¿Qué pasó en tu cumpleaños?

Lo interesante sobre las fiestas de cumpleaños es que, en nuestra historia, no son una costumbre muy «judía»…

Desde que los hombres y mujeres existen, ha habido cumpleaños. Las fiestas del cumpleaños no son tan antiguas, datan de 3,500 años por lo menos (el libro del Génesis menciona un banquete en honor del cumpleaños de un faraón en 1534 AEC). Lo interesante sobre las fiestas de cumpleaños es que, en nuestra historia, no son una costumbre muy «judía».

Esto no quiere decir que no haya ninguna fuente en la Torá para el concepto de “cumpleaños”. El Talmud habla de lo especial del día del nacimiento de una persona como un tiempo de fortalecimiento y oportunidades. Uno de los días más importantes del año judío es Rosh Hashaná, el día del cumpleaños de Adán–y de la humanidad.

Como regla general, los judíos no celebraban sus cumpleaños. De hecho, mientras los aniversarios de fallecimiento (iortzait) de las grandes figuras de la historia judía se recuerdan y conmemoran, sus fechas de nacimiento son principalmente desconocidas.

El Rey Salomón muestra esta actitud cuando dice: «Mejor el día de su fallecimiento, que el de su nacimiento» (Eclesiastés 7:1). En la superficie, ésta parece ser una visión bastante negativa de la vida. Pero una contemplación más profunda, de hecho, expresa la actitud clásica judía de que «la actos son lo más importante»–el hecho real es lo significativo, más que el concepto, la teoría o lo potencial.

Un recién nacido puede rebosar de genio y talento–pero todavía no ha hecho nada con él. ¿Así que, qué es lo que hay que celebrar? ¿Quién puede saber si el potencial se desarrollará? ¿O que se orientará hacia fines buenos y Divinos?

El día del fallecimiento de una persona, por otro lado, es la culminación de su misión en la vida. Esto es cuando la suma de sus logros se ponen de manifiesto para ejercer su influencia en nuestras vidas. Esta es la razón por la cual el iorzait de una gran persona es una ocasión especial: cuando nosotros celebramos una vida, lo hacemos por lo que más impactó en el mundo.

Pero también si atribuyéramos la importancia al puro potencial de una vida, el cumpleaños tampoco sería el momento para celebrar eso. Semanas y meses antes de que feto salga del útero, tiene manos y pies, un corazón palpitante y un cerebro pensante. Si nosotros celebráramos la creación de nuevo potencial, el momento para hacerlo sería anterior al cumpleaños, sería el momento de la concepción.

Si usted está pensando en celebrar su cumpleaños, va a tener que preguntarse: Sí, yo nací, pero qué pasó desde ese momento a la fecha?

Albert Einstein alguna vez comentó: «La ilusión de que estamos separados uno de otro es una ilusión óptica de nuestra conciencia». Usted se mira a sí mismo y me mira a mí, y ve dos entidades. Pero la materia realmente no es «sólida» ni está incrustada en el cuerpo; es una inmensa amalgama de puntos infinitesimales, cada uno ejerciendo una compleja red de fuerzas y contra-fuerzas uno al otro. Un «ser humano» es una entidad igual que un átomo de su cuerpo, el planeta que habita, o el universo en su conjunto.

Físicamente, no hay ninguna división real entre tu cuerpo y mío. Pero hay una realidad más profunda que las descriptas por las leyes de la física. Desde la visión de la vida de la Torá, se encuentra la idea de que cada ser humano individual tiene una alma–una identidad espiritual distinta, y una misión distinta en la vida.

Esto es lo que nació en su cumpleaños. No su existencia física, ni su vitalidad, ni su potencial espiritual. El feto existe, está vivo, piensa y siente. Pero según la ley de la Torá es «un miembro de su madre». No es una entidad distinta, una cosa en sí mismo. El nacimiento marca el punto en que el cuerpo recibe y se funde con su alma, el punto en que se logra la individualidad.

Acercándonos hacia el nacimiento del hombre, éste es el mensaje de la Torá, interpretado desde el jasidismo:

«Usted, como individuo, es especial, único, y absolutamente indispensable. Ninguna persona viva, ninguna persona que haya vivido o que alguna vez vivirá, puede cumplir el rol específico, en la creación de Di-s, que ha sido reservado y confiado para usted”.

Entradas recomendadas