¿Por qué vestir Tzitzit si no estamos obligados?

PREGUNTA:

Para mi sorpresa, descubrí que el mandamiento de vestir los Tzitzit (los flecos rituales), sólo se aplica si se está vistiendo una prenda de cuatro puntas. Espero que no se moleste si le pregunto una simple pregunta: Siendo que la mayoría de las prendas hoy en día, no tienen cuatro puntas, ¿Por qué a propósito caminamos con prendas de cuatro puntas, y así nos obligamos a vestir Tzitzit?

RESPUESTA:

Es aquél momento del año otra vez. Temporada de impuestos. El momento de revisar y buscar todas las cuentas que hemos acumulado durante el año, buscando algo que nos pueda ser de ayuda para poder bajar los impuestos. Después de todo, si una franquicia está permitida, ¿Por qué no usarla?

El tema es que, cumplir con los preceptos Divinos, no es como pagar impuestos.

Si una Mitzvá no fuera otra cosa más que una orden de Arriba, un tema de cumplir con una obligación, entonces sí estaríamos ansiosos de aprovechar las «franquicias». 

¿Por qué cumplir con más reglas que las necesarias?

Una Mitzvá no es solamente una obligación. La palabra «Mitzvá» está relacionada con la palabra Hebrea «tzavta», conexión. Esto es por que cada Mitzvá es otra oportunidad para conectarnos con Di-s. Es otra oportunidad de traer Divinidad a nuestras vidas y al mundo alrededor nuestro.

¿Y quién no quiere un mundo más sagrado y mejor?

Más específicamente, los Rabinos dicen que el mandamiento de tzitzit debe ser cumplido diariamente (o al menos durante las plegarias), siendo que nos sirve como memorándum para recordarnos de elegir lo correcto frente a cualquier situación. De hecho, nuestros Sabios escriben que este mandamiento es «equivalente a todos los mandamientos combinados», Entonces, ¿Cómo vamos a perdernos de él?

¿Cuál es el significado del número de pliegues en los Tzitzit?

Hay cinco nudos (dobles) en cada una de las borlas del Tzitzit. En los espacios entre estos nudos, una de las franjas (que es más larga que las otras) está enroscada alrededor de las demás. Siete pliegues en el primer espacio, ocho en el segundo, once en el tercero, y trece en el cuarto. Estos 39 pliegues tienen el mismo valor número que «Hashem Ejad», «Di-s es Uno».

Comenzamos con los trece pliegues y concluimos con trece porque cuando el fleco celeste (Tjelet) era agregado al Tzitzit, era plegado alrededor de los flecos blancos en cualquier lado, entre siete y trece veces. Tjelet es un color azul cielo (un recordatorio constante del Di-s en los Cielos que mira cada una de nuestras acciones), y hay además, siete cielos (espirituales). Si incluimos en la cuenta, seis espacios entre los siete cielos, nos da un total de trece.

Quizá la razón de por qué los dos espacios del medio tienen ocho y once pliegues es porque el nombre de Di-s (el Tetragramatón) se divide en dos partes; siendo la primera Iud-Hey, equivalente a quince (que es el total de pliegues en los primeros dos espacios), y la segunda parte, Vav-Hey, equivalente a once (el total en el tercer espacio). El último espacio entonces, tiene el valor numérico de «Ejad», «Uno».

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