Una visita al nuevo Rebe de Lubavitch 1951

Fue poco después de que las figuras más importantes del movimiento mundial de Jabad eligieron a Rabí Menajem Mendel Schneerson para suceder a su difunto suegro, Rabi Iosef Itzjak Schneerson, como líder, el 10 de Shevat de ese año [1951].

Yo estaba parado en el pasillo de la casa de estudios del Rebe en Brooklyn. El servicio de Maariv (rezo nocturno) acababa de concluir y los alumnos de la Ieshivá salían del Beit Midrash a la fría noche de invierno. Liberados de la extensa rutina de muchas horas de estudio, los jóvenes, la mayoría de ellos con barba, charlaban libremente y en voz alta, mientras que se ponían sus abrigos para salir del edificio. De repente, dejaron de hablar y una mirada de respeto apareció en sus rostros cuando vieron que el nuevo Rebe caminaba por el pasillo hacia la puerta. Respetuosamente, se adelantaron a ambos lados de la estrecha puerta. Un joven, nervioso, se movía de un lado del camino para el otro, para hacer más espacio cuando tropezó en el camino del Rebe. Antes de que tuviera la oportunidad de recuperar el equilibrio, el Rebe lo había tomado por el hombro y lo había llevado suavemente hacia un lado, con una sonrisa que iluminaba su serio rostro.

Instantáneamente el desconcierto del joven estudiante se había ido. La sonrisa del Rebe se reflejaba en sus felices ojos y toda la atmósfera había cambiado repentinamente. El temor se había ido y una corriente cálida de entendimiento amistoso parecía fluir a través de los jóvenes que se encontraban muy apretados en el pasillo, iluminando la oscuridad helada de la noche.

Este tipo de experiencias, el intercambio silencioso de una sonrisa y mirada, respondieron a muchas preguntas que tenía en mi mente desde el fallecimiento del Rebe de Lubavitch un año atrás, y la elección de su sucesor. Tuve el privilegio de conocer a Rabí Menajem Mendel Schneerson antes de asumir su nuevo cargo. Había llegado a apreciar al joven estudiante con el rostro serio y modestos modales, casi tímido. El luego dirigió los aspectos educativos de Merkos L’inyonei Jinuj. Pero ahora todo era diferente. Esto ya no era el “RaMaSh,” el yerno del Rebe, respetado como erudito, un consejero amistoso, e intérprete de los pensamientos de los Jasidim de Jabad. Su nueva carga de oficina, con su responsabilidad por los miles de seguidores de Jabad en todo el mundo, y sus exigentes demandas de atención a los cientos de visitantes en busca de ayuda, asesoramiento e inspiración día a día, parecerían que habían excluido a Rabí Menajem Mendel Schneerson de cualquier relación personal. Pero el pequeño incidente en el pasillo me enseñó lo contrario, y comencé a apreciar la importancia que un líder Jasídico de este tipo puede asumir para el futuro del pueblo Judío, incluso en estos días de la cultura del siglo XX.

Cuando surgió la oportunidad de visitar al Rebe para que transmitiera sus puntos de vista y perspectiva de la tarea por delante, me acordé de algo que Rabi Schneerson había dicho una vez en una reunión de jóvenes para el fomento de la educación Judía: “No somos nosotros los que contamos , nosotros con nuestras debilidades y capacidades. Es nuestra voluntad de hacer un trabajo lo importante. El éxito no está en nuestras manos, sino en las de Di-s. Pero debemos tener la voluntad de hacer lo que Él exige de nosotros, y en esa voluntad todas nuestras debilidades e insuficiencias decaen y llegan a ser insignificantes”.

Yo no podría haber buscado un lema mejor para caracterizar el mensaje de coraje y aliento que me llevé cuando tuve el privilegio de pasar algún tiempo con el nuevo Rebe de Lubavitch, y de preguntarle sobre sus puntos de vista sobre la situación Judía contemporánea.

¿La dispersión es una catástrofe?

“Es un error”, dijo Rabi Schneerson, “si concebimos la dispersión mundial de los judíos en Galut (el exilio) como una catástrofe. De hecho, esta misma falta de concentración de los restos de nuestra nación fue la fuente de nuestra salvación a través de los siglos de persecuciones y pogromos. Hitler era la mayor amenaza para nuestra supervivencia nacional debido a que la mayor concentración de las masas de judíos de Europa Central y Oriental había llegado a sus manos. Por otro lado, sin embargo, la concentración de los grandes grupos de nuestro pueblo en un país ha sido el medio de la creación de los centros espirituales de las cuales el resto de las colonias Judías podían inspirarse.

Nuestra historia en el exilio es una cadena ininterrumpida de la aparición y desaparición de centros de este tipo en un país tras otro, y desde un rincón de la tierra al siguiente. Cuando el sol se pone en donde hay un judío aquí ya comienza a amanecer en otro lugar. Ahora que los grandes centros de Europa del Este han sido destruidos por el fascismo y el comunismo, los Estados Unidos se han convertido en el foco y la fuente de la supervivencia del pueblo Judío. La Providencia ha preparado un nuevo hogar para la Torá y el judaísmo en este país, mientras las llamas devoran los bastiones de la fuertes e inexpugnables fortalezas Judías en el otro lado del océano”.

Debemos llegar a las comunidades más pequeñas Judías de otros países y continentes, incluso en Eretz Israel, que seguramente se apoya en gran medida en EE.UU. para su supervivencia económica y espiritual. La forma en la que el Judaísmo se presente mañana depende del activo liderazgo de cada judío de ese país.

“Pero es en este punto que tiene que haber un cambio de perspectiva y reorientación y por consiguiente la reorganización de nuestra existencia como comunidad y como individuos. En primer lugar tenemos que vivir la vida de seres sociales, con la responsabilidad y dedicación hacia el CLAL(la comunidad). Sólo entonces podemos darnos el lujo de invertir en nuestros propios objetivos y metas personales”.

Esto, subrayó Rabi Schneerson, era su principal mensaje a Judíos de América: “La única manera de que los Judíos estadounidenses puedan cumplir con esta tarea es abnegándose, teniendo Mesirut Nefesh (auto-sacrificio) por el CLAL Judío.

“De lo que tenemos que temer en este momento es del derrotismo y deserción que ha apoderado algunos de nuestros mejores elementos de este país frente a los crecientes efectos de los llamados movimientos “religiosos”, que han generado la disolución de nuestra religión hasta el punto donde ya no sabemos si nuestros hijos son Judíos o no. La caridad empieza en casa. No se puede hablar de asumir la responsabilidad por el resto de los Judíos en el mundo, de la construcción de nuevos centros de la Torá en otros lugares, incluso en Israel, cuando aquí mismo la situación no está bien. Más que eso, no tenemos derecho a enseñar y guiar a otros si en nuestra propia casa descuidamos la misma cosa que queremos lograr que otros hagan.

“Pero”, advirtió el Rebe con una sonrisa: “No quiero dar la impresión de que estoy dando Musar (exhortaciones morales). Nunca ha sido el camino de Lubavitch de dar Mussar, sólo nos sirve como un medio para las acciones. Todo lo que decimos o predicamos debe estar orientada a una meta activa. Nosotros mismos podemos apuntar a resultados sorprendentes que se basan en círculos cada vez más amplios de no-religiosos, así como elementos religiosos de nuestro pueblo”.

En respuesta a la mirada de sorpresa en mis ojos, el Rebe continuó: “Sí, me refiero a los círculos no religiosos. Como verás, siempre ha sido la creencia de Jabad que no hay ni un solo Judío, a pesar de qué tan lejos esté en judaísmo, que no tenga algo bueno, como ser alguna Mitzvá que por su naturaleza puede promover. Esta chispa de bondad en cada alma puede y debe ser utilizada para el bien de la comunidad Judía y, a su vez, por el bien de la persona que lo hace. Por esta razón, el Rebe de Lubavitch llamó no sólo a Judíos ortodoxos para la cooperación en este trabajo, después de que se estableció en este país hace diez años, sino que a todos los tipos de Judíos que tenían el poder y la voluntad de contribuir en algún aspecto, alguna habilidad o capacidad en la educación Judía y la vida según la Torá. “

El Rebe hizo una pausa. Durante algunos minutos permaneció sumido en la reflexión, y luego dijo: “Vamos a darnos cuenta. El pueblo Judío ha sido tan diezmado en la última década que cada uno de nosotros debería estar hecho para contarlo, y es por esta razón que esto de tomar la ofensiva para el Judaísmo de la Torá no está dirigido sólo a los observantes. La realización cuenta por lo que se logra de manera objetiva y lo que hace a quien haya participado. En este sentido, también, una Mitzvá es su propia recompensa.

“Muchos de los que pueden pensar que están perdidos como los “Apikorsim”-herejes, realmente no lo están, sólo necesitan algún estímulo, algún puente para encontrar el camino de regreso. Había, por ejemplo, un hombre que visitó el Rebe de Lubavitch para pedir algún consejo sobre un asunto de negocios. Después de haber respondido a la pregunta, el Rebe le sugirió que se coloque los Tefilín. El visitante protestó: “¿Cuál es el sentido de que me hable acerca de los Tefilín si no creo en nada. Yo soy un Apikoros”.

“‘No tan fácilmente uno se convierte en un Apikoros”, respondió el Rebe. “Uno tiene que saber mucho de las preguntas y problemas y conocer las respuestas, luego se niega a aceptarlas. Primero póngase los Tefilín, y descubrirá que sólo era necesario este tipo de puente para encontrarse”.

Cuando me estaba por ir, abrumado de la experiencia espiritual en ese corto tiempo que había tenido el privilegio de pasar con el nuevo Rebe de Lubavitch, éste volvió a hacer hincapié a una advertencia anterior. “El único propósito de nuestra conversación pudo haber sido de hablar de la obra que el fallecido Rebe de Lubavitch ha iniciado en este país, y en la que ha sido capaz de atraer grupos tan variados del pueblo Judío. Este trabajo debe y seguirá yendo para adelante, con la ayuda de Di-s. Todos tenemos que contribuir en esta misión histórica. Esto es lo que quiero transmitir a sus lectores, y si eso ayuda a que se den cuenta de qué se trata nuestra tarea, entonces nuestro tiempo fue bien usado”.

Por Gershon Kranzler

El día número 29

Y Ionatán le dijo a David: “Mañana es un nuevo mes; serás recordado, porque tu asiento estará vacío”.

Samuel I 20:18

La primera Mitzvá que Di-s nos ordenó como nación, fué de que conectemos nuestras vidas con la luna. Nos instruyó de que establezcamos un calendario lunar, un ciclo de 29,5 días el cual la luna completa su vuelta alrededor de la tierra.

El calendario judío, es un calendario de meses, medido por la duración de una luna nueva a la otra. Doce meses como estos nos da un año de aproximadamente 354 días, once días mas corto que el solar. Es por esto que el año judío se alterna con 12 y 13 meses.

La luna nueva es la noche en la cual la luna es vista después de su desaparición. La alineación y movimiento de la luna en relación a la tierra y sol, significa que, para el observador que se encuentra en la tierra, la luna pasa por fases las cuales crece, y en cierto punto de su ciclo, desaparece. Cuando la luna se encuentra más cerca al sol, posicionada entre el sol y la tierra, su lado iluminado, es decir, la que es iluminada por el sol, es invisible para nosotros. A medida que se aleja del sol, va apareciendo un delgado creciente de luz y continúa creciendo en los siguientes 15 días. Lo mismo ocurre viceversa, cuando más lejos se encuentra del sol, mas visible es para nosotros. 

La noche en la que la luna comienza a visualizarse, es el 1° en el mes Judío. El mes consiste de 29, 30 días, hasta que la próxima luna nueva marca el comienzo de otro mes. La primera mitad del mes es marcada por la creciente de la luna, la cual llega a su total luminiscencia la noche del 15, pero la noche del 16 la luna ya comienza a desaparecer, y continúa así hasta que un nuevo mes vuelve a comenzar.

Basado en la enseñanzas del Rebe de Lubavitch

Cortesía de MeaningfulLife.com

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En la creación del mundo, la Torá habla de “dos grandes luminarias”, creadas por Di-s para iluminar la tierra, y establecer “las señales, tiempos, días y años” de la vida en la tierra. En el mismo versículo, las dos grandes luminarias se convierten en: “La gran luminaria para gobernar el día, y la pequeña luminaria para gobernar en la noche”. El Talmud explica: inicialmente, el sol y la luna eran dos grandes luminarias, del mismo tamaño y luminiscencia. Pero la luna se quejó de que “dos reyes no pueden compartir la misma corona”, entonces Di-s ordenó: “Vé, disminúyete”

No solo la luna se redujo a un pálido reflector de otras luces, sino que también su iluminación se redució a constantes cambios en su yuxtaposición con la fuente, y el recipiente de su luz. Por dos semanas todos los meses, la luna cumple con el decreto Divino “Vé, disminúyete”, reduciéndose hasta tal punto donde se encuentra completamente rodeada de oscuridad.

Estas repetidas disminuciones son las que caracterizan las cualidades del tiempo lunar. Viviendo con la luna, aprendemos cómo la oscuridad puede hacer nacer la luz, y cómo la ausencia puede generar presencia renovada. 

En un nivel mas profundo, “Vé, disminúyete”, se relaciona con la propia esencia de nuestra humanidad. El hombre es único entre las creaciones de Di-s. Las otras creaciones se mueven en una órbita “solar”, una órbita que está definida por límites que ya habían sido ordenados los cuales no pueden trascender. Solo el ser humano es lunar, con una trayectoria en la vida que incluye los dos, crecimiento y rechazo, destrucción y renacimiento.

El hombre posee el poder de libre albedrío. Con esto está la capacidad de autodestrucción y auto-transformación. El hombre tiene la capacidad de negarlo todo, y luego recrearse en un nuevo molde y embarcarse en un nuevo camino.

“Vé, disminúyete”, nos muestra que sólo disminuyendonos, el alma humana puede “ir”.

Los últimos momentos del Alter Rebe

El 24 de Tevet, es el Iortzait de Rabi Shneur Zalman, el fundador de Jabad. Anticipándose a los planes de Napoléon de conquistar Rusia, Rabi Shneur Zalman (conocido como el Alter Rebe), dijo a su familia que estuviera lista para huir de un momento a otro.

El famoso mentor espiritual, Rav Shmuel Gronem, señaló: El Alter Rebe dijo: “Napoleón es una fuerza del mal muy poderosa, y temo que tendré que tener auto‐sacrificio para doblegarlo”

A sus ojos, el líder francés era una gran ame‐naza al corazón y alma del Judaísmo. Su abolición de las restricciones que existían, era el velo de disimulo de sus intenciones. Lo que Napoleón quería con su revolución era debilitar la adhesión religiosa. Cuando supo del acercamiento del ejército francés, huyó con su familia, ayudado por las fuerzas rusas.

El Alter Rebe insistió en que cada posesión suya debía destruirse, sin importar cuán insignificante fuera; dio instrucciones para que su casa fuera incendiada. Algunos dicen que el Alter Rebe tenía razones para creer que Napoleón practicaba la hechicería, y tomó severas precau‐ciones para que ninguna de sus cosas llegara a sus manos. El rápido avance del ejército de Napoleón hizo imposible que el Alter Rebe pudiera descansar, y le obligó a estar constantemente en carrera. Su esperanza era alcanzar la comunidad judía de Poltava antes de Rosh HaShaná.

En su diario, el hijo del Alter Rebe y sucesor, Rabi Dovber, escribió: “En la víspera de Rosh Hashaná mi padre me confió: “Me siento sumamente dolido y me preocupo por la batalla de Mazaisk [conocida como la batalla de Borodino], ya que el enemigo está fortaleciéndose, y creo él [Napoléon] también va a conquistar Moscú” Lloró amargamente.

En Rosh Hashaná, mi padre me llamó de nuevo y alegremente me contó las alentadoras y dulces noticias: Hoy, durante mis oraciones, tuve una visión: “la suerte ha cambiado para bien y nuestro lado ganará. Aunque Napoleón capturará Moscú, perderá la guerra. Esto es lo que está escrito hoy en el Cielo” Con la derrota de Napoleón, el Alter Rebe podría seguir hacia Poltava.

El viernes, 8 de Tevet, el grupo llegó a la ciudad de Piena. En cuanto arribaron allí, el Alter Rebe cambió sus planes. Empezó a organizar una campaña de alivio para ayudar a todos los judíos que habían sido afectados por la guerra, mandando emisarios para juntar los fondos y organizar y coordinar los esfuerzos.

Nadie podía prever el rápido deterioro de la salud del Rebe. Como líder de miles de Jasidim, Rabi Shneur Zalman pagó un alto precio por preocuparse por los sufrimientos de la comunidad judía y las condiciones difíciles de viaje en un extraordinariamente frío invierno y su angustia en general por la influencia y efectos de Napoleón en la nación judía.

El lunes, 18 de Tevet, cayó en cama. El sábado por la noche, 24 de Tevet, escribió una nota que declara que uno de los propósitos principales del descenso de un alma a este mundo (además de estudiar Torá) es hacer un favor a otro judío de cualquier formaposible. Un rato después de escribir esto, falleció.

De hecho, la nefasta profecía del Alter Rebe sobre Napoleón se cumplió, y los últimos remanentes del ejército de Napoleón se retiraron humillados de Rusia en el momento del fallecimiento del Alter Rebe. Poco antes de fallecer, el Alter Rebe dijo: “A quien se aferre a la manija de mi puerta, le haré un favor en este mundo y en el Mundo por Venir.” El tercer Rebe de Lubavitch, el Tzemaj Tzedek, explicó que “la manija de mi puerta” no significa meramente estudiar las enseñanzas jasídicas del Alter Rebe, sino también practi‐car el Ahavat Israel (el amor a todo iehudí) .

El comienzo del fin

Los días 8, 9 y 10 de Tevet se consideran días oscuros en la historia de Israel.

En un momento dado, cada uno de los tres días se observó mediante un ayuno. Hoy ayunamos solo el décimo.

El 8 de Tevet marca la finalización de la traducción de la Biblia al griego, conocida como la Septuaginta.

El 9 de Tevet marca el fallecimiento de Ezra y Nejemia, quienes llevaron a los judíos exiliados en Babilonia de regreso a Jerusalém.

El 10 de Tevet marca el comienzo del asedio babilónico de Jerusalém en el año 586 a. C.

Ptolomeo II gobernó la Tierra de Israel con una actitud amistosa hacia sus súbditos judíos. Era gran amigo de los libros y su gigantesca biblioteca contenía cientos de miles de volúmenes de todos los autores de la antigüedad.

Por sugerencia de sus bibliotecarios, se acercó al pueblo judío para obtener una traducción al griego de la Biblia. Eleazar, el Sumo Sacerdote, que estaba a la cabeza del estado de Israel, le envió a setenta de los más grandes sabios judíos. Conocían bien el idioma griego y todos los significados e interpretaciones del texto de la Biblia en la tradición escrita y oral.

Cuando llegaron a su palacio, el rey Tolomeo les dio una bienvenida real. Los honró con fiestas y regalos. Luego los envió a una pequeña isla cerca de Alejandría. Allí, colocaron a cada Sabio en una habitación separada. “Escríbeme la Torá de Moshé, tu maestro”, les ordenó a cada uno. Debían traducir la Biblia al griego, confinados en sus habitaciones. No podían comunicarse entre sí. Milagrosamente, cada traducción individual estuvo de acuerdo en todos los puntos, incluso en los pasajes más difíciles.

Hubo varios lugares donde cada Sabio alteró intencionalmente la traducción literal. Sin embargo, al final, todos hicieron los mismos cambios. El gobernante egipcio y sus eruditos estaban asombrados por la proeza milagrosa, y honraron con razón a los eruditos al finalizar la traducción.

La “Septuaginta” (latín para setenta) se convirtió en uno de los documentos más importantes de la literatura judía y mundial. Contiene no solo todos los libros de la Biblia, sino también obras no incluidas en la Biblia que se perdieron en gran parte en su hebreo original.

Los judíos de Egipto estaban muy contentos con esta traducción de la Biblia al griego. Durante muchos siglos celebraron el día de la finalización, el octavo de Tevet, como fiesta judía. Pero los Sabios de Israel consideraron el 8 de Tevet como un día de dolor para el pueblo judío. Todos vieron un acto asombroso de Di‐s en él.

Sin embargo, se consideró un día tan trágico como el día en que se hizo el becerro de oro.

Según el Talmud, el asunto se comparó con un león capturado y encarcelado. Antes de su encarcelamiento, todos temían al león y huían de su presencia.Una vez encarcelado, todos se acercaron y le dijeron: “¿Dónde está su fuerza?” Mientras la Torá estuvo en manos de Israel y fue interpretada por los Sabios en su propio idioma, el hebreo, evocó reverencia y muchos temían mancharla. Una vez que la Torá fue encarcelada en la traducción griega, fue como si la Torá fuera despojada de reverencia. Quienquiera que lo deseara podía ahora venir y mirarla.

5 de Tevet – Didan Notzaj


El juicio por los libros de Agudat Jasidei Jabad, comenzó el 19 de Kislev de 5746 (1986) ante el juez Charles Simphson y se extendió por tres semanas.

El 5 de Tevet de 5747 (1987) se dio a conocer el fallo del juez en un expediente de 40 páginas. El juez tomó declaración a los jasidim de Jabad, alegando que toda la vida del Rebe Iosef Itzjak, anterior Rebe de Lubavitch, fue dedicada y consagrada por completo a la comunidad, por lo tanto declaró su biblioteca como pública y perteneciente a la asociación de Jabad Mundial, al considerar que los libros del Rebe no formaban parte de su patrimonio personal en el momento de su fallecimiento.

El demandado fue obligado devolver los libros y demás objetos del Rebe Anterior, que se encontraban en su poder y fueran tomados sin autorización.

La noticia de la victoria se difundió rápidamente en todo el mundo, y en cada lugar donde se escuchaba, los jasidim lo celebraron con mucha alegría.

El mayor festejo se vivió en la central de Jabad, “770”, donde miles de personas se reunieron para festejar la gran victoria. El punto máximo de alegría fue luego de la plegaria vespertina, realizada con la melodía propia de los días festivos y luego de la cual el Rebe pronunció un discurso especial, en el que entre otras cosas dijo: “… así como en el momento de la encarcelación y liberación del Alter Rebe, el mismo protagonista aprendió de todos los acontecimientos, una instrucción para su servicio a Di‐s y una de sus conclusiones fue la de aumentar en la difusión de los manantiales del jasidut hacia fuera.

A la luz de todo esto, queda clara la eterna indicación Divina relacionada con el acontecimiento actual, pues justamente de la demanda y las acusaciones parecería que la agrupación de jasidim de Jabad no es un cuerpo vivo y activo, justamente de esto debemos aprender que debemos fortalecer más la difusión del jasidut, y el estudio particular y general con mucha alegría y fervor…”

El día 5 de Tevet, es el día de la victoria de la luz sobre la oscuridad

Jai Elul

El 18 de Elul, Jai Elul, es un día de mucha alegría, pues nacieron Rabí Israel Baal Shem Tov (año 5458, 1698 a.e.c) y Rabí Shneur Zalman de Liadi (5505 – 1745 a.e.c). Rabí Israel Baal Shem Tov, fundador del movimiento Jasídico, cambió el rumbo de la judeidad toda, con su nueva filosofía dedicada al servicio de Di-s. Rabí Shneur Zalman de Liadi, conocido como el Alter Rebe, fue el exponente de las enseñanzas del Baal Shem Tov y fundador del movimiento Jasídico Jabad.

Las letras de la palabra JAI suman 18, y también JAI significa VIDA. Una fuerza vital espiritual, se infunde en el mes de Elul, al celebrar el nacimiento de estos dos líderes.

QUIÉN FUE Y QUÉ HIZO EL BAAL SHEM TOV?
Rabí Israel Baal Shem Tov nació en la aldea de Akup, Podolia (Polonia). Cuando asumió su liderazgo, comenzó a brindar asistencia y alivio espiritual al pueblo judío, alentándolo a mantenerse fiel a Di-s y a Su Torá, a pesar de la gran pobreza y adversidad. 

Usando ejemplos de la vida cotidiana, para explicar las más profundas conexiones entre el universo y el Creador, su perspectiva hizo posible el entusiasmo y la experiencia religiosa a cada iehudí, y no sólo al erudito. El Baal Shem Tov enfatizó el amor a cada judío y la hermandad entre todos los iehudim, sin considerar riquezas, posición comunitaria o erudición. Enseñó que todos los judíos son iguales a los ojos de Di-s.

¿QUIÉN FUE Y QUÉ HIZO EL ALTER REBE?
Rabí Shneur Zalman de Liadi fue el principal discípulo del Maguid de Mezritch -sucesor del Baal Shem Tov– convirtiéndose de hecho, en su nieto espiritual. 

Fundador y primer Rebe de Jabad, autor del Tania -obra de características poco  frecuentes, considerado la Torá Oral del Jasidut Jabad, por ser el núcleo de su pensamiento filosófico y práctico -y del Shulján Aruj Harav.

¿PERO…QUÉ ES JASIDUT?
Jasidut Jasidismo– en general y Jasidut Jabad en particular, constituyen un enfoque del mundo que lo abarca todo y un modo de vida que ve al propósito central del judío como eslabón de unión entre el Creador y la Creación. El judío es una criatura hecha de “cielo” y de “tierra”, de un alma Divina que es realmente una parte de Di-s, investida dentro de un recipiente terrenal constituido por un cuerpo físico y un Alma Animal, cuyo propósito es concretizar la trascendencia y unidad de su naturaleza, y del mundo en que vive, dentro de la Unidad absoluta de Di-s. (del Rebe de Lubavitch, introducción al Tania, Editorial Kehot Sudamericana)

¿QUÉ ES EL TANIA?
Es un trabajo que nació del fiable suelo de las situaciones de la vida real, y en eso yace su descomunal y eterno poder. Aunque expresa sus ideas bajo el formato de un análisis erudito, el Tania es en verdad, el registro de 20 años de experiencia personal en el asesoramiento y consejo que el Alter Rebe brindara a sus Jasidím. Así, un problema abordado por el Tania, es el clamor angustioso del iehudí que lucha por salvar el abismo entre lo material y lo espiritual, entre el hombre y Di-s. (Ibíd.)

La bondad verdadera

¿Por qué la vaca roja es llamada “Jukat HaTorá, “el decreto de la Torá”? Es como si la Torá estuviera diciendo: “Este es el quid de toda la Torá”.

Sabemos que la esencia de toda la Torá es el amor al prójimo:

Está la famosa historia del Sabio Hilel y una persona que se quería convertir, a condición de que Hillel le enseñara la Torá mientras estaba parado en un pie. Hillel respondió: “Lo que es odioso a ti, no lo hagas a otro, esto es toda la Torá, todo el resto es comentario…” ¿Qué quiso decir con esta afirmación?.

Él quiso decir que el amor hacia el compañero es la clave de toda la Torá. Eso es lo que Di-s quiere en primer lugar. Y si una persona tiene amor por un compañero Judío, esto lo llevará a la Torá y el amor a Di-s.

El revés no funciona. Si uno sólo tiene amor a Di-s, pero no ama a su prójimo, está cometiendo un terrible error.

¿Cuál es la paradoja de la vaca roja?

Se trataba de que los Judíos se adelantaban y entregaban horas de su tiempo con el fin de prepararse para otra persona. Ellos no lo hacían por sí mismos, sino por los Judíos que se habían convertido espiritualmente impuros. Además, aquellos sacerdotes que preparaban la vaca roja no sólo daban su tiempo para prepararlo (es un proceso largo), sino que también se impurificaban.

Uno se podría preguntar: “¿Por qué debería seguir adelante y dar mi tiempo para ayudar a una persona que ni siquiera conozco? No sé quiénes van a ser los beneficiarios de esta vaca roja. ¿Quién sabe?, tal vez no ocurra hasta dentro de diez años “¿Cree usted que la mezcla de la vaca roja era utilizada todos los días?.

La mantenían en una cierta parte del Templo Sagrado y cada vez que era necesario se utilizaba. No es que era para el vecino de al lado, por tu madre, tu hermano, tal vez para ellos un sacerdote ha gastado su tiempo y pureza haciéndolo. Pero, ¿para un total desconocido? ¿Por qué un Judío haría eso? Acaso una persona normal se haría daño a sí mismo para ayudar a otro Judío?

“Este es el decreto de la Torá.” Una persona no debería sólo desea ayudar a otro Judío a cambio de recibir un premio, o cuando se convierte en Presidente de la cena o el Hombre del Año. Todo el mundo sabría que esta persona hizo una gran hazaña y que saldrá en el periódico. Eso no es necesariamente amor al prójimo. Se parece más a servirse a uno mismo. ¿Quién sabe si en realidad están haciendo una buena acción por los demás, o para que todos los demás sepan que es una buena persona? ¿Cuál es su verdadera intención?

Pero si usted hace algo para el otro, y no sólo que no se ve recompensado ​​por ello, sino que también se impurifica, eso es auto-sacrificio verdadero. Cuando usted se sacrifica por el otro, no sólo no se obtiene un premio, sino que también, en cierto sentido, sufre por ello. Eso es: “el decreto de la Torá”.

Si alguna vez va a un funeral Judío(que nunca tenga que ir a uno), usted podrá notar que en el auto que transporta al fallecido hay cuatro letras hebreas: guimel, jet, shin, alef. Estos son las iniciales de las palabras: “Guemilut Jesed shel emet”, “los actos de verdadera bondad”. ¿Por qué se llama ” verdadera bondad?”, porque cuando usted hace un acto de bondad, alguien le dirá: “Oh, eres muy amable, una buena persona”. Pero si usted va a enterrar a un muerto, nunca le van a decir “Gracias”, simplemente lo está haciendo por el. Se trata de una verdadera bondad.

Por Nejoma Greisman

Shatnez: una mezcla de lana y lino

En el libro de Levítico 19:19 dice que está prohibido usar “Shatnez”, mezcla de lana y lino. En las palabaras de la Torá: “Observarás Mis estatutos:…y una prenda que tenga mezcla de “shatnez” no vendrá sobre vosotros”. (Esta mitzvá es también mencionada en Deuteronomio 22:12).

La razón a esta prohibición no es clara. Como menciona el versículo: “Observarás Mis “estatutos”…”. Esto significa que esta Mitzvá es un “Jok”, un estatuto Divino que desafía completamente la comprensión. Sin embargo, los comentaristas intentan, de alguna forma, explicar esta Mitzvá. Maimónides dice que las prendas con Shatnez eran usadas por sacerdotes idólatras, y se nos prohíbe seguir sus caminos. Otros dicen que mezclar lana y lino es similar a la mezcla de sacrificios de Cain y Ebel, y esto desencadena las fuerzas espirituales asociadas con ellos, respectivamente, causando resultados dañinos. (Cain trajo un sacrificio de Lino, y Ebel de Lana)

Algunas de las leyes asociadas a la observancia de esta Mitzvá son:

– Shatnez está prohibido tanto en la mezcla durante el peinado como el hilado y tejido. Incluso si se usaron hilos de lino para coser los botones a una prenda de lana, está prohibido por shatnez.

– Si compra una prenda que está hecha de lana o lino, debe llevarla a revisar a un experto en Shatnez, para establecer que no tenga esta mezcla. Ellos se ocupan en tomar una pequeña muestra de la misma (sin estropearla), y la envían a un laboratorio de shatnez. Allí la muestra es examinada bajo un microscopio, y así se logra identificar los materiales.

– Según los expertos, incluso si en la etiqueta dice que la prenda esta hecha de %100 lana, puede contener shatnez. Una prenda que dice %100 lana puede tener hasta un %2 de otros materiales. Además, lo que marcan las etiquetas es solo el material por fuera, no incluye los adornos y demás. 

– Sobre estos asuntos, uno debe confiar solo en un Judío observante en las leyes de shatnez y quién está especialmente entrenado en esto.

– Uno debe probarse un traje para ver si le queda bien, a pesar del hecho de que pueda contener Shatnez.

– Uno puede usar una chaqueta de lana sobre una camisa de lino (o viceversa, solo si es posible quitarse uno de los dos sin tener que sacarse el otro)

–  La prohibición de shatnez se extiende a todo tipo de materiales, incluyendo cortinas, manteles, toallas, etc.

Por. Aryeh Citron

Lo que debemos saber acerca de la Parashá de Shekalim

La Parshá de Shekalim se encuentra en el Libro de Shemot desde el capítulo 30, versículo 11 hasta el 16. Esta sección trata acerca de la donación del medio shekel (ciclo de plata) que debían aportar todos los varones mayores de veinte años. Dicho dinero era utilizado para los menesteres del Santuario.

Conozcamos más detalles:

En la época del Gran Templo, cada judío debía aportar medio shekel anualmente -lo que constituía una mitzvá positiva-, utilizado para adquirir los sacrificios comunitarios que se ofrecían diariamente. Estos sacrificios eran adquiridos con la donación del medio shekel de ese año, y de ningún otro.

Todos tenían el deber de cumplir esta mitzvá, aun el pobre que obtenía su sustento mediante la caridad. Si la persona no tenía medio shékel debía pedir dinero prestado, o empeñar o vender alguna de sus prendas, pues el versículo expresa (Éxodo 30:15): “El rico no dará más y el pobre no dará menos, de medio shékel” Asimismo, el medio shékel no podía ser pagado en cuotas.

Todas las contribuciones de medio shékel debían llegar al Gran Templo antes de Rosh Jodesh Nisán, pues en esa fecha se hacían las asignaciones del tesoro para la compra de los sacrificios comunales que se traían durante el año. De igual forma, era necesario que cada judío participara de esos sacrificios puesto que servían de expiación para el pueblo entero.

Se solían realizar anuncios públicos -desde Rosh Jodesh Adar-recordando a la gente que trajera su medio shékel, de modo que cada uno tuviera tiempo suficiente para reunir los fondos y dar su contribución en el momento apropiado. El 15 de Adar, los recolectores comenzaban a establecerse en cada ciudad y solicitaban que se les trajeran las contribuciones. Quien no traía el medio shékel en ese momento, no era obligado a hacerlo. El 25 de Adar los recolectores se instalaban en el Gran Templo, y a partir de esa fecha, aquellos que no hubiesen traído su contribución eran forzados a hacerlo.

Los Sabios estipularon que en el Shabat inmediatamente anterior a Adar o en Rosh Jodesh mismo, si fuera Shabat- debía leerse la sección de la Torá que trata acerca del medio shékel, pues en Shabat la nación entera se reúne en las sinagogas y casas de estudio para escuchar la lectura de la Torá. La Parshat Shkalim que se leía entonces servía como el primer llamado para el cumplimiento de la mitzvá en el momento apropiado.

Hoy en día, cuando no tenemos el Beit HaMikdash, los sacrificios, ni la mitzvá del medio shékel, leemos no obstante Parshat Shkalim en la época correspondiente para que por medio de su lectura nos sea considerado como si realmente hubiésemos cumplido la mitzvá, como expresa el versículo (Hoshéa 14:3): Te tributaremos la plegaria de nuestros labios en lugar del sacrificio de novillos; es decir, nuestras plegarias ocuparán el lugar de los animales que ya no podemos sacrificar -y del mismo modo, de las mitzvot que no podemos cumplir-.

Existe otra razón: los Sabios ordenaron que la sección de Shekalim fuera leída en su momento adecuado aún hoy día, ya que dado que oramos por la pronta reconstrucción del Beit HaMikdash, es nuestro deber familiarizarnos con la forma correcta de cumplir este precepto.

La mitzvá del medio shékel es muy apreciada por el pueblo de Israel, pues nos enseña a amar inmensamente a nuestros semejantes, puesto que todos somos iguales ante Di-s, y el más importante de los servicios Divinos -la ofrenda de los sacrificios comunales- era cumplido por igual por todo el pueblo. No existen ricos o pobres delante de Di-s, ni favorecidos o desfavorecidos. Todos están próximos a Él y Él recibe con agrado los sacrificios que ofrecen, expiando todos sus pecados.

Un dia especial: 10 de Shevat

…Recuerdo perfectamente el rostro del Rebe cuando descendió del barco a orillas de los estados unidos de Norteamérica. Sus ojos se destacaban, su mirada penetraba hasta el corazón. Creímos que descansaría unos días luego del viaje, pero al llegar nos aclaró la razón de su llegada aquí: “no he venido a descansar, sino a trabajar, y muy duro, para darle renovada vida al judaísmo de américa”… Así describe el Rabino Tzvi Iehuda Foguelman, hoy enviado del rebe en Worcester – Massachusets- acerca de la llegada de Rabí Iosef Itzjak Schneerson, el sexto Rebe de Jabad a Nueva York, el 19 de marzo (9 de Adar II) de 1940.

En ese entonces el Rabino Foguelman, era un joven alumno de la Ieshivá “Torá Vadaat”, y recuerda la sorpresa con que fueron recibidas las palabras del Rebe entre el público, sobre sus intenciones de convertir a América en un lugar de Torá como lo había sido Europa. “el Rebe nos pidió que no nos avergoncemos de caminar por las calles con barba y peot, pero eso se veía peor que circular con sombreros típicos de Turquía. Gracias al Rebe comenzaron a verse judíos con barba en las afueras de Nueva York, y con el pasar de los años esto se popularizó en todos los círculos en donde se estudiaba la Torá”.

Dos días después de su llegada dijo Rabí Iosef Itzjak: “ya hace 48 hs que llegué aquí y todavía no se fundó la Ieshivá Tomjei Tmimin (de lubavitch)”. Y ciertamente el Rebe instituyó la Ieshivá, y luego decenas de ellas se extendieron a lo largo de todo Estados Unidos.- Rabinos y personalidades judías vinieron a convencerlo de que sus planes eran irrealizables.

El Rebe les contestó “¡América no es diferente!”. 

En medio de esta revolución falleció, el 10 de shvat de 5710 (1950). Su alma se elevó a los cielos, y la tarea quedó en manos de su yerno, Rabí Menajem Mendel Schneerson, séptimo Rebe de la dinastía de jabad, conocido simplemente como “el Rebe”. El Rebe realzó y difundió el estudio y el cumplimiento de la torá de una manera increíble, hasta lograr que la luz del judaísmo brille en cada rincón del planeta.

El Rabino Foguelman recuerda la llegada del Rebe a América: “no lo conocíamos de antes; pero inmediatamente reconocimos su grandeza. Había sobre él un halo de santidad. Desde el primer instante el Rebe Rabí Iosef Itzjak le entregó la dirección de todas las instituciones que convertirían a América en un lugar de Torá”.

A pesar de su extremada modestia, el Rebe Anterior lo obligó a “revelar un poco de su grandeza”.

Una vez dijo el Rebe Iosef Itzjak de su yerno: “mi yerno nunca duerme a las 4 de la mañana; ó que recién se levanta o que todavía no se fue a dormir”.

Y se cumplió lo que está escrito: “se ocultó el sol y salió el sol”. El 10 de shvat de 5711 (1951) comenzó a brillar el sol del Rebe, y en su luz se refugian miles de judíos, en todo el mundo.

Luego de 70 años de liderazgo podemos decir: “dichosa la generación del Rebe”. ¡que pronto Di-s nos permita marchar hacia la redención verdadera y completa!