Receta clásica de Jala (Que nunca falla)

importante: para poder cumplir con la Mitzvá de separar Jalá hay que hacer doble receta.

INGREDIENTES

1 kg de harina común

2 huevos

½ vaso de aceite

2 vasos de agua tibia

½ vaso de azúcar

50 gr de levadura

1 cucharita de sal

PARA PINTAR

1 huevo batido

1 cuchara de azúcar

1 cucharita de aceite

Sésamo

Tamizar la harina. Hacer un hueco en el medio. Colocar la levadura. Agregar el azúcar y el agua tibia. Esperar que la levadura se disuelva. Agregar los huevos, aceite, sal. Mezclar y empezar a amasar hasta que se forme una masa suave y elástica. Colocar un dedo sobre la masa y hundirla un poco. Si la masa vuelve ya está suficientemente amasada. Dejar levar hasta que duplique su tamaño (más o menos una hora).

Encender el horno a temperatura media.



Tomar bollitos y darle forma de bastones. Trenzarlos, colocar cada pan trenzado en una asadera aceitada y pintarlos. Espolvorear con sésamo. Hornear hasta que estén dorados los panes.

JALÁ INTEGRAL

Para hacer la jalá con harina integral, reemplazar la mitad de la harina común por la misma cantidad de harina integral.



La mentalidad de la Matzá

Si queremos maximizar nuestra experiencia de Pesaj, debemos conectarnos con el alma de la Matzá, el conocido Pan Ázimo.

Para eso, hay que conocer un poco la historia.

Los Judíos eran esclavos en Egipto. Di-s le dijo a Moisés que era la hora de liberar a los Judíos y luego le presentó el plan del Éxodo:

En la noche del día 15 del mes de Nisan, los Judíos tendrían una comida especial, la ofrenda de Pesaj, Matzá y hierbas amargas.

  1. Más tarde esa noche, Di-s enviaría la plaga final sobre los Egipcios.
  2. Los judíos luego abandonarían Egitpo a las primeras horas de la mañana

A medida que se fueron llevando las cosas, los judíos tuvieron que apurarse para irse, y el pan que estaban preparando para su viaje no tuvo tiempo de leudar, por lo que se transformó en Matzá.

Vemos que los judíos tuvieron dos veces Matzá, la planeada para el menú de la noche, y la segunda que surgió del apuro.

El ego superficial representa la mayor amenaza a nuestra libertad interna. Este sentimiento es representado por el pan leudado.

En cambio la Matzá, representa la humildad: el antídoto para el ego. La Matzá es simple, hecha sólo de harina y agua.

La Matzá también representa la fe, porque esto hace que reconozcamos que no tenemos el control de todo.

Entonces, Di-s le dice a los Judíos que encuentren el significado de la Matzá, para poder dejar su Egipto personal. No era fácil.

Pero lo hicieron, y tuvieron una exitosa comida de Pesaj espiritual.

Esto abrió un segundo nivel de Matzá, una dimensión más profunda.

El primer nivel era la sumisión generada internamente a la Divino, el segundo, generado por lo Divino.

¿Qué harías si Di-s se te revelara? ¿Acaso te quedaría algún interés personal?

La intensidad te sacará todo el ego

Eso es lo que pasó cuando los judíos dejaron Egipto.

Una vez que habían trabajado con ellos mismos para encontrar humildad y fe, Di-s les concedió Divinidad en su lucha contra ego.

En las palabras de la Hagadá: “La masa de nuestros ancestros no tuvo tiempo de leudar (mientras) el Rey del rey de los reyes, el Santo Bendito Sea, se reveló a ellos y los redimió”.

La segunda Matzá no estaba planeada, y no estaba en nuestras manos crearla.

Fue un regalo Divino.

Este año, en el Seder, podemos vivenciar ambos niveles de Matzá, y la preparación comienza de antemano.

Por:  MENDY HERSON

¿Por qué Hamentash?

Este puede ser un caso de identidad equivocada. Los pasteles de Purim originalmente se llamaban mohntashen, que significa “bolsillos de semillas de amapola”. Hoy en día, la mayoría de los hamantashen se rellenan con mermelada, pero la semilla de amapola solía ser el relleno más popular. Fue un breve salto lingüístico de mohntashen a hamantashen, ya que la gente suponía que había una conexión entre la comida que se comía en Purim y el villano de la historia de Purim.

Los judíos siempre pueden encontrar un alimento para contar una historia. La verdadera razón para comer hamantashen es que simbolizan la naturaleza misma del milagro de Purim.

Si lees la historia de Purim, notarás que fue una serie de aparentes coincidencias las que salvaron al pueblo judío de la aniquilación. No hubo milagros abiertos, ni mares divididos, ni plagas, solo algunos giros y vueltas de la historia que, vistos como eventos separados, parecían bastante naturales. Solo al final de la historia se reveló que había ocurrido un milagro.

El exterior del hamantash es masa. El verdadero sabor se esconde en el interior. Más allá del barniz muy común está el corazón del hamantash, rebosante de dulzura.

Nuestras vidas son muy parecidas. A veces parece que estamos siendo empujados y tirados por fuerzas accidentales. Nos suceden cosas que parecen fortuitas y aleatorias; parece que no hay un sistema establecido, ninguna dirección hacia este universo frío y duro.

Esto no es verdad. Hay un sistema. Pero está escondido. Debajo de la superficie hay una mano dulce y un corazón cálido que dirige el universo.

Rara vez llegamos a ver esta mano. Purim es un día en que se reveló, cuando se abrió una grieta en la capa exterior de la naturaleza y vislumbramos lo que hay más allá.

Purim nos recuerda que todas esas coincidencias no son coincidencias, y nada es al azar. Todavía estamos en el medio de nuestra historia, por lo que es difícil ver la imagen completa. Pero al final veremos que todo es un gran hamantash.

Leyes de caridad


Tzedaká (significa literalmente justicia pero se la utiliza para significar caridad), es una característica de la descendencia de nuestro padre Abraham: “Pues bien sé que mandará a sus hijos, y a su casa después de él… y hagan justicia (tzedaká) y derecho” (Génesis 18:19). ·

Es un precepto bíblico dar caridad al pobre.

·Si alguien ve a un pobre solicitando caridad y da vuelta el rostro para otro lado para evitar así dar la limosna, esa persona transgrede el precepto bíblico que dice; “No endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano a tu hermano pobre”(Deuteronomio 15:7).

·Se debe alimentar y vestir a los pobres, tanto a los pobres de Israel como a los gentiles.

·Se exige de cada persona hacer tzedaká de acuerdo a sus medios. Incluso un hombre pobre que recibe tzedaká puede hacer tzedaká, aun si sólo puede ofrecer algo mínimo.

·¿Cuánta tzedaká debe dar una persona? Una cantidad promedio seria la décima parte de lo que una persona gana durante el año.

·Todo aquel que demuestra compasión por otros se le muestra a su vez compasión a él, porque está escrito.

“El Señor te haga gracia y misericordia y te multiplique…” (Deuteronomio 13:18).

Ofrecer dádivas aún a los propios padres, si es que estos necesitan de esa ayuda, es considerado también como una observancia de la mitzvá de tzedaká.

·Está prohibido dejar ir a una persona pobre con las manos vacías y debe dársele por lo menos una pequeña cantidad. Si no se tiene nada para darle, se debe al menos mitigar los sentimientos de la persona pobre con palabras reconfortantes.

·La tzedaká debe darse con alegría y con simpatía. Si uno la da con displicencia y con expresión sombría, aunque se trate de una magnífica suma, pierde el mérito de su propia obra.

·Está prohibido increpar con cólera a un hombre pobre o alzarle la voz, porque su corazón ya está destrozado y su espíritu quebrantado. Hay ocho grados de caridad, cada uno más elevado que el anterior. En orden ascendente son los siguientes:

·El octavo y más bajo grado de caridad es cuando se hace a desgano.

·El séptimo nivel, es cuando se da menos de lo que se puede, pero con alegría.

·El sexto nivel, es cuando se da directamente al pobre cuando aquel lo solicita.

·El quinto nivel, es cuando se da la limosna directamente al pobre sin que éste lo solicite.

·El cuarto nivel, es el de la donación indirecta. El que recibe conoce al donante, pero aquel no conoce la identidad del beneficiado.

·En el tercer nivel, el donante conoce la identidad del que recibe, pero el que recibe no conoce la identidad del donante.

·En el segundo nivel el donante no conoce al que recibe y a su vez, el que recibe no conoce al donante.

·La forma más elevada de caridad es ayudar a mantener a una persona antes de que se empobrezca, ofreciéndole una ayuda sustancial en forma digna, otorgándole un crédito adecuado o ayudándole a encontrar un empleo o establecer un comercio, de manera que no se vea obligado a depender de otros

¿Qué es la Guenizá y qué hacemos con ella?

En el capítulo XII de Devarim, la Torá le ordena a la generación que está por entrar a conquistar la Tierra de Israel la destrucción de las imágenes y monumentos de idolatría que allí encuentren. Culmina diciendo en el versículo IV: “No harás así para con Hashem tu Di-s”. De aquí aprenden nuestros Sabios que está prohibido borrar el nombre sagrado de Hashem. Más aún, ni siquiera podemos dejarlo en un lugar donde pueda arruinarse.

Por ello, todos aquellos escritos que contienen el nombre de Hashem y no tienen más utilidad, no pueden ser descartados ni abandonados. Debemos procurar dejarlos en un lugar protegido para que el nombre de Hashem no sea borrado. Este lugar recibe el nombre de Guenizá.

¿Cómo es la ley respecto a los escritos de Torá (que no contengan el nombre de Hashem) y la de aquellos artículos de Mitzvá, como las correas de los Tefilín y los hilos de los tziztit que fueron utilizados y ahora perdieron su validez?

Para explicar esto debemos previamente analizar los tres tipos de objetos de santidad: 

a) Aquellos que poseen el nombre escrito de Hashem en cualquier idioma que sea (Tanaj, Tefilín, Mezuzá, Sidurím, etc.) 

b) Textos de Torá que no contengan escrito el Nombre de Hashem (Talmud, Shuljan Aruj, las carpetas de estudios de Torá de los chicos, etc.) y 

c) Artículos que fueron utilizados al servicio de la Mitzvá. Este ítem se divide a su vez en dos subcategorías: 1) aquellos objetos que son la Mitzvá misma (las correas y los batim de los Tefilín y los hilos de los Tzitzit) y 2) aquellos objetos con los que se realizó la Mitzvá misma (la tela del Talit, las ramas del techo de la Sucá, las cuatro especies de Sucot, etc.).

Respecto a aquellos objetos que entran en la categoría a) deben ser llevados a una Guenizá para protegerlos de ser destruidos. Por ello, el responsable de la Guenizá deberá guardarlos en una vajilla de cerámica y enterrarlo en un cementerio judío.

Respecto a aquellos objetos que entran en la categoría b) deben ser llevados a una Guenizá para que éstos no resulten despreciados. Por ello, el responsable de la Guenizá deberá enterrarlo en un cementerio judío.

Respecto a aquellos objetos que entran en la categoría c-1) se procede igual que con los de la categoría b).

Respecto a aquellos objetos que entran en la categoría c-2) como fueron utilizados para una Mitzvá no pueden ser despreciados, pero tampoco estamos obligados a protegerlos. La costumbre en la práctica es la de reutilizarlos para el cumplimiento de otra Mitzvá, como por Ej: Las cuatro especies son quemadas en el momento de la quema del jametz en la víspera de Pesaj y los hadasim para olerlos en la havdalá.

por el Rab. Iosef Feigelstock Shlita

Es nuestra tierra


Un una oportunidad, Benjamín Netanyahu dio una entrevista y el periodista preguntó por “la ocupación de Israel de tierras árabes”. Su contestación fue “es nuestra tierra”. El reportero se sintió aturdido ‐ esta información no aparece en los medios de comunicación.

1. La Nación y Jerusalém: Israel se volvió una nación en el año 1312 a.e.c, dos mil años antes del surgimiento del Islam.

2. Refugiados árabes en Israel empezaron a identificarse como parte de un pueblo Palestino en el año 1967, dos décadas después del establecimiento del Estado moderno de Israel.

3. Los judíos han tenido dominio de la tierra de Israel durante mil años desde la conquista judía en el año 1272 a.e.c, con una presencia continua en la tierra durante los últimos 3,300 años.

4. El único dominio árabe desde la conquista en el año 635 e.c no duró más de 22 años.

5. Durante más de 3.300 años, Jerusalém ha sido la capital judía. Jerusalém nunca ha sido la capital de ninguna entidad árabe o musulmana. Incluso cuando los jordanos ocuparon Jerusalém, nunca buscaron hacerla su capital, y los líderes árabes no la vinieron a visitar.

6. Jerusalém se menciona más de 700 veces en el Tanaj, Biblia. Jerusalém no se menciona ni una sola vez en el Corán.

7. El rey David fundó la ciudad de Jerusalem.

8. Los judíos oran mirando a Jerusalem. Los musulmanes oran con sus espaldas hacia Jerusalém.

9. Refugiados árabes y judíos: En 1948 los refugiados árabes fueron animados a dejar Israel por líderes árabes que prometieron limpiar la tierra de los judíos. Sesenta y ocho por ciento abandonó la tierra sin ver a un soldado israelí.

10. Los refugiados judíos fueron obligados a huir de los países árabes debido a la brutalidad, persecución y pogroms que sufrían allí.

11. El número de refugiados árabes que abandonó Israel en 1948 es estimado en 630.000. El número de refugiados judíos de los países árabes estima ser el mismo.

13. El Conflicto árabe‐israelí: los árabes son representados por ocho naciones separadas, que no incluyen a los palestinos.

14. Israel le ha dado la mayoría de la tierra del Banco Oriental y autonomía a la Autoridad Palestina y los ha provisto de armamento.

15. Bajo el dominio de Israel, todos los sitios musulmanes y cristianos han sido conservados y accesibles a las personas de todas las religiones.

16. La ONU se mantuvo en silencio cuando 58 Sinagogas de Jerusalém fueron destruidas por los jordanos y profanaron sistemáticamente el cementerio judío antiguo en el Monte de los Olivos. 17. La ONU se mantuvo en silencio mientras los jor‐danos impidieron por la fuerza un apartheid‐como política de impedir a los judíos visitar el Monte de Templo y el Muro Occidental.

¿Por qué hay tantas estrellas y galaxias?


El Talmud explica que originalmente el sol y la luna eran grandes, pero la luna se quejó: ¡Amo del Universo!

¿Pueden dos reyes llevar la misma corona? Di‐s le dijo a ella: “Ve a disminuir”.

Para apaciguar a la luna después de su disminución, Di‐s aumentó las estrellas que sirven como séquito de la luna. Cuando sale la luna, la acompañan, y cuando se pone, ellas se ponen.

Nuestros Sabios enseñan que no hay ni una sola brizna de hierba que no tenga un “mazal” en el cielo que le diga que crezca. “Mazal” se refiere a la jerarquía de fuerzas espirituales que canalizan la fuerza creativa de Di‐s en el mundo.

Podemos entender el concepto de mazal así: Di‐s deseaba crear un mundo físico en el que la Divinidad no se revela abiertamente, en el que los seres humanos tienen el poder de elegir libremente, en el que elegimos la Divinidad no porque seamos dominados por su gran luz, sino porque deseamos hacerlo.

Para lograr esto, Di‐s ocultó Su poder creativo dentro del mundo. Por lo tanto, cuando llega el momento de que una pequeña brizna de hierba, por ejemplo, reciba su “alimento” espiritual, la fuerza de vida Divina que la sostiene, Di‐s canaliza su fuerza de vida a través de toda una jerarquía de seres con una constante disminución, algo así como un sistema de tuberías de un depósito de agua que transportan energía Divina.

Los “tubos” no tienen libre albedrío, y no tienen más remedio que cumplir su propósito de canalizar la energía.

La fuerza creativa se filtra a través de una jerarquía de ángeles hasta los ángeles inferiores a cargo de cada estrella y constelación.

Luego se filtra al mundo físico a través de la fuerza de sustento espiritual de cada estrella (también conocida como el “alma” de la estrella). Para cuando finalmente llega a la brizna de hierba, la luz Divina está completamente oculta.

Cada estrella tiene su propio nombre único con el que Di‐s la llama. El nombre de la estrella corresponde a la fuerza vital Divina única que se canaliza a través de la estrella hacia este mundo físico.

Quizás sea por eso que existen innumerables estrellas en nuestro universo.

Escuchar con autenticidad

La parte más importante de la comunicación es ser un buen oyente; practicar lo que se llama “Escuchar con autenticidad” 

El escuchar con autenticidad incluye tres pasos básicos, que deben seguirse uno tras el otros; no puedes saltar al paso siguiente hasta que no hayas completado el paso anterior. Los tres pasos son: 

a) Escuchar con atención lo que la otra persona está diciendo sin interrumpirlo. 

b) Demostrar tu entendimiento y simpatía por lo que el otro está diciendo 

c) Corroborar con tu compañero para que confirme que lo has entendido correctamente. 

El arte de escuchar debe ser genuino. Contacto visual, respuesta por parte del otro, y reconocimiento, son aspectos esenciales, pero no funcionan si se usan como trucos para pretender que estás escuchando cuando en verdad no puedes esperar a que tu compañero pare de hablar para que tú puedas decir lo que quieres decir. Escuchar con autenticidad ocurre cuando estamos honestamente preparados para poner de lado nuestras propias historias y enfocarnos completamente en entender la historia de la otra persona. Si se usan los métodos correctos sin las intenciones correctas, no se le dará a entender al otro que él es lo suficientemente meritorio en tus ojos para ser escuchado y entendido. 

Escuchar con autenticidad también significa estar preparado para no juzgar al otro por tener ciertos sentimientos. Frases como “; ¿Por qué estás tan enojado? “, o ¿Por qué te molestas por tan poca cosa?”, transmiten el mensaje que la otra persona es tonta por tener dichos sentimientos. Esto le dará al otro otra razón para estar enojado contigo. 

Por Yaakov Lieder 

Respuestas como: “Veo que estás enojado por lo sucedido”, o “No me di cuenta qué tan herido estás”, o “Si estuviera en tu lugar, probablemente me sentiría igual”, transmiten a la persona el mensaje que él tiene derecho a sentirse como se siente. Más allá que tú estés o no de acuerdo con dichos sentimientos, es importante que entiendas y aceptes la manera en la que tu compañero se siente. Sólo cuando los sentimientos y pensamientos de tu compañero han sido reconocidos la conversación puede progresar y así tú puedes 

expresar tus propios pensamientos y sentimientos y cómo ves la situación, y desde ahí, subir al siguiente nivel que es solucionar el problema. 

No puedes saltarte la parte de “escuchas”, e ir directo a resolver el problema, porque: a) no puedes entender verdaderamente cuál es el problema sin reconocer los sentimientos del otro; b) tu compañero difícilmente estará preparado para hacer el esfuerzo necesario para resolver el problema, con una persona que no le importa escucharlo y simpatizar con sus sentimientos. 

Dile a tu compañero qué tan importante él es para ti, qué tan importante es para ti entender como se siente sobre el problema que ha habido entre ustedes dos, y qué tan importante es para ti resolverlo. Luego escucha, provee un feedback y verifica. Te sorprenderá ver qué fácil se volvió resolver el problema, y cómo tu relación mejorará como resultado. 

Inténtalo, ¡Funciona!

Que preguntas debes hacerte antes de criticar a otra persona

El otro día, mi esposo y yo tuvimos una visita. Era ruidoso y bullicioso, haciendo bromas inapropiadas. Hizo sentir su presencia de manera desagradable.

Aunque trataba de no juzgar, mi impresión de este individuo no fue positiva…

¿Por qué habla de manera tan extravagante? ¿Necesita actuar con tanta audacia? ¿No se da cuenta de que sus comentarios son inapropiados?

Pero varios días después, mi esposo me dijo “¿Sabías que tiene un hijo con necesidades especiales que está gravemente discapacitado y al que cuida?”. Por supuesto, no tenía ni idea.

Comprendí que su manera “bulliciosa” era su forma de afrontar su desafío. Sus bromas y comentarios eran su forma de mantenerse por encima de la oscuridad de su realidad manteniendo una mente positiva y alegre.

De repente, mi perspectiva cambió. En la porción de la Torá, leemos sobre la torre, que fue construida en Babel para rebelarse contra Di‐s. Di‐s descendió para ver la ciudad y la torre que los hijos del hombre habían construido (Gén. 11: 5).

Rashi explica: Obviamente, Di‐s no necesitaba “bajar” para ver su crimen; pero deseaba enseñar a todos los futuros jueces a no juzgar a un acusado hasta que vean [el caso] y lo entiendan.

Como padres, educadores, amigos o colegas, hay ocasiones en las que debemos compartir nuestros comentarios negativos. Pero antes de hacerlo, necesitamos “bajar” de nuestras posiciones condescendientes para ver la realidad del individuo.

Y reconocer que, en raras ocasiones, podemos comprender completamente las circunstancias de la otra persona.

Algunas preguntas que podemos hacernos antes de juzgar o criticar:

¿Qué estoy tratando de lograr con mis palabras?

¿Estoy teniendo un mal día y es esta mi manera de desahogarme?

¿Debería volver a tratar este tema una vez que me sienta más positivo?

¿Quiero algo específico cambiado o mejorado?

¿Mis palabras lograrán eso o solo perturbarán?

¿Tengo una relación cercana para abordar este tema? ¿Entiendo y siento empatía por lo que está pasando esta persona? ¿Puedo reformular mi crítica para que sea una retroalimentación en lugar de una condena? ¿Cómo puedo elaborar una estrategia con esta persona no solo parar centrarme en lo que está mal, sino para acentuar los resultados que nos gustaría ver?

Nuestras palabras y nuestros pensamientos llevan una enorme cantidad de energía; si tenemos algo de previsión, pueden ser muy positivos.

¿Hay algún significado en las cuatro especies, además del tema de la unión?

Sucot es el comienzo de la temporada de lluvias en la región mediterránea. De hecho, las Hoshanot recitadas todos los días de la fiesta son principales ruegos por lluvia abundante, y poco después de Sucot, empezamos a incluir la petición de lluvia en las oraciones de la Amidá. Por lo tanto, tomamos cuatro especies de vegetación, especies que dependen especialmente de la lluvia abundante, y le pedimos a Di-s que nos proporcione un montón de lluvia para el invierno próximo.

Las cuatro especies simbolizan diferentes aspectos de nosotros mismos, que nos purifican mediante el cumplimiento de la mitzvá de las cuatro especies. La forma del Etrog se asemeja al corazón y por lo tanto purificamos el corazón de cualquier pensamiento que pudimos haber tenido durante todo el año. Hojas de mirto se parecen a los ojos, por lo que limpiará a los ojos de las imágenes impuras que hayamos visto. Las hojas de sauce se asemejan a los labios y, por tanto purificamos los labios de cualquier discurso negativo que puedimos haber dicho. El Lulav se asemeja a la columna vertebral y nos recuerda que debemos permanecer firmes y rectos, orgullosos de Servir a nuestro Padre en el Cielo.

El Midrash (Vaikrá 30) dice que cada una de las cuatro especies simboliza a Di-s, y cita cuatro diferentes versículos donde Di-s se describe usando las imágenes de una de las cuatro especies: Pri Etz Hadar/Etrog: “Estás vestido de majestad y belleza (Hadar)”; Lulav/Palmera,” El justo florece como la palmera”; Hadasim/Mirto:” Él está en medio de los arrayanes “; Aravot/Sauce:” ¡Alabado sea Aquel que cabalga en Aravot “.

Por el Rab Yossi Marcus