad, el Rebe Anterior fue el epítome de esta frase. El jamás se dejó intimidar por las tendencias del momento. Tenía el poder de fijarse metas y avanzar hacia ellas aún cuando todo parecía totalmente imposible. Es fácil ser un iehudí observante de la Torá y las Mitzvot cuando las circunstancias que nos rodean son favorables, cuando la sociedad en la que vivimos nos apoya y alienta, y el conducirse de acuerdo a la Torá nos provee de honor. El interrogante se plantea cuando, esta situación se revierte de un extremo al otro y es necesario poseer fuerzas colosales para luchar con un entorno que se opone a la fe y su práctica.

Rabí Iosef Itzjak es el ejemplo vivo de la fuerza que el judío posee para superar todas las dificultades y obstáculos. Aparentemente, la posición que adoptó era irrealizable y alejada de la realidad.

¿Cómo era posible creer que un puñado de judíos, pueda vencer al déspota gobierno comunista, que no titubeaba en asesinar y mandar al exilio a Siberia a millones de personas?. Pero el Rebe levantó el estandarte de la revolución, y con él salieron a la batalla sus jasidim y fieles seguidores. Era una lucha sin posibilidades. Los comunistas atrapaban a quienes trabajaban para revivir el judaísmo, los asesinaban, o deportaban a Siberia. Pero en lugar del jasid que era apresado venía inmediatamente otro. También él sabía que llegaría su hora, y a pesar de ello hacía su trabajo sin pensar en el peligro. Así había sido educado en la Ieshivá del Rebe Anterior- entregar la vida por salvar a otro judío.

DOBLE VICTORIA

La consecuencia es conocida. El Rebe venció al gobierno comunista. Trataron de detener su avance, lo encarcelaron, pero no pudieron enfrentarse a su poderoso espíritu. En los más difíciles años los enviados del Rebe lograron avivar la llama judía en la Unión Soviética, hasta que el mismo gobierno se dio por vencido. Y si bien hoy podemos ver el renacimiento de la vida judía allí, sabemos perfectamente quién cuidó la brasa encendida del judaísmo y gracias a quién hoy se levanta de las cenizas. Esta misma filosofía de vida de «remar contra la corriente», también acompañó al Rebe Anterior en la última etapa de su vida, al llegar a los Estados Unidos. Quisieron explicarle que América era diferente, y no había ninguna posibilidad de construir allí el judaísmo tal cual lo era en Europa. Pero el Rebe proclamó: «América no es diferente!»y esa frase se convirtió en el lema de su actividad.

Y nuevamente, venció. En América comenzaron a verse judíos con barba, se abrieron ieshivot y escuelas para estudiar Torá, los enviados del Rebe comenzaron a difundir la luz del judaísmo. Rabi Iosef Itzjak dejó sentadas las bases para la monumental organización de shlujim (enviados del Rebe)que fundó su yerno y sucesor, el Rebe de Lubavitch.

Nosotros festejamos el 12 y 13 de Tamuz y absorvemos de allí la fortaleza espiritual para poder «remar contra la corriente» y marcar el camino del Pueblo de Israel, para la llegada del Mashiaj ya!.}+

(De un escrito del Rabino Menajem Brod, Sijat Hashavua)

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