¿Por qué nos duele?

El ayuno de Tisha Be Av, es el día en que se destruyeron ambos Templos, así como muchos otros eventos trágicos en todo el galut (exilio). Es nuestro día nacional de luto y hacemos una pausa para reflexionar sobre los pogroms, cruzadas, inquisiciones y holocaustos que acosaron a nuestra nación durante los últimos 2,000 años. Pero, se observa en la fecha en que los Templos fueron destruidos, y éstos son el foco principal del luto. Nuestro sufrimiento está íntimamente asociado con la ausencia del Templo.

¿Por qué la obsesión por una antigua estructura de Jerusalem? El Talmud declara: Cuando los judíos entran a sus sinagogas y proclaman: “Que Su gran Nombre sea bendecido”, el Santo, bendito sea Él, asiente y dice: “Afortunado es el rey que es alabado de esta manera en Su hogar. ¿Qué hay para un padre que ha exiliado a su hijo? Y ¡Ay de los hijos que han sido exiliados de la mesa de su padre!

Esta breve declaración captura la esencia misma de galut.

Las relaciones entre padres e hijos comparten las cualidades de todas las relaciones: respeto, amor, cuidado. Mas existe una diferencia esencial. Otras relaciones se basan en los sentimientos mencionados: porque me gustas y me importas, somos amigos. En la relación padre-hijo, lo contrario es cierto; estos sentimientos se basan en la relación: porque soy tu padre / hijo, te amo.

La relación padre-hijo posee dos aspectos; su esencia y sus manifestaciones. Su núcleo es la relación esencial que es inmutable y que no está sujeta a fluctuaciones. Un padre siempre será un padre y el hijo de uno sigue siendo el hijo de uno. En una relación saludable entre padres e hijos, esta conexión central del alma se expresa en forma de amor, cuidado y respeto mutuo.

Di-s es nuestro padre, y nosotros sus hijos. Y durante el galut constituimos una familia disfuncional. Fuimos expulsados ​​de la Casa de nuestro Padre. Nuestra relación se ha reducido a su núcleo. Todas las huellas perceptibles han desaparecido. No sentimos ni vemos el amor de Di-s por nosotros, y no nos sentimos como sus hijos. Estudiamos Su Torá y seguimos Sus mandamientos, y se nos dice que al hacerlo nos conectamos con Él, pero no sentimos que estemos en una relación.

Así no debería ser la relación, y no siempre fue así. Hubo un tiempo en el que fuimos mimados por nuestro Padre. Su amor se manifestó en milagros, profetas, abundantes bendiciones y una tierra que fluye con leche y miel. Y en el punto crucial de nuestra relación estaba el Templo Sagrado, la casa de  Di-s donde Él literalmente habitaba entre Su pueblo, Su presencia era tangible. Tres veces al año los judíos visitaban la casa de Di-s y sentían Su presencia. Luego regresaban a casa vigorizados por la experiencia, sus corazones y almas ardían con amor por Di-s.

El sufrimiento que ha sido nuestro destino desde el día en que se destruyó el Templo es el resultado de nuestro estado de exilio. Cuando el hijo del rey reside en el palacio, y el amor del rey por el príncipe se manifiesta, el niño está aislado de todos sus enemigos. Pero cuando el niño es expulsado, los enemigos saltan.

Por eso lamentamos la destrucción de los Templos.

Y creemos con perfecta fe que el día está cerca, cuando regresaremos a la Casa de nuestro Padre y una vez más seremos abrazados por su amor.

¿Qué es Meguilat Eijá?

En ocasión del ayuno de Tishá Beav se lee Meguilat Eija “Libro de Lamentaciones”, ya que en esa fecha se conmemora el aniversario de la destrucción del Primer y Segundo Gran Templo de Jerusalém. 

“Lamentaciones” es uno de los cinco rollos o meguilot – Rut; Cantar de los Cantares; Eclesiastés; y Ester son las otras cuatro -que forman parte de los Hagiógrafos. Los rollos constituyen una sola entidad, aun cuando son diferentes no sólo en términos cronológicos, sino también en estilo y contenido.

De acuerdo a la Halajá o Ley judía sólo es un Precepto-mitzvá- la lectura pública de la “Meguilá de Ester” en Purim y la recitación de “Eija” -Lamentaciones en Tishá Be Av.

De acuerdo a la tradición, el autor del “Libro de Lamentaciones” fue el Profeta Jeremías (en hebreo Irmiahu) quien presenció la destrucción del Primer Gran Templo de Jerusalem y plasmó los nefastos acontecimientos junto con el impacto emocional que produjo esta tragedia nacional. Se trata del lamento de todo un pueblo, en el cual el desastre de lo individual es tan solo un ejemplo personal de la catástrofe nacional.

A pesar de la amargura expresada en las lamentaciones, no existe nada que aluda al deseo de anular el nexo con Di-s o producir una ruptura permanente.

El amor permanece intacto. En una perspectiva amplia hay también señales de esperanza pues se tiene la certeza de que es un ocultamiento temporal de la Divinidad y que al final el amor triunfará.

Tres de los cinco capítulos del Libro, comienzan con la palabra Eijá (¿cómo?) y por tanto se entiende que el libro reciba este nombre, no sólo por que ésta es la palabra inicial; sino porque es la palabra clave en toda la obra.

Hay tristeza, llanto y quejas en la Meguilá, pero además de todo eso, hay profundas interrogantes, sobre cómo es posible que ocurran cosas de la magnitud de esa destrucción. 

Son preguntas dolorosas a las cuales no se da respuesta en el libro, pero que provocan una genuina búsqueda para comprender y clarificar la razón de los horrores, comprender su significado y procurar un camino de solución.

La Divina Providencia se siente fuertemente en cada uno de los versículos, aun cuando en algunos no se menciona en forma expresa a Di-s pero siempre con la certeza de que mientras exista el poder Divino, siempre hay una oportunidad para la construcción, siempre habrá esperanza.

El estilo de las lamentaciones está entretejido con la fe en Di-s y en la justicia de sus decretos, con un nexo profundo en su faceta de padre misericordioso que no permitirá que el mal reine por siempre.

9 de Av

Horarios de ayuno para Buenos Aires

Comienza lunes 12 agosto | 18:22  h

Finaliza martes 13 agosto | 18:49 h

 

Horarios para otras ciudades

El pueblo se sublevó contra Moisés y Aharón, cuando los espías volvieron de la Tierra de Canaán con su informe altamente negativo.

Era la noche del 9 de Av cuando los judíos lloraron en vano y desde ese momento, ese día fue decretado como un día de permanente llanto, para las generaciones venideras.

A lo largo de nuestra historia, este día de Av, han sucedido trágicos acontecimientos para el pueblo judío. 

A continuación una breve referencia de los mismos.

Iaakov luchó contra el ángel de Esav (Génesis 32:25–30) y venció recibiendo desde entonces el nombre de Israel, que significa: “Luchaste con ángeles y hombres, y venciste”

  • El pueblo se sublevó contra Moisés y Aharón, cuando los espías volvieron de la Tierra de Canaán con su informe altamente negativo. 
  • Era la noche del 9 de Av cuando los judíos lloraron en vano y desde ese momento ese día fue decretado como un día de permanente llanto, para las generaciones venideras.

Di-s decretó que la generación del desierto, a raíz de su falta de fe, no entraría a la tierra de Israel, y habrían de morir en el desierto durante cuarenta años. (Números 14:33-34).

  • Fue destruido el Primer Beit Hamikdash, Gran Templo de Jerusalem, en el año 3338 (422 antes de la e.c.).

  • Fue destruido el Segundo Beit Hamikdash, en el año 3828 (68).

  • Fue destruida la Ciudad de Betar, tras la derrota de la rebelión de Bar Kojba.

  • La ciudad de Jerusalem fue arada por el invasor romano, para asegurarse de que nunca más pudiera ser reconstruida.

  • En el año 5222 (1462) fueron expulsados los judíos de España.

  • En el año 5050 (1290) fueron expulsados los judíos de Bretaña.

El 10 de Av…

…del año 5266 (1506) fueron expulsados los judíos de Provenza.

…del año 5266 (1506) fueron expulsados los judíos de Francia.

…del año 5754 (1994) tuvo lugar el atentado en el edificio de la AMIA. 

…del año 2005, 8600 judíos, habitantes de Gush Katif – una región al sur de la Franja de Gaza, fueron expulsados de sus hogares y las tierras fueron entregadas a los Palestinos.

Podemos agregar que en agosto de 2004, el gabinete israelí aprobó que Israel evacúe la Franja de Gaza y no desplegará militares en la zona limítrofe entre la Franja de Gaza y Egipto. 

Evacuaron asentamientos en el norte de Samaria y todas las instalaciones militares en dicha zona, con el objetivo de permitir la contigüidad territorial a los palestinos de la zona. Entre otras disposiciones. (Tratado gush katif)

La víspera del 9 de Av

Hacia el final del día, se debe comer la comida final, Seudat Hamafseket.

En esta comida, no se debe incluir dos tipos de alimentos cocidos aunque que sean de la misma variedad, por ejemplo: dos clases de fideos. Aunque el alimento sea generalmente comido crudo.

  • La costumbre es comer un huevo hervido o lentejas en la comida final en demostración del luto. Uno no debe comer otro alimento cocido y puede saciar su hambre con pan, productos lácteos, o fruta. 

Es costumbre comer la comida final sentado en el piso o en un taburete bajo. Según la Cabala es correcto colocar una estera o un paño para no sentarse directamente en el piso. No es necesario quitarse los zapatos antes de comer.

Después de la comida final, si todavía no se puso el sol, se puede continuar comiendo, con la condición que no haya aceptado el ayuno sobre si. Sin embargo, si decidió no comer más porque estaba lleno, se puede comer nuevamente puesto que no se había propuesto aceptar el ayuno todavía. Es apropiado declarar o pensar específicamente, aquél no ha aceptado el ayuno hasta puesta del sol.

  • El estudio de Torá esta prohibido en Tisha BeAv, como dice el versículo (Salmos 19:9): Los estatutos de Di-s son correctos, regocijan el corazón, y quién está de luto no debe regocijarse. Es costumbre refrenarse de estudiar Torá desde el mediodía de la víspera del 9 de Av. Hay quienes acostumbran a comer una comida completa, sin carne o vino, temprano por la tarde [antes de la comida final] para preparase para el ayuno. Esta costumbre también sirve como conmemoración del carácter festivo de la víspera Tisha Beav y de 9 de Av, mismo durante el período del Segundo Beit Hamikdash. Durante este período, los cuatro días de ayuno que conmemoran la destrucción del primer Beit Hamikdash eran celebrados como días de fiesta, y la gente comía, bebía, y se regocijaba incluso en 9 BeAv. A pesar de que actualmente no somos merecedores del consuelo de la reconstrucción del Beit Hamikdash, esta comida demuestra nuestra fe y anticipación en la redención.
  • Los rezos de la tarde son recitados más temprano, para dar tiempo para la comida final, y Tajanun (Confesión) se omite ya que el versículo (Lamentaciones 1:15) refiere a 9 de Av como día de fiesta.
  • En la víspera de 9 de Av no se deben hacer paseos para no llegar a la risa y a la frivolidad.

Las leyes del 9 de Av

Hay cinco cosas prohibidas en Tisha BeAv:

  • 1-Comer y beber.
  • 2-Lavarse.
  • 3-Untarse cremas o aceites.
  • 4-Usar calzado de cuero.
  • 5-Mantener relaciones conyugales.

No hay diferencia entre la noche y el día.

Se puede comer hasta la puesta del sol en la víspera del 9 de Av; el crepúsculo se considera noche y se prohíbe.

Todos deben ayunar en Tisha BeAv, incluyendo mujeres embarazadas y madres que deben amamantar. Quién esta enfermo, sin embargo, puede comer aunque su enfermedad no ponga en riesgo su vida.

Sin embargo, una persona enferma debe refrenarse de comer delicias y debe comer solamente lo absolutamente necesario para su bienestar físico.

Si Tisha BeAv cae domingo y una persona enferma necesita comer durante el ayuno, debe recitar Havdalá antes de comer [Ya que Havdalá no fue recitado la noche anterior debido a Tisha BeAv].

  • Uno puede no enjuagar su boca en Tisha BeAv hasta el final del ayuno.

  • Lavarse por placer esta prohibido tanto con agua caliente o fría. Sin embargo, si sus manos están sucias, puede lavarlas. Puede lavarse las manos sobre al levantarse por la mañana como se hace a diario, así como después de usar el baño. Sin embargo, no puede lavarse la mano entera sino solamente los dedos. Mientras los dedos siguen húmedos, se puede limpiar los ojos con ellos. Si los ojos siguen sucios, puede enjuagarlos como lo hace normalmente.

  • Al cocinar y en la preparación del alimento, se puede lavar el alimento ya que la intención no es lavarse las manos.

  • La prohibición de usar zapatos se aplica a los de cuero. Los zapatos hechos de tela o caucho pueden ser utilizados. Sin embargo, si están recubiertos por cuero o si tienen suela de cuero, no pueden ser usados. Si uno está caminando en un área de espinas o en un área poblada de gentiles [donde su aspecto sería puesto en ridículo], se puede usar zapatos regulares en ese lugar.

  • Esta permitido bañar a un bebé y aplicar aceites o cremas a su piel como lo hace una normalmente.

Todas las prohibiciones mencionadas son aplicables desde la puesta del sol de la víspera de Tisha BeAv hasta el final del ayuno.

Según lo mencionado anteriormente, el estudio de Torá se prohíbe en Tisha BeAv ya que el estudio de Torá trae alegría a la persona. Sin embargo, se permite estudiar el III capítulo del tratado talmúdico Moed Katan que trata sobre las leyes del luto y del excomunicación.

Cuando cae la noche, antes de romper el ayuno, se debe realizar Netilat Iadaim (lavado de manos), esta vez cubriendo toda la mano con agua, pero sin recitar la bendición. También es costumbre realizar Kidush Levana en este momento, celebrando el renacimiento de la luna y nuestro esperado renacimiento nacional. El Templo fue incendiado en la tarde del 9 de Av, y ardió hasta el 10. Por lo tanto, las restricciones de los Nueve Días (como no comer carne, nadar o lavar la ropa) se extienden hasta el mediodía del 10 de Av.

Incluso cuando estamos de duelo, hay un elemento de alegría y consuelo.

De hecho, la lectura de Eijá concluye con el versículo: “Restituyenos a Ti, oh Señor, y seremos restaurados; renueva nuestros días como al principio”. También existe la costumbre entre muchos de utilizar libritos de Kinot encuadernados en papel, con la esperanza de que no los necesiten el año que viene. No es casualidad que las Escrituras se refieran a este día como un moed, una festividad, y que hoy no se diga Tajanún (oración de arrepentimiento).

Que pronto llegue el momento en que miremos hacia atrás con la claridad de la retrospectiva para ver cómo todo nuestro sufrimiento no fue más que un preludio de la felicidad y la bondad, con la llegada del Mashíaj.

¡Amén!

 

Fuente

¿Por que nos lamentamos?

El ayuno de Tisha BeAv, la fecha más triste del calendario Judío, es el día en el que vimos la destrucción de los dos Templos Sagrados, así como muchos eventos trágicos sucedidos en el correr del exilio de nuestra nación.

Se va creando cuidadosamente un estado de ánimo triste. Leemos el Libro de Lamentaciones de Jeremías y una gran colección de elegías que describen todas las tragedias, y durante el día, seguimos varias prácticas de lamentación.

Tisha BeAv es nuestro día nacional de lamentación cuando nos ponemos a reflexionar sobre todos los pogroms, las cruzadas, inquisiciones y holocaustos que han perseguido a nuestra nación durante los últimos 2000 años.

Sin embargo, son específicamente observados en la fecha en la que los Templos fueron destruidos, y los Templos son el principal enfoque de la lamentación del día. Está claro que nuestro sufrimiento está íntimamente asociado con la ausencia de los Templos. ¿Cuál es la conexión? ¿Y por qué tanta obsesión sobre una estructura antigua de Jerusalem? ¿Acaso la falta del Templo Sagrado nos deja sintiendo un agujero en nuestras vidas? El Talmud declara (BrAJoT 3a): Cuando los Judíos entran a las casas de estudio y a las plegarias y proclaman: “Que Su gran nombre sea bendecido”, el Santo Bendito Sea asiste y dice, “Afortunado es el rey que es alabado en su casa. ¿Qué le queda a un padre cuando tiene un hijo exiliado? ¡Y Ay de los hijos que han sido exiliados de la mesa de su padre!” Esta corta frase captura la propia esencia del Galut- exilio.

La relación entre padre e hijo comparte muchas cualidades que simbolizan todas las relaciones, aunque quizá en un nivel más grande: respeto, amor, cuidado, etc. No obstante, existe una diferencia esencial.

Las otras relaciones se basan en estos sentimientos arriba mencionados: porque Te quiero, te cuido, por eso, somos amigos.

En una relación de padre-hijo, lo contrario es cierto; estos sentimientos se basan en la relación: siendo que Yo soy tu padre/hijo, te quiero. Por eso, la relación padre-hijo posee dos aspectos; su esencia y sus manifestaciones.

Su centro es la relación esencial que es inmutable y no sujeta a cambios. No importa qué suceda, un padre siempre es un padre, y un hijo siempre es un hijo. En una relación padre-hijo normal y sana, este conexión del alma se expresa en la forma de amor, cuidado y respeto mutuo.

Di-s es nuestro padre, y nosotros somos Sus hijos. Y durante el Galut (exilio), constituimos una familia disfuncional. Nos han echado de la casa de nuestro Padre. Todos los rasgos perceptivos de la relación, han desaparecido. No vemos ni sentimos el amor de Di-s hacia nosotros, y no sentimos que somos Sus hijos.

Estudiamos Su Torá, y cumplimos con Sus mandamientos, y se nos dice que al hacerlo nos estamos conectando en Él, pero no sentimos que tenemos una relación. Ésta, ciertamente, no es la manera en la que debería ser la relación, y no siempre fue así el caso. Hubo un tiempo en el que estábamos mimados por el abrazo de nuestro Padre. Su amor por nosotros se manifestaba en varias formas: a través de milagros, profetas, abundantes bendiciones y una tierra que manaba leche y miel. Y en el centro de nuestra relación estaba el Templo Sagrado, la casa de Di-s en donde Él, literalmente moraba entre Su pueblo, en donde Su presencia era tangible.

Tres veces anuales, los judíos visitaban la casa de Di-s y sentían Su presencia, sentían su relación. Luego volvían a su casa vigorizados por la experiencia, con sus corazones y almas ardiendo de amor por Di-s.

Todo el sufrimiento que ha sido nuestro lote desde el día en el que el Templo fue destruido, es un resultado de nuestro estado de exilio. Cuando el hijo del rey vive en el palacio, cuando el amor del rey por el príncipe es evidente al público, el hijo entonces queda aislado frente a los designios de sus enemigos.

Pero cuando el hijo es echado, los enemigos atacan súbitamente. Es por eso que nos lamentamos por la destrucción de los Templos.

Y creemos con fe completa que el día en el que volveremos a la casa de nuestro Padre está cerca, y que una vez más nos embriagaremos con Su amor.

* Por Naftali Silberberg

La comida previa al ayuno de Tisha Be Av

El ayuno de Tisha Be Av – este año el 26 y 27 de julio de 2023-, comienza al atardecer de la víspera. Conocé algunas costumbres relacionadas con este día.

Hacia el final del día anterior a Tishá Be Av, antes de la puesta del sol, se debe comer la seudat hamafseket (la última comida previa al ayuno). En ésta no se deben ingerir dos clases diferentes de comida (cocinadas) aunque sean de la misma variedad —por ejemplo, dos tipos de fideos—, aun si generalmente uno de los alimentos se come crudo.

Algunos acostumbran en esta seudá a comer un huevo hervido o lentejas como símbolo de duelo. En este caso no se podrá comer ninguna otra comida cocinada y la persona deberá saciar su hambre con pan, productos lácteos o frutas. También hay quienes acostumbran a esparcir cenizas sobre el pan o el huevo y luego comerlo.

Es costumbre comer la seudat hamafseket sentado en el suelo o sobre una banqueta baja (de menos de 24 cm. de altura). Algunos opinan, según la Cabalá, que se debe colocar un felpudo, una alfombra o cualquier otro elemento debajo de uno para no sentarse directamente sobre el piso. También cabe destacar que no es necesario quitarse los zapatos de cuero antes de esta comida.

Luego de seudat hamafseket, si aún no se puso el sol, se puede continuar comiendo —siempre que no se haya pensado o expresado verbalmente asumir el ayuno desde ese momento—. Si la persona no tenía intenciones de volver a comer porque estaba satisfecha, ello no se considera una aceptación del ayuno, y si vuelve a sentir hambre puede comer hasta la puesta del sol. Es conveniente declarar o pensar explícitamente que uno no acepta el ayuno sobre sí sino a partir de la puesta del sol.

En Tishá beAv está prohibido estudiar Torá, pues el versículo (Salmos 19:9) expresa: Los preceptos de Di-s son rectos, alegran el corazón, y aquel que está de duelo —como todos nosotros en este día— tiene prohibido alegrarse. La costumbre es abstenerse de estudiar Torá desde el mediodía de la víspera de Tishá Be Av. Sin embargo, existen temas de la Torá que sí se pueden estudiar, como explicaremos más adelante.

Algunos acostumbran a comer una comida completa —sin carne ni vino— al mediodía de la víspera de Tishá Be Av, horas antes de la seudat hamafseket, para soportar mejor el ayuno —al igual que se hace en la víspera de Iom Kipur—.

Esta costumbre conmemora también el carácter festivo que estos días —la víspera de Tishá Be Av y Tishá Be Av— tenían durante el período del segundo Beit HaMikdash. En esa época, los cuatro días de ayuno que conmemoran la destrucción del primer Beit HaMikdash eran celebrados como festividades, con comida y bebida en medio de una gran alegría. Sin embargo, nosotros, que aún no tuvimos el privilegio de ser consolados, conmemoramos esta celebración en recordación de lo que fue, y de lo que volverá a ser en el futuro, cuando se reconstruya el Beit HaMikdash y retornemos de la diáspora, sea pronto en nuestros días. Esta costumbre expresa nuestra fe y confianza absoluta en Di-s, y nuestra esperanza de ser redimidos con la venida del Mashíaj.

Durante esta seudá (comida) se pueden comer todas las frutas o vegetales frescos que uno desee, aunque algunos son más estrictos y no comen ensalada de vegetales como guarnición. Luego se puede beber té o café.

Cualquier comida que conste de dos clases de alimentos que generalmente se cocinan juntos en un mismo recipiente se considera un solo plato, y no dos. Sin embargo, los piadosos comen (en la seudat hamafseket) sólo un trozo de pan seco con sal y un vaso de agua. El Talmud (Taanit 30a) señala:

Esta era la costumbre del Rabí Iehudá bar Ilaí: En la víspera de Tishá be Av le traían un pedazo de pan seco salado y él se sentaba cerca del horno [el lugar más desagradable de la casa (Rashi)] y lo comía junto con un vaso de agua, como aquel cuyo pariente yace muerto delante de él.

Extractado de “Nosotros en el Tiempo” de editorial Kehot

Costumbres para los 9 días de Av

Cuando comienza el mes de Av, hasta el día 9,  limitamos aún más nuestro regocijo al grado de evitar incluso cualquier situación que pueda llevar a alegrarnos. No plantamos árboles para dar sombra o para embellecer y dar aroma, ni emprendemos ningún proyecto de construcción o de refacción en la casa por mero lujo, como ser redecorar o pintar nuestros hogares. Sin embargo, si alguien no tiene dónde vivir, puede construir una casa durante este período.

En muchas comunidades es costumbre realizar un sium (culminación del estudio de un tratado talmúdico) cada día del mes de Av, desde Rosh Jodesh hasta Tishá beAv inclusive.

La fuente de esta costumbre surge de una interpretación original de la frase de nuestros Sabios: “Desde que ingresa [al mes de] Av, se disminuye la alegría”.

La interpretación es la siguiente: “Desde que ingresa Av, se disminuye” la tristeza del exilio diaspórico.

¿De qué manera se logra esto? Mediante “la alegría”. Y como la única alegría permitida es la que genera el estudio de la Torá (Los preceptos de Di-s son rectos, alegran el corazón — Salmos 19:9), se realiza un sium cada día. No obstante, no se comen alimentos cárneos tras éste, cómo suele hacerse en un sium en el resto del año.

*Está prohibido comprar, coser, y tejer prendas nuevas, incluso si la intención es estrenarlas luego de Tishá beAv.

Tampoco se puede comprar una prenda usada si es que ésta le agrada a la persona por su belleza. Sin embargo, debe observarse, estas restricciones atañen sólo a situaciones donde no se encuentra involucrada la realización de una mitzvá. Pero si el fin es el de cumplir una mitzvá —por ejemplo, comprar el ajuar para el novio y la novia, o construir una casa para ellos—, está permitido. Si existen razones para sospechar que después de Tishá beAv aumentarán los precios de las prendas, se puede comprar la ropa que se desee, pero no se ha de usarla hasta después de Tishá beAv.

*Desde Rosh Jodesh Av —y según la costumbre sefaradí, en la semana en que acaece Tishá beAv— no se debe lavar ropa, aunque no vaya a ser utilizada hasta después de Tishá beAv.

Sin embargo, si la persona tiene un único conjunto de ropa, puede lavarlo hasta comenzar la semana en la cual acaece Tishá beAv. Alguien que transpira mucho y necesita cambiar su camisa con suma frecuencia debe preparar de antemano —antes de Rosh Jodesh Av— varias camisas, y vestir por un rato cada una de ellas [o bien, usarlas en Shabat]. Sólo así podrá usarlas durante los “nueve días”.

*Además de la prohibición de cortarse el cabello, los adultos también tienen prohibido cortar el cabello de sus niños a partir del 17 de Tamuz, y lavar sus prendas desde Rosh Jodesh Av. Sin embargo, la ropa de niños pequeños puede ser lavada y planchada —incluso durante la semana en que acaece Tishá beAv—. De ser posible, no hay que lavar grandes cantidades de ropa ni hacerlo en forma pública.

*Está prohibido lucir zapatos nuevos a partir de Rosh Jodesh Av. Sin embargo, si fueron comprados especialmente para usar en Tishá beAv —por ejemplo, calzado confeccionado con lona o goma— pueden lucirse aunque sean nuevos. No obstante, es preferible estrenarlos en Iom Kipur y no en Tishá beAv.

*Desde Rosh Jodesh Av [según algunas opiniones, incluyendo ese día] hasta después de Tishá beAv, está prohibido comer carne y beber vino [a excepción de Shabat], pues durante este período se interrumpieron los sacrificios animales y las libaciones de vino en el Beit HaMikdash. Por costumbre esta prohibición se extendió para incluir también toda comida a base de carne. Sin embargo, está permitido comer alimentos parve que fueron preparados en un recipiente utilizado generalmente para preparar carne. La costumbre sefardí es observar todas estas restricciones sólo en la semana misma en que acaece Tishá beAv.

*Algunos son estrictos y se abstienen de beber el vino usado para el recitado de la Havdalá y el Birkat HaMazón. En su lugar, dan de beber el vino a un niño que aún no comprende el significado del duelo por Jerusalén, pero que ya es lo suficientemente grande como para ser entrenado en la práctica de mitzvot. Si no hay ningún niño presente, la persona misma que recita la Havdalá debe beber el vino, pero en el caso del Birkat HaMazón debe recitarlo sin vino.

*Desde Rosh Jodesh Av (según la costumbre sefardí, en la semana en que acaece Tishá beAv) no se puede lavar el cuerpo entero, aun con agua fría. Asimismo, está prohibido bañarse en una piscina, en un río, o en el mar. Sin embargo, si Rosh Jodesh Av acaece un viernes, la persona puede bañarse con agua caliente en honor a Shabat, siempre que ésta sea su costumbre cada viernes. La prohibición anterior se refiere específicamente al baño por placer. Aquel que debe bañarse por motivos de salud —por ejemplo, si los médicos le ordenaron bañarse cada día con agua caliente—, o un trabajador que se ensució como consecuencia de su trabajo, pueden bañarse durante este período.

Extraído de “Nosotros en el Tiempo” de editorial Kehot.

Las 3 semanas de duelo.

Determinación para reconstruir.

Además de las reglas y restricciones “técnicas” durante este período de 3 semanas, dedicamos más tiempo a contemplar el estado menos que perfecto en el que se encuentra el mundo ahora y lo que podemos hacer para mejorarlo aumentando las obras de bondad.

El Rebe instó a que las Tres Semanas deberían ser un tiempo de mayor estudio de la Torá y de dar caridad, de acuerdo con el versículo “Tzión será redimida por la ley, y sus repatriados por la caridad”.

Particularmente, el Rebe solicitó una y otra vez el estudio de aquellas porciones de la Torá que tratan sobre la construcción del Templo Sagrado.

Las Tres Semanas deben ser un tiempo de mayor estudio de la Torá y actos caritativos.

¿Por qué estas leyes? El Rebe basó su pedido en un diálogo, citado en el Midrash, que ocurrió después de que Di‐s le dijo al Profeta Ezequiel que instruyera al pueblo judío entonces exiliado sobre las medidas y el diseño de tercer Templo Sagrado:

“Señor del mundo”, respondió Ezequiel,

“¿por qué me dices que vaya y le diga a Israel la forma de la Casa; ahora están en el exilio en la tierra de nuestros enemigos, ¿hay algo que puedan hacer al respecto? será hasta que regresen del destierro, entonces iré y les in‐ formaré”.

Di‐s respondió: “¿Debería ignorarse la construcción de Mi Casa porque Mis hijos están en el exilio?

El estudio del diseño del Templo Sagrado como se detalla en la Torá puede equipararse a su construcción real. Ve y diles que estudien la forma del Templo Sagrado.

Como recompensa por su estudio y su ocupación con él, lo consideraré como si realmente construyeron el Templo Sagrado”.

¡Es nuestra generación en particular, que se encuentra en el umbral de la Redención, la que debe estudiar estas leyes
con la conciencia de que estas leyes serán muy prácticas en el futuro inminente.

La destrucción del Primer Templo Sagrado

El Primer Templo Sagrado

En el Monte del Templo de Jerusalém se alzaban sucesivamente dos Templos .

El Primer Templo fue construido por el Rey Salomón , basándose en planos detallados que Di-s había entregado a su padre, el Rey David , a través del profeta Natán . El Rey David había querido construirlo él mismo, pero le dijeron que su hijo sería quien lo haría.

En el cuarto año de su reinado, 833 a. C., el rey Salomón se encontró en paz con sus vecinos y comenzó la construcción del Templo. El lugar elegido por el rey David fue la cima del monte Moriah, donde Abraham había demostrado una vez su disposición a ofrecer a su amado hijo en obediencia al mandato de Di-s.

Se necesitaron decenas de miles de hombres para realizar las numerosas tareas que exigía la gigantesca empresa. Se enviaron hombres al Líbano para talar cedros. Se cortaron piedras cerca de las canteras y luego se llevaron a Moriah para ensamblarlas. En el valle del Jordán se fundió el bronce. Se trajeron artesanos de Tiro para ayudar a perfeccionar el trabajo. Los barcos zarparon hacia el este y el oeste para traer los materiales más selectos para el adorno de la Casa de Di-s.

La construcción del Templo tardó siete años. En el año doce de su reinado, en el año 827 a. C., el rey Salomón dedicó el Templo y todo su contenido. El Arca de la Alianza fue llevada al Templo en medio de celebraciones inaugurales que duraron siete días.

Durante los siguientes 410 años, el pueblo judío llevó ofrendas diarias a este magnífico edificio, y allí la nación se reunía tres veces al año para “ver y ser visto por el rostro de Di-s”.

El reinado de Salomón fue una época dorada. Su capital se convirtió en el centro de la sabiduría, la riqueza y el esplendor. Tanto los monarcas como la gente común acudían a contemplar todas las maravillas que allí se veían y salían con los ojos abiertos de par en par, asombrados y maravillados. La Tierra de Israel se convirtió en un gran centro de comercio. Los judíos vivían en paz y felicidad, “cada uno bajo su parra y bajo su higuera”.

Al final de su vida, el rey Salomón cometió indiscreciones que no correspondían a su gran estatura. Di-s le dijo que sería castigado. Después de su muerte, el reino se dividiría en dos.

De hecho, tras la muerte de Salomón, las diez tribus del norte se negaron a aceptar a su hijo Roboam como rey. En el año 796 a. C., el país quedó dividido en dos reinos: el reino de Israel, en el norte, y el reino de Judá en el sur.

Los reyes del reino de Israel practicaban la idolatría, pero también lo hacían muchos de los reyes del reino de Judá . Di-s envió profetas repetidamente para amonestar a los judíos, pero ellos se negaron a cambiar su conducta 

Un ejemplo flagrante, en el año 661 a. C., el profeta Zacarías Ben Jehoiada reprendió a la nación por sus pecados, advirtiéndoles de los graves castigos que les sobrevendrían si no cambiaban su conducta. En lugar de aceptar su reprimenda, la nación apedreó a Zacarías hasta matarlo en el patio del Templo. Increíblemente, esto ocurrió en Iom Kipur .

En lugar de permitir que la sangre de Zacarías se asentara en la tierra, Di-s hizo que brotara. El pueblo intentó cubrirla con tierra, pero siguió hirviendo durante los siguientes 252 años, hasta la Destrucción del Templo.

Como resultado de la conducta desobediente y corrupta de los judíos, Dios no les proporcionó a ninguno de los dos reinos la paz y la seguridad que había disfrutado el reino unido bajo el reinado de Salomón

En el año 555 a. C., Samaria, la capital del reino del norte, cayó en manos de los asirios, y el reino de Israel llegó a su fin. Decenas de miles de los conquistados fueron llevados al cautiverio. El reino de Judá sobrevivió milagrosamente a la amenaza asiria y duró otros 150 años. Pero, con el tiempo, caerían víctimas de los babilonios .

El libro de las lamentaciones

A partir del año 463 a. C., Jeremías profetizó sobre la amenaza babilónica y advirtió a los judíos de la terrible devastación que sufrirían si no dejaban de adorar ídolos y de maltratarse unos a otros. Pero sus melancólicas profecías, registradas en el Libro de Jeremías, fueron en gran medida ignoradas por los judíos, quienes se burlaron de él y lo persiguieron.

Jeremías fue encarcelado por el rey Joacim, Di-s le habló entonces a Jeremías: «Toma un rollo y escribe en él todas las palabras que te he hablado acerca de Israel y de Judá… Quizá la casa de Judá oiga todo el mal que pienso hacerles, y se arrepienta cada uno de su mal camino, y yo perdone su iniquidad y su pecado.»

Esta profecía finalmente llegó a ser conocida como el Libro de las Lamentaciones.

Este Libro de Lamentaciones se lee en la sinagoga todos los años en la víspera del nueve de Av .

En el año 434 a. C., el reino de Judá intentó formar una alianza con Egipto. Los judíos pensaron, a pesar de las profecías de Jeremías, que esto los mantendría a salvo. Pero en lugar de eso, el rey de Babilonia, Nabucodonosor , marchó sobre Judá. Saqueó Jerusalém y deportó a decenas de miles de judíos a su capital en Babilonia; todos los deportados pertenecían a las clases altas, los ricos y los artesanos. A la gente común se le permitió quedarse en Judá, y Nabucodonosor nombró a un rey títere sobre Judá, Sedequías.

El 10 de Tevet , 425 a. C., Nabucodonosor comenzó el asedio de Jerusalém.

 
Treinta meses después, en el mes de Tamuz , tras un largo asedio durante el cual el hambre y las epidemias asolaron la ciudad, las murallas de la ciudad fueron derribadas. 

 

El séptimo día del mes de Av , el jefe del ejército de Nabucodonosor, Nebuzaradán, comenzó la destrucción de Jerusalén. Los muros de la ciudad fueron derribados y el palacio real y otras estructuras de la ciudad fueron incendiadas.

El noveno día de Av, hacia la tarde, el Sagrado Templo fue incendiado y destruido. El fuego ardió durante 24 horas.

 

Jeremías también prometió que el pueblo judío regresaría a Jerusalém y reconstruiría el Templo, lo que sucedería setenta años después.

Por esto nuestro corazón se ha desmayado, por estas cosas se han oscurecido nuestros ojos;
por el monte Sión, que está desolado; las zorras rondan por él.
Pero tú, oh Jehová, permaneces para siempre; tu trono perdura por todas las generaciones.
¿Por qué nos olvidas para siempre, nos abandonas tanto tiempo?
¡Restituyenos a ti, oh Jehová, y seremos restaurados! 

Renueva nuestros días como al principio.

 Lamentaciones 5: 17-21

 

Fuente

La destrucción del Segundo Templo Sagrado

Una visión histórica

El Segundo Templo Sagrado estuvo en pie en Jerusalém durante 420 años (349 a. C.-70 d. C.). A diferencia del período del Primer Templo, cuando los judíos eran en su mayor parte autónomos, durante la gran mayoría de la era del Segundo Templo los judíos estuvieron sujetos al dominio extranjero: los persas, los griegos y, finalmente, los romanos.

Se construye el segundo templo


La era del Segundo Templo duró 420 años y finalizó con la destrucción del Templo Sagrado por parte de los romanos en el año 70 d. C. Pero durante gran parte de este período, Judea estuvo bajo dominación extranjera.


El comienzo de la conquista romana


Al permitir que Pompeyo se involucrara en los asuntos internos de Tierra Santa, Hircano y Aristóbulo, sin darse cuenta, entregaron Judea en manos del Imperio Romano…


Herodes el Grande


Los gobernadores romanos permitieron que reinara la anarquía. Las bandas árabes y los oficiales romanos corruptos saquearon y asesinaron. Los antiguos sumos sacerdotes formaron sus propias milicias para controlar el Templo.



Las facciones de la era del Segundo Templo


Si los judíos hubieran estado unidos, habrían merecido la protección de Di-s. Fue el faccionalismo entre los judíos lo que finalmente provocó la destrucción del Segundo Templo.


Rebelión contra Roma


Pero los judíos comenzaron a rebelarse contra los romanos en todo el país. Cada vez más, se unieron al movimiento de los zelotes, que se preparaban abiertamente para la guerra…


La historia de Kamtza y Bar Kamtza


Bar Kamtza se levantó, se sacudió el polvo de la ropa y se dijo: “Como los rabinos estaban presentes en la fiesta y no lo detuvieron, eso demuestra que estaban de acuerdo con él. ¡Los calumniaré ante el Emperador!”


Solicitud del rabino Yochanan ben Zakkai


El rabino Yojanán ben Zakkai previó sabiamente que Jerusalém estaba condenada y comprendió la necesidad de trasplantar el centro de la erudición de la Torá a otro lugar.



La última Pascua


Los extremistas, haciéndose pasar por judíos que venían a ofrecer sacrificios, también entraron. Una vez dentro, sacaron sus espadas y comenzaron a matar tanto a los moderados como a los judíos visitantes…


Batalla


Finalmente, todas las facciones de Jerusalém no tuvieron otra opción que trabajar juntas y luchar contra su enemigo común. Los defensores judíos, superados en número, lucharon con gran coraje.



Inanición


Los mejores amigos se arrebataban la comida unos a otros. 



El diecisiete de Tamuz


Tito vio que los judíos estaban debilitados por el hambre y ordenó a sus soldados que talaran todos los árboles en una franja de veinticinco kilómetros alrededor de Jerusalém para construir una nueva muralla desde la que atacar.



La destrucción del templo


Romanos y judíos se amontonaban y sus cadáveres caían unos sobre otros. El sonido de los gritos llenaba el aire y el suelo del Templo estaba cubierto de cadáveres…


Las secuelas


Las tropas victoriosas marcharon a través del arco con Tito a la cabeza y delante de él los jóvenes y apuestos cautivos, portando los vasos de oro del Templo.