¿Por qué pasarse el día de Iom Kipur enfocándonos en nuestras imperfecciones?

PREGUNTA: ¿POR QUÉ PASARSE EL DÍA DE IOM KIPUR ENFOCANDO NUESTROS PECADOS,

FRACASOS E IMPERFECCIONES? ¿NO ES DEPRESIVO?

RESPUESTA:

Iom Kipur es la celebración de ser humanos. Y ser humano significa ser imperfecto. El fracaso humano es tan predecible, que Di-s ha puesto en el calendario un día anual de perdón. No es sólo una fiesta optativa para aquéllos que hayan pecado. Iom Kipur viene cada año para cada persona.

Es como si Hashem supiera que tropezamos. Que siempre existirán líos que tendremos que reparar. Di-s no se sorprende por nuestros fracasos y Él nos otorga un día de limpieza todos los años. Nunca se esperó de nosotros que seamos perfectos. Cada Iom Kipur recibimos una nota de Di-s que dice algo así:

“Yo sé que eres humano. Los humanos no son perfectos. Yo los hice de esa manera. Y sin embargo, los amo. De hecho, eso es por qué Yo los amo – porque ustedes no son perfectos. Yo ya tenía perfección antes de crearlos. Lo que Yo quiero de la creación es un mundo imperfecto que se esfuerza por mejorar, lleno de seres humanos que fallan, se levantan y salen adelante.

Siendo imperfectos pero, no obstante, perseverantes, ustedes han cumplido el propósito de su creación. Han logrado la única cosa que Yo no puedo hacer sin ustedes – traer al Di-s perfecto dentro de un mundo imperfecto. Gracias. Con Amor, Di-s”

Para todos nosotros, que no somos perfectos, Iom Kipur es nuestro día. En lugar de estar deprimidos por los fracasos, los celebramos.

Cada resbalón, cada esfuerzo fallido a mantener nuestra vocación, es otra oportunidad para crecer y mejorar.

Fallar en nuestra misión es parte de la misión. Iom Kipur es el día en que Di-s nos agradece que seamos humanos, y nosotros agradecemos a Di-s que no somos perfectos. Si lo fuéramos, no tendríamos nada que hacer.

Adentro de Ioná, adentro del pez

En Iom Kipur por la tarde, leemos el Libro de Jonás, conocido popularmente como “Maftir Ioná”, el cual se ha convertido en un codiciado honor en la Sinagoga.

Esta dramática aventura en alta mar contiene en su interior una muy conmovedora e inspiradora historia de arrepentimiento y reflexión.

La historia en breve:

Di-s convoca a Ioná para que llamara a los residentes malvados de Ninvé para que se arrepientan, pero Ioná intenta escapar, subiéndose a un barco con destino a otro lugar.

Una fuerte tormenta esta a punto de romper el barco, y los marineros comenzaron a gritar: “Cada uno que le ore a su Di-s”. Pero Ioná estaba profundamente dormido.

El capitán del barco se acerca a Ioná: “¿Cómo puedes estar durmiendo? ¡Levántate! Ora a tu Di-s para que nos salve”, mientras los pasajeros le preguntaban cuál era su ocupación y de dónde provenía.

Ioná pidió que lo tiraran del barco, y la tormenta cesó. Un gran pez se lo tragó, y Ioná desde las profundidades acuáticas.

“Lloré a Di-s, y Él me escuchó. Desde lo profundo del abismo lloré…Me echaste a lo profundo, al corazón de los mares, Tus olas pasaron sobre mí. Descendí al fondo de las montañas, las barras de la tierra se acercaban a mí, y sin embargo me levantaste del fondo del pozo, Oh Eterno…”

Di-s le ordenó al pez que escupiera a Ioná a la tierra firme, fue a Ninvé hizo que su gente se arrepintiera.

Pero Ioná se sintió frustrado al ver que su amenaza inicial de muerte y destrucción no se había materializado y Ninvé se salvó. Ioná pidió morir, “porque la muerte es mejor que la vida”.

Di-s corrige la negatividad de Ioná. Como Ioná descansaba cerca de Ninvé, una vida frondosa se levantó para darle sombra y comodidad, pero la vida se marchitó por la mañana. Ioná estaba entristecido por la pérdida, y Di-s respondió: “Tienes lástima de una planta por la cual no trabajaste, que vivió una noche y pereció. ¿Acaso no tendré misericordia y compasión de todos los habitantes de Ninvé?”.

En un nivel más profundo

Divinamente profunda, la Torá multifacética de Di-s se puede apreciar en diferentes dimensiones y niveles. Además de su interpretación literal, las historias de la Torá contienen interpretaciones alegóricas con amplias aplicaciones espirituales y psicológicas. Además de resaltar una persona en particular en un momento y lugar determinado, la Torá se dirige directamente a todos nosotros, donde quiera que nos encontremos. De hecho, la historia de Ioná hace referencia a “todo el ciclo vital de los seres humanos en este mundo” (Zohar Vayakhel p. 199).

El viaje del alma

El nombre “Ioná”, significa literalmente, paloma. A lo largo del libro del Cantar de los Cantares, la fiel amante “esposa” se compara con una paloma, porque la paloma es siempre fiel y leal a su compañero. Del mismo modo, la esencia de nuestra alma permanece fiel a Di-s, negándose a dejarse llevar por el placer material y la tentación.

Por: Rabi Yosef Y. Jacobson

El hombre, objetivo de la creación

“Este día es el comienzo de Tu obra”…(de la plegaria de Rosh Hashaná).

Fijamos a Rosh Hashaná, el principio del año, en el primero del mes de Tishrei, que es el sexto día del Génesis, día de la creación del hombre. A la luz de esto debemos entender: ¡¿Por qué la terminología utilizada en la plegaria es “Este día es el comienzo de Tu obra”, cuando Rosh Hashaná no es “el comienzo de Tu obra”, sino como se dijo, el sexto día de la Creación?!

La explicación brindada al respecto es la siguiente: siendo que el hombre es el objetivo y la intención final de toda la Creación, y cuando es creado el hombre llegó la misma a su culminación y perfección, por ello este día es llamado “el comienzo de Tu obra”, ya que antes que fuera creado Adam es como que no existiera creación alguna.

CANTIDAD Y CALIDAD

Pero esta explicación requiere ser aclarada: ¿cómo puede plantearse que hasta que fuera creado el hombre es como si no existiera nada, cuando en realidad ya había un gran mundo, del cual el hombre sería tan sólo una minúscula partícula?!. ¿No es acaso esta Creación el motivo de nuestra alabanza al Altísimo en los términos de “¡Cuán  múltiples son Tus obras, Oh Di-s!”. El hombre ocupa de ellas un espacio de lo más diminuto, ya que hay mucho menos seres humanos que animales, menos aún que plantas, y ni que hablar de minerales (materia silenciosa)?.

Nos enseña aquí Rosh Hashaná un principio esencial: lo importante no es la cantidad sino la calidad. En lo que hace a cantidad- es verdad que la materia inanimada ocupa el lugar más predominante. Le sigue el reino vegetal, luego el animal, mientras que el hombre representa una minoría insignificante; pero en términos de calidad, no hay comparación alguna entre el mineral, el vegetal y el animal con el hombre, ya que el hombre se encuentra en un nivel cuantitativo infinitamente superior.

INTELECTO VERDADERO

En el mineral- no hay espíritu de vida alguna. En el vegetal hay vitalidad para el crecimiento, pero no hay alma viviente. Encima de ello se encuentra el grupo animal, que ya posee un alma viviente, pero carece de razón. Es verdad que también los animales poseen inteligencia, pero su inteligencia no tiene capacidad de funcionar independientemente, es sólo un instrumento para servir a sus necesidades materiales y nada más. A diferencia de ello, el hombre posee un intelecto independiente, donde la razón y la sabiduría son un fin en sí mismo (más allá de permitir lograr suplir las necesidades físicas del individuo).

Más aún, la perfección del intelecto humano tiene lugar cuando el hombre hace uso de él no sólo para lograr sus necesidades materiales, sino para elevarse hacia los niveles espirituales, en los temas de la razón y la espiritualidad, hasta que el propio intelecto logra la anulación propia frente al Altísimo, quien es superior a la razón lógica. Y en ello radica la singularidad y la virtud esencial del hombre.

LA ESPIRITUALIDAD ES LO PRINCIPAL

Es éste justamente el mensaje de Rosh Hashaná. Cuando el hombre observa en su derredor, descubre que la mayor parte de su tiempo y esfuerzo está dirigida a cubrir sus necesidades materiales. A su vez, observa que el número de hombres espirituales es inferior, numéricamente, en comparación a quienes están inmersos en el materialismo. Esto puede llegar a despertar la duda, que puede que el materialismo sea lo principal en la vida.

Rosh Hashaná nos enseña que lo correcto es precisamente todo lo opuesto. Es verdad que en términos cuantitativos la materia ocupa muchísimo más lugar que el espíritu, pero lo principal es el espíritu. Por ello, a pesar de que en los seis días del Génesis fue creado un mundo grande y poderoso, sin embargo es considerado nulo y nada absoluta hasta el momento de la Creación del hombre. Recién a partir de la creación de Adam, el mundo alcanzó el punto para ser considerado “el comienzo de Tu obra”, cuando el hombre coronó a Hashem sobre la Creación toda, y reveló en ella su fuente Divina.

(Likutei Sijot tomo 9, Pág. 953. Igrot Melej tomo 1 Pág. 65)

El cerebro de 48 horas

Hoy en día la neurología es lo que antes considerábamos ciencia ficción. Se han dibujado mapas de todas las áreas del cerebro, prácticamente todo fue estudiado e investigado. Con la ayuda de un neurotransmisor podemos escuchar una canción olvidada hace más de 30 años, manipulando una raíz nerviosa podemos perder el deseo de comer papas fritas y perder de esta forma 8 kilos en un mes. Bueno, no para tanto, pero ya casi lo logramos.

El año, un cuerpo de 365 miembros y nervios, también tiene un cerebro, las 48 horas de Rosh Hashana. Esa es la traducción literal de Rosh Hashana: “Cabeza del año”. En Rosh Hashana coronamos a Di-s como nuestro Rey y Di-s renueva su deseo de crear un mundo físico. Canales de vitalidad y energía conectan las 48 horas de Rosh Hashana con los cientos de días, miles de horas y millones de segundos a los largo del año, de la misma forma que el cerebro se conecta con el cuerpo.

Es por eso que los días de Rosh Hashana son tan especiales: el impacto de cada acción se reproduce miles de veces. Si somos bondadosos en Rosh Hashana, seremos más bondadosos a lo largo del año. Si medimos nuestras palabras en estos dos días, nuestro hablar será más refinado durante el año. Si nos concentramos en alguna debilidad y hacemos un esfuerzo mayor, nos daremos cuenta que nuestra resolución es más efectiva que si la haríamos en otro momento.

Si puedes acceder a tu cerebro, puedes hacer prácticamente todo. Puedes despertar recuerdos olvidados, restaurar viejos talentos, aliviar miedos, magnificar alegrías, destruir prejuicios, estimular tus intereses y cambiar tu motivación. Básicamente puedes reprogramar tu vida, aunque sea por un año.

Por: Yanki Tauber

Jana y Rosh Hashaná

Jana fue una de las siete mujeres a las que Di-s les dio el poder de la profecía, así que en total tenemos siete mujeres profetisas, y cuarenta y ocho profetas, cuyas profecías son mencionadas en el Tanaj.

La historia, como la leemos en Rosh Hashaná a partir del primer capítulo del libro de Shmuel 1, se inicia presentándonos a Elcana, el marido de Jana. Fue un Levita (perteneciente a la tribu de Leví) y vivía en Ramataim Zofim del monte de Efraim. Elcana era un hombre de noble carácter y gran piedad. Vio con dolor como muchos de sus hermanos judíos se alejaban lentamente de Di-s, y decidió generar un vívido interés en el centro espiritual de Shiló, donde Eli el Alto Sacerdote era el juez de Israel en esos días.

Como está establecido en la Torá, Elcana realizaba un peregrinaje a Shiloh durante cada una de las Tres Temporadas de Festival. Junto con él, su familia pasaba la festividad en una atmósfera religiosa en la ciudad santa del Santuario. Cuando la gente veía la caravana de Elcana de camino a Shiló un espíritu festivo y de felicidad, muchos se les unían . Un vínculo más estrecho se desarrolló así entre el pueblo judío y su centro espiritual en Shiloh, gracias a la influencia de Elcana.

Jana era una de las dos esposas de Elcana y no tenía hijos. Silenciosamente sufrió muchas humillaciones a las manos de las más afortunada Penina, quien tenía hijos. En uno de los peregrinajes anuales a Shiló, Jana se levantó en el Santuario y le abrió su corazón a Di-s. Le rezó que la bendijera  con un hijo, e hizo votos de que lo consagraría toda la vida de su hijo a Di-s. Rezó en silencio, balanceándose ligeramente. Eli la vio y creyó que estaba borracha. Él la reprendió por entrar al Santuario en un estado de ebriedad. Pero Jana respondió con dignidad, “No, señor mío, yo soy una mujer de espíritu doloroso; no he bebido ni vino ni bebida fuerte, sino que he derramado mi alma delante de Di-s.”

Eli se dio cuenta de la profunda piedad y el dolor que habían movido a esta mujer y le dijo, “Ve en paz, y el Di-s de Israel te otorgue la petición que le has hecho.” Jana se lo agradeció graciosamente y se fue con felicidad en su corazón, con la seguridad de que su plegaria había sido aceptada.

Corrido el tiempo, le nació un hijo al que llamó Shmuel, lo que significaba como ella dijo: “Se lo pedí (prestado) a Di-s.” La alegría de Jana no tenía límites. Los primeros años los mantuvo en la casa. Luego, fiel a su promesa, lo llevó a Shiló con una ofrenda de gratitud a Di-s. Llevando el niño a Eli, el Alto Sacerdote, Jana dijo, “Mi señor, yo soy aquella mujer que estuvo aquí junto a tí, orándole a Di-s. Por este niño oraba, y Di-s me dio lo que le pedí.” Le contó a Eli sobre su voto, y dejó su amado hijo al cuidado de Eli, para que lo criase en una atmósfera totalmente sagrada en el Santuario.

Uno podría pensar que Jana tendría el corazón partido de separarse de su hijo, por el que había rezado por tantos años. Pero Jana estaba llena de gozo al rezarle a Di-s y dijo, “Mi corazón se regocija en Di-s.” Estas fueron las primeras palabras de la famosa profecía de Jana, que forma un maravilloso himno: “No hay santo como Di-s, porque no hay ninguno fuera de Ti; y no hay refugio como nuestro Di-s.

“No habléis más con tanto orgullo, ni dejéis que salga arrogancia de vuestra boca, porque Di-s es un Di-s que sabe todo; y Él conoce todas las acciones. Di-s mata y da vida, hace descender a la tumba y hace subir. Di-s empobrece y enriquece; abate y ensalza. Levanta del polvo al pobre, y al menesteroso ensalza del estiércol, para asentarlo entre los príncipes, y hace que hereden el asiento de la gloria …”

Al leer las inspiradoras palabras de la profetisa, podemos ver de inmediato lo apropiadas que son para el Día de Juicio, Rosh Hashaná, cuando Di-s decide la suerte de cada persona: quiénes vivirán, quiénes serán ricos, quiénes serán honrados o no.

Nuestros Sabios nos cuentan que la profetisa Jana nos ha enseñado varias cosas importantes. Uno de ellos es la importancia de recitar plegarias en un murmullo. Como saben, tenemos el Shemone Esre ”silencioso”, el cual es luego repetido en voz alta por el Jazan (si el servicio es celebrado en la sinagoga). El Shemone Esre ”silencioso”, que decimos en un murmullo, con nuestros labios moviéndose pero con nuestra voz apenas audible, de la manera que rezaba Jana, es la parte más importante de nuestra plegaria. Cuando el corazón está lleno y abrumado en la presencia del Todopoderoso, entonces la plegaria es mejor expresada en un murmullo.

Jana también introdujo el nombre santo de Di-s, como el “Di-s de Anfitriones”, es decir, el Señor de todo el universo, los anfitriones de cielo y tierra. Es muy apropiado en Rosh Hashaná, cuando proclamamos el reino de Di-s sobre todo el mundo.

El primer verso de la plegaria de Jana contiene la profecía de que su hijo Samuel sería un profeta en Israel; que en sus días el pueblo de Israel sería salvado de los filisteos; que haría muchos milagros y maravillas; y que su nieto Heyman con sus catorce hijos cantaría y diría Salmos en el Beit Hamikdash, junto con otros Levitas.

En el segundo verso, Jana predice la derrota de Sanjerib en las puertas de Jerusalén. Luego profetiza sobre Nabucodonosor y otros enemigos de Israel quienes pagarían por su malignidad; entre ellos, los Macedonios (griegos) quienes serían derrotados por los Macabeos; el malvado Amán y sus hijos y su derrota a manos de Mordejai y Esther.”

¿Por qué no se toca el Shofar en Shabat?

Tocar el Shofar en Rosh HaShaná es un precepto bíblico, sin importar en qué día de la semana caiga la festividad, pero la Mishná nos dice que no tocamos el Shofar cuando cae en Shabat: Si es en Shabat, el Shofar suena en el Templo Sagrado, pero no en todo Israel.

El Talmud explica:

Raba dijo: Todos tienen la obligación de tocar el Shofar, pero no todos son expertos en tocarlo. Existe el peligro de que uno tome el Shofar y acuda a un experto para aprender [cómo tocarlo correctamente], y lo llevará cuatro codos en el dominio público [un acto que está prohibido en Shabat].

Los Sabios pueden “anular” un precepto de la Torá (si su instrucción implica la abstención de la acción, no una violación proactiva de un mandato bíblico).
Nuestra obligación de seguir las directivas está implícita en el versículo, “Y deberás haz conforme a la palabra que te digan, desde el lugar que Di‐s escoja, y cuidarás de hacer conforme a todo lo que te instruyan.”

En Jasidut se explica que es inconcebible que los Sabios priven a todo Israel de los beneficios que otorga una de las más grandes Mitzvot por culpa de unas pocas almas ignorantes que de otro modo podrían errar.
Debemos concluir que los Sabios entendieron que en Shabat es innecesario tocar el Shofar, porque lo que logramos haciendo sonar el Shofar, por sí solo, se logra en Shabat.

El logro del Shofar es renovar el placer de Di‐s en Sus obras, en este mundo, para que haya un deseo de continuar infundiendo Sus obras con la fuerza vital necesaria para su existencia continua.
Si Él se deleita en nosotros, tiene razón para continuar creándonos, para continuar Su relación con nosotros.

El tema principal de Shabat es el placer, el deleite y el deseo. “Llama al Shabat una delicia”, nos ordena el profeta, lo cual logramos al participar de comidas suntuosas.
Y lo que Di‐s nos instruye que hagamos, Él también lo hace.

En Shabat el deleite y el deseo de continuar con nuestro mundo y con nuestra relación ya está allí, no hay necesidad de tocar el Shofar para renovarlo. (Sin embargo, el nivel de placer Divino evocado al tocar el Shofar en el Templo Sagrado, el lugar donde se manifestó la esencia de Di‐s, es mayor que el placer activado naturalmente en Shabat. Como tal, el Shofar suena en el Templo incluso cuando Rosh HaShaná cae en Shabat.)
Pronto, esperamos merecer escuchar el “gran Shofar” que se tocará el día de la Redención.

¿Qué es Iom Kipur?

¿Qué es Yom Kippur?


El día de la expiación

Yom Kippur en breve


Qué:

El día de ayuno deiom Kipur es el día más sagrado del año, cuando estamos más cerca de Di-s y de la esencia de nuestras almas. iom Kipur significa “Día de la Expiación”, como dice el versículo: “Porque en este día Él os perdonará, os purificará, para que quedéis limpios de todos vuestros pecados ante Di-s ”.

Cuándo:

El décimo día de Tishrei, inmediatamente después de Rosh Hashaná (el Año Nuevo judío, que se celebra el primer y segundo día de Tishrei ).

Cómo:

Durante casi 26 horas “afligimos nuestras almas”: nos abstenemos de comer y beber , no nos lavamos ni aplicamos lociones o cremas, no usamos calzado de cuero y nos abstenemos de tener relaciones maritales. En cambio, pasamos el día en la sinagoga, rezando por el perdón.

Historia

Apenas unos meses después de que el pueblo de Israel saliera de Egipto en el año 2448 desde la creación (1313 a. C.), pecaron al adorar a un becerro de oro. Moisés ascendió al monte Sinaí y le rezó a Di-s para que los perdonara. Después de dos estadías de 40 días en la montaña, obtuvo el pleno favor divino. El día en que Moisés bajó de la montaña (el 10 de Tishrei) sería conocido para siempre como el Día de la Expiación: Iom Kipur.

 

Ese año, el pueblo construyó el Tabernáculo , una casa portátil para Di-s. El Tabernáculo era un centro de oraciones y ofrendas sacrificiales. El servicio en el Tabernáculo culminaba en Iom Kipur, cuando el Sumo Sacerdote realizaba un servicio especialmente prescrito. Los puntos destacados de este servicio incluían la ofrenda de incienso en el Lugar Santísimo (donde se guardaba el arca) y la lotería con dos machos cabríos, uno de los cuales se traía como sacrificio y el otro se enviaba al desierto ( Azazel ).

Aunque el Sumo Sacerdote generalmente vestía ropas doradas adornadas, en Iom Kipur se sumergía en una mikve y se ponía prendas blancas sencillas para realizar este servicio.

Esta práctica continuó durante cientos de años, durante la época del primer Templo de Jerusalem , construido por Salomón , y el segundo Templo, construido por Esdras. Judíos de todas partes se reunían en el Templo para experimentar la visión sagrada del Sumo Sacerdote realizando su servicio, obteniendo el perdón para todo Israel.

Cuando el segundo Templo fue destruido en el año 3830 desde la creación (70 d.C.), el servicio de Iom Kipur continuó. En lugar de que un Sumo Sacerdote ofreciera los sacrificios en Jerusalem , cada judío realiza el servicio de Iom Kipur en el templo de su corazón.

Qué hacer antes de Iom Kipur

Cuarenta días antes de Iom Kipur, el primer día de Elul, comenzamos a tocar el shofar todas las mañanas y a recitar el Salmo 27 después de las oraciones de la mañana y de la tarde. En las comunidades sefaradíes, es costumbre comenzar a recitar Selijot temprano todas las mañanas ( los ashkenazíes comienzan unos días antes de Rosh Hashaná), creando una atmósfera de reverencia, arrepentimiento y asombro que conduce a Iom Kipur.

Durante la semana anterior a Iom Kipur (conocida como los 10 Días de Arrepentimiento ), se hacen adiciones especiales a las oraciones, y la gente es particularmente cuidadosa con la observancia de sus mitzvot .

Así como Iom Kipur es un día de ayuno, el día anterior se dedica a comer y prepararse para este día sagrado. Estas son algunas de las actividades que realizamos el día anterior:

Kaparot se realiza a menudo en las primeras horas de la mañana.
Hay una hermosa costumbre de pedir y recibir un trozo de torta de miel, de modo que si, Di-s no lo quiera, se decreta que debemos ser receptores, se cumpla pidiendo torta de miel y siendo bendecidos con un año dulce.
Comemos dos comidas festivas, una a primera hora de la tarde y otra justo antes del comienzo del ayuno.
Muchos tienen la costumbre de sumergirse en una mikve en este día.
Se hacen donaciones extra. De hecho, se colocan bandejas especiales para la caridad en la sinagoga antes del servicio de la tarde, que incluye la oración de Iom Kipur Al Jeit .
Justo antes de comenzar el ayuno (después de concluida la segunda comida), es costumbre bendecir a los niños con la Bendición Sacerdotal.
Las velas festivas se encienden antes del comienzo del día sagrado.

Cómo se celebra Iom Kipur


El Shabat y las festividades se inician con el encendido de velas. El Shabat y los días festivos se inician con el encendido de velas.

Al igual que en Shabat, no se debe realizar ningún trabajo en Iom Kipur desde el momento en que se pone el sol el nueve de Tishrei hasta que las estrellas salen al atardecer del día siguiente.

En Iom Kipur nos afligimos evitando las siguientes cinco acciones:

Comer o beber (en caso de necesidad, ver aquí y consultar a un profesional médico y a un rabino)
Usando calzado de cuero.
Aplicar lociones o cremas.
Lavar o bañarse.
Mantener relaciones conyugales.

El día se pasa en la sinagoga, donde celebramos cinco servicios de oración:

Maariv, con su solemne servicio Kol Nidrei, en vísperas de Iom Kipur; Shajarit, la oración de la mañana, que incluye una lectura del Levítico seguida del servicio conmemorativo de Izkor; Musaf, que incluye un relato detallado del servicio del Templo de Iom Kipur; Minjá, que incluye la lectura del Libro de Jonás; Neilá , el servicio de “cierre de las puertas” al atardecer, seguido por el sonido del shofar que marca el final del ayuno.

Más allá de las acciones específicas, Iom Kipur está dedicado a la introspección, la oración y la petición de perdón a Di-s.  Incluso durante los descansos entre los servicios, es apropiado recitar los Salmos en cualquier momento disponible.
Qué hacemos después de Iom Kipur


Después de la caída de la noche, el servicio de Neilá de cierre termina con los resonantes gritos de la oración del Shemá : “Escucha, Israel: Di-s es nuestro Señor, Di-s es uno”. Luego, los congregantes estallan en canciones y bailes alegres, después de lo cual se toca un solo toque en el shofar , seguido de la proclamación: “El año que viene en Jerusalem”.

Participamos de una comida festiva después del ayuno, convirtiendo la noche después de Iom Kipur en un Iom Tov en sí mismo.

De hecho, aunque Iom Kipur es el día más solemne del año, está impregnado de una corriente subyacente de alegría: es la alegría de estar inmersos en la espiritualidad del día y expresa la confianza en que Di-s aceptará nuestro arrepentimiento, perdonará nuestros pecados y sellará nuestro veredicto por un año de vida, salud y felicidad.

Solo Pésaj tiene un día de recuperación

Desde un punto de vista práctico, Pésaj es la única festividad cuya observancia central puede pasarse por alto fácilmente debido a circunstancias fuera del control de uno.


Por ejemplo, con suficiente esfuerzo, uno casi siempre puede asegurarse detener acceso a un Shofar para Rosh HaShaná, un Lulav y un Etrog para Sucot, etc.

Por otro lado, en la época del Templo, la pieza central de Pésaj era comer el korbán (ofrenda) de Pésaj con matzá y las hierbas amargas.
Ahora bien, esto solo podía hacerse enlas proximidades del Templo de Jerusalem (o antes, el Tabernáculo), y uno tenía que estar en un estado de pureza ritual.

Debido a estos obstáculos logísticos, era concebible que alguien se perdiera la ofrenda de Pésaj y, por lo tanto, necesitara aprovechar una “segunda oportunidad”. (Esto también explica por qué el Segundo Pésaj es solo para aquellos que no comieron la ofrenda; y no es para que los que no comieron Matzá, maror, leyeron la Hagadá, etc., se pongan al día).

Leemos en la Torá que cuando se acercaba el primer aniversario del Éxodo y Di‐s instruyó al pueblo de Israel a traer la ofrenda de Pésaj en la tarde del 14 de Nisán, “había, ciertas personas que se habían vuelto ritualmente impuras través del contacto con un cadáver, y no podían, por lo tanto, preparar la ofrenda de Pésaj en ese día.


Se acercaron a Moshé y Aarón y dijeron:‘¿Por qué deberíamos estar privados y no poder presentar la ofrenda de Di‐s a su tiempo, entre los hijos de Israel?’

En respuesta a su súplica, Di‐s estableció el 14 de Iyar como el Segundo Pascua (Pésaj Sheni) para cualquiera que no pudiera traer a ofrenda en el momento señalado en el mes anterior.


La razón más profunda.
Los maestros jasídicos explican que el tema subyacente de Pésaj Sheini es el concepto de teshuvá (“retorno”), y que nunca es demasiado tarde para corregir nuestros errores.

Para citar el HaIom Iom del 14 de Iyar:
Pésaj Sheini es que nunca es demasiado tarde. Siempre es posible arreglar las cosas.
Incluso si uno era ritualmente impuro, o uno estaba lejos, e incluso en el caso en que esta (impureza, etc.) fuera deliberada, puede corregirlo.

El Rebe explica que esto está ligado únicamente a la Pesaj, que marca el “nacimiento de la nación judía”.
Puedes perder muchas cosas (autobuses, exámenes, reuniones de trabajo e incluso vuelos) y recuperarlas más tarde. Pero si pierdes nacer, perdiste todo.
Por lo tanto, Di‐s quiere que cada persona, incluso aquellos que se perdieron deliberadamente el primer Pésaj, tengan una segunda oportunidad, enseñando que nunca es demasiado tarde para corregir nuestras deficiencias.

Al conmemorar este día, debemos tomar en serio la lección de que no importa cuán lejos podamos llegar o cuán impuros nos hayamos vuelto, Di‐s allanará el camino para nosotros si queremos hacer las paces sinceramente.

Ha concluido el Seder de Pésaj

Rabí Shneur Zalman de Liadi, fundador del movimiento Jasídico Jabad, al componer la Hagadá de Pésaj omitió el último párrafo que dice: “Ha concluido el Seder de Pésaj” pues, explicó, las enseñanzas de la festividad siguen con nosotros a lo largo de todo el año. 

De la “Época de nuestra Liberación” como también es llamada, debemos extraer fe, humildad, acción y compromiso con nuestro judaísmo y tratar de crecer cada día como seres humanos y como iehudim, asumiendo nuestra responsabilidad de continuar con la milenaria tradición que recibimos hace exactamente 3316 años frente al Monte Sinai.

He aquí una interesante reflexión que nos acercó gentilmente la Dra. Lea Kliksberg Silberstein, Directora del Núcleo de Reflexión para el Adulto, para tener en cuenta:

TE INVITO A: QUE CON CADA GOTITA QUE VACÍES DE TU COPA DE VINO, DEJES TUS “DIEZ PLAGAS INTERIORES”:

1) SUFRIMIENTO INÚTIL

2) PREJUICIOS

3) QUEJAS

4) CULPAS

5) FALTA DE DECISIÓN Y COMPROMISO EN LA ACCIÓN

6) DESESPERANZA ACTIVA

7) AUTO-SABOTEOS

8) ENOJOS

9) ENVIDIAS NEGATIVAS

10) ANSIEDADES NEGATIVAS

Y AHORA, HAY LUGAR EN TU COPA PARA LLENARLA CON TUS “DIEZ AUTO MANDAMIENTOS”:

1) PROYECTARÉ PARA DARLE “SENTIDO Y DIRECCIÓN” A MI VIDA.

2) “DARÉ” PARA “DARME”.

3) DISFRUTARÉ LO QUE TENGO Y NO BUSCARÉ LA INSATISFACCIÓN POR LO QUE ME  FALTA.

4) ASUMIRÉ MIS RESPONSABILIDADES SIN ENDOSARLE LA CULPA A LOS OTROS.

5) EJERCERÉ MI LIBERTAD Y RESPETARÉ LA DEL OTRO.

6) PEDIRÉ PARA NO EXIGIR.

7) NEGOCIARÉ ENTRE LO QUE “QUIERO”, “TENGO” Y “PUEDO”.

8) RESPETARÉ NUESTROS ACUERDOS, AÚN SOBRE NUESTROS DESACUERDOS.

9) ESTARÉ ABIERTO A LOS CAMBIOS, APOSTANDO A LA ESPERANZA ACTIVA = FE EN DI-S Y COMPROMISO CON LA ACCIÓN.

10) CADA DÍA RECORDARÉ EL SALMO 31: “EN TU MANO ESTÁN MIS INSTANTES; RESCÁTAME”.   DI-S ES MI SOCIO CAPITALISTA, ME OTORGA A CADA INSTANTE EL CAPITAL DE TIEMPO DE VIDA Y YO DECIDO CÓMO LO ADMINISTRO.

LEVANTO MI COPA Y BRINDO JUNTO A  VOS PARA QUE ESTAS IDEAS NOS AYUDEN AL SEDER INTERIOR.

El festín de mashiaj

Uno de los elementos más importantes de Pesaj, la festividad que celebra la libertad del pueblo judío, es que sirve como preparación para la Redención completa y eterna a través de nuestro justo Mashíaj.

Así el versículo declara: “Yo revelaré maravillas [en el tiempo de la Redención final que son] semejantes a [aquellas que fueron reveladas en] el tiempo de vuestro éxodo de Egipto”. De hecho, el éxodo de Egipto abrió el canal para hacer posibles a todas las redenciones subsiguientes, incluyendo la final.

Más específicamente, los primeros días de Pesaj se relacionan la mayor parte con el éxodo de Egipto, mientras los últimos días están más estrechamente asociados con la Redención venidera. Esto puede ser también visto de las Haftarot leídas durante los dos días finales, versando sobre el tema de cada uno de estos días.

Adicionalmente, se celebra y conmemora con una comida que señala la santidad que impregnará al mundo físico entero cuando Mashíaj venga. Pues en ese tiempo “la gloria de Di-s será revelada, y toda carne observará…”. Este permear de lo material por lo espiritual es mejor comprendido por la santificación del alimento.

Dado que el judío – de acuerdo con el principio que todas las acciones de uno deberían ser en aras del Cielo – come aún una comida ordinaria con la intención de traer santidad a este mundo, ¡cuánto más así con respecto a una comida en un día sagrado! Seguramente, entonces, el especial “Festín de Mashíaj” de Ajaron Shel Pesaj de una vez al año nos permite comprender mejor cómo toda condición física será imbuida de santidad en el tiempo de la Redención.

El efecto de este evento especial no está, por supuesto, limitado al día de Ajaron Shel Pesaj mismo. Más bien, la idea es que debería afectar al judío a lo largo de todo el año, para que todo lo que él haga en relación con el mundo terrenal sea colmado de santidad y espiritualidad, semejante a la espiritualidad que abarcará al mundo con la llegada de Mashíaj.

Además, la lección de Ajaron Shel Pesaj no está limitada a la relación del hombre con el mundo físico, sino que también se vincula con la espiritualidad interior de todo judío.

Pues el nivel de Mashíaj está en el núcleo de toda alma judía. Ajaron Shel Pesaj permite a cada judío revelar este núcleo a lo largo del año, permitiendo, con eso, servir a Di-s con la misma fibra de su ser.

Basado en Séfer HaSijot 5748, Vol. II, págs. 384-386.

Extraído de “Días solemnes” de editorial Bnei Sholem