¿Es algo malo imaginarse cometiendo un crimen?

El pensamiento es lo más difícil de controlar. Los pensamientos parecen entrar en nuestras mentes al azar. Pero cada acción está precedida por un pensamiento. Nadie comete adulterio sin pensarlo.
Tratar de controlar los pensamientos es un buen comienzo para convertirse en una mejor persona.
Según el Talmud: Los pensamientos de pecado son más duros que el pecado mismo.
Hay dos componentes en la mala conducta:
La acción negativa y su efecto que vemos en nuestro mundo físico.
El efecto espiritual dañino que la mala acción tiene sobre quien la comete.
Al vivir en un mundo físico, nos guiamos por “los hechos materiales”. Los pensamientos son invisibles y
no pueden ser juzgados. Nadie es condenado por “pensar en robar”. Lo mismo es el caso en un tribunal de la ley judía.
Desde la perspectiva del alma, es diferente.

Maimónides dice: La capacidad de pensar es inherente a la humanidad. Usar el pensamiento para pecar
es pecar por medio de la parte más noble.
La “acción” es algo que compartimos con otras criaturas. Podemos usarla negativamente. Pero corromper nuestras mentes, que son exclusivas de los humanos, es peor. Tomamos algo tan alto y lo llevamos tan bajo.

La filosofía Jabad explica que el alma tiene “tres prendas”, tres formas de expresarse:
Pensamiento, palabra y acción.
El pensamiento, la más espiritual de las vestimentas, está íntimamente conectado con el alma y comparte algunas de las mismas características.
Es constante, y el alma está constantemente conectada con el cuerpo.
Permanece dentro de la persona. El alma sigue siendo parte de una persona mientras está viva.

El pensamiento pecaminoso manchará el alma en un lugar más espiritual que un acto pecaminoso. Este es una
expresión externa del alma, pero los efectos de los pensamientos negativos son profundos y de mayor alcance.

La conquista del pensamiento es una parte integral del judaísmo. No es fácil controlar todos nuestros pensamientos todo el tiempo, y puede llevar años, e incluso toda la vida, dominarlo.
Rabí Shnuer Zalman de Liadi, fundador del movimiento Jabad, brinda herramientas para ayudar a superar los pensamientos negativos y analiza el increíble placer que le damos a Di‐s cuando intentamos dominar nuestra psique.

Consulte Tania, capítulos 26 a 28.

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