El mes de Elul

EN SÍNTESIS

El último mes del año judío es tradicionalmente, un tiempo de introspección y balance, un tiempo para revisar el comportamiento  y el progreso espiritual durante el año saliente  y prepararse para las Altas Festividades.

 

ZOOM JASÍDICO

Los maestros jasídicos comparan el mes de Elul con el periodo del año en el que «el rey está en el campo”. A diferencia de cuando el Rey está en el palacio real – donde no cualquiera puede verlo -, en el campo recibe con alegría y rostro sonriente a todo aquel que desee acercarse.

Como mes de revelación Divina y perdón, es el momento más oportuno para acercarnos a Di-s y fortalecer nuestra relación con Él.



¡VIVENCIALO!

SHOFAR: Todos los días del mes, excepto Shabat y víspera de Rosh Hashaná, se escucha el sonido del Shofar (asta de carnero) que sirve como un llamado al retorno [a Di-s].

 

TEFILIN Y MEZUZOT; los revisa un Sofer (escriba) para asegurar que estén en buenas condiciones y aptos para su uso.

 

SELIJOT: la última semana del mes se recitan las plegarias de Selijot, para pedir el perdón a Di-s. Se empiezan a recitar  el sábado17/9 de noche después de medianoche y en los días subsiguientes se recitan  antes de la plegaria matutinal  (Shajarit). 

 

SHANA TOVA UMETUKA: cuando – en el transcurso del mes – se envían  cartas a amigos y seres queridos, se les desea “que sean inscriptos y sellados para un año bueno y dulce”.

 

¿SABÍAS QUÉ?

“Mejor una acción que mil suspiros”. La sinceridad de nuestro retorno a Di-s debe ser demostrada y acompañada de acciones concretas, tales como un compromiso para incrementar el estudio de Torá o para cumplir una Mitzvá más.

Una Elección de Opciones

«Mira, he puesto ante ustedes la bendición y la maldición». Así comienza la lectura de la Torá de esta semana de Ree (Deuteronomio 11:26-16:17), cuando Moisés reitera nuevamente la doctrina de Libre Elección.

Libertad de elección. Sin la cual, como nos recuerda Maimónides, la religión no tiene significado, no existe el concepto de moralidad, y la Torá es superflua.

 

En efecto, no sólo se nos ha dado libre elección entre bien y mal, sino también la opción de a qué nivel hacer esa elección. Una elección de opciones:

  1. a) Hay bien y hay mal. Bendición y maldición, luz y oscuridad. Di-s creó ambas, elegimos cuál de las dos, o qué combinación, definirá nuestra existencia.

 

  1. b) En verdad sólo hay bien. Di-s es la fuente de toda realidad, y debido a que Di-s es la esencia del bien, sólo el bien es real. Así como no hay algo como la oscuridad, sino sólo luz o su ausencia (a la que llamamos «oscuridad»), así también, sólo hay bien o su ausencia. Por lo tanto, la elección entre el bien y el mal no es una elección entre dos realidades, sino una elección entre ser o no ser, entre realidad e ilusión.

 

  1. c) Dado que «elección» por definición, es la libre afirmación de la voluntad, y debido a que la voluntad del alma humana es vivir y el bienestar, la única elección verdadera que puede haber, es la elección del bien. Pero se nos ha dado libertad de elección, lo que significa que podemos elegir no elegir. Lo que llamamos «libertad de elección» es en realidad la elección de ejercer la elección o negarla. Cuando afirmamos nuestra verdadera voluntad, cuando elegimos, invariablemente elegimos el bien.

 

¿Cuál es? ¿a, b ó c? Eso depende de vos. Ese es el verdadero significado de «libre elección»: no simplemente elegir entre dos o más opciones presentadas por una autoridad más alta, sino que sos vos quien determina el nivel de realidad sobre el que se desarrolla tu vida consciente. Sos vos quien  determina la distancia entre tu vida y tu Fuente.

 

Elegí tu opción.

 

Por: Yanki Tauber




Libre albedrío ¿Natural o sobrenatural?

“Ve, he puesto ante ti hoy la bendición y la maldición. La bendición, si prestarás atención a los mandamientos del Señor tu Di-s…Y la maldición, si no prestarás atención a los mandamientos…” Deuteronomio, 11:26-28

 

La Libertad de Elección es uno de los núcleos principales de nuestra religión, y de hecho cada sistema judicial se basa en esta idea. Un robot o una computadora, no son premiados por ejecutar una misión noble, ni merecen castigo por realizar algún acto inmoral. No tenemos prisiones para almacenar computadoras que han difundido virus… Todo el crédito o la culpa es de los programadores. Si los hombres fuésemos robots sin habilidad de poder elegir libremente, entonces tampoco mereceríamos castigo. Ciertamente, los elementos más violentos de la sociedad todavía deberán ser retenidos en algún tipo de facilidad correccional, no por-que se los culpa por su comportamiento, sino para proteger al resto de la población, así como los depredadores salvajes deben ser retenidos lejos de la sociedad, pero nadie puede culparlos por sus actos, así como no podemos condenar al león o al águila por su naturaleza depredadora, o darle crédito a los delfines por su disposición amistosa.

 

El hecho que penalizamos a los criminales (y esto ha sido un método aceptado para poder lidiar con los criminales, por todas las civilizaciones a lo largo de la historia), muestra que la sociedad siempre ha reconocido que el ser humano posee una intuición de distinción entre lo correcto y lo incorrecto, y tiene la habilidad de elegir entre los dos, y por ende, es responsable por cualquier decisión que toma.

¿Pero es correcta esta facultad? ¿Disfruta de verdad el ser humano de la Libertad de elección? ¿Hay alguna diferencia entre el ser humano y las otras criaturas que Di-s creó que se comportan según la naturaleza que Di-s les otorgó, ya sea para bien o para mal?

 

Hoy en día, se nos dice que casi todos los comportamientos dañinos pueden ser a causa de problemas genéticos. La persona que es un cleptomaníaco, o un individuo que es obeso, impulsivo, depresivo, etc, es porque tiene alguna falla genética. Si no es un tema de genes, entonces debe tratarse de alguna experiencia traumática de la niñez. Quizá perdió a un ser querido cuando era joven, fue abusado por sus padres, proviene de una familia disfuncional, o no ha recibido la suficiente atención de su maestro. Si ninguno de estos factores pueden explicar el comportamiento destructivo de la persona, entonces significa que no puede afrontar el pago de un psicólogo competente, uno que puede hacer un mejor diagnóstico, y que explique por qué no se lo debe culpar…

 

Es por eso que Di-s declara: “Ve, he puesto hoy ante ti la bendición y la maldición”. De hecho, la Libertad de Elección no es una cualidad original del ser humano; naturalmente, la persona debe ser obligada a comportarse de acuerdo a su naturaleza, una naturaleza que es formada por una combinación de genética y experiencias de vida. Pero Di-s le dice a cada persona: “no importa tu naturaleza, crecimiento, e inteligencia, no importa qué golpes has experimentado, Yo te garantizo la habilidad de ser santo como Moshé”. Y lo mismo es cierto al revés: incluso alguien que ha sido criado por padres rectos, y tiene la disposición natural de hacer lo que es correcto, tiene la habilidad de elegir también el mal y alejarse de los caminos de Di-s.

Uno nunca debe pensar que nunca será una persona espiritual: “no está dentro de mi naturaleza”. La naturaleza de la persona es meramente un desafío que Di-s garantiza que podemos sobrellevar.



¿Es apropiado dar Tzedaká de noche?

Leí en alguna parte que no es apropiado dar tzedaká (caridad) durante la noche. ¿Puede explicar por qué?

RESPUESTA:

En el Talmud de Jerusalem hay una historia que se cuenta de Rabí Jiya bar Papa quien dio tzedaká en la noche, y el líder de los malos espíritus se le acercó y dijo: «¿No está enseñado en la Torá: ‘No voltearás el poste de tu vecino’ «? En su sentido más literal, esta prohibición, conocida como «hasagat g’vul”,,» prohíbe subrepticiamente mover un marcador de tierra que separa el campo de la de su vecino con el fin de ampliar su propiedad. La prohibición también incluye, sin embargo, cualquier usurpación de profesión de un compañero y / o medios de vida.

La noche es cuando las fuerzas divinas de la sentencia y la gravedad norman en lo supremo, la oscuridad física es un reflejo de su origen Divino. Al dar tzedaká «endulzamos» la dureza de la justicia pura, templando y diluyendo lo rígido que se habría repartido durante ese tiempo, por lo que el espíritu se quejó ante el rabino. Le preocupaba que Rabi Jiya estuviera interfiriendo en su poder para cumplir su misión divinamente ordenada, y violando así la prohibición de tirar un hito de un vecino.

Este pasaje talmúdico es la base de lo que está escrito en muchas obras místicas, acerca de no dar caridad en la noche. Sin embargo, esta preocupación se aplica sólo a la búsqueda activa de un indigente durante horas de la noche para darle Tzedaká. Si uno es abordado por una persona necesitada de ayuda, hay una obligación 24/7 para ayudar a nuestros hermanos en necesidad, y todas las demás consideraciones se tienen en cuenta de cara a las necesidades humanas, como la Torá nos instruye: «No debes endurecer tu corazón”.

Lo mismo se aplicaría a colocar el dinero en una alcancía de tzedaká. El dinero dado no va al bolsillo de los pobres en esos momentos, durante las horas de la noche, así que estaría bien. Escribir un cheque, igualmente, no es problemático.

Rabi Moshe Goldman



Caridad a cambio de caridad

“Abrir abrirás tu mano” (DEVARIM 15:8)

La Parshá Reé es leída siempre cerca del mes de Elul o en el día de comienzo de Elul (Rosh Jodesh). Es sabido (1) que existe una relación entre la parshá y el tiempo cuando ésta es leída. Podemos encontrar esta relación en el versículo que ordena el precepto de la caridad: “cuando haya contigo un pobre… no endurezcas tu corazón… abrir abrirás tu mano”(2).

De manera coincidente, cuando el Rambam enumera las acciones a llevar a cabo para salir victorioso, en el juicio de los Días Temibles de Iamim Noraim, enfatiza llevar a cabo la mitzvá de Tzedaká:

“Toda la Casa de Israel acostumbra a incrementar en caridad y en buenas acciones y dedicarse a las mitzvot”(3). Esto despierta la pregunta: ¿con qué se diferencia el precepto de la tzedaká (caridad), por lo cual debemos reforzarnos específicamente en ella durante el mes de Elul y los diez Días de Teshuvá?

 

TODOS NOS ALIMENTAMOS POR CARIDAD

Esto será entendido en base a las palabras de nuestros Sabios z”l sobre la manera de cómo se recibe el flujo [de vida] del Altísimo. La Guemará (4) se refiere a los Tzadikim de la siguiente manera: “el mundo todo se alimenta gracias a la caridad [Divina] pero ellos se alimentan por el brazo”.

Es decir, el flujo Divino que es dado al mundo entero es en carácter de ‘caridad’, puesto que el mundo no lo merece, y sólo los tzadikim, justos, “se alimentan por el ‘brazo’”- como que fuera por la fuerza [del brazo], por mérito propio, puesto que ellos son merecedores de este flujo en aras de sus acciones.

Por lo tanto, en Elul y los Diez Días del Retorno, cuando “toda la Casa de Israel” aspira a hacerse acreedora de la abundante bendición del Altísimo para el nuevo año, debe poner énfasis en la caridad. El Altísimo se comporta con nosotros en la medida correspondiente, y cuando nosotros aumentamos en la caridad, también Hashem se comporta con el atributo de la caridad y nos hace merecedores de una múltiple bendición y abundancia, a pesar de que nosotros no podemos exigirlo “por la fuerza del brazo” de nuestros méritos.

 

NO A CAUSA DE NUESTRAS ACCIONES

En base a esto también se entenderá por qué en estos días se aumenta en la plegaria, tal como dice el Rambam: “y acostumbran todos a levantarse en la noche… y orar en las Casas de Oración con palabras de pedido de misericordia y recogimiento”.

El servicio al Altísimo se divide, en términos generales, en dos campos: 1) el cumplimiento de la Torá y sus Preceptos 2) la plegaria. Por medio de cumplir la Torá y sus preceptos, el hombre percibe sus necesidades por ley. Como nos prometió el Altísimo (5): “si caminaréis en Mis Decretos…concederé vuestras lluvias en su tiempo [debido]”.Mientras que la plegaria consiste en invocar la benevolencia Divina, a pesar de que el hombre no lo merece. Es por eso que incrementamos la plegaria durante el mes de Elul y en los diez Días de del Retorno, puesto que somos conscientes de que sólo con nuestros actos no somos acreedores del flujo de bendición que pedimos, sino precisamos de la caridad y la misericordia [Divinas] y esto lo logramos por medio de la plegaria.

 

BENEVOLENCIA POR PARTE DE HASHEM

En un sentido más profundo, puede decirse que el hecho mismo de que la persona sale victoriosa en el juicio a causa de sus actos, es también en carácter de caridad y benevolencia. Puesto que cuál valor tiene la acción del hombre en los ojos del Altísimo.

Y como está escrito (6): “si fuiste justo y piadoso ¿qué le diste a Él?”. Por ende, cuando el Altísimo supervisa los actos del hombre y valora sus buenas acciones para hacerlo meritorio en el juicio, esto es un acto de caridad de Su parte.

De aquí la gran importancia de incrementar en estos días la caridad, a través de lo cual nos hacemos acreedores de ser inscriptos y sellados para bien, para un año bueno y dulce, con un bienestar visible y revelado.

(Likutei Sijot Tomo 37, Pág. 89)




Los elijo

En la porción de la Torá de esta semana, Reé, leemos “Son hijos para Di-s”. También leemos “…Di-s te ha elegido para que seas para Él un pueblo atesorado”.

Estos versículos requieren algunas preguntas:. ¿Cuál de las dos versiones es la correcta? ¿Somos hijos de Di-s o nos ha elegido? ¿Qué podemos aprender de esto para nuestras relaciones personales? ¿Escoge uno a sus parientes? Di-s nos dice que hay dos formas en que se relaciona con nosotros. Primero, como sus hijos. Así como un padre es una sola cosa con su hijo y nada puede cambiar eso, tampoco el vínculo de Di-s con nosotros nunca puede ser cortado, somos Sus hijos.

Segundo – Él nos elige. Él nos quiere y nos elige todos los días para ser su tesoro.

No solo somos intrínsecamente uno con Él debido a nuestro vínculo esencial, sino que Di-s continúa atesorando a todos y cada uno de nosotros porque Él elige hacerlo.

Es posible estar en una relación y dar por supuesto el hecho de que eres esencialmente uno, pensando que esto es suficiente.

Tus hijos y tu cónyuge desean que los elijas todos los días. Cuando no lo haces, se sienten heridos, se dan por sentados y se sienten usados. Es por el vínculo intrínseco que anhelan tu amor.

No seas solo el padre de tu hijo, se un padre para tu hijo. Lo mismo es cierto con respecto a los cónyuges, y para los hijos hacia sus padres. Muéstrales que los eliges, que son tu tesoro.

No seas difícil, no seas obstinado, no pongas requisitos para tu amor. Elige darles tu amor porque son tus tesoros.

Diagnosticado con ELA- enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta a las células nerviosas del cerebro y de la médula espinal- incapaz de moverme, tengo la bendición de tener mucho tiempo para pensar. Al considerar lo que es más importante para mí, la conclusión es siempre la misma. Lo más importante es que mi esposa y mis hijos se sientan queridos y apreciados por mí, y hago todo lo posible para mostrarles que así es. La vida es muy corta, asegúrate de que tu familia sepa cuánto los valoras y que los eliges una y otra vez.

Adaptado por Rabi Yitzi Hurwitz de las enseñanzas del Rebe, yitzihurwitz.blogs-pot.com. El rabino Hurwitz, quien está luchando contra ALS, y su esposa Dina, son emisarios del Rebe en Temecula, California.



Parashá en síntesis – Ree

Cada Shabat, después de la Parashá correspondiente, se lee una parte seleccionada de los profetas. Esta lectura recibe el nombre de Haftará y generalmente está relacionada con el contenido de la Parashá, con excepción de los tres sábados anteriores a Tishá Be Av, cuando las Haftarot se refieren a la destrucción del Templo y a la diáspora.

 

Después del 9 de Av, Di-s consuela al Pueblo Judío por intermedio de sus profetas, diciéndoles que serán redimidos. Estas palabras de consuelo son las leídas durante las seis semanas siguientes y reciben el nombre de “Siete de consuelo”. 

 

En el tercer Shabat de consuelo se leen por  tercera vez profecías que vaticinan un destino prometedor para el Pueblo Judío. De acuerdo con la Ley Judía, una cosa que se repite tres veces cobra fuerza y enfatiza el tema. Como ejemplo se puede usar el derecho de propiedad. Si una persona habita en una casa por tres años sin que nadie proteste, adquiere un derecho de dominio sobre ella, aún cuando no exista un documento que lo confirme. 

 

Esta regla recibe el nombre de jazaká: no sólo se trata de repetición, sino de reafirmación, una categoría diferente, decisiva, que sobresale cuando se leen por tercera vez las profecías de redención. 

 

La Parashá comienza con las palabras: “Mira que pongo delante de ustedes hoy bendición; si cumplen los preceptos y maldición, si se apartan del camino de Di-s”; y luego conmina a que se escoja la bendición cumpliendo todas las leyes y preceptos. Esta es una de las formulaciones del libre albedrío o libertad de elección, que tiene la persona entre el bien y el mal. 

 

El bien y el mal no dependen de la persona, de su juicio u opinión, éstos están previamente determinados en la Torá; lo único que pueden hacer es elegir entre ambos. La elección acertada conducirá a una vida de bendición y refinamiento a partir del cumplimiento de las mitzvot destinadas para tal fin, que reafirman además el carácter espiritual trascendente que tiene el hombre, en contraposición a todos los demás seres creados. 

 

Cuando la Torá se refiere a la ciudad de Jerusalem usa la expresión: “El lugar que Di-s escogió”. Traducido literalmente, el nombre Ierushalaim significa “Total reverencia”. Esto no sólo se refiere a la localización geográfica, sino que incluye todo lugar en el cual el judío cumpla su servicio espiritual. Se considera que “una persona se encuentra donde está su voluntad”. Esta es la razón que explica que los judíos recen en dirección al Este, teniendo en mente a Israel, a Jerusalem, el Templo y el Arca donde se encuentran las Tablas de la Ley.

 

Rosh Jodesh Elul es el comienzo del último mes del año, considerado como mes de balance y reflexión, un tiempo para analizar nuestro comportamiento en el año que está por finalizar y de preparación espiritual para el comienzo del año que entra, con la celebración de los Días Solemnes de Rosh Hashaná y Yom Kipur.

 

En el mes de Elul se toca el Shofar todos los días después del rezo matutino, con excepción de Shabat y el día anterior a Rosh Hashaná. Al rezo matutino y vespertino se añade el Salmo 27, que expresa la absoluta fe en Di-s. Se da Tzedaká adicional cada día. Se reza Slijot, que son plegarias especiales en las cuales se pide perdón a Di-s y se bendice el año venidero. Los ashkenazim en la semana anterior a Rosh Hashaná y los sefaradíes durante todo el mes. 

 

Ese período tiene su origen en los tiempos de Moshé, quien después del éxodo subió tres veces al Monte Sinaí. La primera vez el 7 de Siván, al día siguiente de la entrega de la Torá, la segunda vez el 18 de Tamuz, cuando pide a Di-s que perdone al pueblo por el pecado del becerro de oro, y la tercera; el 1 de Elul – ocasión en la cual se tocó el Shofar – permaneciendo allí hasta Iom Kipur, día en el cual Di-s perdona al pueblo de Israel.



Las pequeñas cosas

Esta porción semanal de la Torá, comienza con la oración: “Vehaiá ekev tishemún”. La traducción literal es: “Por haber oído estos mandamientos” (serán meritorios de las bendiciones que la Torá va a enumerar).

 

La palabra Ekev, también puede ser traducida como “talón”. El comentarista Rashi, explica que el versículo alude a los mandamientos más “livianos”, las mitzvot aparentemente menos importantes que la gente tiende a “pisotear con el talón”. El tipo de cosas que se las dejan de lado. Todos conocemos los mandamientos “mayores”, como ser, cumplir con el Kasher, ayunar en Iom Kipur, etc. ¿Qué hay de los detalles menores? ¿Somos tan cuidadosos?

 

Esta idea se aplica en todos los aspectos de nuestras vidas. Al niño más tímido, ¿Lo ignoramos con más facilidad precisamente porque es tímido y callado? ¿Qué sucede con las campañas de millones de dólares por diferentes causas? Es muy bueno que algunas causas llamen tanto la atención, pero ¿Qué sucede con las causas que nadie oye ni se entera? ¿Las “pequeñas” cosas se dejan de lado?

 

Eso es claramente inmoral e incorrecto. Por el otro lado, preciso hacer una llamada personal, seguramente a nadie le va a importar. Son solamente unos pesos más, ¿verdad? ¿Estamos aprovechándonos de alguien más, incluso de manera aparentemente insignificante?

 

Luego está mi relación con Di-s, mi comportamiento como Judío, lleno de grandes expectativas en todos los aspectos de mi vida. Obviamente nunca voy a hacer algo realmente terrible, pero qué sucede con los “pequeños detalles”? ¿Son tan importantes para mí?

 

Estos, y otros muchos ejemplos más, nos vienen a la mente todos los días, en la casa y en el trabajo, en nuestros negocios, y tratos financieros y personales. Es muy sencillo racionalizar y justificar una violación a pequeña escala de nuestros principios, mucho más que una violación “mayor”.

 

Por supuesto, un número muy grande de pequeñas cantidades suman una cantidad mucho mayor, incluso si son aparentemente insignificantes por sí mismas. Pero hay también una razón adicional de por qué los “pequeños detalles” son tan importantes. Una persona tiene dos inclinaciones: la “buena inclinación” y la “mala inclinación”. (Ietzer Tov y Ietzer Hará). Esas dos voces internas que claman nuestra atención. La mala inclinación es muy pícara y lista. No viene a la persona y dice: “Ve, roba un banco”, o cosas similares. ¿Por qué no? Porque sabe que ninguna persona decente se sentirá tentado ante dicha sugerencia. Así que, viene a la persona y le sugiere una idea mucho más razonable: ¿Por qué no cobrar un par de pesos más? Después de todo, has trabajado duro, te mereces que te paguen mejor, ¿No es así? Una vez que caemos en la tentación, nuestra resistencia se ha ablandado, y será mucho más fácil enfrascarnos en un comportamiento cada vez peor, hasta que nos encontramos cayendo en una gran escala de violaciones a nuestros principios.

 

Es por esto, que las cosas aparentemente pequeñas son tan importantes, no debemos dejarnos llevar por las pequeñas tentaciones o correrlas a un lado. Al sobreponernos a las prohibiciones aparentemente mínimas, evitamos dejarnos llevar por el camino que trae a las más grandes transgresiones, y podemos mantenernos firmes a nuestros principios.

 

No nos olvidemos de las pequeñas cosas.

 

Por Mordejai Wollenberg



Palabras en una puerta

“Escucha, Oh Israel, Di-s es nuestro Di-s, Di-s es uno” (Deuteronomio (6:4). Las palabras del Shemá constituyen la declaración más básica del Judaísmo: Que Di-s es nuestro Di-s, un presencia real en nuestras vidas, y que Di-s es uno, el singular, absoluto y el que contiene toda verdad de nuestra existencia.

¿Qué hacemos con estas palabras? Muchas cosas.

Mente: Las estudiamos y contemplamos. Como dice el versículo: “Escucha, Oh Israel”, la palabra en hebreo para “Escucha”, Shemá, también significa “comprender”.

Corazón: El estudio y contemplación traen la emoción, por lo tanto, “Escucha, Oh Israel”, nos lleva a “ Amarás al Eterno tu Di-s con todo tu corazón, con toda tu alma y con todos tus medios” (6:5).

Habla: Cuando “estas palabras están en tu corazón”, el próximo paso es la verbalización y comunicación, “Las enseñarás agudamente a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes de camino, y al acostarte y al levantarte” (6:7). Las últimas palabras en este verso son la fuente de la Mitzvá de recitar el Shemá todas las noches (“al acostarse”), y cada mañana (“Al levantarse”).

Cuerpo: “Las atarás como señal en tu mano y serán diadema entre tus ojos” (6:8). Como la alianza de matrimonio en el dedo, el tefilín es un vínculo físicamente tangible en nuestro cuerpo, incorporando nuestro vínculo con Di-s y nuestro compromiso de hacer la unidad de Di-s real en el mundo.

Medio ambiente: “Las escribirás sobre los marcos de tu casa, y en tus portales” (6:9). La última fase es la mezuzá: un pergamino que contiene los versos del Shemá y se colocan en los marcos de las puertas en un hogar judío, definiendo tanto la santidad del medio ambiente dentro, como su influencia en el medio ambiente exterior.

Por: Yanki Tauber



Parashá en síntesis: Ekev

La mitzvá de la lectura del Shemá, que debe hacerse dos veces al día, incluye tres preceptos fundamentales: creer en la unidad de Di-s y su poder sobre todo el universo, amar a Di-s como una condición necesaria para el cumplimiento de su voluntad y estudiar Torá.

El precepto de fijar la mezuzá en las puertas de las casas es un recordatorio de la unidad de Di-s y la vinculación con Él, al salir y entrar de la casa. La recompensa de larga vida para la persona y sus hijos es expresada enseguida después de la anunciación, tal como sucede con la mitzvá de honrar a los padres.

Nuestros Sabios dicen que cuando una persona fija una mezuzá a la entrada de su casa Di-s protege ese hogar. Esa protección no es una recompensa por haber cumplido el precepto, sino que es parte integral de la mitzvá y  resultado de la misma.

La parte más importante de la mezuzá no es el estuche exterior, que puede tener cualquier forma, si no el pergamino que está en su interior, sobre el cual un escriba especializado plasma a mano los párrafos de Shemá Israel y Vehayá.

El pergamino debe derivar de un animal kasher, no se puede hacer correcciones ni tachaduras. Cada palabra debe ser escrita con la misma secuencia en la que aparece en la Torá. Existen 4.649 leyes que deben seguirse para la escritura de cada mezuzá.Cada una contiene 22 líneas y 713 letras, que deben estar perfectas para que la mezuzá sea considerada kasher. Su escritura demora de dos a cinco horas, dependiendo del escriba. Cada letra posee las especificaciones de cómo debe ser escrita y la parte más difícil es escribir con líneas finas las coronas que llevan algunas letras.

El equivalente numérico de la palabra hebrea mezuzá es el mismo (65) valor numérico de uno de los nombres de Di-s, A-do-nai, cuya acepción es “Amo del Universo”. Al cumplir la mitzvá, lo reconocemos como tal.

Arregladas en orden diferente, las letras de la palabra mezuzá forman las palabras zaz mavet, que significa “la muerte se fue”: la mezuzá aleja de la muerte, la tristeza y la depresión.

En el reverso del pergamino aparece el nombre divino Sha-day, que también es acróstico de las palabras en hebreo Shomer Daltot Israel (Guardián de las Puertas de Israel)

La mezuzot deben ser revisadas por lo menos 2 veces en un período de siete años. Se acostumbra hacerlo en el mes de Elul, para mostrarle a Di-s la diligencia que tenemos en el cumplimiento de sus preceptos, antes de las festividades solemnes.

En esta parashá, Moshé transmite al pueblo las bendiciones que tendrá en este mundo si cumplen las ordenanzas y los preceptos que Di-s le ordenó como pueblo elegido. Entre ellos se pueden mencionar la bendición al fruto del vientre y el fruto de la tierra, al trigo, al mosto y al aceite, así como la eliminación de las enfermedades, de la esterilidad y el dominio de los países que los adversan. También les explica que la mayor recompensa por el cumplimiento de mitzvot no se da en este mundo, que es tan sólo la antesala del mundo venidero, donde se da el máximo del deleite espiritual.

La Torá ordena recitar Birkat Hamazón, la mitzvá de bendecir a Di-s después de haber comido pan. Esta bendición está compuesta de cuatro partes: Birkat Hazan (la bendición a Quien alimenta a todos los seres), instituida por Moshé cuando se recibió el maná; Birkat Ha`aretz (bendición sobre la Tierra), introducida por Ioshúa cuando tuvo el mérito junto con el pueblo de entrar a la tierra prometida; Birkat Ierushalaim (la bendición por la paz en Jerusalén) establecida por los reyes David y Shlomó (después de la destrucción del Templo se pide por su pronta recupera reconstrucción), y Hatov Vehametiv (la bendición por Quien es bondadoso). añadida por los Sabios para conmemorar el milagro ocurrido en relación a la revuelta de Bar Cojba, después de la destrucción del Segundo Templo.

La parashá finaliza con el enunciado de dos preceptos: amar al guer tzedek, el que se convierte el judaísmo por justas razones y desinteresadamente, y el precepto de rezar, que es considerado como el servicio del corazón, la forma de acercarse a Di-s y elevarse espiritualmente.