9 Lecciones de vida de la Reina Esther

La reina Ester, heroína de Purim, es considerada como una de las mujeres judías más importantes de la historia. Su vida contiene lecciones que se aplican a nosotros.

  1. Cree en tus poderes ocultos.
    El nombre de Ester significa “oculto”. Primero, mantuvo oculta su identidad como judía en el palacio del rey persa. Tampoco perdió la esperanza cuando parecía que la protección de Di‐s al pueblo judío estaba oculta.
    Cuando estuvo secuestrada en la oscuridad, hizo uso de sus fortalezas y coraje para tener un impacto, y sus acciones finalmente salvaron al pueblo judío. Podemos aprovechar nuestros propios poderes ocultos y transformar los acontecimientos.
  2. Acepta tu destino.
    Al principio, Ester intentó esconderse de los guardias del rey Asuero para evitar casarse con él, pero no pudo evitar lo
    inevitable. Cuando fue nombrada reina, Mordejai, el líder de los judíos, entendió que “algo así no le habría sucedido
    a una mujer tan justa a menos que estuviera destinada a rescatar a su pueblo [a través de ella]”. Di‐s nos coloca donde necesitamos estar para cumplir nuestra misión en la vida.
  3. Deja que brille tu belleza interior.
    Cuando las concursantes que competían por ser la nueva reina de Asuero fueron llevadas al palacio, se les dio un largo régimen de belleza que incluía mimos físicos y tratamientos cosméticos, pero Ester rechazó esos lujos.
    Fue su belleza natural lo que captó la atención del rey.
    Eres la mejor versión de ti mismo.
  4. Ten principios.
    Incluso en el palacio, Ester sólo comía comida kasher. Y cuando el rey hizo todo lo posible para persuadirla de que le dijera su origen (organizó una fiesta en su honor, dio exenciones fiscales a los ciudadanos y consideró ca‐ sarse con otra), ella se mantuvo firme. Deja que tus principios te guíen.
  5. Juntos somos más fuertes. Una de las quejas de Hamán contra los judíos fue que eran “un pueblo disperso y desunido”. En respuesta, Ester le dijo a Mordejai que reuniera a todos los judíos. La mejor respuesta al odio es la unidad. 
  6. Cuando estés en problemas, acude a Di‐s. Ester entendió que la salvación de su pueblo dependía de su relación especial con Di‐s. Suplicar a los pies de un rey mortal era una fachada para disfrazar el milagro Divino. El verdadero vehículo de su salvación sería el arrepentimiento y la oración. Primero ponte en línea con el Creador, luego con Sus creaciones. 
  7. Toma la iniciativa en acción. Ester presentó un plan de acción y Mordejai obedeció. “Lo principal es la acción”, dice el Talmud. Gracias a su liderazgo, Ester salvó a su pueblo y la Meguilá recibió su nombre.
  8. Prepárate para hacer sacrificios. Como reina, Ester personalmente se habría librado del decreto de aniquilación, pero permaneció junto a su pueblo. Para defender su caso, necesitaba acercarse al rey sin ser citada, un delito capital. Y así lo hizo, diciendo: “Si pe‐ rezco, que perezco”.
  9. Nunca pierdas la esperanza. Una vez terminada la terrible experiencia, Ester pidió que se documentara su historia. ¿Qué intentaba lograr al contar la historia de Purim? ¿Y cuál es su mensaje? Según un comentario, el mensaje básico de la historia de Ester es: No importa cuán desesperada pueda parecer tu situación, nunca pierdas la esperanza.

Las características propias del pueblo de Israel

“Y para los judíos hubo luz, alegría, regocijo y honor” (ESTHER 8:16)

Luego de haber tenido lugar el milagro de Purim y que Hamán el malvado sufriera su caída, la Meguilá- el rollo con la historia de Ester- describe la alegría del pueblo judío con las palabras: “Y para los judíos hubo luz, alegría, regocijo y honor”. Sobre ello explica la Guemará que en este versículo se hace alusión a cuatro preceptos sobre los que Hamán decretó su incumplimiento, y cuando se anuló su decreto, los judíos pudieron cumplirlos sin miedos: “Luz”-se refiere a la Torá, “alegría”- son las festividades bíblicas, “regocijo”- es el precepto de la circuncisión, y “honor”-se refiere a los Tefilín. Cada uno de estos cuatro preceptos se caracteriza por ser una señal- una insignia3(del vínculo especial) entre el pueblo de Israel y el Altísimo. 

Ese fue justamente el motivo de por qué Hamán el malvado decretó contra su observancia, puesto que no podía soportar la singularidad del pueblo judío, que se refleja en su vínculo especial con el Altísimo.

LA PECUALIARIDAD DE ESTAS INSIGNIAS

Era de esperar, que los preceptos que cumplen la función de ser una señal entre el pueblo de Israel y Hashem sean aquellos que no tienen paralelo entre los demás pueblos, y de esa manera habrán de resaltar la peculiaridad del pueblo judío. Pero, en realidad, todos estos preceptos mencionados tienen prácticas similares también entre otros pueblos: La Torá, palabras inteligentes y de sabiduría- también hay en las demás naciones. Festividades y efemérides son parte de la práctica de todos los pueblos.La circuncisión- también muchos nojudíos se circuncidan. Tefilín- muchos pueblos acostumbran a portar una insignia especial que identifique al pueblo o a la tribu a la que pertenecen. Surge entonces la pregunta: ¿con qué expresanestas señales la peculiaridad específicadel pueblo judío?

SANTIDAD EN LO MATERIAL

Pero justamente es aquí donde tiene su expresión la singularidad del pueblo judío. En los campos donde no hay parecido alguno entre lo judaico y lo que nolo es, no hay necesidad de una señal quemarque la diferencia. La señal se requiere específicamente en aquello donde a simple vista parecería haber una similitud- aspecto que se comparte con los demás pueblos- y ahí es donde las señales marcan lo judaico.

LO QUE NOS SEÑALA

Torá: en las naciones, el concepto de‘Torá’sería la sabiduría y la lógica,mientras que para los judíos, la esenciade la Torá radica en que es superior a lalógica. La Torá que fue entregada por Di-s en el Monte Sinaí es por definición la Sabiduría del Altísimo, totalmente superior a la lógica y razón humana.La alegría de las Festividades: la definición convencional de lo que es alegría y festejo va de la mano del desenfreno y del dar rienda suelta a los instintos, mientras que en lo judaico, la verdadera alegría lleva a mayor devoción a Hashem. 

Circuncisión: 

Maimónides explica que la circuncisión debilita el deseo por los placeres terrenales, y por ende, el circuncidarse tendería a generar descontento. Pero en los judíos, la circuncisiónes motivo de regocijo, como está escrito“me regocijo yo en Tu palabra”, refiriéndose el término regocijo a la circuncisión. 

Tefilín:

Es práctica universal que las insignias y símbolos identificatorios sean elegidos por su belleza y atractivo, mientras que los judíos nos vestimos con Tefilín que consta de cajitas de cuero, de color negro, con correas negras, sólo que dentro de ellas se encuentra escrito “Escucha Israel Hashem nuestro Di-s, Hashem es Uno” .Esta es la particularidad del pueblojudío, y por eso estos preceptos son suseñal identificatoria.

(LIKUTEI SIJOT TOMO 3), PáG. 916

¿Quién escribió el Libro de Ester?

En la Meguilá (Libro de Ester): “Y Mordejai escribió estas cosas y envió cartas a todos los judíos” “Ahora, la reina Ester, la hija de Abihail, y Mordejai el judío escribieron todos [los actos de] poder, para confirmar la segunda carta de Purim.”

Los Sabios entienden que esto significa que Mordejai y Ester escribieron juntos el Libro de Ester.

Pero al enumerar a los autores de los diferentes libros de la Biblia, el Talmud nos dice que el Libro de Ester fue escrito por Anshei Kneset Hagedola, “Hombres de la Gran Asamblea”, un panel de 120 Profetas y Sabios que constituían la máxima autoridad religiosa al comienzo de la Era del Segundo Templo en la Tierra de Israel.

Este consejo se estableció en Tierra Santa varios años después de los eventos de Purim. ¿Por qué no se escribió inmediatamente el Libro de Ester? Rashi explica que debía escribirse en la Tierra de Israel porque “la profecía no debe transcribirse ni incluirse en el canon de las Escrituras fuera de la Tierra Santa”.

Entonces, ¿quién escribió el Libro de Ester?
En realidad fue escrito dos veces. Ester y Mordejai registraron la historia de Purim poco después de que sucedieran los hechos. Con la inspiración Divina, pudieron unir toda la historia, mostrando la orquestación Divina a lo largo de los aproximadamente nueve años de la historia de Purim.

Sin embargo, su manuscrito carecía de santidad. Era sólo un registro histórico de los acontecimientos. De hecho, según algunos, esta es la razón por la que el Libro de Ester no contiene ninguna referencia a Di‐s.

Mordejai y Ester sabían que los persas tomarían este relato y lo incluirían en sus libros de historia, pero sustituirían el nombre de Di‐s con los nombres de sus propias deidades. Por lo tanto, decidieron que era más respetuoso con Di‐s simplemente omitir Su nombre. Más tarde, la reina Ester solicitó a los Sabios que se incluyera el Libro de Ester como parte de los 24 libros sagrados de las Escrituras.

Los Hombres de la Gran Asamblea luego lo reescribieron con inspiración Divina, y fue incluido como uno de los 24 libros de las Escrituras. Solo después de que fue reescrito por los Hombres de la Gran Asamblea pudimos analizar y exponer todos los matices, como el tamaño de ciertas letras.

¿Es algo malo imaginarse cometiendo un crimen?

El pensamiento es lo más difícil de controlar. Los pensamientos parecen entrar en nuestras mentes al azar. Pero cada acción está precedida por un pensamiento. Nadie comete adulterio sin pensarlo.
Tratar de controlar los pensamientos es un buen comienzo para convertirse en una mejor persona.
Según el Talmud: Los pensamientos de pecado son más duros que el pecado mismo.
Hay dos componentes en la mala conducta:
La acción negativa y su efecto que vemos en nuestro mundo físico.
El efecto espiritual dañino que la mala acción tiene sobre quien la comete.
Al vivir en un mundo físico, nos guiamos por “los hechos materiales”. Los pensamientos son invisibles y
no pueden ser juzgados. Nadie es condenado por “pensar en robar”. Lo mismo es el caso en un tribunal de la ley judía.
Desde la perspectiva del alma, es diferente.

Maimónides dice: La capacidad de pensar es inherente a la humanidad. Usar el pensamiento para pecar
es pecar por medio de la parte más noble.
La “acción” es algo que compartimos con otras criaturas. Podemos usarla negativamente. Pero corromper nuestras mentes, que son exclusivas de los humanos, es peor. Tomamos algo tan alto y lo llevamos tan bajo.

La filosofía Jabad explica que el alma tiene “tres prendas”, tres formas de expresarse:
Pensamiento, palabra y acción.
El pensamiento, la más espiritual de las vestimentas, está íntimamente conectado con el alma y comparte algunas de las mismas características.
Es constante, y el alma está constantemente conectada con el cuerpo.
Permanece dentro de la persona. El alma sigue siendo parte de una persona mientras está viva.

El pensamiento pecaminoso manchará el alma en un lugar más espiritual que un acto pecaminoso. Este es una
expresión externa del alma, pero los efectos de los pensamientos negativos son profundos y de mayor alcance.

La conquista del pensamiento es una parte integral del judaísmo. No es fácil controlar todos nuestros pensamientos todo el tiempo, y puede llevar años, e incluso toda la vida, dominarlo.
Rabí Shnuer Zalman de Liadi, fundador del movimiento Jabad, brinda herramientas para ayudar a superar los pensamientos negativos y analiza el increíble placer que le damos a Di‐s cuando intentamos dominar nuestra psique.

Consulte Tania, capítulos 26 a 28.

Educación y escuela

A la hora de escoger una escuela para nuestros hijos, por lo general tendemos a elegir una que sea a fin con nuestra
educación. Pensar que ahora debemos brindarles una educación secular y luego, cuando ellos crezcan, elegirán por si solos que orientación religiosa seguir. No siempre resulta, ya que los jóvenes llegan a ese momento con total desconocimiento de la tradición y costumbres judías.

Entonces ¿qué será lo que están en condiciones de elegir?
Si usted realmente quiere que su hijo en el futuro tenga poder de elección, bríndele toda la información que su hijo merece. Vale decir, formarlo en ambos estudios, lo que le brindará en el futuro los medios para escoger, ya que estudió ambas líneas.

En conclusión, si somos honestos con nosotros mismos, no debemos ocultarle información (como tal vez nuestros padres hicieron con nosotros) y darle una educación que brinde al menos las dos líneas, vale decir la secular y la judía. Cuando hablamos de dar a nuestros hijos una educación judía, debemos analizar a qué institución enviarlo ya que existen escuelas que se nombran como colegios judíos pero están casi vacías de enseñanzas judías.

 

Hoy en día existen muchos establecimientos escolares que brindan ambos sistemas de educación, vale decir, la educación oficial como en cualquier escuela y también la parte judía tradicional que consiste en el estudio de Tanaj, halajá y hebreo.

Y se da trascendencia a las Mitzvot, tradiciones y costumbres judías.

4 Mitos acerca de Shabat

Mito: Puedes encender las velas de Shabat en cualquier momento los viernes por la noche.
A muchos nos resulta tentador encender las velas el viernes por la noche después del trabajo, sin importar cuánto
tiempo hace que se ha puesto el sol.
Verdad: Las velas deben encenderse antes de que se ponga el sol Cuando se oculta el sol por debajo del
horizonte, Shabat ha comenzado y no se puede encender fuego. Las velas se encienden 18 minutos antes de la puesta del
sol, un poco antes de lo necesario, lo que proporciona una zona de amortiguación para garantizar que no se enciendan en el día sagrado. Una vez que el sol se ha puesto, encender velas es una profanación del Shabat, no un acto de honor.

Mito: Shabat termina al atardecer Dado que el inicio de Shabat está ligado a la puesta del sol, muchos piensan
que el día termina cuando el sol se pone el sábado por la tarde.
Verdad: Shabat termina cuando aparecen tres estrellas en el cielo
La hora exacta en que comienza la noche y un día pasa al siguiente es algo ambigua. Para ir a lo seguro, tratamos el tiempo entre la puesta del sol y la aparición de tres estrellas en el cielo nocturno como un tiempo intermedio. Como tal, Shabat concluye cuando hayan aparecido
tres estrellas en el cielo nocturno.

Mito: En Shabat el vino debe ser dulce y el pan debe trenzarse.
Comenzamos las comidas de Shabat recitando el Kidush con una copa de vino y luego disfrutamos de las rebanadas cortadas de dos hogazas de pan conocidas como jalá.
Entre los judíos de ascendencia de Europa del Este, el vino es tradicionalmente dulce y el pan es rico en huevos y trenzado.
Verdad: el vino fino es mejor y el pan puede tener cualquier forma
Durante generaciones, los judíos empobrecidos lucharon por comprar vino para Shabat, y el vino cargado de azúcar,
era el más económico. Debemos honrar el Shabat con el mejor vino, siempre que sea kasher. Vino seco, vino dulce, todo
depende del gusto del bebedor.
Lo mismo ocurre con el pan jalá. Algunas comunidades yemenitas tradicionalmente comen no menos de cuatro tipos
de pan cada Shabat, cada uno preparado en un horno diferente.

Mito: Es preferible morir antes que profanar el Shabat.
Dado que el Shabat se encuentra entre los Diez Mandamientos y es visto como la piedra angular de la vida judía, algunos pueden pensar que anula la vida humana.
Verdad: Salva una vida y podrá observar muchos más Shabat
Si alguien está enfermo, debe subir al automóvil y viajar al hospital; y si teme por la vida, debe tomar el teléfono y llamar al 911. No
hay dudas. Se debe actuar rápido y con decisión.


Aguas de bondad

Un posadero llegó a la corte del famoso rabino Tzvi Elimelej de Dinov, conocido como “Bnei Isajar”, quejándose de que su casero planeaba desalojarlo de su posada.
El Rebe preguntó al judío si vivía en cierta ciudad y si su posada estaba diseñada de cierta manera. Cuando el judío respondió que sí, el Rebe preguntó si todavía había un pozo con agua de buen sabor en el patio.
Cuando el posadero volvió a asentir, el Rebe dijo que no había nada de qué preocuparse y que todo saldría bien.
Como respuesta al desconcierto del hombre, el Rebe le contó la siguiente historia:
Una vez un joven rabino viajó a ver a su Rebe. Después de tres días llegó a una posada. El posadero estaba ocupado con sus clientes y nadie se fijó en él. Esperó un rato y luego se levantó para irse.

Mirando por la ventana, el hijo del posadero notó que el joven se alejaba. Corrió tras él y le dijo que pronto su padre podría atenderlo.
Al joven rabino le dieron comida deliciosa para comer y luego pidió de beber. Esperó bastante tiempo por agua, pero el agua no llegó. El posadero le explicó que aunque tenían un pozo en el patio, su agua era amarga, por lo que había enviado a alguien a traer agua del pozo de la ciudad. El joven dijo que probaría agua del pozo de la posada, porque tenía mucha sed. Probó y dijo que, de hecho, era bastante agradable.

Sorprendidos, los demás clientes también probaron el agua. Era cierto: se había producido una transformación. Pronto se corrió la voz de que el posadero tenía agua deliciosa en su pozo. Vender el agua limpia con una buena ganancia le hizo prosperar.


Después de contar su historia, el Rebe le dijo al aldeano que él había sido el niño de la historia. En ese momento, el aldeano también recordó el episodio, ya que él había sido el joven que le había suplicado al futuro Rebe que regresara a la posada y disfrutara de la hospitalidad de su familia.

El Rebe explicó que cuando escuchó que el pozo todavía estaba suministrando agua sabrosa, entendió que la mitzvá de recibir invitados, que fue la fuente del cambio de fortuna de la familia, todavía se estaba cumpliendo. Por eso pudo asegurarle al hombre
que todo estaría bien.


*¿Qué tan generosos somos con nuestro hospedaje? ¿Buscamos personas que puedan necesitar hospitalidad? 

Si experimentamos bondad en nuestras vidas, ¿reconocemos el comportamiento positivo por el cual estamos siendo recompensados y nos aseguramos de continuar con esas buenas obras?

El hogar comienza en la caridad

Como preparación para Purim y Pésaj, comenzamos un régimen de superación personal de 4 pasos, cuando leemos una sección adicional de la Torá en Shabat.


Estas son:
Shekalim: Sobre el mandamiento de donar anualmente medio siclo a las arcas del Templo.


Zajor: Sobre nuestra obligación de aniquilar la malvada
nación de Amalek.


Pará: Sobre la purificación ritual que se logra mediante
la aspersión de las cenizas de la novilla roja.


HaJodesh: Sobre la mitzvá de santificar la luna nueva y el requisito de comer Matzá y hierbas amargas en el Seder
de Pésaj.


Esta semana leemos Shekalim, el primer paso necesario para lograr la redención personal: caridad.
El proceso de redención personal comienza ayudando a los demás. ¿No es más importante limpiar la propia casa
antes que ayudar a los demás?

La persona va a trabajar todos los días y se esfuerza por obtener un ingreso cómodo. La mayoría de las veces, esto da como resultado que se sumerja y absorba por completo en la búsqueda de riqueza, y que cada fibra de su ser esté involucrada en la carrera de la vida.
Por eso el sueldo es tan valioso; después de todo, la sangre se pone en cada centavo que ganamos.
Cuando tomamos parte de esto y lo donamos a organizaciones benéficas, aportamos significado a toda nuestra semana laboral.
Estamos demostrando que estamos dispuestos a darle a Di‐s nuestra esencia.

Nuestros Sabios ensalzan la virtud de la caridad, llegando incluso a decir que es “igual a todas las demás mitzvot combinadas”!
Rabi Schneur Zalman de Liadi (fundador del jasidismo de Jabad, 1745–1812) explica que si bien cada mitzvá está diseñada para introducir santidad en una parte específica de nuestro ser (el miembro particular que realiza la mitzvá), la caridad es la única excepción a esta regla.

Lo que uno pone en caridad, o el cheque que escribe a una organización caritativa, tienen la capacidad de santificar todo el ser.
En este aspecto, la caridad monetaria es mucho mayor que ofrecer tiempo como voluntario para una causa benéfica.
El voluntariado implica donar una cierta cantidad de tiempo a Di‐s, al prójimo o a ambos.
Cuando concluyen una o dos horas, uno regresa a su rutina diaria normal y ensimismada.

La caridad eleva todo el trabajo que generó las ganancias y a todo el individuo que trabajó —física y mentalmente— para ganarse la vida.
Para iniciar el proceso de redención, primero es necesario dar el paso más importante de infundir todo el día con un aura de santidad.
Sólo entonces podrá afrontar con éxito todas las luchas y tribulaciones que encontrará en este desafiante pero gratificante viaje.
La caridad tiene la capacidad de infundir un propósito santo en la reunión de negocios más mundana.

Y tengamos presente que nunca se pierde dando caridad. En palabras del profeta Malají (3:10):
“Traed todos los diezmos al tesoro para que haya alimento en Mi Casa.
Pruébame, si quieres, con esto, dice Hashem de los ejércitos: [mira] si no te abriré las ventanas de los cielos y derramaré sobre ti bendiciones hasta que no haya lugar suficiente para ellas”.

Salvar a un amigo

Guedalia Moshe Goldman, que después se convirtió en Gran Rebe de Zvhil y Jaim Shaul Bruk, renombrado mentor de Jabad, estuvieron cautivos en la misma época en un campamento de trabajos forzados de la prisión soviética.
¿Su ‘detestable’ crimen? Observar y difundir Judaísmo bajo el régimen comunista.
Un Shabat, el sádico comandante del campamento llamó a Guedalia Moshe a su oficina. “Tengo aquí los papeles para tu descargo” dijo mientras ondeaba algunos papeles en el aire, “y si los firmas ahora, serás un hombre libre”
“¡Pero es Shabat!” contestó Guedalia Moshe. “No puedo y no firmaré en Shabat”

El comandante ‐quién por supuesto sabía de antemano que Guedalia Moshe no transgrediría el Shabat‐ gritó:M “¡Si no firmas los papeles ahora, permanecerás aquí otros ocho años!”
“No obstante, no firmaré y no profanaré el Shabat” respondió Guedalia Moshé.
“Muy bien,” sonrió con desprecio al comandante. “No firmes. Estarás en esta prisión durante ocho años más. Y veremos cómo tu Di‐s te ayuda…”
“Si mi Di‐s quiere ayudarme, Él lo hará sin usted. Y si Él quiere que yo esté en esta prisión ocho años más, estaré aquí otros ocho años aun cuando usted decida permitirme marchar” contestó serenamente Guedalia Moshe.

“No tiene nada que ver con usted.” El comandante ya enfurecido, estaba rojo. ¡Sacó su pistola fuera del estuche, apuntó al corazón de Guedalia Moshe, y gritó: “¡Veamos quién te ayudará ahora!” Jaló el arma…
Y en ese momento, su hija entró en la oficina.
Vio a su padre apuntando con la pistola a Guedalia Moshe y dijo con voz aburrida:
“Padre, es una lástima la pérdida de una bala…”
Despacio, el comandante bajó el arma.
“¡No pienses que ha sido tu Di‐s que te salvó!” gritó a Guedalia Moshe que permanecía de pie serenamente.
“¡Si no hubiera sido por mi hija, serías ahora carne muerta!”

El comandante se volvió a un ayudante y gritó: “Traiga al otro judío escandaloso, Jaim Shaul!”
Pasaron unos momentos, y Jaim Shaul estaba parado en la oficina al lado de Guedalia Moshe.
El comandante le hizo la misma oferta que a Guedalia Moshe: “Firma estos papeles y serás hombre libre”
“Pero no puedo firmar los papeles” contestó Jaim Shaul “Es Shabat, y yo no violo el Shabat”
“¡Entonces permanecerás aquí otros ocho años!”
“¡No escribiré en Shabat!”
De repente, Guedalia Moshe dijo: “Déme los papeles. Yo firmaré por él”
El comandante quedó enmudecido.
“¡¿Qué?! Acabas de decir que no escribirías en Shabat! ¡Vas a estar aquí ocho años más por esa razón! ¿Y ahora firmarás por él?”
“Claro que no firmaría en Shabat para ganar mi libertad,” Guedalia Moshe contestó.
“Pero esto es diferente. Yo soy fuerte, y puedo resistir las condiciones en esta prisión otros ocho años.
Pero Jaim Shaul es más débil, y no puede resistir este lugar.
Sería peligroso para su salud permanecer aquí ocho años más.
Déme los papeles y permítame firmar…”
Ambos hombres fueron liberados de la prisión a los pocos días.
Y después de todo, no fue el comandante quien estaba al mando

El esfuerzo de tus manos

“Seis días será hecho trabajo” (Shemot 35:2)

En el comienzo del párrafo bíblico de “Vaiakhel” la Torá relata que Moshé reunió a los hijos de Israel y procedió a ordenarles sobre el cuidado del Shabat. Entre lo dicho aparecen las palabras: “Seis días será hecho trabajo, y en el séptimo día será para ustedes sagrado, un Shabat Shabatón…” De este versículo aprendieron nuestros Sabios Z”L que no sólo el descanso sabático es una Mitzvá -mandamiento- sino que también lo es el trabajo de los seis días de la semana. “Tal como fue encomendado Israel con la mitzvá activa del Shabat, así también fue ordenado sobre el trabajo” (Mejilta de Rashbi). La labor y el trabajo realizados de acuerdo a las instrucciones de la Torá y con el propósito de servir a Di-s con el resultado de las mismas son también una suerte de servicio al Altísimo.

COMO QUE FUERA AUTOMÁTICAMENTE

A su vez este versículo nos insinúa el tipo de actitud que debe tener el judío hacia su trabajo de la semana. Moshé estaba hablando directamente al pueblo. Lo lógico entonces era decirle: “seis días hagan (o harán) trabajo”. Pero Moshé no dijo esto (hagan) sino será hecho. Cuando se le dice a alguien: “harás” esto implica que haya una acción e involucramiento por parte de la persona en la labor requerida. Pero cuando se dice “será hecha” la connotación es como que el trabajo se hará por sí solo, sin que el hombre deba invertir en ello sus fuerzas.

EL ESFUERZO DE TUS PALMAS

En realidad, esto es lo que la Torá pretende enseñarnos: es verdad, hay que trabajar durante los seis días de la semana. Esto es incluso, un mandamiento- una mitzvá. Pero no hay necesidad de introducir en el trabajo toda la cabeza, toda el alma. Se requiere del judío que recuerde constantemente que el trabajo no es el objetivo final de la vida, sino un medio para la manutención y similar. La verdadera vida es la del espíritu -el estudio de la Torá, la plegaria, la dedicación al cumplimiento de las Mitzvot, los actos de benevolencia. Este pensamiento se refleja también en el versículo: “cuando comas del esfuerzo de tus palmas dichoso serás y será bueno para ti”. El énfasis está en el término “el esfuerzo de tus palmas” Tan sólo las manos, es decir las fuerzas de la acción, debe invertirse en el comercio y el trabajo; pero la cabeza y el alma deben preservarse libres para estudiar Torá y servir a Hashem. Cuando el judío se comporta así, se hace meritorio del “dichoso serás y será bueno para ti”.

QUE EL SHABAT SEA UN SHABAT

Acerca de esto se puede preguntar: “¿si no invertimos en el negocio todas nuestras fuerzas y toda el alma, cómo aseguraremos su éxito y crecimiento?” A ello debe responderse que se requiere también creer en Di-s. El judío tiene fe que al fin y al cabo el sustento viene del Altísimo. La función del hombre es hacer el “recipiente” para recibir la bendición de Di-s y por ello debe trabajar y dedicarse a su actividad comercial, pero quien define si va a ganar del trabajo y cuánto, es Hashem. Siendo así, cuando Di-s dice que el judío no debe sumergirse totalmente en los negocios, esto mismo indica que el camino para recibir la bendición de Di-s y afianzar el negocio, es exclusivamente cuando se cumple con la Voluntad de Di-s y no cuando se actúa contrariamente a ella. Quienquiera desee el éxito de sus actividades comerciales, debe abstenerse de invertir en ello toda su alma, puesto que esto es lo que Hashem quiere y es Él Quien brinda la bendición. Cuando el judío trabaja durante los seis días de la semana, de acuerdo a las instrucciones de la Torá, también su Shabat es diferente. No tiene dificultad en dirigir sus fuerzas hacia los temas del espíritu, y no permanece pensando constantemente en sus actividades mundanas. De esta manera vivenciará una verdadera vida judía, tanto en los días de la semana y cuánto más, en el Shabat.

Likutei Sijot 1, Pág. 187