Cómo la revolución Jasídica sacudió la sociedad

De vez en cuando la sociedad cambia con tanta fuerza que una transformación volcánica tiene lugar. Tomemos, por ejemplo, la Revolución Industrial de los siglos XVIII y XIX. Los cambios en la agricultura y la manufactura fueron tan profundos que con el tiempo todos los aspectos de la vida fueron influenciados de alguna manera. Casi al mismo tiempo, otra gran revolución se estaba desarrollando: la “Revolución Jasídica” del siglo XVIII. 

Una persona es responsable de esta revolución: Rabi Israel Baal Shem Tov (1698-1760). 

Recibió el apoyo de un grupo de cabalistas clandestinos que seguían la tradición del gran cabalista, el Arizal. El grupo instó al Baal Shem Tov para que fuera el mentor global.

Diferente a otras revoluciones, la Revolución Jasídica no introdujo nuevas creencias. Solamente volvió a enfatizar algunos principios básicos de la creencia y filosofía Judía. 

Dentro de los principios básicos que volvió a introducir, el más conocido es, quizás, hacer énfasis en la alegría. Luego, uno de los discípulos del Baal Shem Tov expresó este sentimiento diciendo: “A pesar que la depresión no es un pecado, es lo que conduce a los peores pecados”. Canta, baila, sonríe, haz que lo que haga falta para sentirte alegre. 

En la última parte del libro de Deuteronomio, Di-s reprende a su pueblo, diciendo lo siguiente:

“Porque no han Servido a Di-s, su Di-s, con alegría de corazón cuando habían tenido abundancia en todo, servirán a sus enemigos que Di-s enviará contra ustedes…” (Deuteronomio 28:47-48)

¿Cuál es la crítica de Di-s? No de que no había sido Servido, sino que no lo habían hecho con alegría. 

Los maestros Jasídicos dicen que es imperativo tener una auto generación de alegría. Es lo que nos permite sobrepasar los desafíos que enfrentamos en nuestras vidas. 

Se han hecho recientes estudios sobre el efecto de ser positivos en el cerebro. Gente positiva muestra más creatividad. Científicos de la Universidad Cornell, experimentaron con médicos, y encontraron que cuando los pacientes le daban un pequeño regalo a sus médicos, eran mejores en integrar la información del caso y menos probable que se obsesionaran con sus ideas iniciales.

En 1988, el Rebe dijo que la manera de traer nuestra redención es aumentando en alegría. Sólo estando contentos, tenemos el poder de romper nuestras barreras personales y las del exilio.

Sé feliz. Te beneficiarás a ti y al mundo.

Basado del Tania, capítulo 26, y en el discurso del Rebe en Shabat Parashat Ki Tetzé 5748.

Por: Rojel Holzkenner

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