¿Qué es Iom Kipur?

¿Qué es Yom Kippur?


El día de la expiación

Yom Kippur en breve


Qué:

El día de ayuno deiom Kipur es el día más sagrado del año, cuando estamos más cerca de Di-s y de la esencia de nuestras almas. iom Kipur significa “Día de la Expiación”, como dice el versículo: “Porque en este día Él os perdonará, os purificará, para que quedéis limpios de todos vuestros pecados ante Di-s ”.

Cuándo:

El décimo día de Tishrei, inmediatamente después de Rosh Hashaná (el Año Nuevo judío, que se celebra el primer y segundo día de Tishrei ).

Cómo:

Durante casi 26 horas “afligimos nuestras almas”: nos abstenemos de comer y beber , no nos lavamos ni aplicamos lociones o cremas, no usamos calzado de cuero y nos abstenemos de tener relaciones maritales. En cambio, pasamos el día en la sinagoga, rezando por el perdón.

Historia

Apenas unos meses después de que el pueblo de Israel saliera de Egipto en el año 2448 desde la creación (1313 a. C.), pecaron al adorar a un becerro de oro. Moisés ascendió al monte Sinaí y le rezó a Di-s para que los perdonara. Después de dos estadías de 40 días en la montaña, obtuvo el pleno favor divino. El día en que Moisés bajó de la montaña (el 10 de Tishrei) sería conocido para siempre como el Día de la Expiación: Iom Kipur.

 

Ese año, el pueblo construyó el Tabernáculo , una casa portátil para Di-s. El Tabernáculo era un centro de oraciones y ofrendas sacrificiales. El servicio en el Tabernáculo culminaba en Iom Kipur, cuando el Sumo Sacerdote realizaba un servicio especialmente prescrito. Los puntos destacados de este servicio incluían la ofrenda de incienso en el Lugar Santísimo (donde se guardaba el arca) y la lotería con dos machos cabríos, uno de los cuales se traía como sacrificio y el otro se enviaba al desierto ( Azazel ).

Aunque el Sumo Sacerdote generalmente vestía ropas doradas adornadas, en Iom Kipur se sumergía en una mikve y se ponía prendas blancas sencillas para realizar este servicio.

Esta práctica continuó durante cientos de años, durante la época del primer Templo de Jerusalem , construido por Salomón , y el segundo Templo, construido por Esdras. Judíos de todas partes se reunían en el Templo para experimentar la visión sagrada del Sumo Sacerdote realizando su servicio, obteniendo el perdón para todo Israel.

Cuando el segundo Templo fue destruido en el año 3830 desde la creación (70 d.C.), el servicio de Iom Kipur continuó. En lugar de que un Sumo Sacerdote ofreciera los sacrificios en Jerusalem , cada judío realiza el servicio de Iom Kipur en el templo de su corazón.

Qué hacer antes de Iom Kipur

Cuarenta días antes de Iom Kipur, el primer día de Elul, comenzamos a tocar el shofar todas las mañanas y a recitar el Salmo 27 después de las oraciones de la mañana y de la tarde. En las comunidades sefaradíes, es costumbre comenzar a recitar Selijot temprano todas las mañanas ( los ashkenazíes comienzan unos días antes de Rosh Hashaná), creando una atmósfera de reverencia, arrepentimiento y asombro que conduce a Iom Kipur.

Durante la semana anterior a Iom Kipur (conocida como los 10 Días de Arrepentimiento ), se hacen adiciones especiales a las oraciones, y la gente es particularmente cuidadosa con la observancia de sus mitzvot .

Así como Iom Kipur es un día de ayuno, el día anterior se dedica a comer y prepararse para este día sagrado. Estas son algunas de las actividades que realizamos el día anterior:

Kaparot se realiza a menudo en las primeras horas de la mañana.
Hay una hermosa costumbre de pedir y recibir un trozo de torta de miel, de modo que si, Di-s no lo quiera, se decreta que debemos ser receptores, se cumpla pidiendo torta de miel y siendo bendecidos con un año dulce.
Comemos dos comidas festivas, una a primera hora de la tarde y otra justo antes del comienzo del ayuno.
Muchos tienen la costumbre de sumergirse en una mikve en este día.
Se hacen donaciones extra. De hecho, se colocan bandejas especiales para la caridad en la sinagoga antes del servicio de la tarde, que incluye la oración de Iom Kipur Al Jeit .
Justo antes de comenzar el ayuno (después de concluida la segunda comida), es costumbre bendecir a los niños con la Bendición Sacerdotal.
Las velas festivas se encienden antes del comienzo del día sagrado.

Cómo se celebra Iom Kipur


El Shabat y las festividades se inician con el encendido de velas. El Shabat y los días festivos se inician con el encendido de velas.

Al igual que en Shabat, no se debe realizar ningún trabajo en Iom Kipur desde el momento en que se pone el sol el nueve de Tishrei hasta que las estrellas salen al atardecer del día siguiente.

En Iom Kipur nos afligimos evitando las siguientes cinco acciones:

Comer o beber (en caso de necesidad, ver aquí y consultar a un profesional médico y a un rabino)
Usando calzado de cuero.
Aplicar lociones o cremas.
Lavar o bañarse.
Mantener relaciones conyugales.

El día se pasa en la sinagoga, donde celebramos cinco servicios de oración:

Maariv, con su solemne servicio Kol Nidrei, en vísperas de Iom Kipur; Shajarit, la oración de la mañana, que incluye una lectura del Levítico seguida del servicio conmemorativo de Izkor; Musaf, que incluye un relato detallado del servicio del Templo de Iom Kipur; Minjá, que incluye la lectura del Libro de Jonás; Neilá , el servicio de “cierre de las puertas” al atardecer, seguido por el sonido del shofar que marca el final del ayuno.

Más allá de las acciones específicas, Iom Kipur está dedicado a la introspección, la oración y la petición de perdón a Di-s.  Incluso durante los descansos entre los servicios, es apropiado recitar los Salmos en cualquier momento disponible.
Qué hacemos después de Iom Kipur


Después de la caída de la noche, el servicio de Neilá de cierre termina con los resonantes gritos de la oración del Shemá : “Escucha, Israel: Di-s es nuestro Señor, Di-s es uno”. Luego, los congregantes estallan en canciones y bailes alegres, después de lo cual se toca un solo toque en el shofar , seguido de la proclamación: “El año que viene en Jerusalem”.

Participamos de una comida festiva después del ayuno, convirtiendo la noche después de Iom Kipur en un Iom Tov en sí mismo.

De hecho, aunque Iom Kipur es el día más solemne del año, está impregnado de una corriente subyacente de alegría: es la alegría de estar inmersos en la espiritualidad del día y expresa la confianza en que Di-s aceptará nuestro arrepentimiento, perdonará nuestros pecados y sellará nuestro veredicto por un año de vida, salud y felicidad.

Solo Pésaj tiene un día de recuperación

Desde un punto de vista práctico, Pésaj es la única festividad cuya observancia central puede pasarse por alto fácilmente debido a circunstancias fuera del control de uno.


Por ejemplo, con suficiente esfuerzo, uno casi siempre puede asegurarse detener acceso a un Shofar para Rosh HaShaná, un Lulav y un Etrog para Sucot, etc.

Por otro lado, en la época del Templo, la pieza central de Pésaj era comer el korbán (ofrenda) de Pésaj con matzá y las hierbas amargas.
Ahora bien, esto solo podía hacerse enlas proximidades del Templo de Jerusalem (o antes, el Tabernáculo), y uno tenía que estar en un estado de pureza ritual.

Debido a estos obstáculos logísticos, era concebible que alguien se perdiera la ofrenda de Pésaj y, por lo tanto, necesitara aprovechar una “segunda oportunidad”. (Esto también explica por qué el Segundo Pésaj es solo para aquellos que no comieron la ofrenda; y no es para que los que no comieron Matzá, maror, leyeron la Hagadá, etc., se pongan al día).

Leemos en la Torá que cuando se acercaba el primer aniversario del Éxodo y Di‐s instruyó al pueblo de Israel a traer la
ofrenda de Pésaj en la tarde del 14 de Nisán, “había, ciertas personas que se habían vuelto ritualmente impuras través del contacto con un cadáver, y no podían, por lo tanto, preparar la ofrenda de Pésaj en ese día.


Se acercaron a Moshé y Aarón y dijeron:‘¿Por qué deberíamos estar privados y no poder presentar la ofrenda de Di‐s a su
tiempo, entre los hijos de Israel?’

En respuesta a su súplica, Di‐s estableció el 14 de Iyar como el Segundo Pascua (Pésaj Sheni) para cualquiera que no pudiera traer
la ofrenda en el momento señalado en el mes anterior.


La razón más profunda.
Los maestros jasídicos explican que el tema subyacente de Pésaj Sheini es el concepto de teshuvá (“retorno”), y que nunca es demasiado tarde para corregir nuestros errores.

Para citar el HaIom Iom del 14 de Iyar:
Pésaj Sheini es que nunca es demasiado tarde. Siempre es posible arreglar las cosas.
Incluso si uno era ritualmente impuro, o uno estaba lejos, e incluso en el caso en que esta (impureza, etc.) fuera deliberada, puede corregirlo.

El Rebe explica que esto está ligado únicamente a la Pesaj, que marca el “nacimiento de la nación judía”.
Puedes perder muchas cosas (autobuses, exámenes, reuniones de trabajo e incluso vuelos) y recuperarlas más tarde. Pero si pierdes nacer, perdiste todo.
Por lo tanto, Di‐s quiere que cada persona, incluso aquellos que se perdieron deliberadamente el primer Pésaj, tengan una segunda oportunidad, enseñando que nunca es demasiado tarde para corregir nuestras deficiencias.

Al conmemorar este día, debemos tomar en serio la lección de que no importa cuán lejos podamos llegar o cuán impuros nos hayamos vuelto, Di‐s allanará el camino para nosotros si queremos hacer las paces sinceramente.

Pesaj Sheini

El 14 de lyar, es el día conocido como Pésaj Sheini [literalmente, “el segundo Pésaj”].

En la época del Beit HaMikdash, todos aquellos que no habían podido traer la ofrenda de Pésaj en la fecha estipulada, el 14 de Nisán, tenían una segunda oportunidad para hacerlo en este día.

La Torá (Números 9:10-11) expresa:

“Y Di-s habló a Moshé, diciendo: Habla a los Hijos de Israel, diciendo: Si hombre alguno de vosotros o de vuestras generaciones futuras se hallare impuro a causa de un cadáver o esté en camino distante, de todos modos hará la ofrenda de Pésaj a Di-s. La harán el decimocuarto día del segundo mes, hacia el atardecer, la comerán con matzot y hierbas amargas…”

Hoy en día, cuando no tenemos el Beit HaMikdash, se acostumbra comer un poco de matzá en Pésaj Sheni, en recuerdo a la ofrenda.

En la época del Beit HaMikdash— este era un día de regocijo para aquellos que cumplían con su obligación de traer la ofrenda de Pésaj. Por lo tanto, se considera en cierto modo especial y en él no se recita Tajanún.

 

BREVE RESUMEN DE LAS LEYES DE PÉSAJ SHENÍ

*Aquel que se encontraba impuro [por haber entrado en contacto con un cadáver humano] en el momento estipulado para traer la ofrenda de Pésaj, o se hallaba en un lugar alejado, o tuvo algún percance, o indeliberadamente —o aun con intención— no la ofreció, debe traer la ofrenda de Pésaj en la tarde del 14 de lyar.

*Quien se convirtió al judaísmo entre el 14 de Nisán y el 14 de Iyar, o un niño que pasa a ser adulto —respecto de su obligación para con las mitzvot, al cumplir 13 años, edad de bar-mitzvá— durante este período, también trae la ofrenda de Pésaj] el 14 de Iyar.

*Si muchos del pueblo se hallan impuros en el momento de traer la ofrenda de Pésaj: Si constituyen la minoría de la nación, traen su ofrenda en Pésaj Sheni, pero si conforman la mayoría, o si los kohanim (sacerdotes) o utensilios del Gran Templo se hallan impuros en ese momento, de todas formas el sacrificio es traído por todos el 14 de Nisán. Y si el número de personas puras e impuras es el mismo, la ofrenda se trae el 14 de Nisán con la salvedad de que cada grupo la debe traer por separado, sin mezclarse unos con otros.

¿Cuál es la diferencia entre la ofrenda de Pesaj traída el 14 de Nisán y la traída el 14 de lyar? 

En la primera se prohíbe el jametz, el cual no puede ser “visto ni encontrado” en posesión del judío. Por ende no debe ser sacrificada junto con éste, siendo necesario exterminar previamente todo jametz de los hogares.

Asimismo, ninguna porción de su carne puede ser comida fuera de la javurá [el grupo de personas formado para traer la ofrenda y comer la carne juntos, pues cada cordero era compartido por varias personas]. Además, la ofrenda del 14 de Nisán va acompañada del Halel—cánticos de alabanza— y de una ofrenda festiva especial —korbán jaguigá—, pudiendo ser ofrecida incluso en estado de impureza—si la mayor parte del pueblo se encuentra en esa condición, como vimos antes—.

*En cuanto a la ofrenda de Pésaj traída el 14 de lyar: tanto el jametz como la matzá pueden encontrarse en posesión del judío, no hay obligación de recitar el Halel mientras se come, la carne del sacrificio puede comerse estando la persona separada de los otros miembros de la javurá, el sacrificio no es acompañado de una ofrenda festiva, y no puede ser traído en estado de impureza. Sin embargo, ambos comparten varias cosas en común: pueden traerse en Shabat, requieren del recitado del Halel durante su preparación, deben comerse asados en una misma casa, se comen junto con matzá y maror, no puede sobrar ningún resto de su carne, y no se puede quebrar ninguno de los huesos del animal.

Ha concluido el Seder de Pesaj

Rabí Shneur Zalman de Liadi, fundador del movimiento Jasídico Jabad, al componer la Hagadá de Pesaj omitió el último párrafo que dice: “Ha concluido el Seder de Pesaj” pues, explicó, las enseñanzas de la Festividad siguen con nosotros a lo largo de todo el año. De la “Época de nuestra Liberación” como también es llamada, debemos extraer fe, humildad, acción y compromiso con nuestro judaísmo y tratar de crecer cada día como seres humanos y como iehudim, asumiendo nuestra responsabilidad de continuar con la milenaria tradición que recibimos hace exactamente 3316 años frente al Monte Sinai.

He aquí una interesante reflexión que nos acercó gentilmente la Dra. Lea Kliksberg Silberstein, Directora del Núcleo de Reflexión para el Adulto, para tener en cuenta:

TE INVITO A: QUE CON CADA GOTITA QUE VACÍES DE TU COPA DE VINO, DEJES TUS “DIEZ PLAGAS INTERIORES”:

1) SUFRIMIENTO INÚTIL

2) PREJUICIOS

3) QUEJAS

4) CULPAS

5) FALTA DE DECISIÓN Y COMPROMISO EN LA ACCIÓN

6) DESESPERANZA ACTIVA

7) AUTO-SABOTEOS

8) ENOJOS

9) ENVIDIAS NEGATIVAS

10) ANSIEDADES NEGATIVAS

Y AHORA, HAY LUGAR EN TU COPA PARA LLENARLA CON TUS “DIEZ AUTO MANDAMIENTOS”:

1) PROYECTARÉ PARA DARLE “SENTIDO Y DIRECCIÓN” A MI VIDA.

2) “DARÉ” PARA “DARME”.

3) DISFRUTARÉ LO QUE TENGO Y NO BUSCARÉ LA INSATISFACCIÓN POR LO QUE ME  FALTA.

4) ASUMIRÉ MIS RESPONSABILIDADES SIN ENDOSARLE LA CULPA A LOS OTROS.

5) EJERCERÉ MI LIBERTAD Y RESPETARÉ LA DEL OTRO.

6) PEDIRÉ PARA NO EXIGIR.

7) NEGOCIARÉ ENTRE LO QUE “QUIERO”, “TENGO” Y “PUEDO”.

8) RESPETARÉ NUESTROS ACUERDOS, AÚN SOBRE NUESTROS DESACUERDOS.

9) ESTARÉ ABIERTO A LOS CAMBIOS, APOSTANDO A LA ESPERANZA ACTIVA = FE EN DI-S Y COMPROMISO CON LA ACCIÓN.

10) CADA DÍA RECORDARÉ EL SALMO 31: “EN TU MANO ESTÁN MIS INSTANTES; RESCÁTAME”.   DI-S ES MI SOCIO CAPITALISTA, ME OTORGA A CADA INSTANTE EL CAPITAL DE TIEMPO DE VIDA Y YO DECIDO CÓMO LO ADMINISTRO.

LEVANTO MI COPA Y BRINDO JUNTO A  VOS PARA QUE ESTAS IDEAS NOS AYUDEN AL SEDER INTERIOR.

El festín de mashiaj

Uno de los elementos más importantes de Pesaj, la festividad que celebra la libertad del pueblo judío, es que sirve como preparación para la Redención completa y eterna a través de nuestro justo Mashíaj.

Así el versículo declara: “Yo revelaré maravillas [en el tiempo de la Redención final que son] semejantes a [aquellas que fueron reveladas en] el tiempo de vuestro éxodo de Egipto”. De hecho, el éxodo de Egipto abrió el canal para hacer posibles a todas las redenciones subsiguientes, incluyendo la final.

Más específicamente, los primeros días de Pesaj se relacionan la mayor parte con el éxodo de Egipto, mientras los últimos días están más estrechamente asociados con la Redención venidera. Esto puede ser también visto de las Haftarot leídas durante los dos días finales, versando sobre el tema de cada uno de estos días.

Adicionalmente, se celebra y conmemora con una comida que señala la santidad que impregnará al mundo físico entero cuando Mashíaj venga. Pues en ese tiempo “la gloria de Di-s será revelada, y toda carne observará…”. Este permear de lo material por lo espiritual es mejor comprendido por la santificación del alimento.

Dado que el judío – de acuerdo con el principio que todas las acciones de uno deberían ser en aras del Cielo – come aún una comida ordinaria con la intención de traer santidad a este mundo, ¡cuánto más así con respecto a una comida en un día sagrado! Seguramente, entonces, el especial “Festín de Mashíaj” de Ajaron Shel Pesaj de una vez al año nos permite comprender mejor cómo toda condición física será imbuida de santidad en el tiempo de la Redención.

El efecto de este evento especial no está, por supuesto, limitado al día de Ajaron Shel Pesaj mismo. Más bien, la idea es que debería afectar al judío a lo largo de todo el año, para que todo lo que él haga en relación con el mundo terrenal sea colmado de santidad y espiritualidad, semejante a la espiritualidad que abarcará al mundo con la llegada de Mashíaj.

Además, la lección de Ajaron Shel Pesaj no está limitada a la relación del hombre con el mundo físico, sino que también se vincula con la espiritualidad interior de todo judío.

Pues el nivel de Mashíaj está en el núcleo de toda alma judía. Ajaron Shel Pesaj permite a cada judío revelar este núcleo a lo largo del año, permitiendo, con eso, servir a Di-s con la misma fibra de su ser.

Basado en Séfer HaSijot 5748, Vol. II, págs. 384-386.

Extraído de “Días solemnes” de editorial Bnei Sholem

10 de Tevet

El 3 de enero de 2023 es el 10 de Tevet, día de ayuno en conmemoración al sitio de la muralla de la ciudad de Jerusalem, lo que luego dió paso a la destrucción del Gran Templo.

Desde el día en que el pueblo de Israel entró a la Tierra Prometida, bajo el liderazgo de Iehoshúa, sucesor de Moshé, vivió en su tierra durante un período de 850 años dando a luz veinte generaciones de hijos y nietos, hasta que el despiadado Nabucodonosor, rey de Babilonia, se alzó en su contra y lo obligó a exiliarse.

De este período, 440 años transcurrieron hasta que Shlomó HaMélej (el Rey Salomón) construyó el primer Beit HaMikdash, y otros 410 años hasta que los ejércitos de los babilonios (cuyo reino estaba situado en la antigua Caldea, motivo por el cual el Talmud los denomina Casdím) lo destruyeron.

Cuando el pueblo de Israel entró por primera vez en la Tierra Prometida estaba destinado a permanecer allí eternamente, pues Di-s había dicho a Avraham (Génesis 13:15): Porque toda la tierra que ves la daré a ti y a tu descendencia para siempre. Di-s sólo puso una condición:

Guardareis todos Mis estatutos y todas Mis leyes, y los cumpliréis no sea que la tierra en la cual Yo os introduzco para que habitéis en ella os vomite (Levítico 20:22); y no sea que la tierra os vomite por haberla contaminado, como vomitó a la nación que la habitó antes que vosotros (ibid. 18:28).

Rashi, en su comentario sobre este versículo, cita de Torat Kohanim:

Ello puede compararse con un príncipe al que se le dio comida en mal estado; como no la pudo retener la vomitó. De igual manera, la Tierra de Israel no puede contener a aquellos que pecan.

Muchas de las veintiún generaciones de judíos que poblaron la tierra al comienzo, no cumplieron los mandamientos de Di-s contaminándola con la veneración de ídolos. Abandonaron a Di-s y sirvieron a Baal y Ashtar. Dejaron al Di-s de sus padres y deificaron ídolos, haciendo abatirse la ira de Di-s sobre Iehudá y Jerusalén a raíz de sus pecados. Di-s envió profetas para reprenderlos, para inspirarlos al arrepentimiento y hacerlos retornar a El, pero el pueblo no prestó atención.

Incluso los jefes de los Kohaním y el pueblo cometieron enormes transgresiones como todas las abominaciones de las naciones, e impurificaron la Casa de Di-s que El había santificado en Jerusalén. Y el Di-s de sus padres rápidamente envió mensajeros, porque tenía compasión de Su pueblo y de Su lugar de morada, pero ellos se burlaron de los emisarios de Di-s, se mofaron de Su palabra y ridiculizaron a Sus Profetas, hasta que la ira de Di-s se alzó contra Su pueblo a tal punto que no hubo remedio (II Crónicas 36:14-16).

Los Sabios dijeron:

¿Con qué pueden compararse las diez tribus, y las tribus de Iehudá y Biniamín? Con dos personas que utilizaban una cobija nueva para cubrirse durante la época de lluvias. Una de ellas tiraba de un lado mientras que la otra tiraba del otro, hasta que se desgarró. De igual modo, las diez tribus no se abstuvieron de venerar ídolos en Shomrón, ni las tribus de Iehudá y Biniamín en Jerusalem, hasta que provocaron la destrucción de ésta.

Y aconteció a los nueve años de su reinado, en el décimo mes, a los diez días del mes, que Nabucodonosor, rey de Babilonia, vino con todo su ejército hacia Jerusalem y la sitió, levantando muros a su alrededor. Y la ciudad se mantuvo sitiada hasta el año undécimo del reinado del rey Tzidkiahu. A los nueve días del mes el hambre prevaleció en la ciudad, hasta que no hubo pan para el pueblo. Y se abrió una brecha en el muro de la ciudad.. (II Reyes, 25:1-4).

Y en el mes quinto, a los diez días del mes… vino Nebucodonosor, capitán de la guardia… y quemó la Casa de Di-s, el palacio del rey y todas las casas de Jerusalem… Todos los muros que la rodeaban fueron destruidos… El resto de la multitud fue exiliada por Nevuzaradán (Jeremías 52:12).

Vemos, pues, que el 10 de Tevet -cuando se inició el sitio de Jerusalem- fue el comienzo de toda una cadena de calamidades que finalmente concluyó con la trágica destrucción del Beit HaMíkdash y el destierro de Iehudá.

BAJO ASEDIO Y EN PELIGRO

Como vimos anteriormente, durante el sitio de Jerusalem prevaleció el hambre. En Pesiktá Rabatí26 leemos:

Las hijas de Tzion se encontraban en los mercados, y al verse unas a otras, una preguntaba:

“¿Por qué motivo has venido hoy al mercado, cuando nunca antes en tu vida lo habías hecho?”

Y la otra respondía: “¿Debo ocultarte la verdad? La hambruna es muy dura y no la puedo soportar”.

Entonces se ayudaban entre sí e iban en busca [de comida] por toda la ciudad, sin encontrar nada. Se apoyaban sobre las columnas y morían en cada esquina. Sus bebés de pecho gateaban por todos lados, cada uno de ellos reconociendo a su madre, y trepándose a ellas trataban de amamantarse, intentando succionar leche, pero nada había. Y allí morían, sobre el regazo de sus madres.

En Ialkut Shimoní (Eijá 1), nuestros Sabios escriben:

Cuando el malvado [Nevuzaradán] vino a Jerusalem junto con sus aliados, pensó que conquistaría la ciudad rápidamente, pero Di-s fortaleció a sus residentes hasta el tercer año [del sitio], con la esperanza de que se arrepintieran. En aquel entonces había en Jerusalem varios hombres valientes, que lucharon contra los caldeos (babilonios), aniquilando a muchos de ellos. Entre estos se encontraba un poderoso guerrero llamado Ahvá ben Guevirti. Cuando los soldados enemigos lanzaban enormes rocas contra las murallas, intentando abrir una brecha en ellas, él las atajaba con sus manos y las lanzaba de vuelta a los soldados enemigos, matando a muchos de ellos. Incluso comenzó a detener las piedras con sus pies y arrojarlas de vuelta hacia el enemigo. Pero los pecados de la ciudad lo hicieron tambalear, y fue así que una fuerte ráfaga de viento lo hizo caer desde la muralla causando su muerte. Entonces las murallas de Jerusalem fueron quebradas y los babilonios entraron en la ciudad.

AYUNAR PARA CORREGIR LOS PECADOS

Maimónides escribe lo siguiente (Leyes del Ayuno 5):

El ayuno del 10 de Tevet es como los demás ayunos que fueron establecidos para lamentar la destrucción del Beit HaMikdash y el exilio de Israel. Sin embargo, el propósito principal del ayuno no es el dolor y el lamento, pues la aflicción sentida cuando tuvieron lugar estos acontecimientos fue suficiente. Por el contrario, su finalidad fundamental es la de estimular el arrepentimiento, recordarnos las malas acciones de nuestros antepasados, como así también las propias acciones que acarrearon, a ellos y a nosotros, grandes tribulaciones. Mediante el recuerdo de todo esto nos arrepentiremos y obraremos correctamente, como expresa el versículo (Levítico 26:4 “Y confesarán sus pecados y los pecados de sus antepasados por el mal que Me han causado…”.

Nuestros Sabios (Talmud Ierushaliní, Iomá 1) enseñaron: “Toda generación en la cual no es reconstruido el Beit HaMikdash, es considerada como si lo hubieran destruido”, puesto que cada generación tiene la capacidad de despertar la misericordia Divina, redimir a Israel de sus enemigos, reunir a sus exiliados de los lugares en que se encuentran dispersos, y reconstruir el Beit HaMíkdash.

Aceite, mecha, vasija y llama

Pocas imágenes son tan cálidas para el alma como la imagen de una llama. Aunque sea un fenómeno físico, la llama (luminosa, pura, etérea) es todo lo que lo físico no es; por lo tanto aparenta para el hombre, algo espiritual atrapado en un mundo material.

Pero la llama es más que un símbolo de espiritualidad. La llama es nuestro propio espejo, en donde se reflejan las luchas de nuestro ser más interno. En las palabras del Rey Shlomó, autor de Proverbios “El alma del hombre es la lámpara de Di-s”.

La llama va hacia arriba, como que quiere liberarse de su mecha y perderse en las grandes explanadas de energía que ciñen los cielos. Pero incluso que se dirija hacia el cielo, la llama está siendo tirada hacia abajo, está bien atada a su mecha y bebe sedientamente del aceite de la lámpara, aceite que la nutre y continúa su existencia como una llama individual. Y es esta tensión de energías conflictivas, esta vacilación de disolverse y volver a renacer, que produce luz.

Nosotros también, anhelamos la trascendencia, anhelamos liberar todas las trabas de la vida material y alcanzar una reunión auto anulada con nuestro Creador y Fuente. Al mismo tiempo, sin embargo, estamos envueltos en un deseo de ser, de vivir una vida física y de dejar nuestra huella en este mundo físico. En la lámpara de Di-s que es el hombre, estos polos convergen en una llama que ilumina su alrededor con luz Divina.

Los Ingredientes:

Una lámpara consiste de aceite, mecha, y una vasija que los contiene para que el aceite pueda nutrir a la mecha y hacer que arda la llama.

El aceite y la mecha son ambos sustancias de combustión, pero ninguna produce luz por símisma con la eficiencia y estabilidad de la lámpara. La mecha, si se enciende, estallaría brevemente y moriría, consumida. Pero el aceite, uno encontraría extremadamente difícil de encender. Pero cuando la mecha y el aceite se juntan en la lámpara, ellos producen una luz estable y controlada.

El alma de la persona es una lámpara de Di-s cuyo propósito en la vida es iluminar al mundo con luz Divina. Di-s nos provee con el “combustible” que genera Su luz, la Torá y sus preceptos (mitzvot), que envisten a Su sabiduría y deseo y transmite Su luminosa verdad.

El aceite Divino requiere de una “mecha” para transportar su sustancia y convertirla en una llama luminosa. La Torá es la sabiduría Divina, pero para que la sabiduría Divina se manifieste en nuestro mundo, deben haber mentes físicas que la estudiean y comprendan, bocas físicas que la debatan y la enseñen, y medios físicos que la publiquen y difundan. Las mitzvot son el deseo Divino; pero para que el deseo Divino se manifieste en nuestro mundo, debe haber un cuerpo físico que lo ponga en práctica y materiales físicos (cuero de animal para Tefilín, lana para Tzitzit, dinero para caridad) para que puedan llevarse a cabo.

Y así como un aceite Divino no puede producir luz sin una mecha material, tampoco puede una mecha producir luz sin el aceite. Una vida sin Torá y mitzvot, por más que uno anhele mucho y desee acercarse a Di-s, es incapaz de sostener la llama. Puede generar chispas de experiencia espiritual, pero por la falta del aceite de la genuina sustancia Divina, éstas mueren rápidamente y fallan en introducir luz duradera en este mundo.

Para entender su rol como “lámpara de Di-s”, la vida humana debe ser una lámpara que combine existencia física (la “mecha”) con las ideas Divinas y actos de Torá (el “aceite”). Cuando la mecha se satura con aceite y nutre sus anhelos espirituales con un suplemento estable de lo mismo, la llama resultante es tanto luminosa como estable, preservando su existencia y productividad de la mecha e iluminando todo rincón del mundo en el que se encuentren.

Tonos de Luz:

La llama por sí misma es un “asunto” multicolor, aludiendo a muchos niveles en los que el hombre se relaciona con el Creador a través de la observancia de las Mitzvot. Generalmente hablando, está el área más baja y oscura de la llama que está unida con la mecha, y está la parte superior más brillante.

El segmento más oscuro de la llama representa aquellos aspectos del servicio de la persona hacia Di-s que están coloreados con su asociación con lo físico de la “mecha”, o sea, Mitzvot que están motivadas por conveniencia propia. La parte más elevada y pura de la llama representa los momentos de auto trascendencia de la persona, actos que la persona hace, como escribe Maimónides, “no por ningún motivo en este mundo: no por miedo al mal o por un deseo de obtener el bien; sino, que hace lo verdadero porque es verdad”.

Estos aspectos en la vida de la persona están reflejados en su relación con Di-s. Las Mitzvot vienen no solo para enlazar su altruista “alma Divina” con su Creador, sino también para envolver a su ego dominante “alma animal” con el cumplimiento de Su deseo Divino. Esto se logra cuando una persona entiende que debería “amar al Señor tu Di-s…porque Él es tu vida” (Deuteronomio 30:20). Al reconocer que Di-s es la fuente y el sustento de tu mismo ser, el mismo ego que antes anhelaba los placeres más materiales, ahora se estira en unirse con el Creador, porque se da cuenta que no hay mayor satisfacción posible de sí misma.

El péndulo de la Vida:

La “mecha” es tanto una cárcel como un liberador de la llama. Sostiene al alma en su carácter distintivo de la totalidad Divina, en su distanciamiento con su Creador. Y aún así, es éste carácter distintivo y su distanciamiento, ésta encarnación en la vida física, que nos permite conectarnos con  Di-s de la manera más comprensiva y profunda, al cumplir con Su deseo.

Así que cuando manda lo Divino, el cuerpo físico y la vida humana se juntan como aceite, mecha y lámpara, el resultado es una llama: la relación con Di-s que se caracteriza por dos caminos conflictivos, por un deseo de acercarse con un mandamiento de alejarse. La materialidad de la vida evoca en el alma un deseo de liberarse de ella y fusionarse con lo Divino. Pero cuanto más cerca el alma se estira hacia Di-s, más reconoce que puede cumplir con Su deseo solamente como un ser físico y distintivo. Así que mientras el cuerpo de la mecha mantiene a la llama ardiendo, la voluntad Divina implícita en el aceite mantendrá su compromiso con la existencia y la vida.

Lámparas Actuales:

Cada Mitzvá es el aceite para el alma. Con cada acto que constituya el cumplimiento del deseo Divino, nuestras vidas están prestadas en lámparas ardientes, encendidas con llamas que vacilan desde el cielo a la tierra una y otra vez e iluminan al mundo en el proceso.

Cada Mitzvá genera luz, ya sea dar una moneda para caridad, enrollarse los Tefilín en los brazos y cabeza, o comer Matzá en Pesaj. Pero ciertas Mitzvot no solo nos transforman en lámparas metafóricas, sino que también asumen la forma actual de una lámpara. Una verdadera lámpara física, con aceite físico, mecha física y llama física que produce luz táctil y física.

Por ello, tenemos la Mitzvá de encender la Menorá en el Templo Sagrado y producir una representación literal de luz Divina que emana desde allí a todo el mundo. Cada viernes por la tarde, las mujeres judías invitan a la luz del Shabat dentro de sus casas al encender las velas de Shabat. Otra Mitzvá cuya función se refleja en su forma. Una vez al año viene Janucá, la fiesta de las luminarias. Durante ocho días, un número creciente de llamas son encendidas en la entrada de la casa y en las ventanas, para que la luz generada por nuestras vidas como “lámparas de Di-s” se propague hacia afuera e iluminen el exterior.

Basado en los escritos de Rabí Shneur Zalman de Liadi (1745-1812), Rabí DovBer (1773-1827) y el Rebe de Lubavitch.

Basado en las enseñanzas del Rebe de Lubavitch

Cortesía de meaningfullife.com

Purim 2022/5722

Fecha- 16 y 17 de Marzo

¿Qué es Purim?

Purim es una fiesta de alegría que conmemora la salvación del pueblo judío en la antigua Persia del complot de Hamán “para destruir, matar y aniquilar a todos los judíos, jóvenes y ancianos, mujeres y niños, en un solo día”, como está registrado en la Meguilá (Libro de Ester).

Un poco de historia…

El Imperio Persa del siglo IV a.e.c., incluye 127 países, y todos los judíos de aquel entonces son sus súbditos. 

  1. El rey Ajashverósh (Asuero) invita a toda la población a un festín de siete días, como culminación de la fiesta de 180 días en la que participaron representantes de todas las naciones de su vasto imperio.
  2. La reina Vashti es ejecutada por no cumplir sus órdenes y Ajashverósh organiza un concurso de belleza para encontrar una nueva reina. 
  3. Una mujer  judía, Ester, encuentra favor en sus ojos y se convierte en la nueva reina, aunque se niega a revelar sus orígenes.
  4. Haman, que odia a los judíos, es nombrado primer ministro del imperio. Mordejai, el líder de los judíos (y primo de Ester), desafía las órdenes del rey y se niega a inclinarse ante Hamán. 
  5. Hamán está indignado, y convence al rey de emitir un decreto ordenando el exterminio de todos los judíos el 13 de Adar, una fecha elegida por una lotería hecha por el mismo Hamán.
  6. Mordejai reúne a todos los judíos, convenciéndolos de que se arrepientan, ayunen y oren a Di-s. 
  7. Mientras tanto, Ester le pide al rey y a Hamán que se unan a ella para un festín. En una fiesta posterior, Ester le revela al rey su identidad judía. 
  8. Hamán es ahorcado, Mordejai es nombrado primer ministro en su lugar, y se emite un nuevo decreto que otorga a los judíos el derecho de defenderse contra sus enemigos.
  9. El 13 de Adar, los judíos se defienden y matan a muchos de sus enemigos. El 14 de Adar, descansan y celebran. En la ciudad capital de Shushan, se toman un día más para terminar con los ataques y descansan el 15 de Adar.

En profundidad:

Según la lógica, el decreto de Hamán debería haber causado el abandono masivo del judaísmo y la Torá, y la conversión. Sin embargo, a pesar de ser esta la única opción para salvar sus vidas, ni un solo judío lo consideró. Ellos se mantuvieron fuertes en su fe, ya  que la conexión entre el judío y su Creador no  se basa  en la lógica. Es una conexión que viene de su esencia.

¡Vivencialo!

Purim es un día de alegría y unión, unite a los festejos!

* Las  restricciones de trabajo de Shabat y Iom Tov no se aplican a Purim.

1. Meguilat Ester: (jueves 25 de noche y viernes 26 durante el día)

Tanto de noche como de día, concurrí a la sinagoga a escuchar la lectura del Rollo de Ester.

Cuando se menciona el nombre de Hamán acompañado de un adjetivo, hacé girar la matraca o hacé ruido con tus pies para erradicar su malvado nombre.

  • La Meguilá se lee de un rollo de pergamino escrito a mano, con una melodía antigua. Ponete en contacto con nosotros al +5491161974444 si por alguna razón no podes participar ó algún ser querido no puede llegar a la sinagoga para la lectura de Meguilá. Haremos todo lo posible para leer la Meguilá y traer la alegría de Purim a tu casa, oficina, hogar de ancianos u hospital, respetando todas las medidas de distanciamiento.

Entrá a www.purimargentina.com para conocer nuestros puntos de encuentro donde se leerá la Meguilá al aire libre.

2.  Matanot Laevionim – dar a los necesitados (jueves 17 durante el día)

Da dinero a por lo menos dos personas necesitadas. En caso de que no puedas encontrar gente necesitada, tu sinagoga probablemente recolectará dinero para este propósito. Al menos, coloca dos monedas en una alcancía de caridad destinada a los pobres.

Al igual que con las otras mitzvot de Purim, incluso los niños pequeños deben cumplirla.

  • Uno de los temas principales de Purim es la unión como pueblo. Hamán quiso matarnos a todos, todos estábamos en peligro juntos, así que también celebramos juntos. Por lo tanto, en el día de Purim ponemos especial énfasis en el cuidado de los menos afortunados.

3. Mishlóaj Manot- enviar regalos comestibles a los amigos  (jueves 17 durante el día)

Enviá un paquete que contenga al menos dos alimentos y/o bebidas diferentes listos para el consumo (por ejemplo, pastelería, fruta, bebida) a por lo menos un judío amigo.

Podés preparar el tuyo o retirar un “Mishlóaj Manot” listo de tu Beit Jabad más cercano. 

Es preferible que los regalos sean entregados a través de un tercero. Los niños, además de enviar sus propios obsequios de comida a sus amigos, son mensajeros entusiastas.

4. Mishté – Festín (jueves 16 a la tarde)

Reuní a tu familia, y celebrá con una comida festiva de Purim. Tradicionalmente, esta comida comienza antes del anochecer y dura hasta bien entrada la noche.

La mesa debe estar adornada festivamente con un lindo mantel y vajilla. Lavate ritualmente las manos para comer pan o jalá, y disfrutá de una comida con carne, vino y muchas canciones judías, palabras de Torá y el alegre espíritu de Purim. Canten, beban, rían, diviértanse juntos.

5. Rezos especiales:  (miércoles 16 de noche y jueves 17 durante el día)

En el rezo de la Amidá y en el Birkat Hamazón luego de las comidas agregá el párrafo “Veal Hanisim” (“Y por los milagros”) correspondiente al día de Purim. 

Esta oración describe la historia de Purim y agradece a Di-s por los “milagros, redenciones, obras poderosas, actos salvadores y maravillas” que realizó para nuestros antepasados ​​en “aquellos días, en este tiempo”.

6. Disfraces! (miércoles 16 de noche y jueves 17 durante el día)

En Purim, los niños -y algunos adultos osados también- observan la tradición de disfrazarse, una alusión a la mano de Di-s en el milagro de Purim, que estaba disfrazado por eventos naturales. Asegurate de que tus hijos se disfracen de personajes bondadosos y alegres, como Mordejai y Ester.

7. Comida típica: Oznei Hamán (orejas de Hamán)

Los Oznei Haman son galletas cuyo relleno está escondido dentro de la masa, al igual que el milagro de Purim se escondió bajo el disfraz de la naturaleza. Encontrá las mejores recetas aquí.

  • Hasta la destrucción del Primer Templo Sagrado, que ocurrió poco antes del tiempo de Purim, los judíos regularmente vieron milagros abiertos y sobrenaturales. Sin embargo, con la destrucción comenzó un período que dura  hasta el día de hoy,donde Di-s opera “detrás de escena”, y su mano no es tan evidente en los eventos diarios. La historia de Purim fue la primera vez que los judíos se dieron cuenta de que la ausencia de milagros manifiestos no significaba que Si-s los hubiera abandonado.

Otras costumbres:

Parshat Zajor: (sábado 12 de marzo)

El Shabat antes de Purim, se lee la sección de la Torá denominada  Zajor (“Recuerda”), en la que se nos ordena recordar los actos de (la nación de) Amalek (el antepasado de Hamán), que buscaba destruir al pueblo judío y asegurar de que nunca más se repitan.

Ayuno de Ester: (miércoles 16 de marzo)

Para conmemorar la plegaria y el ayuno del pueblo judío durante la historia de Purim, ayunamos el día antes de Purim. Este año ayunamos el lunes 9 de marzo. El ayuno comienza aproximadamente una hora antes del amanecer y dura hasta el anochecer. Consultá el horario exacto de tu ciudad en www.jabad.com.

La “media moneda” (Majatzit HaShékel)  (miércoles 16 de marzo)

Es una tradición dar tres monedas en denominaciones “medias” -por ejemplo, tres monedas de medio dólar- a obras de caridad, para conmemorar el medio shékel con que cada judío contribuía como su parte en las ofrendas comunales en el tiempo del Templo Sagrado. Esta costumbre, generalmente realizada en la sinagoga, tiene  lugar en la tarde del “Ayuno de Ester” o antes de la lectura de la Meguilá.

Shushan Purim (viernes 18 de marzo)

En ciertas ciudades amuralladas antiguas —Jerusalém es el principal ejemplo— Purim no se celebra el 14 de Adar (la fecha de su observancia en el resto del mundo), sino el día 15. Esto es para conmemorar el hecho de que en la antigua ciudad amurallada de Shushan, donde las batallas entre los judíos y sus enemigos se extendieron por un día más, la celebración original de Purim tuvo lugar el 15 de Adar.

El 15 de Adar se llama “Shushan Purim”, y es un día de alegría y celebración también en aquellos lugares donde  se observa Purim el día 14 de Adar.

Cuando Shushan Purim cae en Shabat, como este año, en Jerusalem las MItzvot de Purim se dividen en tres días, observando algunas el viernes, otras el Shabat y las restantes el domingo. Es por eso que se lo llama “Triple Purim”

Festejando la espiritualidad

El judaísmo ofrece muchas oportunidades para regocijo, alegría y deleite, principalmente las tres Festividades de Peregrinación (Pesaj, Shavuot y Sucot). En lo relativo a estos días festivos Di-s nos ordena: “Vosotros os regocijaréis en vuestra festividad.

Pésaj conmemora el éxodo físico de los judíos de Egipto; Shavuot – la entrega de la Tora; Sucot – la protección en el desierto del calor chamuscante del sol por las Nubes de Gloria. De las tres festividades, Shavuot es obviamente la más espiritual en naturaleza, conmemorando un evento enteramente espiritual.

Las tres Festividades de Peregrinación se supone que serán celebradas no sólo con plegarias y estudio, sino también con fino alimento y bebida.

En ciertas circunstancias, sin embargo, el deleite de Pésaj y Sucot puede ser expresado de una manera totalmente espiritual, renunciando a comida y bebida. Tal sería el caso cuando uno ayuna durante estas fiestas a causa de un sueño aflictivo.

Esto no es así con respecto a Shavuot. En esta fiesta estamos obligados a “comer y regocijarnos, demostrando que los judíos están complacidos y gratificados con el día en el cual la Torá fue entregada”. Ayunar en Shavuot a causa de un sueño perturbador está prohibido.

Parece paradójico que Pésaj y Sucot, las dos festividades que conmemoran primariamente eventos físicos, puedan ser celebradas de una manera totalmente espiritual, mientras Shavuot, que conmemora un evento que es completamente espiritual, debe ser celebrada no sólo espiritualmente, sino también físicamente.

¿Por qué debe ser celebrada así Shavuot?

Shavuot es la revelación de la Divinidad que acompañó la Entrega de la Torá y penetró toda la creación. En las palabras de nuestros Sabios: “El sonido de la entrega de la Torá por parte de Di-s llegó de las cuatro direcciones así como también de arriba y abajo”. Tan temible y todo-abarcador fue este evento que “ningún pájaro gorjeó; ..ninguna vaca mugió; …el mundo estuvo silencioso y mantuvo su paz”.

Además, el sonido de la Entrega de la Torá imbuyó a todo, aún lo inanimado. Por lo tanto, dicen nuestros Sabios, este sonido no produjo eco. Un eco resulta cuando ondas de sonido no son absorbidas por un objeto, sino rebotan fuera de él. Dado que el sonido de la entrega de la Torá por parte de Di-s penetró toda materia, fue imposible para el sonido producir eco.

Esto fue así porque cuando la Torá fue entregada, la esencia depuradísima de Di-s fue revelada, pues Di-s imbuyó a la Torá de Su Esencia. Ya que Di-s es la única entidad que es verdaderamente infinita, el tiempo en que la Torá fue entregada – cuando Su Esencia fue revelada – nada fue impermeable a esta revelación; penetró e imbuyó a toda la creación, aún a la más tosca de las materias corpóreas.

Una fiesta que celebra lo último en revelación espiritual y que también imbuye a toda la creación sin limitación, debe ser celebrada de una manera verdaderamente revelada y sin limitación, incluyendo un modo físico, es decir, a través de comer y beber.

Si ayunar a causa de un sueño aflictivo fuera permitido en Shavuot, esto indicaría que quedó un nivel en el universo que fue impermeable al júbilo de Shavuot. Esto sería contrarío al espíritu de la festividad como un todo, la que proclama que aún el nivel más bajo está “complacido y gratificado” dé recibir la Torá.

Así, Shavuot afecta aún a un individuo que está tan afligido que en cualquier otro tiempo del año sería imposible para él derivar placer de alimento. Shavuot y su júbilo transforman aún a este individuo perturbado, pues él, también, está “complacido y gratificado” de recibir la Torá.

 

Basado en Likutéi Sijot, Vol. IV, págs. 1092-1096; Vol. XXIII, págs. 27-32.

El Banquete del Mashiaj

El octavo día de Pesaj (4 de Abril) está estrechamente ligado a la venida del Mashiaj.

El Baal Shem Tov -Fundador del Movimiento Jasídico- enseñó y reveló que en ese día “brilla una luz del Mashíaj” en el mundo. Por ello también instauró una costumbre que enfatiza la relación especial del último día de Pesaj y Mashíaj: El último día de Pesaj, por la tarde, hizo una comida adicional y la llamó “Seudat Mashíaj”- la comida del Mashiaj. 

La “comida del Mashíaj” -deja en claro que el Mashíaj es parte concreta de nuestra vida. Comemos una comida en honor a él, que está próximo a llegar.

Uno de los elementos más importantes de Pesaj, la festividad que celebra la libertad del pueblo judío, es que sirve como preparación para la Redención completa y eterna a través de nuestro justo Mashíaj.

Así el versículo declara: “Yo revelaré maravillas [en el tiempo de la Redención final que son] semejantes a [aquellas que fueron reveladas en] el tiempo de vuestro éxodo de Egipto”. De hecho, el éxodo de Egipto abrió el canal para hacer posibles a todas las redenciones subsiguientes, incluyendo la final.

Más específicamente: los primeros días de Pesaj se relacionan la mayor parte con el éxodo de Egipto, mientras los últimos días están más estrechamente asociados con la Redención venidera.

Esto puede ser también visto de las Haftarot leídas durante los dos días finales, versando sobre el tema de cada uno de estos días: Uno de los elementos más importantes de Pesaj, la festividad que celebra la libertad del pueblo judío, es que sirve como preparación para la Redención completa y eterna a través de nuestro justo Mashíaj.

Así el versículo declara: “Yo revelaré maravillas [en el tiempo de la Redención final que son] semejantes a [aquellas que fueron reveladas en] el tiempo de vuestro éxodo de Egipto”. De hecho, el éxodo de Egipto abrió el canal para hacer posibles a todas las redenciones subsiguientes, incluyendo la final.

Más específicamente: los primeros días de Pesaj se relacionan la mayor parte con el éxodo de Egipto, mientras los últimos días están más estrechamente asociados con la Redención venidera. Esto puede ser también visto de las Haftarot leídas durante los dos días finales, versando sobre el tema de cada uno de estos días: estilo también causa a su radiación, permear al individuo no sólo en su pensamiento y palabra (algo logrado recitando la Haftará), sino también en su cuerpo físico. Así este concepto es asimilado en el cuerpo real de la persona.

Adicionalmente, celebrar y conmemorar con una comida señala la santidad que impregnará al mundo físico entero cuando Mashíaj venga. Pues en ese tiempo “la gloria de Di-s será revelada, y toda carne observará…”. Este permear de lo material por lo espiritual es mejor comprendido por la santificación del alimento.Dado que el judío – de acuerdo con el principio que todas las acciones de uno deberían ser en aras del Cielo – come aún una comida ordinaria con la intención de traer santidad a este mundo, ¡cuánto más así con respecto a una comida en un día sagrado!

Seguramente, entonces, el especial “Festín de Mashíaj” de Ajaron Shel Pesaj de una vez al año nos permite comprender mejor cómo toda condición física será imbuida de santidad en el tiempo de la Redención.

El efecto de este evento especial no está, por supuesto, limitado al día de Ajaron Shel Pesaj mismo. Más bien, la ¡dea es que debería afectar al judío a lo largo de todo el año, para que todo lo que él haga en relación con el mundo terrenal sea colmado de santidad y espiritualidad, semejante a la espiritualidad que abarcará al mundo con la llegada de Mashíaj.

Además, la lección de Ajaron Shel Pesaj no está limitada a la relación del hombre con el mundo físico, sino que también se vincula con la espiritualidad interior de todo judío.

Pues el nivel de Mashíaj está en el núcleo de toda alma judía. Ajaron Shel Pesaj permite a cada judío revelar este núcleo a lo largo del año, permitiendo, con eso, servir a Di-s con la misma fibra de su ser.

Únase, pues, a la costumbre de comer el próximo domingo 4 de abril por la tarde, último día de Pesaj, una comida que incluya Matzá y se tomen cuatro copas de vino.