¿Por que las personas en el primer milenio vivían tanto tiempo?

Estimado Rabino:

¿Puede explicar por qué la vida de las primeras generaciones fue muy larga? Según el Génesis, Adám murió a la edad de 930, Noé tenía casi 500 cuando comenzó a construir el arca. Y Matusalén vivió un récord mundial de 969 años. ¿Y qué pasó?¿Por qué no se vive tanto tiempo ahora?

RESPUESTA:

La longevidad de nuestros patriarcas plantea varias cuestiones.

¿Qué se siente al llegar a los 900? ¿Cuándo tienen su crisis de mediana edad?

¿Los centenarios hacían travesuras de adolescentes? ¿Los padres decían a sus hijos: “¡Deja de actuar como uno de cuarenta!”?

En cualquier caso, las primeras generaciones de la humanidad vivieron una vida extremadamente larga, y después del diluvio de Noé se observa una reducción dramática en el promedio de vida – la gente empieza a vivir tanto como lo hacemos hoy. Sabemos que cada alma que viene a este mundo llega con una serie de misiones que cumplir. A la persona que aloja el alma se le da una vida útil que es el tiempo suficiente para completar estas misiones.

La principal diferencia entre las generaciones anteriores y posteriores es que en las primeras generaciones de la humanidad había grandes almas, que todo lo abarcan.

La gente en las generaciones posteriores tenía sólo fragmentos de esas almas originales. Esas almas se rompieron y se comparten entre varias personas. Las generaciones anteriores tenían un alma grande y una vida larga, ya que había mucho trabajo que hacer. En generaciones posteriores, estas almas grandes fueron repartidas entre miles y millones de personas, en forma de pequeñas almas con menos trabajo que hacer, y por lo tanto, menor tiempo de vida para hacerlo.

Pero si, por cualquier razón, el alma no completara todo el trabajo que necesita en una sola vida, se le da más posibilidades. Un alma reencarnada es una chispa de un alma que regresa a la tierra en un cuerpo nuevo para completar los asuntos pendientes de su vida anterior. Ninguno de nosotros sabe cuánto tiempo tiene, pero sí sabe que no tenemos siglos. No tenemos el lujo de empezar a construir nuestra arca a los 500. Mejor empezar ahora.

Por Aron Moss

El derecho de no saber

“El saber otorga poder”, dice el conocido cliché. Como la mayoría de los clichés, este es cierto. Si hubiéramos sabido que nuestro nuevo socio estaba a punto de quebrar antes de firmar un trato con él; si supiéramos si nuestro amado realmente nos quiere o no, nos sentiríamos más al mando de nuestro destino.

Pero todo tiene un límite. Imaginemos saberlo todo. Supongamos que la persona puede saber exactamente cuándo y cómo morirá. Que conozca con anterioridad cada detalle de su matrimonio; la razón de cada discusión y el momento de la reconciliación. Imaginemos que todas las acciones que tomarán lugar a lo largo de nuestra vida estarían registradas en un “diario de abordo” gigante, con las consecuencias de cada una de ellas anotada a su lado. ¿Sentiríamos que dominamos nuestra vida? ¿O nos consideraríamos marionetas que son llevadas paso a paso? Es posible que “el saber es poder”, pero el saber absoluto puede provocar impotencia y dificultad de reacción.

***

En el capítulo 49 de Bereshit leemos que Iaakov, antes de fallecer, convocó a sus hijos alrededor de su lecho, prometiendo revelarles “lo que sucederá al final de los días”.

Pero al estar todos allí, los bendijo y les asignó el rol de padres de las tribus del Pueblo de Israel. Sin embargo, nada dijo sobre lo que sucederá “en el final de los días”. Nuestros Sabios nos explican que Iaakov tenía la intención de revelarles la fecha de la llegada del Mashíaj, pero en ese momento la Presencia Divina se apartó de él, y nuestro Patriarca comprendió que no debía contar nada de ello. Y por eso una de las cuestiones más vitales permanece en el misterio.

¿Pero por qué es importante no saber?

Es preciso el desconocimiento porque Di-s desea un socio creativo e independiente en Su empresa, por lo cual hizo de la vida un misterio. Si fuésemos conscientes del significado final y absoluto de cada una de nuestras acciones, éstas carecerían de vida, y nos parecerían aburridas letras de una obra, que toda la audiencia ya ha leído.

Es únicamente porque cada uno de nuestros actos, elecciones y decisiones están allí frente a nosotros, y sus consecuencias permanecen en la oscuridad del futuro desconocido, que las elecciones son realmente nuestras, las decisiones son un verdadero ejercicio de voluntad, y que cada una de nuestras acciones son una contribución a nuestra sociedad con Di-s en la Creación.

* Yanky Tauber

Bondad a cambio de maldad

El pueblo judío todo es llamado con el nombre de “Iosef” y el nombre de un elemento debe expresar su verdadero contenido y su esencia interior…

“y alimentó Iosef a su padre y a sus hermanos y a toda la casa paternal” (Bereshit 46:12)

Entre los puntos que la Torá relata sobre Iosef y sus hermanos, se incluye lo que Iosef alimentó a sus hermanos y sus familias durante los años de hambruna. Este hecho adquiere tanta importancia que como consecuencia de ello, el pueblo todo es llamado con el nombre de “Iosef”, como dice el Salmo: “Dirige como al ganado de Iosef”. ¡Esto significa que Di-s maneja como a un rebaño al pueblo de Israel que es apodado con el nombre de “Iosef”!

A simple vista no se entiende: el nombre de un elemento debe expresar su verdadero contenido y su esencia interior, mientras que el hecho de que Iosef alimentó a sus hermanos en los años de hambruna parecía tan sólo un suceso tangencial, desvinculado a la esencia misma del pueblo judío. ¿Por qué llaman entonces, al pueblo judío todo “Iosef” como consecuencia de este único acto?

FUERZA PARA TODAS LAS GENERACIONES

En esto encuentra expresión el sentido más profundo de la eternidad de la Torá: de la misma manera como en aquellos días en Egipto, Iosef mantuvo a sus hermanos y familias, así también, en cada generación Iosef “da sustento” al pueblo judío, y confiere a cada judío, hasta el final de las generaciones, fuerzas especiales.

La capacidad que nos provee Iosef es, como dice en el Tania (en nombre del Zohar) la de conducirnos con el prójimo con bondad, y no retribuirle de acuerdo a su accionar. Por el contrario, “comportarse con los culpables con benevolencia”. Así se condujo Iosef con sus hermanos. No les pagó por la maldad que le generaron, sino que al contrario, él los mantuvo durante los años de hambruna. Esta fuerza confirió Iosef a todo el pueblo judío en todas las generaciones.

EL INTERIOR DE UN JUDÍO

Esta virtud (de ser bueno con quienes le hicieron mal) es un tema fundamental que afecta la esencia misma del pueblo judío. Siendo que es Iosef quien nos provee las fuerzas para ello, es por eso que el pueblo judío todo se llama con su nombre.

Puede asombrarnos la necesidad misma de conducirse con esta virtud. ¿Acaso el otro no te ha hecho un mal? ¿Por qué está prohibido pagarle con la misma moneda, e incluso se nos exige comportarnos con él con benevolencia?

El núcleo de la respuesta se encuentra en la esencia de lo que es el judío. Es verdad que en lo que hace a la realidad externa el prójimo se comportó con nosotros de una manera incorrecta, pero en su fuero íntimo, en su alma, también él es bueno, y es nuestro deber observar al judío tal cual es en su esencia interior.

REVELACIÓN DE LA ESENCIA DEL ALMA

El conducirse con el otro en esta tesitura despierta en el propio semejante su bondad interior. Cuando el otro ve que no se le retribuye de acuerdo a sus actos, sino que se actúa con él como con un judío preciado y querido, e incluso se le paga con bondad por el mal recibido, esto genera y motiva un despertar de la esencia interior, para que la esencia de su alma brille en él.

Cuando los judíos se comportan unos con otros en este espíritu, pueden también dirigirse al Altísimo y decirle lo citado en el Midrash: “tal como a Iosef sus hermanos le proporcionaron el mal y él les confirió el bien, también nosotros nos hemos portado mal contigo, pero Tú pórtate con nosotros con benevolencia”. Y entonces efectivamente también Di-s concederá bondad al pueblo de Israel, y traerá el bienestar más grande que hay- la completa redención, a manos del Mashiaj.

(Likutei Sijot tomo 5 pag 239)

¿El judaísmo se toma vacaciones?

Pregunta:

Me encontré con una vieja compañera. Está estudiando en un seminario, y ahora es religiosa. Después de hablar con ella durante unos cinco segundos, sentí que le habían lavado el cerebro. La forma en que hablaba era como si estuviera inmersa en un culto. No tengo nada en contra de la religión, ¿pero acaso el judaísmo religioso es una secta?

Respuesta:

Si bien no es un culto, incluso el judaísmo a veces puede ser usado de maneras que son inquietantemente similares a cómo las personas se comportan en una secta. ¿Cuál es la diferencia entre una secta y una religión? La mayoría de la gente define el término “culto” tan vagamente, que cualquier persona con opiniones fuertes podría ser clasificada como seguidora de un culto.

La mejor definición que he oído es esta:

La religión es un movimiento en el que las personas se encuentran; una secta es un movimiento en el que las personas se pierden.

Un culto secuestra tu identidad y te convierte en alguien que no eres. Una verdadera religión debe mejorar y profundizar en tu identidad, para que des lo mejor de ti.

Las personas que se encuentran con la religión pasan por cambios. Aprenden a explorar partes de su personalidad que no sabían que existían. Como resultado, a menudo vuelven a evaluarse a sí mismos y a sus vidas. Todo crecimiento es acompañado con algún trastorno e inestabilidad, por lo que puede pasar por un corto período de tiempo, en el que parece un poco extraño a sus amigos y familiares. Incluso pueden misionar un poco, y tratar de “convertir” a todos a su alrededor. Lo que sucede es que quieren compartir su inspiración renovada con sus seres queridos. Esto es normal, y la familia debe tratar de ser paciente.

Sin embargo, si empiezan a convertirse en otra persona y parecen irreconocibles, entonces puede haber motivo de preocupación. Si pierden su personalidad, su sentido del humor, su interés por los demás, o su capacidad de pensar, pueden haberse perdido. Si estos síntomas persisten, pedir ayuda rabínica. Es posible que hayan sido víctimas de un culto, o se utiliza la religión como culto.

El culto demanda saltar sin cuestionamientos. Pero cuando se hace estos cambios repentinos, la persona desaparece. Este no es el camino judío. El Judaísmo alienta el cuestionamiento, incluso el escepticismo honesto. El desarrollo espiritual judío se hace poco a poco y con reflexión. De esa manera los cambios serán reales, ya que se integran y armonizan con la personalidad en lugar de abrumarla.

Dale a tu amiga un poco de tiempo. Si es de hecho un lavado de cerebro, probablemente no va a durar, saldrá tan rápido como entró. El juda- ísmo no puede ser utilizado como un culto. Pero lo más probable es que si se depositan en un medio equilibrado, su viejo yo regrese de nuevo, pero con una profundidad y dirección que nunca había tenido. A veces hay que perderse un poco para encontrarse de nuevo.

* Por Aron Moss

Iaakov desea salir

Iaakov desea salir.“¡Por favor, no me entierres en Egipto… sácame de Egipto!”…

Para asegurarse de que ni siquiera sus restos quedarán allí, Iaakov siente que necesita más que la palabra de Iosef. “Júramelo” le pide y Iosef lo hace.

Cuando los resultados son esenciales, el juramento es una herramienta poderosa, pues obliga a la parte comprometida a cumplir su deber bajo cualquier circunstancia. Pero de todas formas, ¿para qué era necesario un juramento en esta historia? ¿Acaso era insuficiente la palabra de Iosef para su padre agonizante?

A cada alma se le confía una misión. Iosef sintió que la suya era despertar el corazón de la sociedad egipcia, en el seno de la bestia. Trabajaba para identificar y elevar las chispas Divinas donde ellas se encontraran.

Iaakov era consciente de que Iosef consideraba el hecho de dejar a su padre a su lado, incluso post mortem, como un valioso aporte a su esfuerzo para lograr elevar a Egipto. La única manera de conseguir descansar en paz, es a través del juramento de Iosef.

Pero si es así, ¿por qué Iaakov estaba tan ansioso de ser sacado de Egipto? ¿Por qué no ser enterrado entre sus hijos, donde su presencia podría ayudar a reducir la sensación de desolación y exilio?

Iaakov sabía que sus hijos requerirían de auxilio para escapar de los grilletes de la esclavitud en Egipto, y sintió que estaría en mejor posición para ayudarlos a la distancia. Pues, para poder escapar exitosamente de la prisión, necesitas de alguien de afuera que te saque.

Por eso Iaakov fue transportado a la Tierra Prometida, mientras que Iosef retornó a las trincheras en Egipto. El juramento entre ellos sirvió de ligazón- de la que Iaakov tiraría al llegar el momento de que retornen sus hijos a casa.

Otra lección que es posible tomar de este hecho es, que mientras vivía en Goshen, Iaakov poseía las mejores pasturas para sus rebaños y la mejor Ieshivá para el estudio. Era ideal material y espiritualmente. Sin embargo, rogó a Iosef: “Sácame de Egipto”. Incluso, bajo las mejores circunstancias, el exilio no es el lugar para el iehudí. Lo aprendemos de Iaakov, que hasta muerto, es imposible hallarlo en Egipto.

Dovi Schneider, editora del Kosher Spirit magazine.

Ensalada de fideos con atún

Te invitamos a preparar la ensalada de fideos con atún. Rica, fácil y natural. Tu familia amará esta combinación.

Ingredientes:

– 1/2 paquete de fideos con forma de codito o tirabuzón

– 2 latas de atún al agua (bien escurrido)

– 1 lata de choclo con su liquido

– 1 morrón rojo cortado en cuadrados chicos

– 4 palmitos cubeteados

– 1/2 cebolla morada cortada chiquitita

– 1/2 taza de mayonesa

– Jugo de 1/2 limón

– 1 cuchara de sal de ajo

– Sal y pimienta a gusto

Procedimiento:

Cocinar los fideos de acuerdo al envase; escurrir y dejar enfriar. Una vez que los fideos están fríos agregar el atún, el choclo con su líquido, el morrón, los palmitos y la cebolla y mezclar.

En un bowl chico aparte hacer el aderezo con la mayonesa, jugo de limón, ajo en polvo, sal y pimienta. Agregar el aderezo a los fideos y mezclar bien.

¡Si te gustó la receta, compartila!

La bendición del Rebe

Un jasid de Lubavitch, de una pequeña localidad de Canadá deseaba abrir allí un Centro de Jabad,. Miró en la guía telefónica para buscar apellidos que suenen Judíos, ya que ésta era una buena fórmula para conocer a los iehudim del lugar;. anotó algunas direcciones y comenzó su insólito paseo.

El Rabino golpeó la puerta de la familia Katz y, cuando fue invitado a pasar, se sorprendió al ver una enorme fotografía del Rebe que colgaba prominentemente en la entrada.

“¿Qué es esto?” preguntó apuntando a la foto.

“Es la foto de mi Rebe”, le explicó el Sr. Katz.

“No entiendo… me refiero, cómo usted…” balbuceó el jasid.

El Sr. Katz le pidió al Rabino que se sentara y le relató la siguiente historia;

“Yo viajo frecuentemente por negocios. En uno de estos viajes a New York, un amable hombre se sentó junto a mí en el avión. Comenzamos a hablar y el tiempo pasó rápidamente. Él sacó fotos de sus nietos.

Nu, ¿tienes algunas fotos de tus hijos contigo? me preguntó inocentemente.

Inmediatamente mi ánimo cambió. Con un dejo de amargura dije:

En realidad, toda mi fortuna y mi éxito no me producen felicidad, pues no tengo hijos le confesé.

El hombre sintió mi dolor y me dijo. “Cuando llegues a New York, visita al Lubavitcher Rebe. Él  puede ayudarte. Aquí tienes la dirección”.

No quería tomar la tarjeta pues no tenía intención de visitar al Rebe. Si el mejor médico no pudo ayudarnos, ¿cómo podría el Rebe? Traté de olvidar nuestra conversación.

Cuando finalicé mi tarea en New York y llegué al aeropuerto, me encontré con que mi avión tenía una demora de cinco horas. Mi primer pensamiento fue de ir a ver al Rebe. Finalmente, me decidí y fui.

Llegué a la oficina del Rebe y solicité una entrevista. Me dijeron: En tres meses tendrá una audiencia privada con el Rebe.

¿Qué?, dije sorprendido. Solo estaré otras cuatro horas aquí. Debo verlo ahora. El secretario me respondió que era totalmente imposible. Había una larga lista de gente para ver al Rebe. Todas mis súplicas no ayudaron. Me sentí triste y mi único consuelo fue que seguramente el Rebe, de todas maneras, no podría ayudarme.

Al retirarme, un estudiante de leshivá se me acercó. Él había escuchado toda la conversación y me dijo: “Le aconsejo que aguarde aquí cerca de la oficina del Rebe. Dentro de  media hora, él va a salir para ir a la sinagoga. Espérelo y cuéntele su problema”.

Agradecí al joven con todo mi corazón. Esperé al Rebe nervioso. Cuando finalmente salió, mi coraje me abandonó y permanecí allí, mudo. El Rebe, como sintiendo mi dolor, se dio vuelta, me sonrió y me invitó a entrar a su habitación.

¿En qué puedo ayudarlo?, me preguntó amablemente. Mi coraje retornó y le relaté acerca de nuestro problema.

Pero, ¿qué desea usted de mí?, preguntó el Rebe. ¿Si los doctores no pueden ayudarlo, usted cree que yo sí pueda?.

Inmediatamente, repliqué, ¡Rebe, si yo no confiase en que usted puede ayudarme, no estaría aquí!.

Si es así, dijo el Rebe, cómprese un par de Tefilin que estén excepcionalmente escritos, colóqueselos todos los días y observe la Mitzvá de “Y las atarás como señal sobre tu mano y serán como frontales entre tus ojos”. Entonces, seguramente, se cumplirá el resto del versículo: “Y las enseñarás a tus hijos”.

Dejé la habitación del Rebe eufórico. Encontré dónde comprar los Tefilin, y desde aquel día, me los he colocado cada día de semana.

Así el Sr. Katz terminó su historia. Pero el Rabino tenía una pregunta. “Pero… ¿han tenido hijos?”.

En lugar de contestar, el Sr. Katz llamó: “Menajem, Shalom, losef, Shmuel, Dov, Shneur, vengan por favor!”.

Seis hermosos niños entraron rápidamente a la habitación y dijeron: “Sí padre, ¿qué deseas?”.

Didan Notzaj

Didan Notzaj es la victoria relacionada con los libros de los Rebes de Jabad, de la biblioteca de Lubavitch. El día 5 de Tevet, es el día de la victoria de la luz sobre la oscuridad.

El juicio por los libros de Agudat Jasidei Jabad, comenzó el 19 de Kislev de 5746 (1986) ante el juez Charles Simphson y se extendió por tres semanas.

El 5 de Tevet de 5747 (1987) se dio a conocer el fallo del juez en un expediente de 40 páginas.

El juez tomó declaración a los jasidim de Jabad, alegando que toda la vida del Rebe Iosef Itzjak, anterior Rebe de Lubavitch, fue dedicada y consagrada por completo a la comunidad, por lo tanto declaró su biblioteca como pública y perteneciente a la asociación de Jabad Mundial, al considerar que los libros del Rebe no formaban parte de su patrimonio personal en el momento de su fallecimiento.

El demandado fue obligado devolver los libros y demás objetos del Rebe anterior, que se encontraban en su poder y fueran tomados sin autorización.

La noticia de la victoria se difundió rápidamente en todo el mundo, y en cada lugar donde se escuchaba, los jasidim lo celebraron con mucha alegría. El mayor festejo se vivió en la central de Jabad, “770”, donde miles de personas se reunieron para festejar la gran victoria.

El punto máximo de alegría fue luego de la plegaria vespertina, realizada con la melodía propia de los días festivos y luego de la cual el Rebe pronunció un discurso especial, en el que entre otras cosas dijo:

“… así como en el momento de la encarcelación y liberación del Alter Rebe, el mismo protagonista aprendió de todos los acontecimientos, una instrucción para su servicio a Di-s y una de sus conclusiones fue la de aumentar en la difusión del los manantiales del jasidut hacia fuera. A la luz de todo esto, queda clara la eterna indicación Divina relacionada con el acontecimiento actual, pues justamente de la demanda y las acusaciones parecería que la agrupación de jasidim de Jabad no es un cuerpo vivo y activo, justamente de esto debemos aprender que debemos fortalecer más la difusión del jasidut, y el estudio particular y general con mucha alegría y fervor…”

Elevarse por medio del sueño

Y EL FARAÓN SUEÑA..

En la Parshá de la semana anterior leímos sobre los sueños de Iosef y de los ministros de Paró. Esta Parshá nue vamente nos habla de sueños: los del Faraón de Egipto. El hilo conductor entre todos ellos es que son parte de los acontecimientos que trajeron a Iaakov y sus hijos a Egipto, comienzo del exi lio en Mitzraim-Egipto.

En la Torá todo es exacto y tiene sentido. Si la Torá pone tanto énfasis en el tema de los sueños como parte del desencadenamiento del Galut -exilio a Egipto, entendemos que existe una relación conceptual entre ambos temas (exilio y sueños). Más aún, la analogía que coexiste entre sueño y galut ex- presa la verdadera condición del exilio y la receta para poder afrontarlo.

UN ELEFANTE EN EL ORIFICIO DE UNA AGUJA

Está explicado en el libro Tora Or de Rabi Shneur Zalman autor del Tania, que uno de los detalles más sobre- salientes del sueño es que puede unir dos extremos opuestos y que en la realidad son imposibles de ensamblar. Por ejemplo: el Talmud relata que en un sueño se puede ver “que un elefante pasa por el orificio de una aguja”, sin que esto despierte en la persona asombro alguno.

Esta es la esencia conceptual de la diáspora judía: una situación anormal e irreal que se ve como corriente y natu ral, y quienes viven en ella no sienten que se trata de un contexto contradictorio.

UNA VIDA CONTRADICTORIA

Encontramos esta misma condición en el exilio espiritual de cada individuo. Por ejemplo, todos entendemos que el amor egoísta que lleva a la persecución desenfrenada placeres mundanos se enfrenta con el amor puro y desinteresado a Di-s. Sin embargo todos vemos a diario cómo el iehudi cree que ama a Hashem, y está ligado a El, y simultáneamente está inmerso en sus propias necesidades, producto del ego. Y de todas formas no siente contradicción alguna. Durante la Tefilá (plegaria), se despiertan en nosotros sentimientos maravillosos hacia Di-s. Pero al finalizarla, nos olvidamos de todo, retornando a nuestras actividades, centradas en la búsqueda del incremento personal, sea monetario o social.

Así vivimos. Como en un sueño pleno de contradicciones. Este es el exilio espiritual en el cual existimos. De todas formas, esta paradoja no debe llevarnos a menospreciar el valor del rezo o de nuestro cumplimiento de las mitzvot. Cada Mitzvá tiene un efecto sobre nosotros. El apego a Di-s en el momento de la Tefilá, deja su sello, aunque a veces su influencia nos pase inadvertida.

LA VENTAJA DEL SUEÑO

Sin embargo esta etapa de ‘sueño’- exilio- tiene también su ventaja. En condiciones normales existe un orden y los acontecimientos se desarrollan de manera organizada, lo que implica limitaciones para el cambio y el crecimiento espiritual personal. En cambio en la época del galut-sueño- tenemos que “aprovechar la oportunidad”. No debemos teorizar sobre si ya llegamos al nivel apropiado para llevar a cabo nuestra tarea espiritual de Torá y Mitzvot. Cada judío puede y debe hacer. Cada Mitzvá, cada buena acción que esté a su alcance debe hacerse: “aprovechar la oportunidad”. Mientras nos encontramos en el contexto de ‘sueño’-galut- podemos ‘saltar’ a niveles espirituales más allá de nuestra propia experiencia materialista. Este es el objetivo místico del Galut!!!

LIKUTEI SIJOT, TOMO 1 PAG. 85