Verdadero heroísmo

La vida en Grus Rozen era dura y amarga. Éste era uno de los 50 campamentos de concentración y trabajos forzados de la zona. Decenas de miles de judíos fueron enviados allí desde distintos puntos de Europa. Allí se fabricaban armas y ropas para los alemanes. 

Como parte de la constante degradación física y moral de los judíos, se los trataba de hacer perder el sentido del tiempo. La noche no era noche y el día no era día. Se respiraba hambre, humillación y violencia. Sin embargo, los judíos lograron retener su humanidad, ayudándose

mutuamente. Incluso llevaban la cuenta del calendario judío en secreto, para poder recordar -aunque fuera simbólicamente-las festividades.

Sucedió  en  la  noche  de Purim. Los prisioneros se preparaban para dormir, mientras que los recuerdos de las pasadas alegrías de Purim flotaban en el aire. De pronto, uno de los cautivos se animó a llevar a cabo un hecho osado. Se irguió en su litera de madera dura y habló con voz emocionada:

“¡Judíos! ¡Hermanos en desgracia: hoy es Purim! Este día recordamos los milagros que el Todopoderoso realizó a nuestros antepasados  y  los  salvó  del  decreto  de Hamán el malvado”. Se detuvo por unos instantes, y siguió: “También hoy pende sobre nosotros una espada. Los enemigos de Israel desean aniquilarnos. Pero… ¡No se dejen intimidar! También el Hamán de nuestros días, el opresor nazi- que Di-s borre su nombre y recuerdo- y todas su hordas, no podrán con el pueblo judío. ¡Las campanas de la redención se oyen de lejos y con la ayuda de Hashem veremos con nuestros propios ojos caer a nuestros enemigos y la salvación de nuestro pueblo! Netzaj Israel lo ishaker- El Omnipresente de Israel no mentirá!” “¡El Pueblo de Israel está vivo!”

Su rostro estaba cubierto de sudor. Temblaba.  Sus ojos ardían como antorchas.

Otro prisionero se puso de pie y entonó una hermosa melodía con las palabras: “que libra nuestras batallas, defiende nuestros derechos, vindica el mal hecho contra nosotros, castiga por nosotros a nuestros opresores y paga su merecido a todos nuestros enemigos mortales… Di-s que salva”.

Después de ello, los valientes prisioneros se acostaron. Una pequeña llama de luz brilló en el corazón de todos. Sin embargo, la alegría duró poco. Un delator hizo saber a los alemanes de lo sucedido, pero debido a la oscuridad no pudo identificar a los prisioneros. Un oficial de alto rango vino a la barraca, enardecido, pidiendo que entregaran a los culpables.  Nadie  respondió.  El alemán estaba rojo de rabia. “¡Si no aparecen los culpables en diez minutos, todos ustedes sufrirán!”. Ninguno contestó. Después  de 10  minutos,  todos fueron llevados afuera. “¡A correr!” fue la orden. Mientras corrían en círculo, el oficial junto a otros sanguinarios oficiales comenzaron a dar latigazos a los judíos, golpeando sus caras y cuerpos. 

“¡Más rápido!” gritaba enardecido. La sangre corría por los rostros, pero nadie abría la boca. Uno de los dos prisioneros trató de identificarse para evitar el sufrimiento de sus compañeros. Pero los demás no lo dejaron: “¡No, no hables!” le dijeron.

Las gargantas estaban secas, las rodillas no soportaban más, ya no podían respirar. Parecía un castigo eterno. Pero nadie dijo nada. Nadie entregó a sus hermanos.

También los prisioneros de Grus Rozen tuvieron un milagro de Purim. En realidad, dos. El primero fue que ninguno murió en esa corrida diabólica. Y el segundo, que nadie se quebró y denunció a su compañero. “El Omnipresente de Israel no mentirá…”

(Relatado por Pinjas Menajem Plibowitz- uno de los convictos)

Poderes especiales de las piedras preciosas

Hoy, cuando está de moda hablar de las piedras preciosas, de su influencia y efectos, muchos desconocen que ello tiene su origen en las fuentes judías.

Ciertamente, la tradición cabalística habla de la maravilla y la sabiduría de doce gemas que se corresponden con cada una de las tribus y tiene un color específico, que va de acuerdo con los diferentes matices de sus atributos en las esferas espirituales.

En las distintas fuentes y traducciones, se le asignan diferentes identidades y colores a aquellas piedras del pectoral que figuran en las escrituras y que en esta ocasión se hará mención a las utilizadas con mayor frecuencia.

El pectoral es una de las vestimentas del Gran Sacerdote, estaba formado por doce cuadros ordenados en cuatro hileras de tres piedras preciosas cada una correspondiendo a cada tribu. Además del nombre de la tribu, las piedras llevaban el nombre de los Patriarcas, Abraham, Itzjak y Iaakov, así como las palabras Shivtei Ieshurun – las tribus de Di-s, distribuidos de tal modo que en cada piedra había seis letras, lo que totalizaba todo el alfabeto, necesario para la combinación de los mensajes de los “Urim Vetumim”. Las matriarcas estaban representadas en las cuatro filas. Las seis letras en cada tribu, simbolizaban la creación del mundo en seis días. El total de letras, 72, corresponde a las 72 letras que componen el nombre de Di-s y que sostuvieron la creación durante la formación del mundo.

Los “Urim Vetumim” eran pergaminos en los cuales Moshe había escrito las 72 letras del nombre oculto de Di-s y que hacían que el pectoral se alumbrara para dar respuestas a través de las distintas combinaciones de letras, a las consultas o decisiones que afectaban a todo el pueblo de Israel o a un tribunal para la obtención de una sentencia definitiva.

Las piedras estaban colocadas según el orden de nacimiento de los hijos de Iaacov.

Odem – Rubí

Es la gema de la tribu de Reuvén. Según el Midrash Talpiot tiene la cualidad de dar “claridad de visión”, que está relacionado con el versículo “porque él (Reuvén) vio al Creador con sus ojos”.

El odem o rubí puede parar desangramiento, reforzar el corazón y calmar la rabia. Tiene el poder especial (segulá) de prevenir abortos y su uso es recomendado para mujeres con dificultades para quedar embarazadas. El color del rubí (en hebreo rojo se dice adom), de acuerdo a la Cabala está relacionado con el atributo de justicia estricta, que también alude a Reuven.

Fue la primera gema mencionada en el jardín del Edén y aquella con la cual se puso a prueba a Moisés, cuando el Faraón lo iba a mandar a matar cuando los adivinos habían pronosticado que era un enviado de Di-s .

Pitda – Esmeralda

Existen dos tipos: la verde y la amarilla. Es la gema de la tribu de Shimón y alude a la palidez de este por la vergüenza de la rebelión de Zimri contra Moisés. Sus rostros también palidecieron cuando los miembros de esta tribu fueron seducidos por las mujeres moabitas. La piedra tiene propiedades “enfriadoras” para el cuerpo y para el espíritu de naturaleza pasional. El Midrash Talpiot recomienda su uso para personas que sufren de trastornos digestivos y de malaria.

Bareket – Jaspe

Es la piedra de la tribu de Leví, y se llama así porque brilla como el rayo (barak en hebreo), por lo tanto, fue elegida para esa tribu, porque ella ilumina el mundo con su estudio de la Torá.

Tiene rayas de color blanco, negro y rojo. Fue la piedra con la cual Noé iluminó el arca. Esta gema proporciona protección y seguridad, es beneficiosa para ganarle al enemigo en la guerra, protege a la persona de rayos y truenos, como así también de los malos sueños.

Nofej – Berilo

Es una piedra verdosa brillante que representa a Iehuda. Algunas traducciones la identifican como carbunka. Tiene el poder de proteger del mal y de los malos pensamientos que dañan el espíritu. Es beneficiosa para el alma. Le fue dada a Iehuda como recompensa cuando palideció al ser desafiado por Tamar y cuando su padre sospechó que diera muerte a su hermano Iosef. Pero finalmente emergió radiante cuando se le absolvió de toda sospecha, al ser bendecido por Iaacov.

Es superior a todas las gemas, así como el oro lo es por encima de todos lo metales.

Posee mayor número de características que cualquier otra y es especialmente efectiva contra la lepra y las preocupaciones, y el que las lleva consigo está destinado a salir victorioso en las guerras.

Sapir – Zafiro

El poder de esta piedra está relacionado con la protección de la salud física en especial de los ojos. Es efectiva para mantener un espíritu sano dedicado a cumplir la voluntad de Di-s y el estudio de la Torá y el cumplimiento de los preceptos. Es útil para lograr el descanso y la paz interior. El Midrash Talpiot, sostiene que cura abscesos, previene el eczema y el exceso de sudación, evita el miedo y la melancolía.

Las tablas sobre las que fueron grabados los Diez mandamientos eran de zafiro. Se relaciona con la tribu de Isajar porque era notoria por su conocimiento de la Torá. De modo similar se conoce que las almas de los grandes Sabios de la Torá, están unidos a la vida eterna por el trono de gloria, como está escrito: “como la piedra del zafiro es la forma del trono” (Ezequiel 3). El color azul oscuro de la piedra significa humildad y modestia según Rabeinu Behaia, y se considera la piedra de mayor dureza después del brillante.

Iahalom – Diamante

Es la más valiosa y conocida de todas las gemas, aparece en el Jardín del Edén. Es la de mayor dureza, puede partir todas las demás gemas y cortar el cristal. Además es resistente al fuego, a pesar de que su origen es un combustible como lo es el carbón.

Representa a la tribu de Zevulum, distinguida por su riqueza derivada del comercio marítimo, para poder mantener a los miembros de la tribu de Isajar, estudiosos de la Torá.

El diamante blanco y transparente tiene la propiedad de eliminar el miedo de la noche y curar casos de melancolía.

Hay quienes opinan que si se lleva en el brazo izquierdo, su portador tendrá coraje y derribará a los enemigos, podrá enfrentarse a los animales salvajes y a hombres malos. Esta gema protege de drogas letales, de quejas y peleas. Sus propiedades se incrementan si se las cuelgan sobre oro o plata.

Leshem – Opalo

Tiene la interesante particularidad de advertir de peligros por medio del cambio de su coloración y brillo.

Proporciona fuerza y coraje al débil, e incrementa la felicidad de la persona que la usa.

Pertenece a la Tribu de Dan, porque su color se asemeja al león, cuya fuerza decae cuando sus ojos son cubiertos, tal como sucedió con Sansón, perteneciente a esa tribu.

Shvó – Agata

Su color varía ligeramente según el clima. Cuando el tiempo está despejado se hace brillante y se oscurece con el mal tiempo. Es una piedra dura y por lo tanto es tallada con gran esfuerzo. Su poder reside en la capacidad de enfriar el cuerpo, es apropiada para lograr el sueño, el descanso y la felicidad de quien la usa. Previene las enfermedades producidas por el cambio de clima y también el corazón, si se lleva cerca de él.

Esta gema es la adjudicada al shevet de Naftalí, conocido por su sabiduría y su capacidad retórica. Naftalí fue rico, tranquilo y feliz, satisfecho con la bendición que le dio el Creador.

Ajlamá – amatista

Es la piedra de la tribu de Gad que frecuentemente estaba en la guerra. Se encuentra ubicada al final de la tercera hilera del pectoral del Gran Sacerdote. Esta piedra protege al corazón del miedo. También se relaciona con jalom, que significa sueño.

La amatista simboliza la perfección y produce equilibrio y armonía. Protege de las enfermedades, los accidentes y las malas influencias.

Tarshish – Crysolito

Existen diferentes variedades de esta gema, dependiendo del lugar de donde provienen, pueden ser más claras o verde oliva. Tiene una influencia beneficiosa sobre los órganos de las vías respiratorias, y para los desmayos. Ahuyenta los malos espíritus y previene de los malos sueños. Hace de quien la lleva una persona agradable y por lo tanto exitosa en el comercio local e internacional.

Parashá en síntesis: Tetzave

Di-s ordena la utilización del aceite de oliva para el encendido de la Menorá o Candelabro del Santuario, el mismo que se utilizará posteriormente en el Beit Hamikdash o Templo. El aceite era aportado por toda la comunidad. 


Se utilizaba el aceite de mayor pureza, las primeras gotas extraídas de los olivos. El Talmud explica que ese aceite representa la pureza del estilo de vida judía basó en la Torá; como expresión divina, representa la luz interior, la espiritualidad y testimonia la Presencia Divina en el mundo. 

Un milagro especial ocurría con una de las luces de la Menorá, “ner maaravi”: aun cuando se le ponía la misma cantidad de aceite que a todas las demás, permanecía encendida por más tiempo. Cuando el Sacerdote o Cohén limpiaba por las mañanas, encontraba encendida esa luz y con ella prendía todas las demás por la tarde.  Esto fue indicación de la presencia de la Shejiná (Providencia Divina) y duró hasta la muerte de Shimón Hatzadik (Simón el justo).

Aharón y sus cuatro hijos, Nadav, Avihú, Elazar e Itamar, fueron escogidos por Hashem para ser Cohanim (Sacerdotes). Aharón, hermano de Moshé, es el primer Cohén. En cambio Moshé, quien se suponía que sería Cohén, es designado por Di-s como Levi, por su negativa en primera instancia, de ir a Egipto y Liderar a Bnei Israel, cuando Di-s se lo había ordenado. 

Los sacerdotes tenían que usar vestiduras especiales para el servicio en el Santuario. Todas estaban hechas de lino blanco y constaban de una camisa, pantalones, cinturón y turbante. El Cohén Gadol o Sumo Sacerdote usaba además las llamadas vestimentas de oro, pectoral y efod, manto y tzitz (banda de la cabeza).

El Sumo Sacerdote se ponía ocho vestimentas en total, número que representaba un nivel de trascendencia, de conexión con lo extramundano. Cada prenda de vestir estaba relacionada con la expiación de las distintas faltas que pudieran ser cometidas por el pueblo. 

Estas vestimentas tenían un profundo significado místico y espiritual, y por tanto, debían ser elaboradas según las instrucciones divinas y por personas sabias, conocedoras de la Torá. 

El pectoral estaba formado por doce cuadros, cada uno con una piedra preciosa que representaba las distintas tribus. Las letras de los nombres de Abraham, Itzjak y Iaacov, estaban distribuidas de tal modo que en cada piedra preciosa había seis letras, lo cual totalizaba el alfabeto, que era necesario para la combinación de los mensajes de urim vetumim. Las matriarcas estabas representadas en las cuatro filas. 

Las seis letras en cada tribu simbolizaban la Creación del mundo en seis días. El total de letras, 72, corresponden a las 72 letras que componen el nombre de Di-s y que sostuvieron la Creación durante la formación del mundo. A la vez, están relacionadas con el versículo olam Jesed Yibané, “el mundo se sostiene en base a la bondad, misericordia”, jesed, que también tiene el valor número de 72. 

Los urim vetumim eran pergaminos en los cuales Moshé había escrito las 72 letras del nombre de Di-s y que hacían que el pectoral se alumbrara para dar respuesta, a través de las diferentes combinaciones de letras, a las consultas o decisiones que afectan a todo el pueblo de Israel o a un tribunal (Beit Din) para la obtención de una sentencia definitiva. 

Estas vestimentas utilizadas por Aharón (y luego por el Sumo Sacerdote del Templo) fueron las mismas que se llevó Nabucodonosor a Babilonia como botín, después de la destrucción del Primer Templo. Son las que el rey Ajashverosh se puso en el festiv que daba para consolidar su poderío y del cual surge toda la historia de Purim, que se celebra el 14 de Adar. 

Amalek, en su verdadero sentido

Traducido y adaptado libremente Rosh Jodesh Adar II, 5738 (1978)

…Como ustedes seguramente saben, la parte especial adicional de la Torá, Parshat Zajor, que se lee en el Shabat antes de Purim, contiene los mandamientos de recordar lo que Amalek, el archienemigo del pueblo judío, le hizo a nuestro pueblo cuando se dirigía a recibir la Torá en el Sinaí.

El sigiloso ataque, no provocado de Amalek fue calculado para sacudir la creencia en Di-s y moderar su entusiasmo por Su Torá y mitzvot [mandamientos].

Hamán, descendiente directo de Amalek, fue impulsado por el odio a los Judíos, porque “sus leyes son diferentes de las de cualquier otro pueblo”, como la Meguilá relata. Del mismo modo, todos los amalekitas subsiguientes, Hamanes de todas las épocas, odiaban a los judíos.

Sin embargo, “Amalek” – en un sentido más amplio – representa todos los obstáculos que un judío encuentra en su camino, de recibir y cuidar la Torá y mitzvot con entusiasmo y alegría en la vida cotidiana.

Y así Parshat Zajor nos viene a recordar y nunca olvidar, que “amalekitas” existen en cada generación y en cada día y época, y que no debemos permitir que nos disuada o desaliente cualquier Amalekita en cualquier forma. 

Podemos preguntar: “¿Por qué Di-s ha hecho esto así?”

¿Por qué debería un judío enfrentarse a tales pruebas y dificultades? 

La respuesta es, que cada judío ha recibido las fuerzas necesarias para superar todos esos “amalekitas”, y se espera que las utilice, a fin de demostrarse a sí mismo y a los otros que nada lo disuadirá, ni enfriará su fervor, en la observancia de la Torá y mitzvot de conformidad con la voluntad de Di-s.

Y una vez que reconoce que cualquiera que sea la dificultad que encuentra, es realmente una prueba de su fe en Di-s, y resuelve con firmeza hacer frente al desafío, pronto verá que ningún “Amalek” está a la altura de competir con la fuerza Divina del alma judía.

De hecho, lejos de ser obstáculos insuperables, resultan ser catalizadores y ayuda para lograr mayores logros, habiendo sido fundamentales en la movilización de las capacidades internas que de otra manera habrían permanecido inactivas.

Esta es también la fuerza llevada a cabo en el Meguilá [de Esther], en el ejemplo de Mordejai el judío, que “no dobló la rodilla ni se prosternó” ante Hamán.

Como resultado de esta postura indomable, no sólo el poder de Hamán fue totalmente quebrado, sino que muchos enemigos se convirtieron en amigos, como la Meguilá nos dice que “muchos de los pueblos de la tierra se convirtieron en ”judíos”, pues el temor a Mordejai cayó sobre ellos”.

Quiera Di-s conceder a cada uno de ustedes de ir de fuerza en fuerza, en emulación de Mordejai el Judío, avanzando en todas las cuestiones de judaísmo, la Torá y mitzvot, con gozo y alegría de corazón, y que todos sean benditos con la plenitud de “la luz, alegría, regocijo y honor”, tanto en el sentido llano, así como en el interior del significado de estos términos, de conformidad con la interpretación de nuestros Sabios – “Luz – esta es la Torá … honor – son los Tefilín “- ya que la Torá y las Mitzvot,” “por su propio mérito, son los canales y los recipientes para recibir y disfrutar de las bendiciones de Di-s en todas las necesidades, materiales y espirituales.

Deseando a todos y cada uno de ustedes un feliz Purim, y que su inspiración pueda estar con ustedes todos los días del año.

FRASE

Nuestros Sabios han declarado: Incluso si todas las festividades se vuelven obsoletas, Purim seguirá siendo vigente. En la Era Mesiánica, la alegría y la tranquilidad de las fiestas será una experiencia cotidiana. Su función será la de una vela a la luz del día. Sin embargo, incluso en ese avanzado clima espiritual, la elevación de Purim seguirá siendo algo que celebrar. 

(Rabi Shneur Zalman de Liadi)

Cuando una pareja no quiere tener hijos

PREGUNTA:

Mi esposa y yo decidimos hace tiempo no tener niños. Estamos contentos con nuestras vidas y no sentimos que necesitamos la carga agregada de la paternidad. Pero recientemente vimos un documental sobre una familia judía con 17 hijos, y nos hizo hablar del tema. Aunque mi opinión no ha cambiado, mi esposa no está tan segura. ¿Qué nos sugiere?

RESPUESTA:

Mi sugerencia: no posponga tener hijos. Usted se lo debe a sí mismo, a sus futuros niños, a sus padres, al universo y a Di-s.

PARA USTED: Un padre experimenta el amor ilimitado. Mientras usted puede amar a su esposo/a profundamente, el amor incondicional e ingobernable por un hijo es incomparable en la creación. Y el milagro de ver que un embrión se ha convertido en un ser vivo con sentimientos, necesidades y una personalidad que es una extensión de la suya, es una experiencia que nadie debe escoger perder.

PARA SUS FUTUROS HIJOS: Aunque sólo los conocemos cuando nacen, las almas de nuestros hijos están esperando en un área de tránsito celestial por su turno para bajar a la tierra. Hay almas destinadas para ser procreadas por usted y su esposa, esperando ávidamente su oportunidad para nacer. Casi puedo oírles incitándolo para que los traiga al mundo, esperando que su decisión sea favorable.

PARA SUS PADRES: Sólo puede apreciar todo lo que sus padres hicieron por usted haciendo a su vez lo mismo por su niño. Y el mejor “gracias” que puede dar a sus padres es dándoles nietos.

PARA EL UNIVERSO: Nuestros padres pueden no haber sido perfectos, pero quienquiera hayan sido, se molestaron por traernos a este mundo. Y ellos fueron traídos a este mundo por padres que estaban deseosos de pasar por la misma cosa, y así sucesivamente a lo largo de las épocas. El hecho que estamos aquí es un resultado de generaciones innumerables de procreación. Ellos nos han dado el más gran regalo de todos- el regalo de la vida. ¿Está diciendo honestamente que está deseoso de romper esta cadena de dar, para mantener su estilo de vida actual?

PARA DI-S: Di-s quiere que sintamos lo que es ser como Él. Así que Él invirtió en nosotros el poder de creación. El camino para procrear es el instinto más poderoso porque es el que más se parece a la Divinidad. Di-s ha ofrecido compartir Su Divinidad con usted volviéndose un padre. ¿Rechazaría semejante oferta?

Hay personas que lamentablemente por razones médicas o circunstanciales no pueden ser padres. Ellos tienen otra manera de traer amor y vida al mundo, y muchas de las más grandes almas del mundo no tuvieron hijos. Pero si usted tiene la opción, ¿puede dejar pasar la oportunidad de participar en el acto más profundo de amor que un humano puede lograr?

La paternidad significa noches desveladas y un ajuste de estilo de vida mayor, pero es el más humilde y premiado ajuste que jamás haya hecho.

Por Aron Moss

Felicidad: divino tesoro

Java vino al mundo. Se enredó con una serpiente

Noaj vino al mundo. ¿Qué le pasó? “Bebió del vino y se emborrachó”.

Sara vino al mundo. Descendió y luego volvió a subir, como está dicho: “Y Abram subió de Egipto, él junto con su esposa”.

Por eso, Sara ganó una vida trascendental… esa vida le pertenecía a ella”.

Zohar 1:122b

Este es un pasaje del Zohar, y como se espera de ello, muy enigmático. ¿Cuál es la secuencia? ¿Qué tiene que ver la historia de Java y la serpiente con Noaj y el vino?, y lo mismo con Sara.

La solución al rompecabezas, es que el Zohar nos está contando una historia de felicidad. Hay tres enfoques para la felicidad en el repertorio humano. Dos fallan. Uno tiene éxito.

Una corta historia de felicidad

Java llegó al mundo, inicialmente un paso más allá del mismo. El placer físico y el dolor no eran más que estímulos externos, que proporcionaban información sobre lo que se nece- sitaba hacer y lo que debía evitarse.

Pero Java creía que la felicidad sólo se podría encontrar experimentando el jardín desde adentro, como diciendo: soy yo quien experimenta el placer. Esa es la serpiente primordial, esa sensación de aquí estoy. Y esa es la voz de la serpiente: “¿Soy feliz?”

Es ahí donde empieza toda la confusión.

Una vez que la experiencia se vio envuelta en ego, el placer comenzó a mezclarse con el dolor, el bien se juntó con el mal y la belleza con la fealdad, y así el mundo se convirtió en algo en el que ninguna acción es inocente y simple.

Java, y todos nosotros, caímos desde un estado trascendental a un hoyo de caos.

Luego vino Noaj. El salió de su arca luego del diluvio y vio un nuevo mundo. Advirtió la oportunidad de comenzar nuevamente, de abandonar el error de Java y construir una nueva estrategia para la felicidad.

La solución parecía obvia: bebió vino, se olvidó de todo y estuvo feliz. El problema es, que una vez que el ego aparece, no puede ser olvidado. Así es como funciona la memoria. Esto logró que nuevamente aparezca confusión en un nuevo mundo.

Luego vino Sara. Se encontró con la serpiente cara a cara, en su propio territorio, en la oscuridad de su propia recámara.

La serpiente esencial de esa época era el Faraón, un ser mortal obsesivo con ego y poder. La serpiente le ofreció a Sara la oportunidad de compartir ese poder.

Pero ella se mantuvo unida a Abraham y Di-s. Incluso cuando se encontró en el palacio de Paró, ella reinó y gobernó sobre él. Por esto, Sara alcanzó una vida eterna, porque sanó el daño que Java había hecho en el alma humana. Sara tuvo un hijo, y lo llamó Itzjak, que significa “él reirá”. Su vida estuvo llena de felicidad, y su hijo era un niño de felicidad. Nosotros somos los hijos de ese niño.

Sin Expectativas

Todos queremos ser felices. A veces pensamos que la felicidad llega cuando obtenemos lo que queremos, lo disfrutamos y luego conseguimos más cosas que queremos.

Más enredos con la misma serpiente.

A veces pensamos que la felicidad se logra olvidándonos de nosotros mismos, tanto con el alcohol, drogas, entretenimientos y cualquier otro tipo de escape. Culpemos a Noaj por eso.

Vemos que ninguna de estas estrategias ha funcionado, entonces, ¿qué nos hace felices? Todos sabemos la respuesta, y parece ser una fórmula sencilla: La alegría llega cuando no hay ego entre medio. Aquellos que sienten que merecen todo, nunca estarán satisfechos.

Sin embargo, eso es muy difícil. El ego no es algo que se puede poner y sacar como un sombrero. Es mucho más complicado que cambiar un rasgo en particular, como ser el miedo o el enojo. Eres tú, tu sensación de que existes.

Pero somos los hijos de Sara. Ella nos dejó marcado el camino, y ahora sólo debemos seguir sus pasos. El ego no puede ser ignorado, pero puede ser presentado con un contexto más elevado.

Encuentra una finalidad más elevada en todo lo que haces, un propósito eterno, el objetivo por el cual has venido a este mundo.

Eso es todo lo que eres. De esta manera el ego se convierte en algo irrelevante.

Con el propósito viene la alegría, y la vida te pertenecerá.

Eso es una vida eterna, porque tu propósito es eterno.

¿Por que están importante la vida de hogar?


Después de muchas horas de buscar comida, un pájaro vuelve a su nido, y obtiene   un   bienestar   supremo   de   un lugar que es a la vez cálido y seguro, alejado de los peligros y distracciones del mundo exterior.

Un   ser   humano   debería   sentir   la misma   calidez   y   seguridad   cuando vuelve a su hogar. El hogar y la familia son su nido, el centro de su vida, el eje a partir del cual irradian todas las experiencias cotidianas. Nuestra casa y familia deberían ser el lugar donde más cómodos nos sentimos en el mundo, tanto cuando niños como cuando adultos. Ellos determinan cómo se toman las decisiones de la   vida,   ellos   conforman nuestras   actitudes,   conciencia y autoestima. Un hogar sano es obviamente un ingrediente vital en la procura de una vida plena de sentido.

Más   importante,   el hogar   es   el   sitio   donde   aprendemos sobre la felicidad y la plenitud. Piensen en la calidez que sienten cuando vuelven a casa tras una ausencia de unos meses, o inclusive de unos pocos días.

¡Qué diferencia entre este calor y lo que experimentamos en el mundo exterior!

Nuestro hogar es una base segura que nos da la confianza de explorar el terreno de un mundo impredecible y a menudo peligroso.

Así como una persona sana puede dar su salud por sentada, muchos de nosotros no apreciamos la belleza del hogar. Las actitudes y el amor de nuestros padres nos dan una base a partir de la   cual   construimos   nuestras   propias vidas. Para apreciar el vigor de un hogar realmente provisto de amor, sólo debemos mirar lo que pasa cuando un hogar no sirve a esta función. Lamentablemente, no debemos mirar muy lejos.

Mucha gente hoy no ha tenido nunca un verdadero hogar, un ambiente cómodo donde supieran que eran queridos, necesitados y amados; donde no había nada que temer y donde los problemas se enfrentaban, en lugar de ignorárselos o negárselos; donde podían aprender a amar y ser amados.

Es   responsabilidad   de   los   padres construir un hogar feliz y sano; no sólo por el bien de sus hijos, sino por sí mismos y por los invitados que entran en su casa. Tener un hogar saludable depende en gran medida de nuestra postura ante el tema. ¿Sentimos que nuestro hogar es nuestro auténtico hogar, el lugar más apacible   del   mundo,   o   apenas   otra estación   en   el   camino, donde   hacemos   algunas cosas antes de seguir adelante? Un verdadero hogar debe ser el centro de nuestras   vidas, o inevitablemente   se   volverá   una carga. Debemos aprender a respetar   nuestro   hogar.

Parte del respeto al hogar está en respetar el compromiso de construir una familia: la bendición que nos ha dado Di-s de tener hijos, de llenar la casa con amor y calidez.

Es importante recordar esto: nuestro trabajo puede ser importante y necesario para la supervivencia, pero el lugar de trabajo no es nuestro hogar. Ni lo es el restaurante donde comemos, el museo que visitamos, o la ciudad extranjera por la que viajamos.

La persona debe sentirse cómoda con uno misma. Esto significa sentirse cómodo   con   su   alma,   con   la   Divinidad que hay dentro de uno. Que el yo   externo,   la   parte   que   trata   con   el mundo material, está en paz con el yo interno, el verdadero yo. Y eso hace de nuestra persona un lugar cómodo para que en él viva Di-s. Cuando uno irradia desde adentro, da calor a todo el hogar,   llenándolo   con   paz   y   ternura que serán sentidas por todos los que entren.

Una sola barra de oro

Como Rabino en una comunidad pequeña, a menudo me llama gente de la congregación, que tiene que recitar el Kadish, para que los ayude a juntar gente para el Minian. Antes de aceptar esto, siempre les pido que primero reúnan a sus amigos. A menudo reclutan uno o dos amigos, y el resto me lo dejan a mi, lo cual me hace pensar ¿para qué me molesto en pedir ayuda? 

La misma pregunta se podría formular sobre Di-s durante un episodio curioso que se produjo en la construcción del Tabernáculo y su candelabro de oro. Di-s describe el intrincado diseño Moisés, pero éste no lo entiende. Di-s lo explica nuevamente, hace un dibujo e incluso se ofrece para ayudar a construirlo, pero todo era en vano. Al final, Moisés echa el oro en el fuego y el candelabro surge milagrosamente. 

Di-s debió haber sabido que lo iba a construir Él mismo, entonces ¿por qué le pidió a Moisés que lo construya? 

Entendiendo el diseño 

Una simple pregunta es: ¿qué era tan complicado en el diseño, que Di-s, el más grande maestro, no pudo hacer que Moisés entendiera? 

La verdad es que Moisés entendió perfectamente. Había siete brazos y cuarenta y nueve adornos. Lo que él no comprendía era por qué estos componentes separados debían ser armados a partir de un solo bloque de oro. 

La idea de que la pluralidad y singularidad pueden unirse desafía la lógica humana. 

La mística enseñó que estos siete brazos y cuarenta y nueve adornos corresponden a los siete días de la semana y los cuarenta y nueve días que hay entre Pesaj, cuando nuestros antepasados fueron redimidos de Egipto, y Shavuot, día que recibimos la Torá en Sinai. 

La Torá nos ordenó que contemos los días de estas siete semanas. Siete semanas son cuarenta y nueve días, pero en otro versículo aparece la instrucción de contar cincuenta días. ¿Cómo podemos contar cincuenta días en un período de cuarenta y nueve días? 

La mística nos dice que el día cincuenta fue contado por Di-s cuando nos dio la Torá. 

Mas allá del entendimiento humano 

Para recibir la Torá se requieren cuarenta y nueve pasos de preparación. Sólo al completar estos cuarenta y nueve pasos somos dignos de recibir el paso número cincuenta, la Torá, que Di-s nos concede desde arriba. 

Cada ley en el Torá es de gran complejidad y es por esto que puede ser entendida desde cuarenta y nueve perspectivas diferentes. Requiere tremenda diligencia para comprender e internalizar dicha profundidad. Es necesario el crecimiento día a día para llegar a la más alta sabiduría accesible para la mente humana. El día cuarenta y nueve representa esta petición. 

Hay otro elemento en la Torá que está más allá de nuestro entendimiento intelectual: Di-s, su autor. La información de la Torá puede ser comprendida intelectualmente, pero para conectarse con su autor es necesaria la humildad. 

El día cincuenta, aquel que sólo Di-s puede contar, representa el aura Divina del autor de la Torá. Este es un elemento que no puede ser contado por nosotros mismos, nunca lo vamos a entender. Pero si contamos por cuarenta y nueve días, aplicando las cuarenta y nueve perspectivas de la Torá, entonces Di-s nos concederá la perspectiva número cincuenta desde arriba. 

Cuando llegamos a ese día, adquirimos una perspectiva totalmente nueva. Luego nos damos cuenta de que las cuarenta y nueve perspectivas no son exclusivas entre sí, de hecho, todas fluyen de una base común, un solo núcleo de sabiduría Divina que brilla a través de un prisma de cuarenta y nueve colores. No podemos llegar a esta sabiduría por nuestra cuenta, la recibimos de Di-s, que nos la otorga desde arriba. 

Transformándonos en un recipiente 

Si la meta del estudio de la Torá es conectarnos con su Autor, y dicha conexión nunca puede concebida por nosotros mismos sino que se nos otorga desde arriba, entonces ¿por qué debemos estudiar Torá? Dejemos que Di-s nos la conceda desde arriba!. En otras palabras, ¿qué logran los cuarenta y nueve pasos que nosotros damos si todo cae bajo la llegada del cincuenta? 

Nos convierte en recipientes. Di-s no quiere académicos, quiere estudiantes. Él no quiere grandes maestros, sino almas elevadas, tampoco nuestra profunda comprensión, sino nuestro trasformado carácter. 

El propósito de Di-s es que nos convirtamos en recipientes y conductos para su santidad, y que hagamos las cosas que se aplican a nosotros. El esfuerzo, el anhelo, la desesperación y el deseo sincero hacia Di-s es lo que hace que el ego se transforme en un recipiente. Esto se logra durante el día cuarenta y nueve. 

La elegancia de la singularidad 

Los cuarenta y nueve adornos del candelabro eran hermosos y significativos. Sus formas, simetría, profundo significado y valor metafórico, inspiraron a Moisés a una gran pasión. Cada uno era significativo, cada uno contribuía y merecía su propio lugar. 

“¿Por qué todos tenían que ser martillados en una sola barra de oro?” se lamentó su alma. “¿Por qué manchar su distintiva belleza a través de la uniformidad rígida de una sola barra de oro?”. Los adornos eran excepcionales y Moisés estaba afligido por un pluralismo que sentía que debería ser demostrado. 

Pluralismo y singularidad son dos polos opuestos que sólo Di-s puede unir. Moisés entendió los cuarenta y nueve adornos, pero la única pieza de oro era el secreto del cincuenta, un secreto que únicamente Di-s puede entender. 

Ninguna explicación pudo hacer que Moisés lo entendiera, sin embargo Di-s se lo explicó y él quiso comprenderlo una y otra vez. Esta diligencia fue el sello verdadero de Moisés y en su mérito se transformó en el conducto de Di-s para transmitir la luz del candelabro y la Torá. 

Es por esto que le pido a la gente que junte a sus amigos para el Minian. Puede ser que no junten muchos, pero sé que sus esfuerzos los ayudarán a apreciar y/o identificarse con el significado de la plegaria y el Minian. ¿Quién sabe? Hasta pueden llegar a responder con entusiasmo la próxima vez que sean ellos los llamados.

Por Lazer Gurkow 

¿Por qué es tan especial el mes de Adar?

La famosa frase sobre el mes de Adar es: “Cuando comienza Adar, aumentamos en alegría”

El mes mas alegre del calendario Judío es Adar por las siguientes razones:

  1. En Adar, Haman(de la historia de Purim) planeó aniquilar a todo el pueblo Judío. Cuando su plan hizo un completo giro en U, y los Judíos vencieron a sus enemigos, el mes se transformó del dolor al júbilo y victoria. Todo el mes de Adar se convirtió en el epítome de la felicidad, como lo demuestra la celebración de Purim.
  2. El día 7 del mes de Adar es el cumpleaños de Moisés, nuestro maestro y redentor. Él nos trajo algunos de los milagros mas grandes de la historia del pueblo Judío durante el éxodo y viajes en el desierto. Moisés también nos transmitió la Torá, el regalo mas grande de Di-s, del cual traemos perfección al mundo y bendiciones a nuestras vidas. (El 7 de Adar también es el día en el que Moisés falleció. Muchos hombres Justos fallecen el día de su cumpleaños en demostración a que han vivido una vida completa en el Servicio a Di-s). Así como Moisés condujo al pueblo Judío del exilio a la redención en medio de la alegría, debemos también estar felices en la anticipación de nuestra pronta redención con el Mashiaj.
  3. El signo zodiacal del mes de Adar es el pez. Para sobrevivir, éste debe mantenerse en su elemento natural, el agua. Así también los Judíos, debemos mantenernos es nuestro hábitat de la Torá y las Mitzvot para que podamos seguir existiendo. Adicionalmente, los peces son conocidos por su reproducción en grandes cantidades, así también el pueblo Judío.
  4. Adar es un mes propicio para el pueblo judío, ya que nuestra posibilidad de tener éxito es alta. Además, todo el mes (y no sólo la primera mitad) es apropiado para realizar casamientos.

¿Y qué pasa un año bisiesto con dos meses de Adar? Simplemente ¡”duplíca tu placer, y duplíca tu diversión!”

Que la alegría de Adar se extienda durante todo el año!

Por Sra. Dinka Kumer

El altar y el respeto al prójimo

Al final de la Parshá itró, la Torá advierte a los cohanim (sacerdotes) que no suban al altar por medio de escalones (y que lo hagan por una rampa inclinada): “Y no subirás a Mi altar por medio de escalones”.

¿A qué se debe? La Torá explica la prohibición: “Para que no se destape la vergüenza sobre él” (el altar). Al subir por escalones, los pasos son más abiertos y esto genera una situación que lindera con descubrir las partes íntimas (los cohanim usaban pantalones por eso sólo lindaba), acto que no es respetuoso de las piedras del altar.

De aquí se aprende una enseñanza en lo que respecta a la conducta con el semejante, como Rashi dice basado en el Midrash: “si tratándose de estas piedras que no poseen conciencia, la Torá dijo que puesto que poseen utilidad, no debes conducirte con ellas con una conducta irrespetuosa, tu compañero- que está hecho a imagen de tu Creador, y él se molesta si es avergonzado- cuántas veces tanto (debes ser cuidadoso y respetuoso)”.

LAS PIEDRAS NO PERCIBEN

Surge aquí la pregunta: ¿Acaso el hecho de que está prohibido avergonzar al otro debemos aprenderlo infiriéndolo de las piedras del altar? ¿No se trata acaso de algo sencillo y lógico que incluso es consecuencia obligada del precepto “amarás a tu prójimo como a ti mismo” y de otras prohibiciones de la Torá?.

Sólo que aquí aprendemos un detalle especial. Ante todo, las piedras no sienten el desprecio. En segundo lugar, no se trata aquí de una conducta libertina e irreverente(algo que está prohibido en toda la extensión del Templo), sino en subir escalones de manera tal que puede interpretarse o parecer como una “conducta irreverente”. Y si incluso un acto como éste está prohibido para con las piedras, cuánto más se debe ser cuidadoso con algo similar frente al prójimo.

INFERIRLO DEL ALTAR

Hay una opinión en el Talmud, que la obligación de resarcir al prójimo por una ‘vergüenza’ causada es sólo cuando el afectado sintió la vergüenza. Pero si, por ejemplo, “lo avergonzó mientras dormía y falleció”, es decir, que no tuvo oportunidad de enterarse de lo ocurrido puesto que falleció inmediatamente- en este caso quien avergüenza está exento de pagar (a los herederos) por la ‘vergüenza’.

Y es aquí donde inferimos de las piedras del altar, que incluso cuando el avergonzado no está enterado del incidente irreverente, e incluso cuando quien avergüenza no realiza un acto de irresponsabilidad concreta, sino tan sólo una acción que puede ser interpretada como una falta de respeto- también de ello uno debe ser cuidadoso.

RESPETO AL CIELO

En las palabras de Rashi hay aquí una alusión a una mirada más profunda de la prohibición de avergonzar al prójimo. Rashi enfatiza que tu compañero “está hecho a imagen de tu Creador”. Siendo que todo hombre fue creado a imagen del Altísimo, cuando se atenta contra el prójimo también se atenta contra Di-s. Y siendo que hashem ve y escucha todo, a pesar de que el prójimo no es consciente del golpe, esto no reduce la gravedad del acto frente a hashem.

Y si es así en lo negativo, cuánto más es en lo positivo: cuando nos conducimos con amor de Ahavat israel y respetamos al prójimo, hay en ello una expresión de amor a Di-s y respeto del Cielo. Este amor a su vez, despierta y revela el amor del Altísimo al pueblo de israel, y esto eleva el honor del pueblo judío también a los ojos de las naciones y trae la verdadera y completa redención, realmente de inmediato.

(Likutei Sijot tomo 21 Pág. 119)