¿Cómo debería funcionar la Justicia?

La Torá nos advierte sobre una serie de “Prohibiciones para el Juez”que de ser cumplidas harían de éste, un mundo mucho más justo:

PROHIBICIÓN DE TERGIVERSAR EL JUICIO (“AVEL BADIN LASHOFET”) 

Es la advertencia con la cual se previno al juez de no cometer engaño en el juicio (1). Es lo que Él dijo: ‘No hagáis engaño en el juicio’. El concepto de este precepto negativo es que no contravenga los lineamientos que trazó la Torá en la condena de una cosa o en la absolución de ella.

El juez no sólo es responsable de la convivencia pacífica entre los hombres que conforman la sociedad, sino que su actuación afecta y repercute en las más altas esferas de la espiritualidad. Tal es así, que nuestros Sabios no han tenido reparos en decir que ‘un juez que administra justicia con total honestidad hace que la Presencia Divina more en el seno del pueblo de Israel, en tanto que el que no lo hace ocasiona que Di-s lo abandone’. Deberá verse siempre como si una espada pendiera sobre su cabeza y las puertas del infierno estuvieran abiertas bajo sus pies. Y si toma injustamente los bienes de uno y los entrega a otro, obliga a Di-s Mismo a restituirlos a su legítimo dueño, de modo que su proceder ha constituido una acto de injusticia ante Di-s (Talmud, Sanhedrín 7a).

PROHIBICIÓN DE ACEPTAR SOBORNO (“SHOJAD LASHOFET”) 

Es la advertencia con la cual se previno al juez de no tomar soborno de los litigantes, incluso para juzgar con equidad.

Es lo que Él dijo: ‘Y soborno no tomarás’. El precepto negativo en este sentido ya fue repetido (en la Torá). Y en el Sifrí (se dijo): “No tomarás soborno — incluso para eximir al inocente y condenar al culpable”.

Las leyes de este precepto han sido explicadas ya en varios lugares (del Tratado Talmúdico) de Sanhedrín.

El juez que acepta soborno no tiene posibilidad de hacer enmienda perfecta cuando se arrepienta de su pecado, pues no conoce el alcance de la injusticia ni el de sus consecuencias; además, estimula al litigante que lo soborna y lo hace pecar. El que hace entrega de soborno, a su vez, transgrede Mitzvat Lo Taasé 299 (Ibíd, Leyes del Sanhedrín, Cap. 23, Ley 2).

PROHIBICIÓN DE FAVORECER EN ESPECIAL A UNO DE LOS LITIGANTES (“NESIAT PANIN LASHOFET”) 

Es la advertencia con la cual se previno al juez de no favorecer en el juicio a uno de los litigantes, incluso si se trataba de una persona muy honrada y de alto rango. Que el juez no lo honre si vino al juicio junto a su litigante, y que no muestre que lo enaltece y honra.

Es lo que Él, exaltado sea, dijo’: Y no favorezcas al grande. En el Sifrá (dijeron): “Que no digas: ‘este es rico, este es hijo de grandes, ¿cómo he de avergonzarlo y ver su bochorno?’ y cuánto más (entonces) que (se cuida y) no lo (lleva él mismo a) vergüenza. Por eso fue dicho: No favorezcas al grande”.

Las leyes de este precepto han sido explicadas ya en varios lugares de (los Tratados Talmúdicos de) Sanhedrín y Shevuot.

¿Cuál es el plano de igualdad que debe tener presente el juez según lo exige la ley judía? 

Al respecto es muy clara la Mishná (Avot l:8 )

“Cuando los litigantes están parados frente a ti, considera a ambos como culpables; mas cuando partan de ti, habiendo aceptado la sentencia, considera a ambos como inocentes”.

PROHIBICIÓN DE DEJARSE AMEDRENTAR EN UN JUICIO (“LO TAGURU”) 

Es la advertencia con la cual se previno al juez’ de no temer a un hombre dañino, insolente y de mal carácter, hasta que (por ello) no dictamine sobre Él un veredicto justo. En cambio, debe dictaminar y no ha de tomar en cuenta qué daños puedan ocurrirle de aquella persona.

Dijo Él, exaltado sea: No temáis ante (ningún) hombre.

Dice el Sifrá: “No temáis ante (ningún) hombre —quizás has de decir: ‘Temo a fulano, no sea que mate a mi hijo, incendie mi parva, corte mis plantíos’ —para enseñarnos (que está prohibido) fue dicho: No temáis ante (ningún) hombre”.

 Un juez nominado sobre la comunidad. Si no es un juez público, y ve que una de las parte es dura y dañina, puede negarse a juzgar antes de escuchar sus argumentos, o incluso luego si no tiene en claro a quién beneficia el dictamen. Si lo tiene claro, está obligado a emitir su opinión, incluso si no es un juez nominado sobre la comunidad 

PROHIBICIÓN DE APIADARSE DEL POBRE EN SU JUICIO (“JEMLAT HADAL LASHOFET”) 

Es la advertencia con la cual se previno al juez de no apiadarse del desdichado durante el juicio, de modo que, por piedad, le dispense lo que no le corresponde. En cambio, debe imponer igualdad entre el rico y el pobre y menesteroso, y lo obligará a pagar lo ~ que sobre Él ha de imponerse.

Es lo que Él dijo: Y al pobre no favorezcas en su litigio. Ya repitió (en la Torá) el precepto negativo en este sentido con otra expresión, y dijo: No muestres consideración especial hacia el pobre. En expresión del Sifrí:

“Que no digas: ‘Este es pobre; puesto que yo y este rico estamos obligados a mantenerlo, lo privilegiaré, resultando que se mantiene con decoro’. Para enseñarnos (que ello está prohibido), fue dicho: Y al pobre no favorezcas en su litigio”.

Aquel que muestra piedad cuando se requiere firmeza, terminará siendo cruel cuando se requiere misericordia (Kohelet Rabá 7:33).

PROHIBICIÓN DE TORCER EL JUICIO EN CONTRA DE UN PECADOR (“IVUT DIN HARASHA LASHOFET”) 

Es la advertencia con la cual se previno al juez de no torcer (premeditadamente) el juicio en contra de uno de los litigantes porque sabe que es un hombre perverso y pecador.

ÉEl, exaltado sea, advirtió respecto de castigarlo con la tergiversación del juicio, y es lo que Él, exaltado sea, dijo: No tuerzas el juicio de tu pobre, en su litigio.

Dice el Mejilta: “(Si) un malvado y un (hombre) honesto están parados delante de ti para el juicio,  no digas: ‘Dado que aquél es un malvado, torceré el juicio en su contra’ — para enseñarnos (que ello está prohibido) fue dicho: No tuerzas el juicio de tu pobre en su litigio; (con) ‘pobre’ (se pretende que) es él en (el cumplimiento de) los preceptos. Es decir: a pesar de que él es pobre en Mitzvot — no tuerzas su juicio).

(1) Exodo “Mishpatím” 23:6. (2) Razón por la cual, tácitamente, miente; mientras que su interlocutor, tácitamente, no adultera sus palabras (Mishné Torá, Leyes del Sanhedrín, Cap. 20, Ley 5).

PROHIBICIÓN DE SER COMPASIVO CON CIERTOS DELINCUENTES (“RAJMANUT AL MAZIK LASHOFET”) 

Es la advertencia con la cual se previno al juez de no conmiserarse de quiéen mató a su compañero o lo disminuyó en uno de sus miembros —es decir, con el pago de las multas—. Que no diga: ‘Este es pobre, y segó la mano de aquél o le hizo perder su ojo sin intención’, y se apiade y se compadezca  de él,  en el pago íntegro de los montos de su daño.

Es lo que Él, exaltado sea, dijo respecto de esto: ‘No conmiseres tus ojos. Vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie’.

El precepto negativo en este sentido ha sido repetido ya (en la Torá), y dijo El: No conmiseres tu ojo (por él) y erradicarás de Israel (a quien vertió) la sangre inocente.

(nota) En el Talmud se explica que ‘ojo por ojo, etc.’ no significa quitar el ojo al que ocasionó el daño —como entendieron los Caraítas— sino la compensación monetaria —multa— equivalente al daño.

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