El 9 de Kislev es el cumpleaños y Iortzait de Rabi Dover, 2do Rebe de Jabad.
Rabi Dovber nació y falleció el mismo día, 9 de Kislev (5534‐5588).
Un día después, el 10 de Kislev, recordamos una importante fecha en su vida‐ el día de su liberación, luego de haber sido arrestado debido a una calumnia.
También en él encontramos un epítome de ambos conceptos. Por un lado, elevó inmensamente la profundización en la filosofía jasídica, logrando que cuando dos jasidim se encontraban, dialogaran sobre el concepto básico que expresa la nulidad del mundo frente a su Fuente Divina.
Por el otro, se dedicó a reunir fondos para los iehudim en la Tierra de Israel, y además promovió el asentamiento de judíos en aldeas (dentro de Rusia) para que se dedicasen a la agricultura e industria.
El mismo fue el primero de los Rebes que se mudó a Lubavitch. Esta línea de conducta expresa la verdad completa, pues une todos los extremos. Un sistema que se dedique únicamente a temas espirituales o solamente a temas terrenales, no puede ser verdad.
La verdad debe abarcar todos los aspectos de la vida, los del espíritu y los de la materia. En Rabi Dovber confluyen ambos conceptos: la gigantesca estatura espiritual, reflejada en la inconmensurable sabiduría de la Torá y el Jasidut. Y junto con esto, el interés por los más ínfimos detalles de los problemas que acosaban al iehudí, o a la comunidad toda.
• Cierta vez dijo Rabí Dovber de Lubavitch a Rabí Itzjak de Homil: “Tengo en mente un tema de Jasidut que ocuparía 1000 páginas, ¿qué crees? ¿Lo expreso oralmente o lo escribo?”. No se sabe qué le contestó.
• Dijo el Rebe Maharash: “Mi abuelo, Rabí Dovber escribía sus discursos jasídicos a una velocidad asombrosa y con letras muy apretadas. Cada página contaba con 50 o 60 renglones y cuando llegaba al final de ella todavía no se había secado el principio del párrafo. Todo esto es debido a que su mano estaba unida a la fuerza del pensamiento y con la rapidez del mismo escribía”
• Rabí Mordejai de Babroisk viajaba anualmente para la festividad de Sucot a visitar al Miteler Rebe, Rabí Dovber de Lubavitch. Debido a que era un importante huésped se alojaba en la casa del Rebe e inclusive estudiaban juntos en las horas de la madrugada, y al amanecer, Rabí Dovber comenzaba la Tefilá de Shajarit que se prolongaba hasta las cuatro de la tarde. Cada año, al comenzar a estudiar nuevamente, el Rebe le decía a Rabí Baruj Mordejai: “Nu, ¿en qué estábamos?”, y continuaba estudiando como si hubieran interrumpido el tema el día anterior…
• Cuando se estaba por imprimir uno de los libros del Miteler Rebe, le preguntaron al Tzemaj Tzedek qué calificativo ponerle. El Rebe indicó que coloquen el término “humilde” que no significa sumiso sino alguien con personalidad.
• Cierta vez, el Miteler Rebe, Rabí Dovber, estaba con el famoso Jasid Rabí Itzjak Aizik de Homl, en Jol HaMoed Pesaj. Los Jasidim jóvenes se quejaron al Rebe que Rabí Itzjak Aizik no se dedicaba tanto a ellos y se recluía en sí mismo. El Rebe le preguntó a Reb Aizik: “¿Por qué no te acercas a los muchachos y estudias con ellos Jasidut? Respondió Reb Aizik: “Si no tengo siquiera tiempo de ocuparme de mí, ¿cómo puedo entonces, dedicarme a los demás? Rabí Dovber le dijo: “Aizl, Aizl, tienes que hacer como yo. Cuando veo que conmigo mismo no puedo ya lograr nada en absoluto, trato por lo menos de hacer un bien al prójimo”.