¿Por qué es Eliezer, el sirviente de Abraham, anónimo?

Recuerdo haber estudiado sobre la historia de Eliezer, el sirviente de Abraham, que había sido enviado para que encontrara una esposa para Itzjak. Recientemente, fui desafiado por un amigo en encontrar cuántas veces el nombre de Eliezer estaba mencionado en esta porción de la Torá. Para mi sorpresa, ¡su nombre no es mencionado ni siquiera una vez!, ¿Por qué?


RESPUESTA:

Esa es una gran pregunta. De hecho, es una sorpresa para muchos, que la figura central de la historia no tiene nombre durante todo el episodio.

Luego de encontrarse con Rivka, y haberse dado cuenta de que ella era la indicada, le pidió permiso a su padre y hermano para que pudiera volver con él y casarse con Itzjak. Su primera declaración fue: «Soy sirviente de Abraham» (Génesis 24:34). Y durante todo su viaje, constantemente se refería como «el sirviente».

El no haber mencionado su nombre, nos enseña que no se trataba de la persona “Eliezer”, sino de su misión. Eliezer estaba tan dedicado a Abraham que en ningún momento sus intereses personales pudieron interferir en su misión. Él era una extensión del brazo de Abraham.

Y esto era central para el éxito en su misión. Eliezer fue enfrentado con la tarea casi imposible de encontrar una «rosa entre las espinas» (Levitico Rabah 23:1). Si hubiera confiado en sus propias capacidades, no hubiese tenido éxito. Fue su constante conocimiento de que él no era nada más que el sirviente de Abraham, que lo guió a través de los desafíos y obstáculos (ver Génesis 24:12). 

Por: Eliezer Zalmanov

La Jala y sus tips

¿Qué es Jala?

«De la primicia de vuestras masas, una hogaza habréis de separar (jalá)… De la primicia de vuestras masas habréis de ofrecer ante Ad-onai, ofrendada por vuestras generaciones.» (Números 15:20-21)

En su uso más conocido, la palabra hebrea jalá se refiere a las dos hogazas de pan que conforman el centro de la comida de Shabat. Pero en su significado básico, bíblico y halájico, la jalá es el pedazo de masa que tradicionalmente se separa y consagra a Di-s cada vez que cocinamos el pan.

Separar jalá es uno de las 613 mitzvot (preceptos Divinos) que constituyen el cuerpo y alma de la vida judía. Plena de significado espiritual, es una de las tres principales mitzvot de la mujer judía y tiene un efecto de largo alcance en la mente y el corazón de quien la cumple, en su familia, y en la propia naturaleza de su casa. Por cientos de generaciones, las mujeres judías en todo el mundo han cumplido esta hermosa y transformadora mitzvá.

 

Jalá en el presente

Hoy en día, debido a que el Templo Sagrado está destruido y las condiciones de pureza ritual en las cuales los Kohanim comían jalá no están disponibles, es que de hecho no le damos jalá al Kohen. Sin embargo, en recuerdo de este regalo y en el anticipo de la futura redención y reconstrucción del Templo Sagrado, es que todavía observamos la mitzvá de separar jalá. Tomamos el pedazo de masa, pero en lugar de comerlo, lo quemamos, ya que su santidad prohíbe usarlo de ninguna forma.

 

Separar jalá

La jalá se separa después de haberse mezclado bien la harina y el líquido, mientras la masa todavía está entera, antes de que haya sido dividida y hecho los panes. Si la masa se ha amasado en varios lotes, combínelos todos en un solo bol. Debe haber un mínimo de 1.700 kg de masa.

Si se reúnen las condiciones para recitar la bendición, recite lo siguiente (si no entiende el hebreo, puede hacerlo en español o en cualquier otro idioma que entienda):

Fonética:

BA-RUJ ATÁ ADO-NAI ELOHEINU MELEJ HA OLAM, ASHER KIDSHANU BEMITZVOTÁV VETZIVANU, LE HAFRISH JALÁ.

Traducción:

Bendito eres Tú, Di-s, nuestro Señor, Rey del Universo, Quien nos santificó con Sus preceptos y nos ordenó separar jalá.

Separe un pequeño pedazo de masa (no menos de 1/24 del todo) y diga: «Esto es jalá.»

Queme la jalá envuelta en papel aluminio y colóquela sobre la hornalla de la cocina; o por cualquier otro método. (Si la quema en el horno, no debe haber ninguna otra comida cocinándose al mismo tiempo dentro del mismo.)

 

Costumbres y Segulot

Los siguientes son algunos beneficios espirituales especiales atribuidos a la mitzvá de separar jalá, junto a algunas costumbres que se practican al cumplirla:

*Al preparar jala y otros alimentos para Shabat, es costumbre decir: “lijvód Shabat kódesh”-, «en honor al santo Shabat».

*Algunas tienen la costumbre de recitar Salmos mientras amasan y rezar por aquellos que precisan asistencia Divina y salvación.

Debido al gran mérito atribuido a la mitzvá de separar jaláa, vale la pena hornear especialmente a fin de cumplir esta mitzvá al menos una vez al año, idealmente durante los Diez Días de Arrepentimiento entre Rosh HaShaná y lom Kipur (Sidur Kol Eliahu).

*La siguiente costumbre se hizo común recientemente en las comunidades judías: Cuarenta mujeres rezan al separar la jalá dedicando su plegaria al mérito de alguna persona que necesite salvación (por ejemplo recuperarse de alguna enfermedad, encontrar pareja, o tener hijos).

*La mitzvá de separar jalá es reconocida como segula para un parto seguro y fácil. Es costumbre separar jala al menos una vez en los nueve meses de gestación.

*Según nuestros Sabios, la mitzvá de separar jalá trae consigo bendición para el buen sustento en nuestros hogares.

 

A continuación, te damos algunos consejos para hacer más eficiente y disfrutar de  la preparación de la jalá:

*Aceitar levemente el fondo y las paredes del recipiente antes de colocar los ingredientes impedirá que la masa y la harina se peguen al mismo, facilitando su limpieza posterior.

*Si la masa te resulta demasiado pegajosa, agrega el aceite después de que los demás ingredientes ya hayan comenzado a formar una masa. De este modo, ésta será más fácil de trabajar, y no se pegará.

*Si has comenzado a amasar y descubres que se hace demasiado difícil, deja descansar la masa cubierta, y aguarda 10 minutos antes de volver a intentarlo. Será mucho más sencillo trabajarla luego de este descanso. Esto es válido también para la masa difícil de trenzar: colócala en el refrigerador por 10 minutos antes de hacerlo.

*Para acelerar el proceso de leudado en un ambiente frío, enciende el horno al mínimo. Coloca un recipiente de agua hirviendo en el piso del horno, y luego una rejilla encima. Luego coloca el recipiente con la masa sobre la rejilla, y apaga el horno.

*Si tu horno tiene dos compartimentos -uno para leche y otro para carne- haz panes de forma distinta para cada uno ellos. De este modo podrás diferenciarlos fácilmente.

*Para que los productos que sacas del freezer tengan el sabor de «recién salidos del horno», descongelalos casi por completo, envolvelos en papel de aluminio, y calentalos en el horno durante 10 o 20 minutos a baja temperatura.


Las Jalot de Mamá

Ingredientes:

-50 gr de levadura

-1 taza de agua tibia

-1 cucharada de azúcar

-3 tazas de agua tibia

-1/2 taza de aceite

-2 cucharadas de sal

-1/2 taza de azúcar

-2 huevos

-1 kg de harina

Glaseado:

1 huevo, batido semillas de amapola

Rinde: 6 jalot medianas

Procedimiento:

  1. En un recipiente pequeño, combina levadura, 1 taza de agua tibia y 1 cucharada de azúcar.
  2. Coloca el aceite en un recipiente grande, viértelo encima el agua tibia. Agrega huevos y mezcla bien. Añade la mezcla de levadura y luego, gradualmente, la harina.
  3. Amasa durante 10 minutos. Si la masa es demasiado blanda, agrega un poco de harina. Cubre el recipiente con un papel film o una toalla limpia de cocina, y deja leudar la masa en un ambiente cálido durante aproximadamente 1 hora, hasta que duplique su volumen.
  4. Separa la Jalá. Véase «La Mitzvá de Hafrashat Jalá»
  5. Modela los panes, colócalos en una bandeja, cúbrelos, y déjalos leudar nuevamente por aproximadamente 1 hora en un sitio cálido. Mientras tanto, precalienta el horno a 180° C (350° F).
  6. Pinta los panes con huevo batido y espolvoréalos con semillas de amapola. Hornea durante aproximadamente 40 minutos, hasta que las jalot tomen un color marrón dorado. Sácalas del horno y de la bandeja, y déjalas enfriar sobre una rejilla o estante de alambre.


JALÁ, PREGUNTAS Y RESPUESTAS 

Pregunta: ¿Un hombre puede separar jalá?

Respuesta: Aunque separar jalá es una de las tres mitzvot dadas sobre todo a las mujeres, cualquier persona mayor a la edad de Bar o Bat Mitzvá puede separar jalá si fuera necesario.


Pregunta:La capacidad de mi procesadora es menor a la cantidad requerida para separar jalá. ¿Puedo hacer la masa en dos lotes y cumplir con la mitzvá?

Respuesta: La mayoría de las procesadoras no son lo suficientemente grandes para contener toda la masa necesaria para separar jalá. Por lo cual se hace necesario preparar la masa en tandas. Luego las masas se combinan, como se describe abajo. Toda la masa debe ponerse en un recipiente. Cubrila completamente, convirtiéndola en «una sola masa», asegurándote de que esté tapada por todos lados en el recipiente y la cubierta. Luego entonces se separa jalá con bendición.


Pregunta:¿Se puede separar jalá de pan ya horneado?

Respuesta:La jalá debe separarse antes de hornearse. Sin embargo, si no fue posible porque la mezcla estaba floja (como sucede con las tortas), o si uno se olvidó de separar jalá antes de ponerla al horno, entonces debe separarse luego de hornearla, pero antes de comer cualquier otro producto horneado. La jalá se separa poniendo todas las hogazas horneadas o tortas en una caja o recipiente, cubierto con una tela. Luego se toma un pedazo de uno de los panes y se dice la bendición, si corresponde el caso.


Pregunta: ¿Se separa jalá sólo del pan? ¿Qué tal de tortas, galletas o pan dulce?

Respuesta: Si se reúnen los requisitos para separar jalá, entonces se debe hacerlo también al hornear tortas, galletas y panes dulces. Sin embargo, en la mayoría de los casos, las recetas de estos productos horneados no reúnen los requisitos, y aún cuando lo hacen, normalmente no reúnen los requisitos para separar jalá con bendición. (Lea arriba sobre especificaciones y requisitos para separar jalá.)


Pregunta: ¿Se separa jalá si la masa será frita o hervida?

Respuesta: Si uno amasa la masa con la intención de cocinarla o freírla (por ejemplo para tallarines o bollos rellenos), se debe separar jalá sin bendición. Sin embargo, si la masa se amasa con la intención de hornearla aunque sea sólo una parte, y luego efectivamente esa parte se la hornea (incluso una pequeña cantidad), entonces se debe separar jalá con bendición, con tal de que la masa entera reúna los requisitos mínimos necesarios.

¿Hay costumbres judías para el embarazo y nacimiento?

Pregunta:

¿Existen costumbres que debería saber? ¿Hay algo que mi marido pueda o deba hacer? Es nuestro primer bebé y lo queremos hacer bien.


Respuesta:


Que tengas un embarazo fácil, y que el nacimiento sea sin complicaciones y en un momento auspicioso.


Los meses del embarazo son un tiempo muy delicado. Como tu doctor seguramente ya te informó, la actitud, comportamiento y elecciones nutricionales de la madre durante este tiempo tienen un profundo impacto en la salud y futuro desarrollo del feto. Recientes estudios médicos también mencionan los efectos del medio ambiente físico y emocional en el bebé antes de nacer. La mujer embarazada debe estar en un ambiente positivo, calmado y tranquilo. Se debe evitar la ansiedad y el enojo.


Lo mismo es verdad respecto al desarrollo espiritual del embrión y feto. El comportamiento de la mamá, como así también el medio ambiente, tienen efectos en el desarrollo de la nueva vida. Nuestros Sabios fomentan a las mujeres a que utilicen los meses del embarazo aumentando en buenas acciones y refinamiento espiritual.


Llegando al final, la mujer embarazada debe ir a la sinagoga cuantas veces le sea posible, y participar de clases de estudio de Torá.


Mientras que todas las buenas acciones son beneficiosas para el bebé antes de nacer, nuestros Sabios hacen hincapié en el valor de dar caridad extra. Ser amable con otros, causa que Di-s nos trate de la misma manera. Además de la caridad que uno da regularmente, se debe dar todos los días, teniendo una alcancía en la casa para que le sea mas práctico. El momento más propicio para dar caridad es antes del encendido de las velas de Shabat o de alguna Festividad.


Así como la mujer embarazada debe ser meticulosa con su nutrición, también debe serlo con su “nutrición espiritual”. Comer solamente alimentos Kosher, tiene un tremendo impacto positivo en el feto.


A continuación, algunas costumbres relacionadas con el embarazo y nacimiento:

*Algunos acostumbran a mantener el embarazo en secreto hasta el quinto mes. Esta restricción no incluye a los familiares cercanos.

*Es costumbre que el marido abra el arca de la sinagoga antes de la lectura de la Torá durante el último mes del embarazo. El Zohar dice: “Cuando la congregación saca el Rollo de la Torá, los Portales Celestiales de Misericordia son abiertos, y el amor de Di-s despierta”. El marido abriendo estos Portales de Misericordia, espera recibir la bendición de que el nacimiento sea fácil y sin complicaciones.

*En ciertas comunidades, es costumbre que la mujer embarazada se inmersa en las aguas de la Mikve durante el último mes.

*Durante todo el embarazo, tanto la madre como el padre, deben aumentar en el recitado de Salmos.

*Antes de ir a la cama, es costumbre que el marido recite el Salmo número 20. Cuando finaliza, debe repetir el segundo verso del mismo.

*Deben revisarse las Mezuzot de la casa durante los meses del embarazo. Si no tiene Mezuzot, entonces es un buen momento para colocarlas.

*La mujer embarazada debe cuidarse de no exponerse a sonidos que no sean sagrados. También debe evitar ver animales no Kosher.

*En muchas comunidades, no se visitan cementerios durante este tiempo.

*Hay una costumbre ancestral de que la mujer cosa una faja (conocido como “Gartel”) para el Rollo de Torá. Si el hijo es un varón, entonces esta faja es usada en la Torá que se usará cuando éste cumpla Bar Mitzvá, y luego otra vez en el Shabat antes de su casamiento.

*Es costumbre tener una copia del Salmo 121 en mano durante el nacimiento.

*Si es posible, durante los últimos momentos del trabajo de parto, el marido debe recitar los siguientes Salmos: 1, 2, 3, 4, 20, 21, 22, 23, 24, 33, 47, 72, 86, 90, 91, 92, 93, 104, 112, y 113 hasta el 150.

Por: Jana & Dovid Zaklikowski

El contraste entre Itzjak e Ishmael

Leemos en Bereshit (17:7-27), cómo Di-s se presenta ante Abraham y le da instrucciones para circuncidarse él mismo y todos los hombres. Di-s luego ordena que cada varón nacido sea circuncidado en el octavo día de vida, como señal del “pacto eterno” entre Di-s y Abraham.

Luego Di-s le informa a Abraham que en un año, él y Sara tendrían un hijo, Itzjak. Abraham estaba llegando a los cien años en ese momento, y Sara a los noventa. Ambos habían estado casado por 75 años sin tener hijos, y Sara estaba físicamente incapacitada para tenerlos. Abraham ya tenía un hijo, Ishmael, que había nacido trece años atrás, luego de que Sara haya discutido con él para que se casara con su sirvienta Hagar, y que pudiera ser padre de un niño a través de ella.

La reacción de Abraham a la promesa Divina fue: “Si solo Ishmael viviera ante Ti”. Parecería que Abraham estaba diciendo que estaría perfectamente contento de ver a Ishmael como su heredero, aquel quien continuará su trabajo de vida y perpetuado su relación especial con Di-s.

Di-s rechaza la propuesta de Abraham. Le asegura que Ishmael se convertirá en un gran pueblo, “pero mi pacto lo debo establecer con Itzjak”. Sólo Itzjak, el hijo que tendrás con Sara, puede ser tu verdadero heredero”.

Esto es más que una elección técnica. La insistencia de Di-s para que Itzjak sea el progenitor de Su pueblo elegido nos muestra algo fundamental en la naturaleza de nuestra relación con El.

Ishmael e Itzjak diferían en dos aspectos significativos:

Ishmael vino al mundo en forma natural, mientras que el nacimiento de Itzjak fue algo sobrenatural.

Ishmael fue circuncidado a los trece años, el año del “daat” (conciencia), mientras que Itzjak lo hizo a los ocho días de vida, una edad en la que la persona no tiene conciencia de lo que está ocurriendo.

En otras palabras, Ishmael representa una relación racional con Di-s, basada en el entendimiento humano. Itzjak representa un enlace sobrenatural.

Abraham discernió varias cualidades positivas en Ishamel, y estaba preparado en verlo como su heredero. Sin embargo, Di-s insistió que su pacto con Abraham sería perpetuo específicamente a través de Itzjak y sus descendientes, un pueblo cuyo compromiso con Di-s trascendería lo natural y racional.

Basado en las enseñanzas del Rebe de Lubavitch

Nuestra matriarca Rajel

El 11 de marjeshvan es el Iortzait de Rajel, nuestra matriarca. miles de judíos visitan su tumba en busca de bendición.

Hay un famoso midrash (historia del Talmud) que dice:

Cuando el Beit hamikdash (Gran Templo) fue destruido, Moshé, las matriarcas y patriarcas le rogaron a Di-s para que los judíos volvieran a la Tierra de Israel. Sin embargo, debido a que los judíos habían pecado, Di-s selló el juicio en su contra. Y a pesar de que Abraham, Itzjak, Iaacov y moshé intentaron, hablando de las grandes cosas que habían hecho en su vida, las puertas de la misericordia se habían sellado.

Pero luego habló Rajel. En el mérito de su amor a su hermana Lea, y en mérito de no avergonzarla con gran sacrificio personal, el Todopoderoso anuló su decreto. Di-s le dijo: “Deja de llorar, porque tus oraciones han sido escuchadas”. Y continúan siendo oídas.

Todos conocemos la historia de cómo, el día de su boda, su padre la cambió con su hermana mayor lea, engañando a Yaako) a casarse con “la chica equivocada”. los Sabios preguntan ¿cómo es posible que Yaakov fuera engañado? la respuesta dada es que Rajel y Yaakov habían programado señales para poder comunicarse entre sí. Sabían que eran almas gemelas, pero el padre de Rajel era conocido por ser menos que honesto, y quería estar seguro de su compromiso matrimonial siguiera adelante. Pero cuando llegó el momento y lea había sido “cambiada” de modo que se casaría con Yaakov, Rajel no quería que su hermana se avergonzara. Ella le enseñó las señales, y renunció a su honor y felicidad por su hermana. Fue este acto de amor puro que dio al pueblo judío el mérito para continuar hasta nuestros días.

Esta poderosa oración que Rajel utilizó para defender a su pueblo es una de las muchas razones por la que los judíos se refieren a ella como Rajel Imeinu (Nuestra matriarca Rajel), y otros la llaman mame Rojl. Rajel Imeinu nos ama incondicionalmente, nos cuida, llora por nosotros, y trae nuestras súplicas directamente al oído de Di-s.

Cada año, cientos de miles de ju- díos y no judíos visitan su tumba. la gente reza para encontrar un esposo, para tener hijos, y para cualquier otra necesidad.

Es por Rajel Imeinu, el poder de sus oraciones, y su condición de madre de todos los judíos, que oramos por la gente en el mérito de su madre. Es el llanto de una madre por su hijo que despierta rajamim (misericordia) del Todopoderoso.

Extraído de tefilot.org

Enseñar nuevos trucos a un viejo judio

La Parshá de la Torá de esta semana concluye con lo que podría llamarse : El  Brit Milá -circuncisión- más difundido del planeta…

La auto – circuncisión misma, realizada por Abraham a la edad madura de  noventa y nueve años acentuó su reputación de hombre santo y lo lanzó a una  estratosfera sin precedentes de devoción y profecía. Abraham también  recibió las bendiciones de Di-s para una numerosa, piadosa y poderosa  descendencia. ¡Todos esto por quitar una pequeña parte de su cuerpo! 

¿Hay un mohel cerca  de casa?
El mundo tiene un refrán que dice que no se puede enseñar nuevos trucos a  un perro viejo. El perro viejo ya está tan firme en sus rutinas y hábitos-  su comida, sus horas de dormir, sus ladridos de media noche y su árbol  preferido- que da lo mismo que intente enseñarle a maullar y trepar a un  árbol como enseñarle una nueva manera de darse vuelta.
Esto es especialmente verdad si las rutinas del perro viejo tuvieron éxito. 

¿Por qué y para qué debe aprender un nuevo truco?

Pero Abraham tenía una visión más amplia. Entendió que el mundo espiritual  del alma es infinitamente diferente al mundo de los perros y sus trucos. En  el mundo del alma, no hay ningún límite a lo bueno que puede hacerse, a la sabiduría que puede aprenderse o al éxito que puede lograrse.

Abraham desafiaba siempre sus hábitos y rutinas. Cuando era un hombre  joven, destrozó personalmente a los dioses falsos del mundo. Dedicó su vida  después, a expandir monoteísmo y moralidad, enseñando principalmente con el
ejemplo de su hospitalidad y bondad inagotables. Además, escribió libros  que eran como atlas del camino a las esferas más altas del misticismo.

Abraham tenía 99 años. Sin embargo, se veía a sí mismo espiritualmente como  un bebé de ocho días, sin tener otra cosa que hacer que crecer.

Todo lo que tenía que hacer era quitar una pequeña parte de su cuerpo…

Los tesoros se encuentran escondidos en la tierra


A tu simiente He entregado esta tierra” (Bereshit 15,18)

En nuestra Parshá aparece la promesa de entregar la Tierra de Israel a los descendientes de Abraham nuestro Patriarca: “a tu simiente He de entregar esta tierra.” En un principio ésta escrito “He de entregar”, en futuro, pero después de que Abraham caminó por la tierra, a su largo y su ancho, el Altísimo repite Su promesa, pero esta vez de una manera diferente: “A tu simiente He entregado esta tierra” “ He entregado”, en pasado, ya entregué”

Desde ese preciso instante en el que Hashem dijo estas palabras, la Tierra de Israel, que hasta ese momento era “Herencia de pueblos”, comenzó a pertenecer, en la práctica, al pueblo de Israel. Incluso durante el tiempo del exilio diásporico se mantiene completamente vigente la promesa de “a tu simiente He entregado la tierra” y con la misma intensidad que antes. Es verdad que “a causa de nuestros pecados hemos exilado de nuestra tierra y nos hemos alejado de nuestro suelo” , pero aún así sigue siendo “nuestra tierra” y “nuestro suelo”.

 

TERRANILDAD SAGRADA
La conjunción de los términos Tierra de Israel presenta, a simple vista, una contradic- ción. “Tierra” – expresa terrenalidad y materia; “Israel” es el título jerárquico del pueblo judío, que refleja superioridad espiritual y altura (la raíz de este nombre, es como dice la Biblia, “puesto que superaste a ángeles”). Así también la combinación “Tierra Santa” implica una contradicción conceptual-terrenalidad y santidad.

Sólo que justamente en esto se expresa la función del Pueblo judío – hacer de lo terrenal santidad, y de “Tierra de Canaan” – “Tierra de Israel”.

Esta misión también se aplica al fuero interior de cada uno. Se exige de todo judío que “conquiste” su intelecto y emociones así como las actividades naturales necesarias para la propia supervivencia, y las santifique a través de subordinarlas al Servicio Divino. La persona debe lograr que también su vida material y terrenal se santifiquen y se conviertan en parte del Servicio al Creador.

 

LAS COTRADICCIONES DEL JUDIO 

¿Cómo puede lograrse esto? A simple vista hay aquí una contradicción esencial.

Pero la verdad es que el propio judío contiene en su ser esta dicotomía: Di-s declara sobre el pueblo de Israel: “Pues ustedes serán para Mí una tierra deseada”:

También aquí vemos los dos extremos unidos: “tierra” es el elemento más elemen- tal y bajo, todos pisan sobre ella; mientras que “deseada” expresa satisfacción, placer y deseo. Nuestro cuerpo material sería la “tierra”, mientras que el alma que se encuentra en nuestro fuero interior es la “deseada” – el deseo y placer del Altísimo.

A través de esta interconexión en nuestra persona, entre la santidad más excelsa con la terrenalidad más burda, tenemos la fuerza de elevar la materia a un nivel superior. Y tal como cada hombre tiene la capacidad de subordinar el cuerpo al alma, así también posee la fuerza de poner al mundo material bajo el gobierno de lo sacro.

 

DEBE BUSCARSE
El Baal Shem Tov agrega un enfoque especial a la expresión “Tierra deseada” expresada sobre el pueblo judío: tal como nunca hemos de llegar a evaluar cabalmente los múltiples tesoros naturales que residen en la profundidad del suelo, así tampoco no hay hombre que pueda medir los extraordinarios tesoros escondidos en el corazón del judío. Por fuera se ve “Tierra”, pero justamente por eso es ahí donde Di-s escondió los tesoros más fabulosos.
Puede venir un judío y argumentar que él no siente esto y por el contrario ve que la terrenalidad es la que domina el mundo. Nos enseña Abraham el Patriarca, que también cuando “el Canaanita se encontraba entonces en la tierra”, es decir cuando la tierra se ve como “tierra de Canaan”, no hay que dejarse impresionar por eso, sino debe caminarse por la tierra y manifestar el dominio sobre ella, revelando que en esencia ésta ya es “Tierra de Israel”- “a tu simiente He entregado” – ya He entregado.

( LIKUTEI SIJOT 20, PáG. 308)