Verdadero heroismo

La vida en Grus Rozen era dura y amarga. Éste era uno de los 50 campamentos de concentración y trabajos forzados de la zona. Decenas de miles de judíos fueron enviados allí desde distintos puntos de Europa. Allí se fabricaban armas y ropas para los alemanes. 

Como parte de la constante degradación física y moral de los judíos, se los trataba de hacer perder el sentido del tiempo. La noche no era noche y el día no era día. Se respiraba hambre, humillación y violencia. Sin embargo, los judíos lograron retener su humanidad, ayudándose

mutuamente. Incluso llevaban la cuenta del calendario judío en secreto, para poder recordar -aunque fuera simbólicamente-las festividades.

Sucedió  en  la  noche  de Purim. Los prisioneros se preparaban para dormir, mientras que los recuerdos de las pasadas alegrías de Purim flotaban en el aire. De pronto, uno de los cautivos se animó a llevar a cabo un hecho osado. Se irguió en su litera de madera dura y habló con voz emocionada:

“¡Judíos! ¡Hermanos en desgracia: hoy es Purim! Este día recordamos los milagros que el Todopoderoso realizó a nuestros antepasados  y  los  salvó  del  decreto  de Hamán el malvado”. Se detuvo por unos instantes, y siguió: “También hoy pende sobre nosotros una espada. Los enemigos de Israel desean aniquilarnos. Pero… ¡No se dejen intimidar! También el Hamán de nuestros días, el opresor nazi- que Di-s borre su nombre y recuerdo- y todas su hordas, no podrán con el pueblo judío. ¡Las campanas de la redención se oyen de lejos y con la ayuda de Hashem veremos con nuestros propios ojos caer a nuestros enemigos y la salvación de nuestro pueblo! Netzaj Israel lo ishaker- El Omnipresente de Israel no mentirá!” “¡El Pueblo de Israel está vivo!”

Su rostro estaba cubierto de sudor. Temblaba.  Sus ojos ardían como antorchas.

Otro prisionero se puso de pie y entonó una hermosa melodía con las palabras: “que libra nuestras batallas, defiende nuestros derechos, vindica el mal hecho contra nosotros, castiga por nosotros a nuestros opresores y paga su merecido a todos nuestros enemigos mortales… Di-s que salva”.

Después de ello, los valientes prisioneros se acostaron. Una pequeña llama de luz brilló en el corazón de todos. Sin embargo, la alegría duró poco. Un delator hizo saber a los alemanes de lo sucedido, pero debido a la oscuridad no pudo identificar a los prisioneros. Un oficial de alto rango vino a la barraca, enardecido, pidiendo que entregaran a los culpables.  Nadie  respondió.  El alemán estaba rojo de rabia. “¡Si no aparecen los culpables en diez minutos, todos ustedes sufrirán!”. Ninguno contestó. Después  de 10  minutos,  todos fueron llevados afuera. “¡A correr!” fue la orden. Mientras corrían en círculo, el oficial junto a otros sanguinarios oficiales comenzaron a dar latigazos a los judíos, golpeando sus caras y cuerpos. 

“¡Más rápido!” gritaba enardecido. La sangre corría por los rostros, pero nadie abría la boca. Uno de los dos prisioneros trató de identificarse para evitar el sufrimiento de sus compañeros. Pero los demás no lo dejaron: “¡No, no hables!” le dijeron.

Las gargantas estaban secas, las rodillas no soportaban más, ya no podían respirar. Parecía un castigo eterno. Pero nadie dijo nada. Nadie entregó a sus hermanos.

También los prisioneros de Grus Rozen tuvieron un milagro de Purim. En realidad, dos. El primero fue que ninguno murió en esa corrida diabólica. Y el segundo, que nadie se quebró y denunció a su compañero. “El Omnipresente de Israel no mentirá…”

(Relatado por Pinjas Menajem Plibowitz- uno de los convictos)

Gente singular

Purim se trata de ser diferente

Hamán se quejó al rey Ajashverosh que «no existe una nación singular, dispersos y divididos entre las naciones en todas las provincias de tu reino, cuyas leyes son diferentes de las de todas las naciones ….» Una «nación singular» Ajashverosh dijo, diferente y único a pesar de su dispersión, no pueden ser tolerados,acordó con Hamán que «no vale la pena que el rey lo deje ser … debe ser decretada su destrucción».

La respuesta Judía al decreto de Hamán fue intensificar su singularidad. En lugar de seguir las tendencias asimilacionistas, que comenzaron con el exilio de la Tierra Santa tres generaciones antes, se reunieron bajo la dirección de Mordejai, con un compromiso renovado con su singularidad como pueblo de Di-s.

Después de relatar la historia de la caída de Hamán y la victoria de Israel, el Libro de Ester resume el milagro de Purim en una frase: «Para los Judíos había luz, felicidad, alegría y prestigio». El Talmud interpreta estas palabras como un referencia a las cuatro características principales que distinguen al pueblo judío: «Luz» es la Torá,» felicidad» son las fiestas,»alegría» es la circuncisión, y el «prestigio» son los tefilín».Hay, por supuesto, 613 mitzvot (mandamientos Divinos) y numerosos principios, leyes y costumbres que conforman la fe Judía, pero estos cuatro son señalados como las matrices de la singularidad Judía.

Semejanzas distintivas

A simple vista parecería totalmente lo contrario, que estos cuatro preceptos en realidad reflejan la similitud de Israel con otras naciones.

El estudio no es exclusivo de los Judíos: prácticamente todas las comunidades y culturas tienen su credo y filosofía, un conjunto de escritos en los que se basan, y un ejército de académicos que lo estudian, interpretan y la aplican. Además, la Torá no se limita al pueblo de Israel; varias religiones se basan en ella, incluyendo dos que abarcan más de la mitad de la raza humana. Incluso algunos de los planteamientos específicamente Judíos de la Torá (como el Talmud, los escritos de Maimónides o de las enseñanzas de la Cábala) son universalmente conocidos y estudiados.

Las festividades son también una característica común de todas las sociedades. Es cierto que sólo los Judíos comen matzá en Pesaj y tocan el Shofar en Rosh Hashaná, pero el concepto de una festividad, o una fecha señalada para su celebración y observancia, es universal. Cada nación, cultura y religión tiene su calendario de fechas que marcan los acontecimientos históricos, y conmemoran esas fechas con apropiados rituales y costumbres.

Lo mismo puede decirse de los tefilín: sólo el Judío une estas cajas de cuero y correas a su brazo y cabeza como símbolo de su compromiso con Di-s, pero una vez más el concepto es universal. El anillo de mujer casada, el uniforme del soldado, todos estos son signos que se usan como una demostración de nuestra lealtad a un determinado grupo o causa. En cuanto a la circuncisión, es un procedimiento bastante común, practicado por muchos por razones de salud y otros.

Sin embargo, la Torá, las festividades, la circuncisión y los tefilín, o como el Libro de Ester se refiere a ellos, «la luz», «felicidad», «alegría» y «prestigio», son las piedras angulares de la distinción Judía. Es cierto que las naciones y las sociedades tienen otros elementos similares, o prácticamente idénticos, en su doctrina y estilo de vida, pero la experiencia judía de estos elementos, es diferente, hasta incluso la antítesis a sus homólogos universales.

De hecho, esta es la marca definitiva de la distinción: cómo uno difiere no en aquellas áreas en las que uno es obviamente diferente, sino en las que externamente son similares, pero internamente mundos aparte.

Sabiduría femenina

¿Cómo la Torá Judía difiere de la concepción universal del aprendizaje? La clave está en el Libro de Ester en la palabra hebrea «ora», que es la forma femenina de «luz», que aparece en referencia a la Torá.

Toda sabiduría, cuya función es iluminar y aclarar, es la luz, pero hay luz masculina y femenina. La luz masculina es auto-generada, original y agresiva, en cambio la luz femenina es receptiva. La inteligencia masculina es la mente que explora lo desconocido, originando nuevas ideas, eliminando conceptos erróneos. El intelecto femenino es la mente que se abre a recibir de una fuente superior, desarrollando la gran cantidad de detalles y aplicaciones inherentes a ella.

El estudio de la Torá emplea tanto las funciones masculinas como femeninas de la mente, pero el mayor énfasis está en lo femenino. A pesar de sus sutilezas Talmúdicas, la Torá no se trata de intelecto en absoluto, éste no es mas que una «prenda», un medio para transmitir la esencia supra-racional que lo inviste. El estudio de la Torá es, en primer lugar, para entregarse a una revelación de Divinidad verdadera, para transformar la mente en un receptáculo para la sabiduría y la voluntad de Di-s. La mente del Sabio de la Torá no es un generador de ideas, sino una matriz que recibe la Divinidad verdadera y luego la desarrolla como un principio racionalmente estructurado o ley.

El pasado presente

La función universal de una fiesta o festividad, es para celebrar y conmemorar el pasado. La función de las fiestas Judías es para revivir el pasado, o más bien para descubrir la esencia atemporal de un suceso del pasado que lo hace real para su presente existencia.

El Judío no recuerda exactamente el Éxodo en Pesaj. A través de la observancia de las mitzvot Divinamente ordenadas de Pesaj , se accede al regalo Divino de la libertad de lo que es el Éxodo, logrando con ello un «Éxodo» personal, una liberación de las restricciones que esclavizan su propia vida. Lo mismo puede decirse de la entrega de la Torá en Shavuot, la consecución del perdón en Iom Kipur, y así sucesivamente: la fiesta judía es una ventana atemporal en el tiempo, haciendo los eventos «pasados» accesibles y realizables.

Una festividad es una ocasión «feliz». Pero, nuevamente, la felicidad experimentada por el Judío, a pasar que superficialmente es similar a la felicidad de un no-judío, es radicalmente diferente. Para el celebrante no-judío, una festividad es una vía de escape, sumergiéndose en un pasado alegre y optimista, y seguramente así es capaz de ignorar sus problema presentes.

El Judío también trasciende el presente en sus fiestas, y también para él, esta es una fuente de alegría. Pero la suya no es una alegría para escaparse. Por el contrario, es la alegría de penetrarse a la esencia de su día actual para descubrir el que no hay tiempo pasado en el. Es por esto que es una alegría disciplinada, una alegría que rompe las barreras externas, mientras amplía su enfoque interno. Es una alegría que lo hace más responsable y solidario.

La festividad en la que la distinción de la celebración Judía sale más vívidamente a la luz es Purim. En Purim se le ordena al Judío «beber hasta que no se puede distinguir entre el «maldito Haman» y «bendito Mordejai». Beber, sobre todo hasta el punto de la irracionalidad, es generalmente un anatema para el Judío, es el Purim donde podemos ver el estado poco común de un Judío ebrio.

La Alegría del Sacrificio

La circuncisión es una práctica bastante común. Muchos lo hacen por razones de salud, otros por razones religiosas. En cualquier caso, la decisión de circuncidar es una cuestión de pasar por el dolor para ganar algo. El procedimiento es doloroso, hay elementos de riesgo (como ocurre con todos los procedimientos quirúrgicos), y se dice que disminuye el placer sexual. El estadounidense que decide circuncidar a su hijo podría decir: «Ciertamente, hay desventajas, pero los beneficios de la salud hacen que valga la pena». El niño musulmán podría decir: «Claro que duele, pero me gano la entrada al cielo.»

Lo que es único acerca de la Judío es que, para él, la propia circuncisión es percibido como algo positivo y deseable. Cualquiera que haya asistido a un Brit Milá entiende por qué el Libro de Ester hace referencia a ella como una «alegría», uno no recibe la impresión de que estamos «pagando un precio» para algún tipo de recompensa en el futuro. El Judío alegremente desea entregarse a Di-s no por los resultados o recompensas.

De hecho, se puede decir que la circuncisión representa a todos los»sacrificios», se trata de entregarse a uno mismo en el sentido más físico y literal. El concepto de sacrificio es, por supuesto, universal. El hombre está siempre haciendo sacrificios por el bien de su futuro, sus seres queridos, su país, sus convicciones. Pero el sacrificio es siempre para luego recibir algo a cambio en el futuro (en la propia vida o en el más allá) o por un deber ineludible. Para el Judío, el sacrificio por orden de Di-s es una alegría.

De ahí el sorprendente fenómeno, racionalmente inexplicable: prácticamente todos los Judios, independientemente del compromiso religioso, practican la circuncisión. Judíos que se definen como «ateos», o como «progresistas», circuncidan a sus hijos. Judíos que emergieron de siete décadas de dominio soviético desprovistos de cualquier conocimiento o apreciación por el Judaísmo, inmediatamente organizan circuncisiones para ello mismos, sus hijos y sus nietos. La circuncisión, para el Judío, es acerca de lo que es, y no de lo que hace por él.

Cajas Negras

El cuarto definidor de la singularidad Judía son las cajas de cuero negro, los tefilín, que contienen pergaminos en el cual están inscriptos capítulos seleccionados de la Torá, que se ponen en el brazo y la cabeza como símbolo de nuestra relación con Di-s.

Cada comunidad y cada cultura tienen sus propias prendas y adornos que usan como símbolos de su identidad. A causa de lo que representan, estos reflejan, naturalmente, las concepciones de belleza y prestigio: el oro brillante de anillo de la novia, el impecable uniforme del general, etc, todos encarnan una persona o grupo orgullosos de quienes son.

El tefilín se destaca por su sencillez. Dos simples cajas, las cuales la Torá ordena que sean sin adornos y estén pintadas de negro. Los tefilín no transmiten el orgullo, sino la subyugación de la mente, corazón y acciones del Judío al Todopoderoso.

Sí, los tefilín son el prestigio del Judío, pero éste no es por su representación estética, sino por su Servidumbre a Di-s, a través de la unión de su intelecto, emociones y talentos con la voluntad Suprema.

En Purim celebramos la salvación de un pueblo singular: un pueblo cuyo aprendizaje, festividades, sacrificios e insignia de honor son tan comunes, pero sin embargo, muy únicas.

Basado en un discurso del Rebe en Purim 5719 (1959)

Uno más uno = Purim

¡Hay tantas mitzvot excitantes y costumbres para cumplir a lo largo de la fiesta! Disfrazarse, comer homentashn (masita típica llamada “orejas de Hamán”) como postre a la comida de Purim (de ciruela, amapola, frambuesa, etc.), girar la matraca al oír el nombre de Hamán en el Meguilá, y dar regalos de comida -mishloaj manot a los amigos.

¿Cuál es la similitud subyacente entre todas estas mitzvot y costumbres? Quitémonos las máscaras, abramos el mishloaj manot, miremos dentro de la Meguilá – quitemos los envoltorios de todo – y veremos el común denominador intrínseco a ellos todos.

Cuando uno se disfraza, su identidad es disimulada. Rico o pobre, inteligente o intermedio, bonito o feo, ya no percibimos las diferencias físicas,económicas o intelectuales que pueden separarnos. Sí, un traje es caro, otro más original, y hay centenares de Reinas Esther. Pero es obvio que éstos son sólo externos. Ellos no son la persona dentro del traje. Cuando nos disfrazamos en Purim nuestras diferencias son superficiales. Somos iguales.

La Meguilá, esa historia excitante que recuerda el triunfo de la justicia por encima del mal, y la fe de los judíos en Di-s por encima de los esquemas viles de Hamán, también es una lección de la igualdad y unidad judía. Pues sólo luego de que los judíos se unieron, se salvaron del plan de aniquilación de Hamán. Los hombres, mujeres, y niños, estudiosos y zapateros, campesinos y la Reina, todos ayunaron y oraron durante tres días y noches para quitar el decreto. Y porque se unieron, pues cada uno se sentía igualmente responsable y capaz para afectar un cambio, sus oraciones y penitencia fueron aceptadas.

En cuanto a los homentashn, algunos dicen que nos recuerdan el sombrero de Hamán o sus orejas. Pero también simbolizan a lo que está oculto. La mano de Di-s, estaba oculta durante el episodio de Purim: las casualidades que llevan a Esther a que sea coronada Reina, Mordejai que oye por casualidad el complot de los guardias para matar a Asuero, etc., parecían naturales. Pero ellos eran – como todo en la vida – la Providencia Divina, la manera en que Di-s forma un enigma intrincado.

Así como el relleno es disimulado en los homentashen y Di-s estaba oculto durante la época de Purim, el elemento Divino dentro de cada uno de nosotros está- a menudo- oculto. Lo Divino dentro es nuestra alma la parte propiamente dicha de Di-s que nos da vida. Y aunque es intangible, aunque su existencia es a menudo disimulada, el alma es el gran igualador de todos nosotros. Pues, aunque un judío haga más mitzvot que otro, o tenga una educación judía más comprensiva, o es más amable, el ser de nuestras almas y su fuente es la misma: Di-s.

Por último, tenemos el Mishloaj Manot, esos paquetes deleitables de golosinas. Van de una simple bolsita con alimentos hasta obsequios elegantes. Hay numerosas formas de empaquetarlos, precios y productos, pero todos tienen una cosa en común:

crean unidad. Habitualmente, damos el mishloaj manot a través de un mensajero, involucrando a un tercero en la mitzvá. Al dar estos regalos, no sólo nos conectamos con la persona a quien se lo estamos dando, sino también a una tercera persona. Y el mensajero puede ser cualquiera-joven o viejo, amigo o extraño, varón o mujer.

Purim es un momento especial para participar en las mitzvot de Purim o de reforzar nuestra observancia de ellas. Pues, como el Rebe declaró inequívocamente, la Redención es inminente y cada acto de bondad, cada hecho bueno, cualquier mitzvá adicional, nos ayuda a prepararnos y preparar al mundo para la era Mesiánica que se está desplegando ante nuestros ojos.

(Adaptado del L’chaim)

Purim: ¿Una celebración feminista?

La nueva tradición que promueven las feministas es la “bandera de Vashti”. Para algunos, sirve para hacer de Purim “una oportunidad de honrar el poder feminista”. Otros dicen que se pueden aprender “lecciones valiosas” tanto de Ester como de Vashti. Vashti “se ha convertido en nuestro modelo de mujer fuerte”, explican.

La verdad

O es lo que parecía hasta que extraje un Rollo de Ester para leerlo rápidamente … “En el séptimo día, estando el corazón del rey Ajashverosh alegre de vino, mandó a sus chambelanes a que trajeran a la reina Vashti delante de él vistiendo (sólo) la corona real, para mostrar su belleza a las naciones y ministros, porque ella era muy bonita”.

“Pero la reina Vashti no quiso aparecer por orden del rey llevado por los chambelanes, y el rey se enfureció y su ira hervía en su interior”.

“Bien por ti, Vashti”, mi feminismo proclama. El sonido de machismo puro sólo se hace más fuerte: Así que el rey consultó con los sabios, preguntándoles: “Por ley, ¿qué se debe hacer con la reina Vashti por no obedecer la orden del rey Ajashverosh?”

Memujan declaró ante el rey y los ministros: “No es sólo contra el rey que la reina Vashti ha pecado”, ya que la acción de la Reina llegará a todas las mujeres y menospreciarán a sus maridos en sus ojos porque dirán: “El rey Ajashverosh ordenó que la reina Vashti sea llevada ante él, y sin embargo, ella no fue”.

“Si le place al rey, que haga una Orden Real, para decapitar a la reina Vashti … y todas las mujeres respetarán a sus maridos, nobles y plebeyos por igual…”

La idea agradó al rey y a los ministros, y el rey hizo lo que Memujan le aconsejó. Envió cartas a todas las provincias del rey diciendo que cada hombre deberá ser el “amo en su casa…”

Vashti

Investigué un poco. Esto es lo que encontré.

Vashti no era libre en absoluto. No era una mujer orgullosa que no pudo tolerar exhibirse a sí misma para la gratificación de los hombres.

Era un fraude

Primero, ya había posado en el pasado sólo con una corona.

Segundo, con gusto lo hubiera hecho nuevamente, si no fuera que tenía una erupción que cubría su cuerpo.

Tercero, tenía a sus sirvientas judías vestidas ridículamente o desnudas, para humillarlas.No, Vashti no era feminista.

Se veía exactamente como un hombre la veía en esa época, como un ícono de belleza, no una persona. Nunca salía en público a no ser que se viera perfecta.

Ester

Cuando llegó el turno de Ester para ir al rey, no pidió nada (cosméticos) distinto a lo que Hegai instruyó. Y (por lo tanto) Ester halló gracia a los ojos de todos los que la veían.

Aquí había una mujer que brillaba con una autoestima saludable. Se valoraba a sí misma a través de su apariencia. Luego de haber ayunado tres días, se veía verde. No se escondió detrás de una máscara de maquillaje, o joyas, sin embargo, brillaba.

Con dignidad, propósito y gracia.

Ajashverosh no estaba acostumbrado a ver mujeres auténticas.

El hecho de que se inclinó ante Ester fue la prueba viviente. Incluso un necio como él no pudo evitar sentirse impresionado de la dignidad de Ester.

Entonces, después de todo lo ocurrido, ¿Quién de las mujeres de la historia de Purim era realmente libre?

Purim: ¿histórico o actual?

Rosh Jodesh Adar: «El mes que se dio vuelta para ellos, de tristeza en alegría, de duelo en Festividad».

Adar -el mes hebreo en que se festeja Purim, no solo se caracteriza por ello, sino que, en palabras de nuestros Sabios, es «el mes que se dio vuelta para ellos, de tristeza en alegría, de duelo en Festividad».

No sólo Purim es un día de regocijo y alabanza al Creador por la milagrosa salvación del pueblo judío en épocas de Asuero, Rey de Persia, sino que todo el mes, desde su comienzo hasta su culminación, invoca a incrementar el regocijo. «Desde que se inicia Adar, se incrementa la alegría».

Purim es un suceso de nuestra historia, acontecido hace mucho tiempo. Pero su recuerdo, y más aún, su enseñanza, deben ser cosa del presente, según nuestros Sabios estipulan en la Mishná: «Quien lee la Meguilá, el Rollo de Ester, en forma retroactiva, de atrás hacia adelante – no cumplió el objetivo de esta lectura». 

Literalmente, lo que nuestros Sabios disponen es la lectura metódica y cronológica según el mismo Rollo de Ester la presenta. Pero, oculta en sus palabras, se halla una profunda instrucción: quien lee la Meguilá retroactivamente hacia atrás y ve en los sucesos de Purim, la causa del decreto de exterminio de todo nuestro pueblo y su posterior milagrosa salvación, como hechos del pasado, únicamente de carácter histórico, pero desligados de la realidad personal y contemporánea, no cumplió, no ha logrado trasladar a su corazón y a su mente, a su conciencia judía, el significado cabal que el relato encierra.

En todas las épocas, el pueblo judío, o, mejor dicho, algunos de sus componentes, han creído encontrar soluciones propias, en diferentes ideologías, al eterno conflicto de identidad de un pueblo entre pueblos. Y, al estudiar las estadísticas de asimilación, resulta lógico que, al menos, alguien se moleste siquiera en buscar alguna solución. Cierta vez, a modo de excusa, alguien dijo al anterior Rebe de Lubavitch que, en un caso de incendio, no se busca agua pura y cristalina para apagarlo. Se arroja al fuego lo que se pueda, lo que se tenga en mano. A ello replicó el Rebe «Pero hay que tener cuidado de que no se trate de gasolina».

La historia de Purím nos enseña cual es el verdadero elemento, el único viable, comprobado en multitud de oportunidades a través de los milenios, para apagar el voraz incendio de la asimilación, más poderoso y destructivo incluso que las cámaras de gas en la época del nazismo. Mordejai, y todo el pueblo judio ora a Di-s, se acerca al estudio de la Torá, única fórmula que ha superado todas las pruebas experimentales y que ha demostrado, sin un solo fracaso en su haber, ser el único medio eficiente.

«Hay un pueblo peculiar» -dijo Hamán. Y así es. Cuando somos peculiares, cuando nuestra vida está dictada por los valores de nuestra sagrada Torá, nuestra unidad como pueblo eterno es indestructible. Somos, entonces, «un pueblo único, eterno, como la Torá es única y eterna.

Poderes especiales de las piedras preciosas

Hoy, cuando está de moda hablar de las piedras preciosas, de su influencia y efectos, muchos desconocen que ello tiene su origen en las fuentes judías.

Ciertamente, la tradición cabalística habla de la maravilla y la sabiduría de doce gemas que se corresponden con cada una de las tribus y tiene un color específico, que va de acuerdo con los diferentes matices de sus atributos en las esferas espirituales.

En las distintas fuentes y traducciones, se le asignan diferentes identidades y colores a aquellas piedras del pectoral que figuran en las escrituras y que en esta ocasión se hará mención a las utilizadas con mayor frecuencia.

El pectoral es una de las vestimentas del Gran Sacerdote, estaba formado por doce cuadros ordenados en cuatro hileras de tres piedras preciosas cada una correspondiendo a cada tribu. Además del nombre de la tribu, las piedras llevaban el nombre de los Patriarcas, Abraham, Itzjak y Iaakov, así como las palabras Shivtei Ieshurun – las tribus de Di-s, distribuidos de tal modo que en cada piedra había seis letras, lo que totalizaba todo el alfabeto, necesario para la combinación de los mensajes de los “Urim Vetumim”. Las matriarcas estaban representadas en las cuatro filas. Las seis letras en cada tribu, simbolizaban la creación del mundo en seis días. El total de letras, 72, corresponde a las 72 letras que componen el nombre de Di-s y que sostuvieron la creación durante la formación del mundo.

Los “Urim Vetumim” eran pergaminos en los cuales Moshe había escrito las 72 letras del nombre oculto de Di-s y que hacían que el pectoral se alumbrara para dar respuestas a través de las distintas combinaciones de letras, a las consultas o decisiones que afectaban a todo el pueblo de Israel o a un tribunal para la obtención de una sentencia definitiva.

Las piedras estaban colocadas según el orden de nacimiento de los hijos de Iaacov.

Odem – Rubí

Es la gema de la tribu de Reuvén. Según el Midrash Talpiot tiene la cualidad de dar “claridad de visión”, que está relacionado con el versículo “porque él (Reuvén) vio al Creador con sus ojos”.

El odem o rubí puede parar desangramiento, reforzar el corazón y calmar la rabia. Tiene el poder especial (segulá) de prevenir abortos y su uso es recomendado para mujeres con dificultades para quedar embarazadas. El color del rubí (en hebreo rojo se dice adom), de acuerdo a la Cabala está relacionado con el atributo de justicia estricta, que también alude a Reuven.

Fue la primera gema mencionada en el jardín del Edén y aquella con la cual se puso a prueba a Moisés, cuando el Faraón lo iba a mandar a matar cuando los adivinos habían pronosticado que era un enviado de Di-s .

Pitda – Esmeralda

Existen dos tipos: la verde y la amarilla. Es la gema de la tribu de Shimón y alude a la palidez de este por la vergüenza de la rebelión de Zimri contra Moisés. Sus rostros también palidecieron cuando los miembros de esta tribu fueron seducidos por las mujeres moabitas. La piedra tiene propiedades “enfriadoras” para el cuerpo y para el espíritu de naturaleza pasional. El Midrash Talpiot recomienda su uso para personas que sufren de trastornos digestivos y de malaria.

Bareket – Jaspe

Es la piedra de la tribu de Leví, y se llama así porque brilla como el rayo (barak en hebreo), por lo tanto, fue elegida para esa tribu, porque ella ilumina el mundo con su estudio de la Torá.

Tiene rayas de color blanco, negro y rojo. Fue la piedra con la cual Noé iluminó el arca. Esta gema proporciona protección y seguridad, es beneficiosa para ganarle al enemigo en la guerra, protege a la persona de rayos y truenos, como así también de los malos sueños.

Nofej – Berilo

Es una piedra verdosa brillante que representa a Iehuda. Algunas traducciones la identifican como carbunka. Tiene el poder de proteger del mal y de los malos pensamientos que dañan el espíritu. Es beneficiosa para el alma. Le fue dada a Iehuda como recompensa cuando palideció al ser desafiado por Tamar y cuando su padre sospechó que diera muerte a su hermano Iosef. Pero finalmente emergió radiante cuando se le absolvió de toda sospecha, al ser bendecido por Iaacov.

Es superior a todas las gemas, así como el oro lo es por encima de todos lo metales.

Posee mayor número de características que cualquier otra y es especialmente efectiva contra la lepra y las preocupaciones, y el que las lleva consigo está destinado a salir victorioso en las guerras.

Sapir – Zafiro

El poder de esta piedra está relacionado con la protección de la salud física en especial de los ojos. Es efectiva para mantener un espíritu sano dedicado a cumplir la voluntad de Di-s y el estudio de la Torá y el cumplimiento de los preceptos. Es útil para lograr el descanso y la paz interior. El Midrash Talpiot, sostiene que cura abscesos, previene el eczema y el exceso de sudación, evita el miedo y la melancolía.

Las tablas sobre las que fueron grabados los Diez mandamientos eran de zafiro. Se relaciona con la tribu de Isajar porque era notoria por su conocimiento de la Torá. De modo similar se conoce que las almas de los grandes Sabios de la Torá, están unidos a la vida eterna por el trono de gloria, como está escrito: “como la piedra del zafiro es la forma del trono” (Ezequiel 3). El color azul oscuro de la piedra significa humildad y modestia según Rabeinu Behaia, y se considera la piedra de mayor dureza después del brillante.

Iahalom – Diamante

Es la más valiosa y conocida de todas las gemas, aparece en el Jardín del Edén. Es la de mayor dureza, puede partir todas las demás gemas y cortar el cristal. Además es resistente al fuego, a pesar de que su origen es un combustible como lo es el carbón.

Representa a la tribu de Zevulum, distinguida por su riqueza derivada del comercio marítimo, para poder mantener a los miembros de la tribu de Isajar, estudiosos de la Torá.

El diamante blanco y transparente tiene la propiedad de eliminar el miedo de la noche y curar casos de melancolía.

Hay quienes opinan que si se lleva en el brazo izquierdo, su portador tendrá coraje y derribará a los enemigos, podrá enfrentarse a los animales salvajes y a hombres malos. Esta gema protege de drogas letales, de quejas y peleas. Sus propiedades se incrementan si se las cuelgan sobre oro o plata.

Leshem – Opalo

Tiene la interesante particularidad de advertir de peligros por medio del cambio de su coloración y brillo.

Proporciona fuerza y coraje al débil, e incrementa la felicidad de la persona que la usa.

Pertenece a la Tribu de Dan, porque su color se asemeja al león, cuya fuerza decae cuando sus ojos son cubiertos, tal como sucedió con Sansón, perteneciente a esa tribu.

Shvó – Agata

Su color varía ligeramente según el clima. Cuando el tiempo está despejado se hace brillante y se oscurece con el mal tiempo. Es una piedra dura y por lo tanto es tallada con gran esfuerzo. Su poder reside en la capacidad de enfriar el cuerpo, es apropiada para lograr el sueño, el descanso y la felicidad de quien la usa. Previene las enfermedades producidas por el cambio de clima y también el corazón, si se lleva cerca de él.

Esta gema es la adjudicada al shevet de Naftalí, conocido por su sabiduría y su capacidad retórica. Naftalí fue rico, tranquilo y feliz, satisfecho con la bendición que le dio el Creador.

Ajlamá – amatista

Es la piedra de la tribu de Gad que frecuentemente estaba en la guerra. Se encuentra ubicada al final de la tercera hilera del pectoral del Gran Sacerdote. Esta piedra protege al corazón del miedo. También se relaciona con jalom, que significa sueño.

La amatista simboliza la perfección y produce equilibrio y armonía. Protege de las enfermedades, los accidentes y las malas influencias.

Tarshish – Crysolito

Existen diferentes variedades de esta gema, dependiendo del lugar de donde provienen, pueden ser más claras o verde oliva. Tiene una influencia beneficiosa sobre los órganos de las vías respiratorias, y para los desmayos. Ahuyenta los malos espíritus y previene de los malos sueños. Hace de quien la lleva una persona agradable y por lo tanto exitosa en el comercio local e internacional.

Parasha en sintesis – Tetzave

Di-s ordena la utilización del aceite de oliva para el encendido de la Menorá o Candelabro del Santuario, el mismo que se utilizará posteriormente en el Beit Hamikdash o Templo. El aceite era aportado por toda la comunidad. 


Se utilizaba el aceite de mayor pureza, las primeras gotas extraídas de los olivos. El Talmud explica que ese aceite representa la pureza del estilo de vida judía basó en la Torá; como expresión divina, representa la luz interior, la espiritualidad y testimonia la Presencia Divina en el mundo. 

Un milagro especial ocurría con una de las luces de la Menorá, “ner maaravi”: aun cuando se le ponía la misma cantidad de aceite que a todas las demás, permanecía encendida por más tiempo. Cuando el Sacerdote o Cohén limpiaba por las mañanas, encontraba encendida esa luz y con ella prendía todas las demás por la tarde.  Esto fue indicación de la presencia de la Shejiná (Providencia Divina) y duró hasta la muerte de Shimón Hatzadik (Simón el justo).

Aharón y sus cuatro hijos, Nadav, Avihú, Elazar e Itamar, fueron escogidos por Hashem para ser Cohanim (Sacerdotes). Aharón, hermano de Moshé, es el primer Cohén. En cambio Moshé, quien se suponía que sería Cohén, es designado por Di-s como Levi, por su negativa en primera instancia, de ir a Egipto y Liderar a Bnei Israel, cuando Di-s se lo había ordenado. 

Los sacerdotes tenían que usar vestiduras especiales para el servicio en el Santuario. Todas estaban hechas de lino blanco y constaban de una camisa, pantalones, cinturón y turbante. El Cohén Gadol o Sumo Sacerdote usaba además las llamadas vestimentas de oro, pectoral y efod, manto y tzitz (banda de la cabeza).

El Sumo Sacerdote se ponía ocho vestimentas en total, número que representaba un nivel de trascendencia, de conexión con lo extramundano. Cada prenda de vestir estaba relacionada con la expiación de las distintas faltas que pudieran ser cometidas por el pueblo. 

Estas vestimentas tenían un profundo significado místico y espiritual, y por tanto, debían ser elaboradas según las instrucciones divinas y por personas sabias, conocedoras de la Torá. 

El pectoral estaba formado por doce cuadros, cada uno con una piedra preciosa que representaba las distintas tribus. Las letras de los nombres de Abraham, Itzjak y Iaacov, estaban distribuidas de tal modo que en cada piedra preciosa había seis letras, lo cual totalizaba el alfabeto, que era necesario para la combinación de los mensajes de urim vetumim. Las matriarcas estabas representadas en las cuatro filas. 

Las seis letras en cada tribu simbolizaban la Creación del mundo en seis días. El total de letras, 72, corresponden a las 72 letras que componen el nombre de Di-s y que sostuvieron la Creación durante la formación del mundo. A la vez, están relacionadas con el versículo olam Jesed Yibané, “el mundo se sostiene en base a la bondad, misericordia”, jesed, que también tiene el valor número de 72. 

Los urim vetumim eran pergaminos en los cuales Moshé había escrito las 72 letras del nombre de Di-s y que hacían que el pectoral se alumbrara para dar respuesta, a través de las diferentes combinaciones de letras, a las consultas o decisiones que afectan a todo el pueblo de Israel o a un tribunal (Beit Din) para la obtención de una sentencia definitiva. 

Estas vestimentas utilizadas por Aharón (y luego por el Sumo Sacerdote del Templo) fueron las mismas que se llevó Nabucodonosor a Babilonia como botín, después de la destrucción del Primer Templo. Son las que el rey Ajashverosh se puso en el festiv que daba para consolidar su poderío y del cual surge toda la historia de Purim, que se celebra el 14 de Adar. 

Amalek, en su verdadero sentido

Traducido y adaptado libremente Rosh Jodesh Adar II, 5738 (1978)

…Como ustedes seguramente saben, la parte especial adicional de la Torá, Parshat Zajor, que se lee en el Shabat antes de Purim, contiene los mandamientos de recordar lo que Amalek, el archienemigo del pueblo judío, le hizo a nuestro pueblo cuando se dirigía a recibir la Torá en el Sinaí.

El sigiloso ataque, no provocado de Amalek fue calculado para sacudir la creencia en Di-s y moderar su entusiasmo por Su Torá y mitzvot [mandamientos].

Hamán, descendiente directo de Amalek, fue impulsado por el odio a los Judíos, porque «sus leyes son diferentes de las de cualquier otro pueblo», como la Meguilá relata. Del mismo modo, todos los amalekitas subsiguientes, Hamanes de todas las épocas, odiaban a los judíos.

Sin embargo, «Amalek» – en un sentido más amplio – representa todos los obstáculos que un judío encuentra en su camino, de recibir y cuidar la Torá y mitzvot con entusiasmo y alegría en la vida cotidiana.

Y así Parshat Zajor nos viene a recordar y nunca olvidar, que «amalekitas» existen en cada generación y en cada día y época, y que no debemos permitir que nos disuada o desaliente cualquier Amalekita en cualquier forma. 

Podemos preguntar: «¿Por qué Di-s ha hecho esto así?»

¿Por qué debería un judío enfrentarse a tales pruebas y dificultades? 

La respuesta es, que cada judío ha recibido las fuerzas necesarias para superar todos esos «amalekitas», y se espera que las utilice, a fin de demostrarse a sí mismo y a los otros que nada lo disuadirá, ni enfriará su fervor, en la observancia de la Torá y mitzvot de conformidad con la voluntad de Di-s.

Y una vez que reconoce que cualquiera que sea la dificultad que encuentra, es realmente una prueba de su fe en Di-s, y resuelve con firmeza hacer frente al desafío, pronto verá que ningún «Amalek» está a la altura de competir con la fuerza Divina del alma judía.

De hecho, lejos de ser obstáculos insuperables, resultan ser catalizadores y ayuda para lograr mayores logros, habiendo sido fundamentales en la movilización de las capacidades internas que de otra manera habrían permanecido inactivas.

Esta es también la fuerza llevada a cabo en el Meguilá [de Esther], en el ejemplo de Mordejai el judío, que «no dobló la rodilla ni se prosternó» ante Hamán.

Como resultado de esta postura indomable, no sólo el poder de Hamán fue totalmente quebrado, sino que muchos enemigos se convirtieron en amigos, como la Meguilá nos dice que «muchos de los pueblos de la tierra se convirtieron en »judíos», pues el temor a Mordejai cayó sobre ellos”.

Quiera Di-s conceder a cada uno de ustedes de ir de fuerza en fuerza, en emulación de Mordejai el Judío, avanzando en todas las cuestiones de judaísmo, la Torá y mitzvot, con gozo y alegría de corazón, y que todos sean benditos con la plenitud de «la luz, alegría, regocijo y honor», tanto en el sentido llano, así como en el interior del significado de estos términos, de conformidad con la interpretación de nuestros Sabios – «Luz – esta es la Torá … honor – son los Tefilín «- ya que la Torá y las Mitzvot,» «por su propio mérito, son los canales y los recipientes para recibir y disfrutar de las bendiciones de Di-s en todas las necesidades, materiales y espirituales.

Deseando a todos y cada uno de ustedes un feliz Purim, y que su inspiración pueda estar con ustedes todos los días del año.

FRASE

Nuestros Sabios han declarado: Incluso si todas las festividades se vuelven obsoletas, Purim seguirá siendo vigente. En la Era Mesiánica, la alegría y la tranquilidad de las fiestas será una experiencia cotidiana. Su función será la de una vela a la luz del día. Sin embargo, incluso en ese avanzado clima espiritual, la elevación de Purim seguirá siendo algo que celebrar. 

(Rabi Shneur Zalman de Liadi)

La donación de las mujeres

Hay una interesante historia con respecto a la intención de las mujeres de donar sus espejos de cobre pulido para la construcción del mishkán (tabernáculo).

Cuando Moisés anunció que se necesitaban donaciones para construir el Tabernáculo, las mujeres llevaron sus espejos de cobre pulido. Moisés no quiso aceptarlos, diciendo que no era apropiado construir una casa para Di-s con elementos de vanidad. Di-s intervino y le dijo a Moisés que los aceptara, ya que no eran símbolos de vanidad sino de sacrificio personal. De no haber sido por esos espejos, hoy no habría pueblo judío: durante los momentos más difíciles de la esclavitud egipcia, las mujeres utilizaban los espejos para embellecerse, coquetear y animar a sus esposos desalentados, provocando de esta manera la continuidad del pueblo judío.

Moisés recibió entonces los espejos y confeccionó con ellos la pileta que contenía las aguas con las que los cohanim purificaban sus manos y pies antes de entrar a realizar el servicio en el Tabernáculo.

Es este un poderoso ejemplo de cómo a Di-s se puede llegar por medio de lo más mundano siempre y cuando se sepa cómo utilizarlo para tal fin.

Extraído del libro “Una voz sin eco” del Rabino Eliezer Shem Tov

Cuando una pareja no quiere tener hijos

PREGUNTA:

Mi esposa y yo decidimos hace tiempo no tener niños. Estamos contentos con nuestras vidas y no sentimos que necesitamos la carga agregada de la paternidad. Pero recientemente vimos un documental sobre una familia judía con 17 hijos, y nos hizo hablar del tema. Aunque mi opinión no ha cambiado, mi esposa no está tan segura. ¿Qué nos sugiere?

RESPUESTA:

Mi sugerencia: no posponga tener hijos. Usted se lo debe a sí mismo, a sus futuros niños, a sus padres, al universo y a Di-s.

PARA USTED: Un padre experimenta el amor ilimitado. Mientras usted puede amar a su esposo/a profundamente, el amor incondicional e ingobernable por un hijo es incomparable en la creación. Y el milagro de ver que un embrión se ha convertido en un ser vivo con sentimientos, necesidades y una personalidad que es una extensión de la suya, es una experiencia que nadie debe escoger perder.

PARA SUS FUTUROS HIJOS: Aunque sólo los conocemos cuando nacen, las almas de nuestros hijos están esperando en un área de tránsito celestial por su turno para bajar a la tierra. Hay almas destinadas para ser procreadas por usted y su esposa, esperando ávidamente su oportunidad para nacer. Casi puedo oírles incitándolo para que los traiga al mundo, esperando que su decisión sea favorable.

PARA SUS PADRES: Sólo puede apreciar todo lo que sus padres hicieron por usted haciendo a su vez lo mismo por su niño. Y el mejor “gracias” que puede dar a sus padres es dándoles nietos.

PARA EL UNIVERSO: Nuestros padres pueden no haber sido perfectos, pero quienquiera hayan sido, se molestaron por traernos a este mundo. Y ellos fueron traídos a este mundo por padres que estaban deseosos de pasar por la misma cosa, y así sucesivamente a lo largo de las épocas. El hecho que estamos aquí es un resultado de generaciones innumerables de procreación. Ellos nos han dado el más gran regalo de todos- el regalo de la vida. ¿Está diciendo honestamente que está deseoso de romper esta cadena de dar, para mantener su estilo de vida actual?

PARA DI-S: Di-s quiere que sintamos lo que es ser como Él. Así que Él invirtió en nosotros el poder de creación. El camino para procrear es el instinto más poderoso porque es el que más se parece a la Divinidad. Di-s ha ofrecido compartir Su Divinidad con usted volviéndose un padre. ¿Rechazaría semejante oferta?

Hay personas que lamentablemente por razones médicas o circunstanciales no pueden ser padres. Ellos tienen otra manera de traer amor y vida al mundo, y muchas de las más grandes almas del mundo no tuvieron hijos. Pero si usted tiene la opción, ¿puede dejar pasar la oportunidad de participar en el acto más profundo de amor que un humano puede lograr?

La paternidad significa noches desveladas y un ajuste de estilo de vida mayor, pero es el más humilde y premiado ajuste que jamás haya hecho.

Por Aron Moss