¿Por qué hay tantas estrellas y galaxias?


El Talmud explica que originalmente el sol y la luna eran grandes, pero la luna se quejó: ¡Amo del Universo!

¿Pueden dos reyes llevar la misma corona? Di‐s le dijo a ella: “Ve a disminuir”.

Para apaciguar a la luna después de su disminución, Di‐s aumentó las estrellas que sirven como séquito de la luna. Cuando sale la luna, la acompañan, y cuando se pone, ellas se ponen.

Nuestros Sabios enseñan que no hay ni una sola brizna de hierba que no tenga un “mazal” en el cielo que le diga que crezca. “Mazal” se refiere a la jerarquía de fuerzas espirituales que canalizan la fuerza creativa de Di‐s en el mundo.

Podemos entender el concepto de mazal así: Di‐s deseaba crear un mundo físico en el que la Divinidad no se revela abiertamente, en el que los seres humanos tienen el poder de elegir libremente, en el que elegimos la Divinidad no porque seamos dominados por su gran luz, sino porque deseamos hacerlo.

Para lograr esto, Di‐s ocultó Su poder creativo dentro del mundo. Por lo tanto, cuando llega el momento de que una pequeña brizna de hierba, por ejemplo, reciba su “alimento” espiritual, la fuerza de vida Divina que la sostiene, Di‐s canaliza su fuerza de vida a través de toda una jerarquía de seres con una constante disminución, algo así como un sistema de tuberías de un depósito de agua que transportan energía Divina.

Los “tubos” no tienen libre albedrío, y no tienen más remedio que cumplir su propósito de canalizar la energía.

La fuerza creativa se filtra a través de una jerarquía de ángeles hasta los ángeles inferiores a cargo de cada estrella y constelación.

Luego se filtra al mundo físico a través de la fuerza de sustento espiritual de cada estrella (también conocida como el “alma” de la estrella). Para cuando finalmente llega a la brizna de hierba, la luz Divina está completamente oculta.

Cada estrella tiene su propio nombre único con el que Di‐s la llama. El nombre de la estrella corresponde a la fuerza vital Divina única que se canaliza a través de la estrella hacia este mundo físico.

Quizás sea por eso que existen innumerables estrellas en nuestro universo.