Un milagro de Lag Baomer

Lag BaOmer , el día 33 del conteo del Omer, es un día festivo en el calendario judío que honra a Rabí Shimon bar Yochai, autor del Zóhar. 

Se celebra con salidas (en las que tradicionalmente los niños juegan con arcos y flechas ), fogatas, desfiles y otros eventos alegres. Muchos visitan el lugar de descanso (en Meron, al norte de Israel ) de Rabí Shimon, el aniversario de cuyo fallecimiento es este día.

Qué significa
Lag BaOmer siempre se celebra el día 18 del mes de Iyar .

¿A qué se debe el nombre?

La palabra “Lag” está formada por las letras hebreas lamed (ל) y gimel (ג), que juntas tienen el valor numérico de 33. “BaOmer” significa “del Omer”. 

El Omer es el período de conteo que comienza el segundo día de Pésaj y culmina con la festividad de Shavuot , después del día 49.

Lag BaOmer también conmemora otro acontecimiento alegre. 

El Talmud relata que en las semanas entre las festividades judías de Pésaj y Shavuot , una plaga azotó a los discípulos del gran sabio Rabí Akiva (maestro de Rabí Shimon bar Yochai ), “porque no actuaron respetuosamente unos con otros”. 

Por lo tanto, estas semanas se observan como un período de duelo , con diversas actividades alegres proscritas por la ley y la costumbre. 

En Lag BaOmer cesaron las muertes. Por lo tanto, Lag BaOmer también lleva el tema de amar y respetar al prójimo ( ahavat Yisrael ) .

6 costumbres y tradiciones de Lag BaOmer que debes conocer

Por Naftali Silberberg

Lag BaOmer es un día festivo en el calendario judío, que celebra el aniversario del fallecimiento del gran sabio y místico Rabí Shimon bar Yochai, autor del Zohar. También conmemora otro acontecimiento. En las semanas entre Pésaj y Shavuot , una plaga azotó a los discípulos del gran sabio Rabí Akiva . En Lag BaOmer cesaron los moribundos. 

Así es como se celebra:

Encender hogueras
Es tradición encender hogueras en vísperas de Lag BaOmer. Estas conmemoran la inmensa luz que Rabí Shimon bar Yojai trajo al mundo a través de sus enseñanzas místicas. Esto fue especialmente cierto el día de su muerte, Lag BaOmer, cuando reveló a sus discípulos secretos de la Torá cuya profundidad e intensidad el mundo aún no había experimentado. El Zohar relata que la casa se llenó de fuego y luz intensa, al punto que los reunidos no podían acercarse ni siquiera mirar a Rabí Shimon.

Ir a Meron
La celebración más grande de Lag BaOmer se lleva a cabo en la tumba de Rabí Shimon y sus alrededores, ubicada en la aldea de Meron, en el norte de Israel. Cientos de miles de personas asisten a las festividades, y la celebración, los cantos y los bailes que duran todo el día no tienen paralelo.

Dispara arcos y flechas 
Los niños suelen salir al campo y jugar con arcos y flechas de imitación. Esto conmemora la tradición midráshica de que no se vio ningún arcoíris durante la vida de Rabí Shimon. Los arcoíris aparecieron por primera vez después del diluvio de Noé , cuando Di-s prometió no volver a devastar el mundo. Cuando las personas merecen un castigo, Di-s envía un arcoíris en su lugar. El mérito de Rabí Shimon protegió al mundo, haciendo que el arcoíris fuera superfluo.

El milagro de las algarrobas
En algunos círculos es costumbre comer algarrobas en Lag BaOmer. Esto conmemora un milagro que salvó la vida de Rabí Shimon . Durante un período de trece años, Rabí Shimon y su hijo fueron fugitivos del régimen romano, escondidos en una cueva en el norte de Israel . Milagrosamente, un algarrobo creció en la entrada de la cueva, proporcionando alimento a sus dos santos ocupantes.

 

La historia de Lag BaOmer

Una rica visión general de las numerosas costumbres que rodean este día especial.
Por Boruch Altein

Lag BaOmer es un día festivo en el calendario judío, que se celebra por un doble motivo.

El Talmud describe cómo, durante el período de Sefirat HaOmer (los días entre Pésaj y Shavuot ), una plaga azotó a los 24.000 estudiantes de Rabí Akiva porque no se comportaron con el debido respeto entre ellos.

Para conmemorar la tragedia, se observan ciertas costumbres de duelo durante este tiempo.  Sin embargo, el día treinta y tres del conteo de Omer, los estudiantes dejaron de morir. ( Lamed-gimmel , pronunciado lag , es el número hebreo 33). Las costumbres de duelo se suspenden y celebramos el día como una festividad. 

Lag BaOmer es también el yahrtzeit (aniversario del fallecimiento), varias décadas después, del gran sabio y místico Rabí Shimon bar Yochai , mejor conocido como el autor principal del Zohar , el texto fundamental del misticismo judío. El Zohar  relata que el día de su fallecimiento, Rabí Shimon reveló nuevas y profundas ideas místicas a sus discípulos, y les ordenó que en lugar de llorar por él, debían regocijarse en este día, tal como él se regocijó por la inminente reunión de su alma con Di-s .

En todo el mundo, Lag BaOmer se celebra con salidas festivas y picnics, donde los niños juegan con arcos y flechas de juguete. En Israel , decenas de miles de personas se reúnen en el pequeño pueblo de Meron, en la Alta Galilea, para celebrar junto a la tumba de Rabí Shimon. La noche se ilumina con hogueras de todos los tamaños; los cantos y los bailes son un espectáculo digno de contemplar.

El hombre que vivió en el futuro

Esta semana- el 25 y 26 de mayo – , judios de todo el mundo celebran la vida de un hombre que, literalmente, vivió en el futuro. Lag Baomer, el día 33 de la cuenta del Omer, es el día del fallecimiento de Rabí Shimon Bar Iojai, que estuvo en la segunda generación después de la destrucción del Templo, hace unos 1.900 años. 

Rabí Shimon es el autor del Zohar (el libro más básico de la Cabalá), Mejilta (una obra midráshica central), y de cientos de leyes y enseñanzas citadas en el Talmud. Desempeñó un papel fundamental en la historia de la transmisión de la Torá a través de los siglos, tanto en su “manifiesto” (es decir, talmúdico-halájico) así como lo esotérico (místico – cabalístico). Si hay algo que caracteriza la vida de Rabí Shimón Bar Iojai, es que habitaba una realidad que, para la mayoría de nosotros, todavía está en el futuro: la realidad del Mashíaj, el mundo mesiánico de la redención, la armonía y la perfección. Se dice que, para él, el Templo Sagrado nunca fue destruido, el pueblo de Israel nunca entró en el estado de galut (exilio físico y la alienación espiritual), y el mundo había alcanzado la perfección Divina de la Era del Mashíaj.

El Midrash nos cuenta una historia: Cierta vez, un discípulo de Rabí Shimon dejó la Tierra de Israel y se volvió un hombre rico. Los otros discípulos vieron esto y sintieron envidia y quisieron irse. Rabí Shimon los llevó a un valle frente a Meron y dijo: “¡Valle! ¡Valle! ¡Llénate de monedas de oro!” El valle comenzó a atiborrarse de monedas de oro delante de sus ojos.

Dijo Rabí Shimón a sus discípulos: “Si es oro lo que ustedes desean, aquí tienen oro; tómenlo. Pero todo el que toma ahora, está tomando su parte del Mundo por Venir. Pues el premio de la Torá es sólo en el mundo venidero” (Midrash Raba, Shemot)

El Rebe de Lubavitch explica un significado más profundo de esta historia: La Torá es el canal a través del cual toda la vitalidad y el sustento de la creación fluye desde arriba.

Así que todo en nuestro mundo, desde las bendiciones espirituales más elevadas a la riqueza mundana que viene en forma de monedas de oro, es suministrado por la Torá. 

Pero nuestro mundo es un lugar de ocultamiento y engaño.

Las cosas nos llegan, pero su origen sigue siendo oculto; Podemos ver el resultado, pero tenemos una percepción distorsionada de su causa. En nuestra realidad, es posible ver que mientras que la Torá es la fuente de todo el oro del universo, uno- cuya vida está dedicada a la Torá- puede sufrir la pobreza, mientras que uno que abandona la Torá puede parecer adquirir riquezas. Ese es nuestro mundo. 

El futuro del mundo del Mashíaj, sin embargo, es el mundo de verdad. En el que la mano es visible dentro del guante, la causa es evidente en el efecto, y la fuente de todo, se revela sin distorsión. En el Mundo Venidero, es claramente visible que incluso el oro físico fluye desde el conducto de la Torá.

Rabí Shimon Bar Iojai habitaba en la realidad futura. Sus discípulos, sin embargo, seguían viviendo en el mundo actual.

Entonces, les concedió un atisbo del mundo venidero. Les mostró el mundo que habitaba en cada momento de su vida. Y si no podían habitarlo y acceder allí, al menos podrían contemplarlo.

Cada año en Lag Baomer, somos atraídos a la órbita del mundo futurista de Rabí Shimon. Los maestros jasídicos explican que en el día de la muerte de una persona, todos sus actos, enseñanzas y logros alcanzan su máximo estado de plenitud y realización.

Por esto, en el día culminante de la vida de Rabí Shimon, predomina su influencia, y está en nuestro poder compartir su realidad, de un mundo redimido y perfeccionado.

El libro de la luz

Lag Baomer, el día treinta y tres de los cuarenta y nueve de la “cuenta del Omer” desde Pesaj hasta Shavuot, es el día que más se asocia con las enseñanzas de la Cabalá.

Es el aniversario del fallecimiento de Rabi Shimon Bar Iojai, autor de la obra más básica de la Kabalá, el Zohar. (Literalmente: “Iluminación”, “Radiación”, comúnmente traducido como “El libro del Esplendor”). Rabi Shimon le instruyó a sus alumnos celebrar el día de su fallecimiento, como si fuera el “día del casamiento” (Iom Hilula). Ya que el día del fallecimiento de una persona es la culminación de su vida en esta tierra; en el caso de un individuo justo, es también el punto más alto, el punto en el cual una misión perfectamente realizada en la vida, llega a su última realización.

La Cabalá es el alma mística de la Torá, el elemento de la Torá que más íntimamente se relaciona con su Divina esencia. Todo en la Torá, incluidos pasajes Talmúdicos que tienen que ver con las leyes de “dos personas que se sostienen en una vestimenta”, o “uno que hace trabajar a una vaca en vez de a un burro”, son sabidurías y deseos de Di-s, y la mente que los contempla y los integra hasta unirse con ellos, es entonces un recipiente que puede concebir Divinidad; pero de esa manera, uno entiende por sabiduría Divina como algo investido en “prendas” mundanas, cómo Él se ha investido dentro del mundo, en temas y lugares corrientes.

Por el otro lado, el alma de la Torá, en su forma así como también en su esencia, es Divina:

 

La Cabalá no discute sobre problemas financieros u obstáculos en la vida, sino que habla sobre los mundos espirituales, atributos supremos y formas de energías Divinas.

 

Si el estudiante de Talmud sabe que la temporalidad del tema en cuestión es sólo una caja que esconde la Divina esencia implícita dentro de ella, la mente Cabalista ingiere la sabiduría Divina en una cápsula más traslúcida, en un recipiente que irradia espiritualidad y Divinidad.

De vista y de oído

Cuando el Talmud cita una prueba para decidir la disputa entre dos sabios o para resolver una cuestión en una ley, generalmente lo introduce con la frase “Ta Shemá”, “Ven, escucha”, o “Ve y entiende”. (En Hebreo la palabra Shemá significa “escucha” y “entiende”). En contraste, la común frase con la que comienza el Zohar es “Ta jazi” “Ven, ve”. La diferencia entre ambos es que las dos formas de la Torá son parecidas a la diferencia entre ver por un lado, y escuchar y comprender por el otro.

Mientras que mirar y escuchar son ambas herramientas de percepción, absorbiendo estímulo y relacionándolos con la mente para interpretar, hay una gran diferencia entre la manera en las que ambas nos impresionan con sus “descubrimientos”. La vista es la facultad que más nos convence: una vez que hemos visto algo con nuestros “Propios ojos”, es virtualmente imposible que refutemos lo que otro sentido nos demuestre. Por el otro lado, cuando escuchamos y comprendemos, nos impresionamos menos con la información proporcionada. Nos convencerán de ciertas verdades, pero no como lo hacen inequívocamente nuestros ojos. Lo que oímos y entendemos son hechos que nos han sido “comprobados”; lo que vemos es una realidad.

 Uno contempla el “cuerpo” de la Torá y gana conocimiento de la realidad Divina. Pero esto permanece “escuchado”, una información de segunda mano convenida vía el medio del tema mundano en cuestión. Sólo al estudiar el alma de la Torá es que uno “ve” Divinidad, percibe la realidad de la forma más inmediata e inequívoca.

Basado en una directiva del Rebe, Lag Baomer 5711 (1951).

Matan Tora shel Pnimiut Hatora

Existe una profunda relación entre Lag baOmer y la Redención. Entre los jasidim Lag BaOmer es llamado, “Matan Torá shel Pnimiut HaTorá” (día en que nos entregaron la profundidad de la Torá).

Este es el día en el que se nos dio la fuerza para revelar en este mundo inferior, la luz profunda de la Torá y de esta manera comenzó la preparación concreta para la revelación de la verdad íntima y profunda con la Redención verdadera y completa.

Si bien antes de Rabi Shimon bar Iojai ya existía la profundidad de la Torá y grandes sabios se dedicaban a su estudio, en Lag BaOmer sucedió algo similar a lo sucedido en Shavuot…

Antes de la revelación en el monte Sinaí, ya había Torá pero también existía una barrera que separaba el mundo físico del mundo espiritual, con la entrega de la Torá se nos dio el potencial de unir la Torá con lo material, introduciendo santidad dentro de este mundo inferior.

También Lag BaOmer nos da el potencial para que la profundidad de la Torá sea recibida con los recipientes del mundo material y se haga parte del mismo.

La fuerza de los primeros

Se cuenta acerca de Rabí Iosef Caro, (autor del código de leyes judías, el Shuljan Aruj) que se hallaba concentrado tres días con un fuerte interrogante, hasta que finalmente y luego de un gran esfuerzo encontró la respuesta.

Cierto día, entró a la casa de estudios y escuchó a un simple estudiante, analizando aquel mismo tema que tanto lo había ocupado, grande fue su asombro cuando escuchó que este hombre, que no era un erudito, halló la respuesta inmediatamente. Esta situación le produjo una gran amargura, hasta que le fue revelado desde el cielo, que una vez que él halló la respuesta con tanto esfuerzo, la “trajo” al mundo, y les abrió el camino a las personas sencillas para que puedan descubrir la respuesta de manera más sencilla.

Este concepto se conoce como “apertura del canal”. De esta manera se explica, por ejemplo, la gran admiración que nos produce la entrega total de Abraham a Su Creador, a pesar de que posteriormente hubo personas mucho más simples, a las que Di-s no les hablo ni se les reveló como lo hizo con nuestro primer patriarca y sin embargo estuvieron dispuestos a entregar sus almas santificando el nombre de Di-s. La explicación es que la grandeza de Abraham Avinu, fue la de ser el primero y la de abrir ese canal para que otras personas simples pudieran llegar a ese nivel.

La revelación del Mashiaj

Rabi Shimon Bar Iojai, autor del “Zohar”, fue quien abrió el canal de parte más íntima de la Torá (Incluso en el Zohar, muchas veces aparece la expresión “abrió”, “abrió Rabí Shimon”, frases que sugieren la apertura del canal para la recepción de tanta abundancia.)

Tenía el don especial de estudiar la Torá en un nivel de “visión”, es decir que cuando se dedicaba al estudio, podía “ver” los asuntos de la Torá como son en la realidad y en su aspecto más profundo, hasta su raíz superior.

En Lag BaOmer, día de su fallecimiento, su trabajo llegó a la plenitud, por eso estaba tan contento y ordenó que todos se alegraran en el aniversario de su desaparición pues ese día completó su misión en el mundo.

En el día del aniversario de su fallecimiento, (como en el de todos los tzadikim) se elevan y se revelan todas las buenas acciones de su vida.